jueves, 17 de mayo de 2012

Operacion Chariot.Raid en Saint Nazaire.El ataque.



La flotilla británica salió de Falmouth el 26 de marzo, escoltada por los destructores Atherstone y Tynedale,seguidos por el HMS Campbeltown,flanqueado a ambos lados por las lanchas y en ultimo lugar,el cañonero.

Los comandos estaban vestidos con jerséis y abrigos de la kriegsmarine,para intentar engañar a los submarinos y aviones de reconocimiento alemanes. A la mañana siguiente avistaron un submarino alemán, el U 593,y lo atacaron con cargas de profundidad. No lo volvieron a ver, pero nadie sabia si había transmitido la posición y el rumbo de la flotilla.

A las diez de la noche, la flotilla avisto una luz que indicaba la posición del submarino británico Sturgeon,colocado justo al principio de la desembocadura del Loira.La flotilla cambio su rumbo y entro en el estuario.

Los reflectores alemanes estaban ocupados en un ataque aéreo de distracción de los bombarderos britanicos,que ni siquiera arrojaban sus bombas para no causar bajas entre los civiles franceses.

Esta situación despertó la sospecha del comandante de guarnición alemán, que pensó que estaba ocurriendo algo estraño,y advirtió a la guarnición de un posible ataque paracaidista.

A las 11 de la noche se activaron los temporizadores de los explosivos del HMS Campbeltown.Si todo marchaba bien,la explosion se produciria a las 7 de la mañana.La columna de barcos británicos cruzo tranquilamente el estuario ,manteniendo una velocidad estable de 10 nudos. Mantener esa velocidad era esencial para el éxito de la operación.

Ahora toda la operación dependía de un solo hombre, el teniente de la royal navy Greeen,timonel de la cañonera.Iba en vanguardia, dirigiendo la flota a través de las aguas poco profundas y los lodazales del estuario. Por dos veces, el hms Campbeltown estuvo  a punto de quedarse atascado en el barro del fondo del estuario, lo que redujo su velocidad a la mitad, pero pudo proseguir su camino.

A la 1 y cuarto de la mañana la flotilla fue descubierta, y el cuartel  general alemán dio la alarma de asalto paracaidista. A las 1 y 22,las baterías alemanas empezaron a reaccionar.

Los reflectores alemanes dejaron de prestar atención a los bombardeos de la raf e iluminaron a los barcos británicos. Pero aun no comenzaron a disparar, el camuflaje del destructor les hacia dudar. Un oficial británico de señales vestido con uniforme alemán salió a cubierta y comenzó a hacer señales de llamada extraído de un libro de señales de la kriegsmarine.Esto logro detener la reacción alemana durante unos minutos más. Los ingleses continuaron con las señales,pidiendo lugar en el puerto como si estuvieran dañados por la acción del enemigo.Finalmente,las baterías alemanas abrieron fuego, y los británicos hicieron la señal internacional de fuego amigo, para tratar de detener los disparos alemanes.

Cuando los cañones alemanes comenzaron a disparar, los británicos arriaron la bandera de la marina alemana y colocaron la bandera de la armada británica. Comenzaron a devolver el fuego con todas las armas dispoinibles.Varios cañones alemanes fueron destruidos, y varios reflectores fueron alcanzados .

El capitán del Campbeltown, teniente primero Beattie,hizo las últimas correcciones en el rumbo y se dirigió a toda máquina hacia la esclusa del gran dique, a unos 700 metros de distancia rio arriba.


Los cañones alemanes hacían blanco continuamente sobre el Campbeltown, la cubierta estaba repleta de comandos y marineros muertos y heridos.

A unos 19 nudos de velocidad, el HMS Campbeltown atravesó una red antitopedos e impacto en la esclusa sur del gran dique. El buque quedo inclinado unos 20 grados, con la popa casi hundida en el mar. Eran l a 1 y 34,solo cuatro minutos más de lo previsto en el plan inicial.

Los comandos supervivientes saltaron rápidamente del barco, y se dirigieron a toda velocidad a tratar de cumplir los objetivos secundarios.Mientras,la tripulación seguía disparando los cañones oerlikon sobre las defensas costeras alemanas. Alrededor de 100 comandos llegaron a la orilla y comenzaron su labor de destrucción.

 Objetivos secundarios.

Mientras tanto, las lanchas motoras habían sufrido terriblemente bajo de el fuego de las baterías alemanas. Varias se habían hundido y otras estaban en llamas cuando el hms Campbeltown impactaba en el gran dique.La gasolina derramada de los desprotegidos depósitos de las lanchas se había esparcido por todo el rio y ardía sobre la superficie.

