miércoles, 30 de mayo de 2012

1741; El asedio a Cartagena de Indias. La batalla.



A las nueve de la mañana del 13 de marzo de 1741, la flota del almirante Vernon se coloco frente a Cartagena de indias.

Lo primero que hizo el almirante ingles fue enviar un par de navíos para conocer el alcance de los cañones del noroeste de la plaza. Decidió fondear la flota en la Boquilla, situada a 10 kilómetros al norte de Cartagena.


Vernon intento el desembarco de las tropas al día siguiente, pero el desconocimiento del terreno y las corrientes impidieron el éxito de la operación.Ademas, la presencia de tres compañías de infantería y un destacamento de caballería española en la zona obligo a Vernon a pensar en una opción que no contemplaba en su plan de ataque original, que era evitar entrar por Bocachica y Bocagrande.

Al amanecer del día 17 varios navíos ingleses se presentaron ante Bocachica, donde fueron recibidos a cañonazos. Eslava mando 200 marineros al Fuerte de San luis, que guardaba la entrada a Bocachica. También envió 150 infantes a la Boquilla, por si los ingleses volvían a intentar los desembarcos allí. Y tapo la entrada a Bocagrande con dos buques, el Dragón y el Conquistador.

El día 20, los ingleses se decidieron al ataque de Bocachica. Toda la escuadra británica se dirigió hacia allí. Cuatro navíos británicos de 80 cañones destruyeron las baterías de Tierra Bomba, recibiendo serios daños a cambio. El fuerte de San Luis estaba apoyado por las baterías de San José y Punta Abanicos y por cuatro buques españoles allí fondeados, Galicia, san Felipe, Africa y san Carlos.

Vernon se vio obligado a desembarcar tropas en Tierra Bomba para instalar morteros que batieran el fuerte. Fue una labor muy complicada, ya que la isla tenía una espesa vegetación en un suelo pantanoso.Ademas, guerrillas españolas hostigaban a las fuerzas británicas en Tierra bomba. Al final, los  británicos consiguieron instalar la artillería y comenzaron a bombardear el fuerte San luis.El día 25, Lezo propuso abandonar el fuerte y hundir los barcos para tapar la entrada a la bahía, pero el virrey Eslava se negó a ello, pues era partidario de la defensa cerrada a base de fortificaciones.

 Fuerte san Luis.

Los ingleses habían conseguido emplazar una batería de 20 piezas para bombardear el fuerte de san Luis.Y en los días 29,30 31, las baterías españolas fueron arrasadas. En punta Abanicos murieron todos los defensores, al igual que en san Jose, no sin antes hundir varios navíos  británicos pequeños que se acercaron demasiado.

El día 3 de abril, los ingleses se lanzaron al asalto del fuerte san Luis, consiguiendo llegar a las puertas. Las partidas de infantería enviadas desde Cartagena poco pudieron hacer ante la abrumadora superioridad numérica británica.



Perdido san Luis, Lezo sacrifico sus cuatro navíos tratando de cerrar la entrada  a la bahía. Solo pudieron prender fuego a tres de los barcos, pues el buque Galicia cayó en manos de los ingleses, junto con 11 oficiales y 40 soldados de la marina.

El virrey Eslava, inasequible al desaliento, ordeno reforzar el catillo de santa Cruz en Boca grande, y que los navíos Dragón y Conquistador cubriesen el canal que llevaba a la bahía interior.

Vernon necesito 16 días de combate y la pérdida de 700 hombres para doblegar  a los 400 defensores del fuerte San Luis.hsta tal punto fue importante su resistencia que Vernom se planteo la posibilidad de abandonar el asedio.

Pero ahora, la bahía exterior estaba ocupada por la flota británica. Hasta el día 17, los británicos se dedicaron a desembarcar tropas y pertrechos para realizar el ataque definitivo que creían les llevaría  a la victoria.


