martes, 1 de octubre de 2013

Vikingos: Estructura social (1ª parte)







A pesar de la imagen de despiadados guerreros e infatigables exploradores, la mayoría de vikingos eran básicamente agricultores, pescadores, carpinteros, herreros, etc.

Podían combinar a la perfección una existencia apacible y tranquila durante el invierno, dedicándose a sus trabajos normales, para pasar a convertirse en sanguinarios y brutales guerreros en el verano, cuando aprovechaban para realizar sus viajes y sus asaltos en busca de riquezas y esclavos.

Cuando estaban de expedicion, los vikingos no tenían jefe, era todos iguales en el mando, se valoraba la opinion de todos los integrantes de la expedicion y se tomaban decisiones por votacion,un aspecto que define la cultura y la sociedad vikinga.

Pero cuando estaban en casa, todos los hombres formaban parte de una pirámide social perfectamente definida y estratificada.

En lo alto de la pirámide se encontraba el rey.Mas abajo, la aristocracia, los jarls, jefes militares y grandes latifundistas.

Más abajo se situaban los bondis, los hombres libres. Era la más grande y más influyente clase social de los vikingos.Desde agricultores hasta ganaderos, pasadndo por herreros o pescadores, su estatus social venia determinado por la cantidad de riqueza que poseían.

En la base de la pirámide se encontraban los thralls, los esclavos, normalmente tratados como animales por sus dueños.

Al comienzo de la era vikinga, la autoridad de toda Escandinavia recaía en las manos de un pequeño grupo de familias o clanes, cada una de ellas controlando grandes extensiones de tierra. Con el paso del tiempo, alianzas matrimoniales y militares llevaron al surgimiento de dinastías a lo largo de las tierras de Noruega, Suecia y Dinamarca.

El rey


 En la era vikinga, la riqueza y el poder real se obtenía por medio de la conquista militar y por los impuestos a las clases mas bajas, impuestos que eran administrados en cada territorio por los aristócratas, jarls.Impuestos sobre los productos de la agricultura, impuestos sobre las mercancías que llegaban a sus puertos, impuestos sobre las riquezas obtenidas en saqueos, etc

El rey, por su parte, tenía la obligación de mantener abiertas y seguras las rutas comerciales más importantes.

Una parte muy importante de la hacienda del rey se destinaba al mantenimiento de los hird, la guardia personal del rey, un pequeño ejército de guerreros profesionales. El mando de esta guardia real siempre correspondía a un miembro de la familia real, o a un aristócrata cuya lealtad al rey no tuviese ninguna duda.

Dentro del círculo de mayor confianza del rey se encontraba un maestro de establos, encargado de la alimentación y la limpieza de los caballos y un maestre marinero, responsable de la construcción y el mantenimiento de la flota real.

En ninguna corte real vikinga podía faltar  al menos un escaldo (skald).Muy respetado y constantemente favorecido por el rey con todo tipo de regalos, era una especie de poeta-guerrero-explorador,un juglar cuyos poemas y canciones loando al monarca, su generosidad y valor llegaban de boca en boca a todos los confines del reino.



A finales del siglo X, el prospero comercio y la consolidación del poder real en toda Escandinavia mostro al mundo reyes de la talla de Svein I de Dinamarca, Svein el bigotudo, u Olaf Tryggvason, Olaf I de Noruega. Ambos establecieron las primeras casas de moneda en sus respectivos reinos, y forjaron monedas para sirvieron para reforzar su autoridad y darse a conocer al esto del mundo.


 Pero, al contrario que las monarquías del resto de europa, las monarquías vikingas de Escandinavia tenían mucha menos autoridad sobre la aristocracia y los hombres libres de sus reinos.

Jarl 


 Formando una pequeña pero poderosa aristocracia, los jarl poseían enormes extensiones de tierra, la mayoría de la cual la arrendaban a los granjeros.Los hombre libres que vivían bajo las leyes de los aristócratas eran también los encargados de elegirlos como líderes militares y espirituales. Estaban obligados a apoyarlos en sus disputas y empresas, a cambio de ser protegidos de sus enemigos.

En tiempos de paz, los aristócratas pasaban su tiempo supervisando sus posesiones, dirigiendo la construcción de nuevos barcos y oficiando ceremonias religiosas como godi (sacerdote).



Era obligatorio asistir a las asambleas públicas, como representante del rey en el distrito.
En tiempos de guerra, eran los encargados de organizar las levas (ledungen), a las que luego capitaneaban en la batalla. Los guerreros que componían esas levas eran los bondi, los hombres libres.



(Continuara…)

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