T-26 abandonado por las tropas republicanas y reutilizado para otros fines.
Viene de aquí:
“Ambos bandos disponían de un cierto
número de armas modernas. Pero la fuerza aérea se utilizaba
principalmente contra las tropas terrestres, no había ningún tipo de intentos
de interceptación de bombarderos enemigos. Los vehículos blindados eran usados frecuentemente
como apoyo a la infantería, pero cuando perdían ese apoyo eran derrotados rápidamente
por la artillería enemiga.
Pero el problema no eran los nuevos ingenios y armas, eran los hombres
que no sabían cómo operarlos adecuadamente, y las ideas tácticas que se les imponían
por parte de unos mandos aun atados a modos
anticuados de hacer la guerra.
Dado que ambos bandos no poseían suficiente número de carros de combate
o artillería, la lucha se reducía a batallas de infanteria: por tanto, no se
pueden obtener experiencias aplicables del despliegue de las armas modernas en
números suficientes.
Sin embargo, los ingenieros si ganaron gran experiencia sobre las
ventajas o inconvenientes de los carros de combate, su motorización, armamento
o blindaje”.
General Maxime Weygard,en el
prologo del libro ”Les lecons de la guerre d´Espagne”,del general Raymond Duval.
La primera ocasión en la que se
iban a poner a prueba las nuevas armas y las nuevas tácticas iba a ser en la
batalla de Esquivias-Seseña, el 29 de octubre de 1936, una ofensiva de las
tropas de la republica para hacer retroceder a las fuerzas nacionalistas de sus
posiciones en el sur de Madrid.
La mañana del día 29,una cincuentena
de tanques T-26 fue puesta bajo el mando del capitan Paul Arman, un lituano
que había combatido con el ejército rojo en la guerra civil rusa y luego se habia infiltrado como agente encubierto en el ejercito
letón hasta el año 1926,en el que había huido a Rusia tras ser descubierto.
En Rusia se le había dado el mando de un regimiento de tanques Bt-5.Al estallar
la guerra en España, habia sido enviado al balneario de Archena, centro de concentración
y entrenamiento para los futuros tanquistas del ejercito republicano.
La misión del regimiento de tanques
de Arman iba a ser apoyar a la infanteria republicana de las brigadas Lister y Bueno en el ataque sobre la localidad de Seseña,ocupada por tropas de
legionarios y regulares del ejercito nacionalista, para tratar de cortar la
carretera Madrid-Toledo a la altura de la localidad de Illescas.
A las 6 y media de la mañana,una compañía de
carros T-26 salía desde las líneas republicanas en la Cuesta de la Reina en
direccion a Seseña.Tras el desconcierto inicial provocada por la espesa
niebla y por el hecho de que las tropas
nacionalistas nunca habían visto un carro de
combate T-26 (al principio pensaron que eran tanques italianos, y no
dispararon sobre ellos),la compañía de 15 tanques entraba en Seseña disparando
todo su armamento contra todos los objetivos que encontraban a su paso.Hasta
que llegaron a la plaza principal,en donde
el primer T-26 fue detenido con explosivos y posteriormente incendiado con un
cantaro lleno de gasolina y una bola a base
de varios trapos ardiendo.
Se suponía que la infantería republicana
debía seguir a los tanques y ocupar el terreno, pero muy pronto quedaron atras.
No tenían experiencia en operar en combinación con carros de combate, y Arman
no tenia tampoco paciencia para esperar a que llegaran.
Arman ordenó a la compañía abandonar Seseña y dirigirse hacia Esquivias, sin el acompañamiento de la infantería. A la
salida de Seseña, la compañía fue cogida de flanco por una batería de artillería
nacionalista de cañones de 75 mm, que consiguió poner fuera de combate un
carros de combate, mientra otro tampoco podía seguir su camino al golpear una
mina y perder una de las cadenas. (Mas tarde ambos serian remolcados de vuelta
a la Cuesta de la Reina).
Enrique Lister,en el medio.
En el camino a Esquivias los 12
tanques que le quedaban a Arman toparon con 3 tanquetas italianas CV 3/35 de la primera
compañía de tanques del ejercito nacionalista.Solo estaban armadas
con ametralladoras, y no eran rival para los tanques T-26.Una fue literalmente volatilizada
por los cañonazos a muy corta distancia, y otra quedo atorada en una zanja y
aplastada por un T-26.
Al mediodía, el grupo de Arman
atravesaba Esquivias.Alli,los legionarios y los regulares pronto aprendieron
como detener un tanque T-26.Bastaba con una botella de gasolina y un trapo
ardiendo,lanzado sobre las orugas, el fuego fundía los rodillos de goma sobre
los que se deslizaban las cadenas,entorpeciendo la marcha o incluso deteniendo
el tanque.Despues,otra botella de gasolina similar introducida por uno de los múltiples orificios
de los que disponía un tanque T-26 obligaba a salir a la tripulación ,solo para
rendirse o ser acribillada.
Los rodillos de goma de las orugas del T-26 se fundian con mucha facilidad.
Había nacido el coctel Molotov.
(Aunque aun no se llamaba asi, claro).
Tras superar Esquivias con la
perdida de otro tanque, Arman decidió detenerse en un bosquecillo al sur de la localidad de Borox, para esperar
a la infantería: pero la infantería de Lister nunca llegó, y el grupo de Arman volvió
a las líneas republicanas bajo el fuego de la artillería nacionalista, que dañó
un par de tanques mas, aunque más tarde pudieron ser remolcados de vuelta a sus
líneas.
La ruta de la columna "Arman".
Durante la incursión del grupo Arman,
la unidad había perdido tres tanques por el fuego de artillería y los proyectiles
incendiarios, con otros 4 carros dañados (aunque recuperados).4 carristas soviéticos
y 4 españoles habían muerto, y se habían
producido 6 heridos, dos de ellos de gravedad.
Mas tarde, Arman afirmaría que su unidad había destruido dos batallones
de infanteria, dos escuadrones de caballeria, 10 cañones de 75 mm, tres
tanquetas italianas, 25 camiones y
varios automóviles.
A mediados de diciembre de 1936,
la fuerza blindada republicana sufría un fuerte desgaste que perjudicaba gravemente
sus actividades. No solo por las bajas sufridas en el campo de batalla, sino por el agotamiento mecánico de los
vehículos.
Los carros de combate de los años
30 no tenían una mecánica demasiado sofisticada, y las condiciones de trabajo a las que se veían
sometidos los vehículos requerían de constantes revisiones y un mantenimiento
correcto para evitar problemas mecánicos.
El motor del T-26 en particular debía pasar una revisión
en taller tras 150 horas de uso, y el vehículo debía ser revisado al completo
en fábrica tras 600 horas.
Las orugas y los pasadores y
ruedas sobre las que se deslizaban sufrían un desgaste preocupante tras solo
800 kilómetros de uso.Durante los combates en las cercanías de Madrid, los
tanques soviéticos habían acumulado más de 800 horas de uso intensivo, mucho mas
de lo mecánicamente aceptable. Y las tripulaciones españolas,inexpertas,no eran
capaces de plantear sencillas reparaciones o el mantenimiento basico,además que
su falta de conocimientos y su falta de experiencia sobre todo tipo de vehículos a motor llevaba a constantes averías
en el motor y el embrague,principalmente.
Solo los que estaban acostumbrados a conducir tractores en la vida civil podian manejar un carro blindado con garantias.Conductores de autobus o automoviles tenian serias dificultades de manejo.
Quedó claro entonces que los
vehículos blindados no podian ser empleados sin descanso tal y como se utilizaba
a la infantería. Era necesario mantenerlos correctamente, conservarlos, y utilizarlos
solo para las operaciones más importantes.
Oficial de la Legion Condor examinando detenidamente que tipo de proyectil disparaban los T-26 republicanos.
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