lunes, 18 de septiembre de 2017

1918: La legión checo-eslovaca ; Batalla en el lago Baikal (6ª parte)




 Viene de aquí:


  A principios de agosto de 1918, el comité ejecutivo provisional  de oficiales de la Legin Checa, la máxima autoridad del contingente checo en Rusia, tomaba la decisión de permanecer en sus posiciones a expensas de las decisiones que los aliados pudieran tomar, y anunciaba públicamente su intencion de   convertirse en “la vanguardia de las fuerzas aliadas para el establecimiento de  un frente anti-alemán en Rusia, en colaboración con la Rusia libre y los aliados”.


  Al mismo tiempo, el comité de oficiales checos hacia un llamamiento a  las potencias aliadas para el envío de refuerzos, armas y municiones para 15.000 soldados.


  Mientras esperaban la lelgada de refuerzos, las tropas checas que acababan de tomar Kazán se unieron con los milicianos del Ejercito Popular del partido socialista revolucionario (opuesto a los bolcheviques), muy numerosos en número y de gran importancia política y propagandística.


  Pero los refuerzos y las armas seguían sin llegar, y los soldados checos, que cargaban con la mayor parte de la responsabilidad de defender el frente siberiano, comenzaron a crear problemas  a sus oficiales.


  Faltaban apenas dos meses para la llegada del invierno, pero el intenso frio comenzaba a afectar negativamente  a los  checos, que no habian recibido ropa adecuada.Ademas, varios batallones checos con soldados de  origen eslavo se amotinaron, negándose a combatir con rusoa eslavos, y comprometiéndose solo a  combatir contra austro-húngaros y alemanes. No iban a  combatir a los rusos, y exigían ser trasladaos a Francia, para combatir allí a los alemanes.


  El estado mayor checo se vio obligado a apartar esos batallones rebeldes de la primera linea del frente y enviarlos a controlar la vía férrea del Transiberiano.Pero, aislados y sin vigilancia en la inmensidad de la estepa rusa, muchos desertaron y marcharon hacia Vladivostok, para intentar volver a Europa por mar.


  Los checos estaban confusos y desmoralizados. Durante septiembre y octubre comenzaron a  perder batallas contra el ejército rojo  en el rio Volga,lo que a su vez provocó mas deserciones y motines.Siguiendo las instrucciones del presidente estadounidense Wilson, el secretario de estado  Lansing informó al gobierno provisional checo que ningún refuerzo estadounidense,japonés,ingles o francés iba a llegar en apoyo  de la legión checa, y que el consejo de los militares estadounidenses era que la legión debía retirarse hacia el este de los Urales. Los checos se sintieron traicionados, y la firma del armisticio entre los aliados y los poderes centrales  el día 11 de noviembre ,que ponía fin a la 1ª guerra mundial, también iba a poner fin a la epopeya checa en Rusia.


  Los checos, que habían combatido en Rusia para recuperar de nuevo el frente oriental contra los poderes centrales, ya no iban a ser necesarios. Y la independencia de la Republica Checoeslovaca, por la que tanto habían luchado, se había hecho realidad con la firma del armisticio.


Había llegado el momento e volver a casa. Pero no iba a ser fácil.


  En abril de 1918, el gobierno anti-bolchevique de Siberia,dominado por el partido socialista revolucionario, se había unido con otras facciones socialista-liberales para formar el gobierno provisional de Todas las Rusias.


  El gobierno provisional de todas las Rusias, liderado por un comité de 5 miembros,anunció que cedería el poder  a una asamblea constituyente en cuanto se pudieran organizar unas elecciones libres (más o menos).


  En la mañana del 17 de noviembre, un grupo de  cosacos liderados por el capitán Iván Krasilnikov, arrestaba a los dos miembros socialistas-revolucionarios del comité, acusándoles de conspirar para derribar el gobierno provisional de todas las rusias y entregar Siberia a los bolcheviques.


  Varios ministros del gobierno provisional y los restantes miembros del comité rogaron entonces al almirante Alexander V. Kolchak, ministro de la guerra y comandante de la flota rusa del mar Negro, a  asumir poderes de dictador para terminar con la revuelta.

 Almirante Kolchak.


  Kolchak aceptó el cargo, proclamándose a si mismo líder supremo de todas las Rusias.Ascendió al capitán Krasilnikov al cargo de coronel, abolió la asamblea constituyente que se estaba organizando en Ekaterimburgo, arrestó a centenares de personas por su presunta oposicion al régimen y ejecutó a unos cuantas decenas de ellos durante los siguientes meses.


  Era un golpe de estado en toda regla. Aunque los diplomáticos estadounidenses en Omsk (la sede del gobierno provisional de todas las Rusias) protestaron levemente, a los británicos no pareció importarles. Seguramente no fuera casualidad que el 25º batallón de infantería de Middlesex del Ejercito británico hubiera llegado a Omsk pocos días antes del golpe de Kolchak.


 “Hay que preguntarse por que las tropas británicas desfilaban por las calles de Omsk la noche del golpe, y si esto tuvo efecto o influencia sobre lo que ocurrió aquella noche. Tampoco hay ninguna duda de la extrema influencia que el general  Alfred Knox tenia sobre el almirante Kolchak, influencia que el general parecía desear que todo el mundo en Omsk conociera y apreciara”


General William S. Graves,comandante del cuerpo expedicionario estadounidense en Siberia.


  ( Podria parecer que los británicos estaban  mucho mas interesados en terminar con el régimen soviético que los norteamericanos. ¿Quizás fueron los britanicos los promotores del golpe de Kolchak? ).


  Al año siguente, el nuevo secretario de la guerra britanico, Winston Churchill, afirmaba que la política de ayuda continua al régimen de Kolchak era una honorable obligación para el gobierno británico, que se sentía honrado de acudir a la llamada de Kolchak cuando se le demandaba.


  Más allá de los intereses de los diferentes poderes europeos en Rusia, los checos se enfurecieron cuando recibieron noticas del golpe de estado de Kolchack.Los legionarios, porque estaban en excelentes relaciones con los socialistas revolucionarios, la facción más importante y numerosa de Siberia. Y el consejo nacional checo, de muy reciente creación, el órgano de gobierno mas  importante de la nueva nación checa, denunciaba el régimen de Kolchack ante los organismos internacionales.


  Las discusiones entre los lideres militares de la legión checa (especialmente su comandante en jefe, Jan Syrovy) y el almirante Kolchak eran constantes.

 General Jan Syvory,comandante en jefe de la Legion checa durante los años 1918-19.


  Kolchak ignoraba cualquier consideración táctica de los militares checos, no los consultaba en prácticamente ninguna ocasión en asuntos militares y despreciaba al infante checo:


  “No estamos ni interesados ni de ninguna manera obligados a tomar en consideración sus opiniones”, gritó en una ocasión a los generales checos cuando le indicaron la necesidad de variar sus planteamientos tácticos.


  Considerando que la legión checa era la única fuerza realmente efectiva contra las tropas bolcheviques, esas palabras fueron consideradas un insulto por los, lideres checos.Asi, cuando pocos días después del golpe de Kolchak se ordenó a los legionarios encabezar el ataque sobre la ciudad de Perm, los soldados y oficiales checos se negaron a participar en la ofensiva.


  Kolchak aprovechó la ocasion, y comenzó a  reemplazar a los legionarios checos por sus propias tropas, y a mediados de diciembre de 1918, ya no había ningún soldado checo en primera línea del frente, todos estaban involucrados en tareas de guarnición y control de la línea férrea del Transiberiano.


 A finales de diciembre, los legionarios checos por fin recibieron la "ayuda" de los aliados, que tanto tiempo llevaban esperando. En la estación de ferrocarril de  Omsk, una compañía de legionarios fue recibida entre banderas y leyendas de “bienvenidos,bravos hermanos checo-eslovacos”.Tras los discursos de rigor por parte de varios generales  y un par de sacerdotes, una banda de música interpretó varios himnos nacionales de los países aliados .La compañía marchó en formación hasta el centro de la ciudad,en donde fue agasajada con un opíparo desayuno.


  Por la tarde, los legionarios checos desfilaron ante el único soldado aliado que había en Omsk, el general francés Janin, que había llegado justo a  tiempo para el desfile.


Esa misma noche, los legionarios comentaban entre tristeza, amargura  y cinismo:


“Por fin ha llegado la ayuda aliada que estábamos esperando, un orondo general francés sin soldados ni armas”.

 General Maurice Janin.


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