Con la bahía exterior en poder de los británicos, se les abría la posibilidad de elegir qué camino tomar para conquistar Cartagena.

Por Bocagande, entrando en la ciudad por el sur o por tierra, atacando el castillo de san Felipe.

A Vernon y Wentworth les parecía mejor la opción de atacar por tierra. Pero antes debían asegurar los flancos, y el día 11 ocupaban prácticamente sin lucha el fuerte de santa Cruz. 

Los españoles intentaron hundir los dos navíos que les quedaban, pero el Conquistador fue capturado por los ingleses. Al día siguiente consiguieron introducir en la bahía interior un barco de 60 cañones, tres fragatas y un paquebote.La caída de Cartagena en manos británicas parecía inminente.

“Una triste congoja oprimió el pecho de los cartageneros, sobre los tejados del convento de nuestra señora de la popa, ondeaba audaz y apuesta la bandera enemiga”.

Allí se situaron las baterías que debían bombardear san Felipe antes del asalto final. Vernon se creía ya dueño de la ciudad y envió un paquebote rumbo a Jamaica anunciando una victoria que no podía escapársele.

La noticia llego a Londres, entonces fue cuando se acuñaron las famosas monedas conmemorativas celebrando un triunfo que nunca se produjo.

El 20 de abril, a las 4 de la madrugda, Wentworth ordeno tomar por asalto el castillo de  san Felipe. Con el auxilio de bombas y escalas, 3.500 hombres divididos en tres columnas, cada una precedida de 2 compañías de granaderos, se lanzaron al ataque.

 Castillo san Felipe.

San Felipe, un pequeño castillo, se hallaba protegido por un pequeño hornabeque, una fortificación exterior a la muralla, protegido a su vez por una plataforma con una batería de cinco cañones. Los defensores del castillo no pasaban de 500 infantes del regimiento de Aragón y España, y unos pocos artilleros.

Los ingleses avanzaron hacia el hornabeque, en medio del fuego constante de fusilería y artillería. A las 6 de la mañana sale de la ciudad el teniente Melchor de Navarrete, al mando de dos compañías, una de ellas de milicianos, que calan bayonetas y cargan sobre el flanco izquierdo de la fuerza atacante.La guarnición del fuerte abandona sus parapetos y se suma al ataque a la bayoneta.


Los ingleses huyen, dejando en el campo sus escalas  y útiles de asedio, además de 450 muertos y más de 1.000 heridos. Los sitiados registran solo 20 bajas.

Wentwort y Vernon se recriminaron mutuamente el fracaso. El día 24,Vernon ordeno repetir el asalto, pero los soldados británicos se negaron a realizar dicho asalto y Vernon ordeno la ejecución de 50 soldados para restaurar la disciplina, pero el ataque se cancelo.

El general Wentworth solicito a los españoles una tregua para recoger sus muertos e intercambiar prisioneros, tregua que fue aceptada y acordada para el día 30.

El día 25 los ingleses atacaron el fuerte de Manzanillo, que estaba defendido por 24 milicianos al mando del capitán Baltasar Ortega.

 Fuerte  de Manzanillo.

La guarnición retiro los cañones de la muralla al interior de la fortaleza.La artillería británica destruyo la muralla y creó una gran brecha, por la que la infantería británica comenzó el asalto, pero al penetrar en la fortaleza descubrieron que los cañones que creían destruidos les arrojaba metralla a quemarropa. Tras las primeras andanadas de la artillería española, los británicos huyeron, dejando 200 muertos tras de sí.

Para entonces había comenzado la temporada de las lluvias, y la fiebre amarilla hacía estragos entre la marinería británica: en los barcos morían diariamente entre 25 y 30 marineros. Sus cuerpos eran arrojados al mar, flotando en la bahía, por lo que la peste pronto hizo su apariricion.

El 27 de abril, el navío Galicia, que había sido preparado por los ingleses como batería flotante, se acerco a las murallas para batirlas. Las baterías españolas dispararon y consiguieron incendiar el barco.Aterrorizados, sus tripulantes británicos lo abandonaron, y el barco en llamas, impulsado por la brisa, derivo hacia otros barcos ingleses fondeados, consiguiendo incendiar varios de ellos.

El día 30 se produjo el canje de los prisioneros, devolviendo los españoles más de 500 ingleses heridos y enfermos. Los prisioneros españoles recién liberados informaron  de las fortísimas perdidas inlgesas.1.500 muertos en san Felipe, 700 en san luis, 200 en el manzanillo y 2.500 muertos por enfermedad.

Desde ese día y hasta el 20 de mayo, fecha de su retirada definitiva, los británicos se dedicaron a demoler las estructuras ocupadas.

Los británicos perdieron por combate contra los fuertes y otros daños, diecinueve navíos, cuatro fragatas y veintisiete transportes.

En el momento de su retirada, sólo disponían de 1.700 marineros útiles: seis buques más tuvieron que ser abandonados por no tener suficiente tripulación para gobernarlos.

Las bajas británicas, alcanzaron a los 18.000 hombres entre muertos y heridos, la mitad de ellos en combate y el resto por enfermedades.

Las bajas españolas fueron de 200 hombres, entre ellos Blas de Lezo, que falleció de sus heridas el 7 de septiembre de 1741.

Vernon fracaso de nuevo en Santiago de Cuba y Portobello. Quiso atacar de nuevo Cartagena de indias, pero sufrió una desagradable sorpresa al descubrir que en pocos meses Eslava, que había sido ascendido a capitán general de los reales ejércitos, había reconstruido los fuertes.

Vernon volvió a Inglaterra en 1742 donde comunico que la presunta victoria en Cartagena de indias nunca existió. Esto causo tal vergüenza al rey británico Jorge II que prohibió escribir sobre el asunto a los historiadores ingleses.

Vernon fue relevado de su cargo inmediatamente, y nunca más tuvo otro cargo. Aunque para tratar de ocultar aun más  la derrota, a su muerte fue enterrado con todos los honores en la Abadía de Westminter, como si hubiera sido un exitoso héroe.

Para entonces, la guerra de la oreja de Jenkins se había complicado con la sucesión de Austria, y la situación en Europa exigió a Inglaterra nuevos esfuerzos. En 1748 se llego a la paz de Aquisgran, donde gracias a la derrota de Vernon España se presento con una posición de fuerza.


Spanish Colonial fortifications  - Alejandro de Quesada.
The spanish army in 1700-1793 - Rene Chartrand
El dia que España derroto a Inglaterra - Pablo Victoria.

martes, 29 de mayo de 2012

1741; El asedio a Cartagena de Indias. Preludio



Dentro de la guerra de la oreja de Jenkins (o guerra del Asiento ,1739 - 1748) que enfrento a españoles y británicos en varios combates en el Caribe y norteamerica, el asedio  a la ciudad de Cartagena de Indias, (Colombia, departamento  de bolívar) fue el enfrentamiento mas importante.

En aquella época, Cartagena de Indias era una populosa ciudad de unos 20.000 habitantes, rodeada de murallas y lagunas pantanosas. En el lado oeste, la presencia de bajíos impedía que los barcos enemigos se acercaran lo suficiente pata cañonear las murallas.

El puerto era una gran bahía separada del mar por una península arenosa llamada Tierra Bomba. Para entrar a la bahía existían dos entradas: la entrada norte, Boca grande, y la entrada sur, Boca chica,mas estrecha y profunda.


A su vez, la bahía estaba dividad en dos, la bahía exterior y la bahía interior, separadas por dos salientes donde estaban ubicados el fuerte Cruz Grande y el fuerte Manzanillo.

La entrada a Boca Chica estaba protegida por el fuerte de San Luis, situado en la isla Tierra bomba, y el fuerte San Jose, en tierra firme. Dentro de la bahía interior existía otra pequeña isla, la isla Manga, que estaba defendida por el fuerte Pastelillo. Y toda la bahía interior estaba dominada por el castillo de san Felipe de Pasajes. Tras la toma de la ciudad por los franceses en 1697, se habían reforzado las murallas y construido baluartes.

En marzo de 1737 había tomado posesión de la comandancia general del Apostadero de Cartagena de indias Don Blas de Lezo.


Blas de Lezo era un marino veterano. Había nacido en Pasajes (Guipúzcoa) en 1687, embarco por primera vez como guardiamarina en 1704, combatiendo en la batalla de Vélez Malaga, donde perdió una pierna y gano el grado de alférez de navío.

En el combate de Toulon de 1707 perdio el ojo izquierdo, y en el sitio de Barcelona de 1712 quedo inútil del brazo derecho. Todas estas mutilaciones le valieron el sobrenombre de Mediohombre para los españoles y admiral one leg para los británicos.

Mas tarde, sirvió en el Caribe y el pacifico, persiguiendo piratas y contrabandistas. Volvió a España en 1730, y fue el encargado de recuperar  de la republica de Génova un dinero (dos millones de pesos) perteneciente a la casa real española.

Como los genoveses tardaban en entregar el dinero, Blas de Lezo amenazo con cañonear la ciudad: el dinero apareció rápidamente.

En 1732 capitaneo una expedición para tomar la ciudad de =ran, la cual rindió. Continuó patrullando el mediterraneo, limpiándolo de piratas.


En febrero de 1740 murió el gobernador de Cartagena de indias y Lezo se convirtió en la máxima autoridad de la ciudad. El gobierno de Felipe V devolvió al territorio de Nueva Granada la categoría de virreinato, y nombro virrey al veterano militar Sebastián de Eslava, que llego a Cartagena en abril.Madrid decidió enviar al Caribe una escuadra para escoltar  a la flota de la plata.Francia se había comprometido a apoyar a España con el envío de dos flotas, que tuvieron la mala suerte de encontrarse ambas con sendas tempestades, por lo que tuvieron que regresar a Europa.

El almirante Vernon, capitán en jefe de la flota británica, había rendido la ciudad de Portobello (Panamá), un puerto mal defendido, con muy poca guarnición y cañones sin cureñas.
 Combate de Portobelo.

Vernos había destruido los fuertes de Portobello y embarcado la artillería, apropiándose de paso del tesoro de las arcas reales.

Vernon estaba envalentonado tras el saqueo de Portobello y desafió a Blas de Lezo, a lo que el marino español contestó apropiadamente:

“Si hubiera estado yo en Portobelo, no hubiera su Merced insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor, porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía.”

El almirante Vernon solicito refuerzos tanto en Inglaterra como en las colonias norteamericanas. Y logro reunir una armada formidable, la más grande que hasta entonces había surcado los mares.186 navíos en total.

31 navíos de línea, que se dividían en 

8 buques de tres puentes y 80 cañones;

5 buques de 70 cañones;

18 buques  de 60 cañones;

11 fragatas,2 bombardas,7 brulotes y más de 130 transportes, que transportaban 13.000 soldados,2.000 macheteros negros jamaicanos para labores auxiliares ,mas 4.000 reclutas de Virginia, mandados por el hermano de George Washington, Lawrence Washington.

La tripulación de los barcos se componían de 15.000 marineros, y las fuerzas terrestres estaban comandadas por el general Thomas Wentworth.

Contra esta fuerza, que superaba ampliamente en número a la Armada  Invencible, las fuerzas españolas defensoras de Cartagena de indias eran sensiblemente inferiores:

6 navíos y 1.500 soldados de los regimientos de Aragón y España, 600 milicianos criollos y mulatos, 600 indios flecheros y 600 artilleros y marinos.

Unos 3.000 hombres en total, apoyados por voluntarios civiles que formaron guerrillas para obstaculizar el abastecimiento de los británicos una vez hubieran desembarcado.

Con estas fuerzas, los británicos estaban totalmente convencidos de su victoria. Tras la toma de Portobello, la euforia se había desatado en Inglaterra. Se celebraron banquetes en honor del almirante Vernon, y se compuso para la ocasión el himno de victoria Rule Britannia.En Londres y Dublín se bautizaron calles con el nombre de Portobello.


Y preventivamente, los británicos acuñaron monedas con la representación de la caída de Cartagena de indias a cargo de la flota británica, en las que se intuye a Blas de Lezo arrodillado a los pies del almirante Vernon, con la leyenda “el orgullo español humillado ante el almirante vernon". En el reverso de la moneda aparecen los fuertes de Cartagena con la leyenda “intrépidos héroes británicos toman Cartagena de indias, abril de 1741”.


Poco tiempo después, los británicos ni cantaron himnos, ni pusieron nombre a otras calles, y trataron de hacer desaparecer las monedas a toda costa.

lunes, 28 de mayo de 2012

Anabasis, la marcha de los Diez Mil.




Sometida Atenas, Lisandro volvió a Esparta, donde fue honrado como ningún espartano lo había sido antes. Gracias a Lisandro, Esparta dominaba la mayoría de los puertos del mar Egeo. En todas las ciudades que visito en su vuelta a Atenas estableció diarquías (gobierno de diez miembros), gobernantes que disponían de poder total sobre las vidas y los bienes de los ciudadanos. La antigua liga de Delos ,que bajo los atenienses tenía que contribuir a los gastos de la flota ateniense (motivo de su rebelión ),ahora tenían que pagar a  Esparta un enorme tributo de mil talentos anuales.

Lisandro estableció en la recién ocupada Atenas un gobierno de treinta atenienses partidarios de esparta,los "treinta tiranos". Implantaron un gobierno de terror, en el que adversarios políticos y enemigos personales fueron asesinados.1.500 ciudadanos  atenienses fueron ejecutados.

Los treinta tiranos acabaron persiguiendo y asesinado a todo aquel ateniense que tuviera un poco de dinero. Eran enemigos de cualquier ateniense culto, querían arrastrar al pueblo ateniense a la ignorancia, que les haría más manejables.

Critias era uno de los elementos más extremistas de los treinta tiranos, y lideraba el grupo de "los once", que se encargaba directamente de las prisiones y las ejecuciones.

Muchos atenienses huyeron de Atenas y se refugiaron en Tebas,donde encontraron la comprensión y el apoyo de otras muchas ciudades de la liga de delos, arrepentidas de su anterior apoyo a los espartanos.

En mayo de 403 a.c.,un grupo de exiliados atenienses pro-democraticos,al mando de Trasibulo,derrotaron  a la caballería espartana de los treinta, consiguiendo matar a varios de los treinta tiranos, incluido Critias.La tiranía fue eliminada y se restablecieron las instituciones democráticas.

El gobierno espartano recibió innumerables quejas de las ciudades gobernadas por espartanos. Y para evitar nuevas revueltas decidió retirar del mando a Lisandro.

Mientras tanto, en Persia,conspiraciones,magnicidios y asesinatos varios estaban a la orden del dia.En 465 a.c.,Jerjes fue víctima de una conspiración y poco después su primogénito dario fue asesinado a instancias de su hermano Artajerjes.

Artajerjes reino más de 40 años, y su hijo y sucesor Jerjes II fue asesinado a las dos semanas de reinado por su hermano, eliminado a su vez por otro hermano, Dario II.

Dario II era un gobernante débil, casado con su hermanastra Parisatis,con quien tuvo trece hijos, entre ellos Artajerjes II ,el heredero, y  Ciro. Ciro era más joven que Artajerjes II,era enérgico y ambicioso y se propuso arrojar del trono a Artajerjes. Su madre Parisatis le ayudo en su plan, puesto que Ciro era su hijo preferido. Y en el año 401 se rebelo.

Tras el final de la guerra del Peloponeso, miles de mercenarios griegos habían quedado sin trabajo. Los griegos eran muy apreciados como valerosos y expertos combatientes. Su disciplina y sus tácticas eran especialmente admiradas por los soberanos orientales, que no dudaban en reclutarlos siempre que podían.habian combatido  a las órdenes de faraones egipcios, de gobernantes cartagineses, a las órdenes de sátrapas persas,etc.

A la llamada de Ciro acudieron miles de griegos y tracios de diversas ciudades, atraídos por las promesas de una paga generosa y un rápido botin.A Sardes, capital de la satrapía de Lidia, acudieron miles de hoplitas, cientos de peltastas y arqueros.

 Sardes.

Ciro los vio desfilar capitaneados por sus respectivos estrategos :

Clearco de Lacedemonia, con mil hoplitas, ochocientos peltastas tracios y doscientos arqueros cretenses ;

Jenias de Arcadia, con cuatro mil hoplitas;

Menon de Tesalia, mil hoplitas y 500 peltastas ;

Proxeno de Beocia, 1500 hoplitas y quinientos peltastas ;

Sofeneto de Estinfalo,mil hoplitas

Y varios estrategos mas, en total 10.000 hoplitas y dos mil peltastas y arqueros, el mayor ejército griego mercenario reunido nunca. Ciro unió este ejercito de mercenarios al suyo propio, compuesto exclusivamente de soldados persas, unos 10.000 soldados mas.

La expedición salió de Sardes y se dirigió al interior de Persia, aunque nadie sabía cuál era el objetivo de Ciro.

El tremendo viaje de los mercenarios griegos,” los diez mil”, fue descrito magistralmente por el ateniense Jenofonte en su obra la Anábasis ( o marcha de la costa hacia el interior).

La marcha comenzó con un rápido avance hacia el sureste hasta llegar y vadear el eufrates,cruzando tierras de Lidia,Cilicia y Siria,adentrándose en Mesopotamia y llegando a las cercanías de Babilonia,para enfrentarse  a las tropas de Artajerjes II.


Los griegos se enteraron a mitad de camino que el plan de Ciro no era someter a las tribus rebeldes de Pisidia,como se les había dicho, sino que pretendía disputar el trono a Artajerjes. Los mercenarios se asustaron ante la dificultad de la empresa y amenazaron con volver por donde habían llegado, pero las promesas de grandes recompensas y el encontrarse en medio de territorio enemigo los retuvo.

En Cunaxa,al noroeste de Babilonia, Artajerjes Ii lanzo sus tropas contra las de su hermano. Los griegos se colocaron a la derecha del ejército de Ciro,como era costumbre. Asaltaron las líneas enemigas una y otra vez, hasta que el pánico se apodero del flanco izquierdo de Artajerjes.


Pero las cosas transcurrieron diferentes en el otro lado, donde luchaban persas contra persas. Ciro fue gravemente herido en un ojo por una flecha, cayó del caballo y fue aplastado y muerto con todos los que intentaban cubrirle. Artajerjes mando cortar la cabeza y la mano izquierda de Ciro y los levanto en alto, para que todos pudieran verlo. 


Para los persas de Ciro,fue el final de la batalla, emprendieron la huida a toda velocidad.

Pero los griegos siguieron en la brecha.Clearco y sus hoplitas aplastaron a los persas. Pero el campamento de Ciro había sido saqueado y los griegos se encontraron sin viveres,en un país enemigo y a mucha distancia del mar. Y lo que era peor, sin ninguna recompensa o botín.

Uno de los sátrapas de confianza de Artajerjes, llamado Tisafernes,pacto con los griegos y prometió indicarles un camino seguro para regresar; además, les proporcionaría víveres si se los pagaban y le prometían no saquear el país.

Los griegos emprendieron el camino de regreso, y cuando estaban a mitad de camino,Tisafernes encontró el momento perfecto para tenderles una trampa. Con astucia y buenas palabras, convenció a Clearco y a sus oficiales para que le visitaran en su propia tienda.

Cinco estrategos y 20 capitanes acudieron a la reunión. De pronto, la guardia de tisafernes izo una bandera roja y comenzó la carnicería ;los 20 capitanes fueron degollados inmediatamente, y los estrategos fueron encadenados y enviados al rey Artajerjes, que mando decapitarlos.

Tisafernes envió emisarios a los griegos, exhortándoles a deponer las armas ahora que sus jefes habían muerto. Jenofonte tomo la palabra e infundio renovados ánimos a la tropa, invitándolos a elegir nuevos jefes y reemprender la marcha, confiando en los dioses y en el propio coraje griego.
 Jenofonte.

Perseguidos por Tisafernes, siempre en dirección norte, los diez mil reemprendieron la marcha, bordeando el Tigris hacia las tierras de Armenia y luego al mar Negro. Siempre en guardia, saqueando las comarcas por las que pasaban, combatiendo contra los indígenas, sin caballería para perseguir a sus atacantes, los griegos dieron muestra de un temple heroico.

Tisafernes no se atrevió a atacar directamente a los diez mil, se conformo con hostigar la retaguardia griega con ataques de su caballería.

"Los Diez Mil" llegaron por fin a las montañas de Armenia. El frío de diciembre era
terrible; y los griegos caminaron mucho tiempo con nieve hasta la cintura, sufriendo el azote de un viento glacial. Muchos soldados, agotados de hambre y cansancio, se tendían para dejarse morir. Más tarde llegaron a ciudades ricas en ganado, alimentos vino y cerveza, y se quedaron allí una semana para reponer fuerzas.

La escena más famosa de la Anábasis es la del reencuentro de los griegos con el mar.
Jenofonte cuenta como desde la retaguardia observa las filas de soldados dirigirse  a la cima de un monte, y como desde allí se lanza un tremendo griterío:



Thalassa,thalassa (el mar, el mar ),grito que se transmitía de unos a otros. Según llegaban a la cima del monte, se abrazaban unos a otros, estrategos con hoplitas, peltastas con capitanes,etc.

Aun estaban lejos de sus hogares, se encontraban cerca de Trapezunte (Trebisonda,a orillas del mar negro ) pero divisar el mar les dio grandes esperanzas de regresar a su patria, ya podía trazar un nuevo camino a lo largo de la costa para regresar a Grecia.

Siempre combatiendo, de Trapezunte siguieron costeando en dirección oeste. Tras muchas dificultades, pudieron disponer de una flota, y llegaron a tierras europeas en el año 399 a.c.,en la costa de Bizancio.Alli,parte del ejercito se disperso.La mayoría sirvieron como mercenarios a las ordenes de un príncipe tracio,Seutes,y luego fueron reconducidos de nuevo por Jenofonte, en apoyo de la campaña de Tibron de Esparta contra Tisafernes.

En la marcha entre Cunaxa y Trapezunte murieron 3 mil griegos, y otros tantos entre Trapezunte y Bizancio. Apenas 5.000 griegos llegaron a Grecia.

El episodio no tuvo especial relevancia en la historia del imperio persa. Artajerjes regreso a la corte tras librarse de su rebelde hermano y Tisafernes recupero su satrapía en el Asia menor.

En cambio, para los griegos la expedición de los diez mil fue una constatación de la superioridad militar griega contra los persas. El que un ejército griego pudiese cruzar audazmente el inmenso imperio persa sin encontrar adversarios de su nivel mostraba a las claras la debilidad interna del despótico dominio persa.

Y la lección de los diez mil no fue olvidada, poco más tarde le fue muy útil al espartano Agelisao,vencedor de Tisafernes,y dio ánimos e ideas a Alejandro Magno para su marcha triunfal por Asia.