Una de las lanchas se incendio y exploto, matando a 15 de los 17 comandos que transportaba y a la mayoría de la tripulación. Otra lancha se detuvo para rescatar supervivientes, pero recibió fuego alemán y salto también en pedazos. Otra lancha pudo recoger  a la tripulación superviviente del Campbeltown y trato de escapar rio abajo, en zigzag y lanzando humo para tratar de ocultarse. Pero fue alcanzado de lleno por las baterías alemanas, que lo convirtieron en un armazón ardiente dirigiéndose lentamente hacia el mar, gracias a la corriente.

Para intentar salvar a  lo que quedaba de la flotilla, el comandante Ryder dio la orden de retirada. El buque de mando, muy dañado y con la mayoría de su tripulación herida, reunió a unas pocas lanchas que quedaban y se dirigieron hacia mar abierto.

Una vez completados la mayoría de los objetivos, los comandos sobrevivientes en tierra comenzaron a llegar al punto de reunión establecido por Newman.Eran alrededor de 70 hombres, la mitad de ellos heridos.Newman les dio la mala noticia de que todas las lanchas o se habían hundido, o se dirigían a mar abierto. Ordeno a sus hombres que se dividieran en pequeños grupos y se dirigieran a campo abierto, que no se rindieran si eran interceptados y que trataran de alcanzar la frontera franco-española.

Nombro a los líderes de cada grupo y comenzaron la escapada, saltando las vallas de los jardines y corriendo por los callejones. El fuego alemán venia de todas partes,infantería,vehículos blindados,morteros,etc.Los comandos respondía al fuego y llegaron a combatir cara a cara con los alemanes, pero estos eran demasiados y poco a poco, los comandos fueron muertos o cogidos prisioneros.


Mientras tanto, en el mar, los destructores Tynedale y Atherstone combatían contra 4 destructores alemanes.Anteriormente habían recogido a los supervivientes de las lanchas, y trataban de dirigirse a toda velocidad a Falmouth, apoyados por aviones de la RAF.

En Saint Nazaire, el humo de los incendios ya se había disipado. Se habían recogido los cadáveres de ambos lados y los prisioneros británicos ya estaban bajo custodia de los alemanes.

En el dique seco, sobre el tendido HMS Campbeltown, se encontraban no menos de 40 oficiales alemanes, inspeccionando el barco. Otros 400 alemanes estaban curioseando en las cercanías de la nave,charlando y tomando fotografías, cuando la enorme carga explosiva del viejo destructor se detono.

 HMS Campbeltown,poco antes de estallar.

Durante días se estuvo recogiendo pedazos de cuerpos de alemanes a 200 metros de distancia.

La explosión destrozo completamente el dique, tanto que no se pudo volver a utilizar hasta los años 50.Se desconoce el número de víctimas alemanas que causo la explosión del Campbeltown, aunque los investigadores franceses estiman un número cercano a 60 oficiales y 300 soldados. Según los mismos investigadores, alguno de los oficiales británicos capturados por los alemanes se inventaron alguna historia para llevar a la cubierta a tan alto numero de oficiales alemanes.Otras fuentes indican que un oficial británico que no fue capturado permaneció en las bodegas del barco y se sacrifico detonando las cargas cuando la cubierta estaba repleta de oficiales alemanes.

Al día siguiente, dos torpedos de acción retardada estallaron en el estuario, causando el pánico entre los defensores alemanes, que comenzaron a disparar indiscriminadamente a todo lo que veian,ya fueran grupos de trabajadores franceses del puerto o miembros de la organización Todt.

La operación chariot había sido todo un éxito. El Tirpitz nunca pudo salir de su base en Noruega y allí, en otra incursión británica,minisubmarinos lo dañaron severamente. Y en otoño de 1944,una escuadrilla de aviones Lancaster de la RAF lo enviaron al fondo del fiordo de Tromso,junto con buena parte de su tripulación.

La operación había costado a los británicos 169 muertos y 200 prisioneros, casi todos heridos. Solo cinco comandos pudieron llegar a España y volver sanos y salvos  a Inglaterra.

Los británicos que murieron fueron honrados por los alemanes, que montaron una guardia de honor en el funeral, e intercambiaron saludos con los oficiales británicos capturados.


El extraordinario valor de los asaltantes resulto en un total de 74 condecoraciones británicas, incluidas 5 cruces Victoria, y cuatro Croix de Guerre por parte francesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario