martes, 18 de diciembre de 2012

337 a.c.: Filipo y la expansion macedonia ; 5ª parte






Tras la victoria macedonia en Queronea  y la firma de la paz de Demodés, Filipo se dispuso a la reorganización territorial de Grecia, en el invierno del 338 al 337 a c.

Comenzó una gira que le llevo por todas las ciudades importantes de la zona, que hicieron juramento de fidelidad al monarca macedonio.

Solo Esparta se envolvió en su ya olvidada dignidad y su laconismo espartano y se negó .

Cuando Filipo exigió a los jefes espartanos que reconocieses su supremacía, los espartanos contestaron con un lacónico "no" escrito en la misma misiva que Filipo les había enviado con sus exigencias.

El ejército macedonio entro entonces en el Peloponeso, y arrebato fácilmente una porción del territorio espartano, cediéndoselo a la ciudad rival de Argos.

Pero Esparta ya solo era una ciudad de segundo orden, sin interés alguno para Filipo, que además, no quería involucrarse en otra guerra con griegos, ya que su objetivo era la invasión de Persia.Asi que, de momento, Esparta quedo a salvo de nuevos ataques, aunque su territorio había quedado reducido al mínimo.

Filipo invito a todas las naciones griegas, excepto Esparta, a reunirse en Corinto. Allí fundaron una confederación helénica que paso a la historia con el nombre de Liga de Corinto.

La base de esta liga la constituía, una vez más, una paz general (koiné eirene).Se prohibieron todos los cambios constitucionales por medio de la violencia: se garantizaron la libertad y la autonomia de todos los estados participantes, y solamente quedaron guarniciones macedonias en Tebas, Calcis y el mismo Corinto.

De forma correspondiente a su capacidad militar, cada estado debía mandar un determinado número de delegados al consejo de la liga (synedrion), que se reunía regularmente en Corinto.

El synedrion tena competencias no solo miiltares, sino también políticas: fijaba los contingentes militares que cada estado debía aportar a la liga, recaudaba los impuestos, fijaba los castigos contra quien vulneraba el tratado, etc.

Filipo era el hegemon (protector) de la liga de Corinto. Entre Filipo y los griegos se concertó un tratado defensivo y ofensivo a perpetuidad. Y este tratado era el paso previo para la declaración de guerra contra Persia, utilizando como casus belli la destrucción de los santuarios griegos por parte de Jerjes en el año 480 a.c., casi siglo y medio antes.


 El jefe de las fuerzas griegas seria en todo momento Filipo, llevando el titulo de estratego autokrator (general con plenos poderes).

Tras dejar bien atados los cabos sueltos de la liga de Corinto, Filipo volvió a Pella en noviembre de 337.Alli se encontraba Alejandro, que no había acompañado a su padre a Corinto y estaba ocupado en erigir una estatua de Filipo en el ágora de Atenas, para recordarles a los atenienses quien mandaba.

Filipo, que entonces tenía 45 años, se había enamorado locamente de Cleopatra,la sobrina de uno de sus generales,Atalo. Cleopatra,que tenía 18 o 19 años, trataba por todos los medios de casarse con Filipo.

Pero Filipo no quería casarse, temia la furia de su mujer legitima, Olimpia, y de su hijo Alejandro. También tenía miedo de los futuros problemas dinásticos que estallarían si tenía un hijo con Cleopatra. Y propuso a Cleopatra el rango de “segunda esposa”, a lo que la muchacha se negó, con argumentos realmente contundentes: Cleopatra era macedonia de clase alta, y estaba en edad fértil, mientras que Olimpia era epirota, una bárbara ya era demasiado mayor para tener hijos.


 Cleopatra sugirió a Filipo repudiar a Olimpia, por infidelidad .De hecho, Olimpia no cesaba de decir que Alejandro era hijo de Zeus Amón y no de Filipo. Según Cleopatra, Olimpia se había inventado esa fabula para ocultar el hecho de que había mantenido una relación con un simple mortal, cuyo fruto haba sido Alejandro.

A Filipo le parecieron bien estos argumentos, pero antes de hacer nada lo consulto con Alejandro, a quien no le gustaron en absoluto, estaba muy unido a Olimpia y sus derechos sucesorios al trono macedonio podrían quedar seriamente afectados.

Filipo encontró una solución salomónica al problema: repudio a Olimpia como esposa, pero pudo conservar su rango de reina de macedonia, y Alejandro conservo su condición de heredero al trono.

Filipo se caso con Cleopatra, que exigió una ceremonia con gran pompa, a la que debían asistir obligatoriamente toda la corte, los generales y el mismo Alejandro.

En el festín de bodas, Filipo y su suegro Atalo se emborracharon rápidamente, y Atalo propuso brindar por la salud del recién casado:

“por Filipo, nuestro rey, y por el heredero legitimo que nacerá de esta unión”

Al oír estas palabras, Alejandro entro en cólera e increpo a Atalo:

“miserable, ¿cómo te atreves a llamarme bastardo?”

Y le arrojo su copa de vino a la cabeza. Atalo consiguió esquivarla ,y respondio de la misma manera. Se produjo entonces un tumulto generalizado. En un momento, Filipo, completamente ebrio, se levanta, saca su espada y se dirige hacia Alejandro, para matarlo. Pero se resbala y cae al suelo. Y Alejandro se burla de él:


“ved, macedonios, a este hombre, que habla de guiaros hasta Persia pero es incapaz de recorrer unos metros sin derrumbarse “.

Tras estas palabras, corre hacia las habitaciones de Olimpia, la saca de la cama y, acompañados por una escolta de hombres de su confianza, huye hacia las montañas del Epiro, a casa de su hermano Alejandro, rey de Epiro.

Alejandro se refugia en una tribu lincestida, comandada por un tal Pleurias.Filipo y Atalo emprendieron una expedición contra los epirotas, no muy exitosa, y finalmente decide reconciliarse con su hijo Alejandro. Este decide aceptar, pero pone como condición que también se permita el regreso de Olimpia a la corte macedonia, y que fuera tratada con el honor y respeto debido a la madre del heredero real.

Filipo dio su conformidad, y en la primavera del 336 a.c., Alejandro y su madre regresan al palacio real de pella, que empezaba a parecerse a la mansión de falcón crest con sus intrigas y sus peleas.

Para complicar aun más la situación, Cleopatra, la nueva esposa de Filipo, estaba embarazada. Y había otros pretendientes al trono macedonio: Amintas, hermano mayor de Filipo y Arrideo, hermanastro de Alejandro y a quien Filipo planeaba casar con la hija del rey de los carios.

Se empezaron a afilar los puñales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario