viernes, 9 de septiembre de 2022

Gallipoli : La evacuacion ( I )

 


 Viene de aqui:

  Mirando en retrospectiva, la evacuacion  de  Gallipoli tras la fallida ofensiva de agosto de 1915 parecia inevitable, pero en su momento no fue el caso.

  De hecho, el general Sir Ian Hamilton había pedido 95.000 soldados mas para continuar la ofensiva al secretario de  estado para la guerra, lord Kitchener.

  Pero las enormes  exigencias de hombres y material que se consumían en las trincheras del frente occidental hacían imposible de cumplir la petición del general Hamilton.

  Además, la entrada de Bulgaria en la guerra el 1 de octubre de 1915 del lado de las potencias centrales complicaba aun más la situación general en los Balcanes. Serbia no debía caer, y Francia se apresuro a enviar ayuda. Los británicos tenían que unirse a sus aliados franceses, y Kitchener envió un mensaje a Hamilton anunciando que dos divisiones britanicas y una francesa serían enviadas a Salónica para reforzar la presencia aliada en la zona.

Soldados franceses en Salonica.
  

  Los aliados occidentales no podían combatir en tres frentes a la vez, así que la idea de evacuar Gallipoli tras los pobres resultados obtenidos  surgieron rápidamente en los cuarteles generales aliados.

  Pero Hamilton se opuso abiertamente a tal posibilidad, y Kitchener lo destituyo, sustituyendolo por el general Sir Charles Monro.

  

  El 30 de octubre, Monro visitaba Cape Helle, Anzac Cove y Suvla Bay, y lo que allí vio lo horrorizo:

 “Las posiciones ocupadas por nuestras tropas presentan una situación militar única en la historia. Aparentemente, la franja costera estaba asegurada. Pero, las playas y los muelles a los que llegaban todos los suministros y refuerzos necesarios estaban expuestos al fuego de la artilleria turca. La practica totalidad de nuestros acuartelamientos y trincheras están al alcance de las armas de los turcos.

  En resumen, nuestras fuerzas mantienen una línea defensiva vulnerable en casi toda su longitud. Posiciones lineales, sin defensa en profundidad, comunicaciones inseguras y muy dependientes del clima.

La infanteria turca tenia a tiro de fusil la practica totalidad de las playas de la peninsula de Gallipoli.
  

No existía ningún medio para cubrir la retirada de las tropas y el despliegue de nuevas unidades de refuerzo, mientras los turcos disponían de numerosos puestos de observación, abundantes posiciones de artillería y sus ingenieros habían complementado magnificamente la ventaja que el quebrado terreno que defendían les otorgaba.”

  Para el general Monro, la respuesta, la unica respuesta, era la evacuación total, pero Kitchener temía el efecto  que tal retirada podría tener en la población musulmana en las posesiones británicas en Oriente medio y la India.

  Entre los políticos  del gobierno británico existían dudas similares, así que decidieron enviar al propio Kitchener para evaluar la situación sobre el terreno.

  Entre el 12 y el 14 de noviembre , Kitchener visito Gallipoli, y se dio cuenta por primera vez de las serias dificultades de las tropas aliadas en la península.

Kitchener y el general Birdwood, en Gallipoli.
  

  Como experimentado soldado, Kitchener no podía negar la validez de los argumentos del general Monro.Y el 22 de noviembre enviaba un telegrama al comité de guerra británico para recomendar la evacuación de  Anzac Cove y Suvla Bay.

Anzac Cove.

Suvla Bay.


 
A peticion de  la armada británica,se  quería mantener  Cape Helles bajo control aliado para evitar la construccion de una base de submarinos alemanes en Constantinopla, facilitando así futuras operaciones navales en el Mediterráneo y el Adriático.

  El comité de guerra acepto la recomendacion de Kitchener, proponiendo también la retirada de Cape Helles.

Cape Helles.
  

  Pero el gabinete pronto comenzó a  vacilar en sus decisiones y opiniones, como si tuvieran miedo de asumir la responsabilidad en caso de un desastre en la retirada de las tropas de Gallipoli.

  El más influyente de los que no querían asumir la responsabilidad del posible desastre era el rimbombante Lord Curzon :

 “Las últimas escenas de la evacuación se representaran de noche. Nuestras armas seguirán disparando hasta el último momento, pero las trincheras serán tomadas por el enemigo según vayamos abandonándolas . Y llegara el momento en que la estampida final tenga lugar, y cuando nuestros últimos defensores se agrupen desesperados en la orilla esperando el ultimo barco.

  Caerán entonces proyectiles y balas arando su camino en esa masa en retirada.Concebir el hacinamiento en los últimos barcos de miles de hombres medio locos,embarcaciones inundadas, el pánico nocturno, la agonía de los heridos, las hecatombes de muertos...”

  Enfadado, el mayor general Sir Charles Caldwell, director de operaciones militares de la oficina de guerra, dijo: “Tenemos cuatro enemigos a los que enfrentarnos: los boches, los turcos, los búlgaros, y al gobierno de su majestad.Y este ulitmo es el mas peligroso”.

  Kitchener nombro a Monro como jefe de todas las tropas británicas en el  frente Mediterráneo, excepto las de Egipto, nombrando al teniente general William Birdwood como jefe del recientemente renombrado Ejercito de los Dardanelos.El teniente general Sir Alexander Godley paso a ser el comandante en jefe del cuerpo ANZAC.

  Monro sabía que la planificación para tan compleja operación debía empezar de inmediato.Y comenzó a trabajar con la mente puesta en evacuar solamente Suvla Bay y Anzac Cove.

  El primer plan presentado al alto mando aliado estaba compuesto de tres fases. En la primera, de duración aún por determinar, las tropas, animales y pertrechos no necesarios para una campaña invernal defensiva serian los primeros en evacuar

  La fase intermedia duraría cuatro días, y en ella serían retiradas las tropas y armas pesadas no necesarias para la retirada táctica.

Evacuando la artilleria.
  

  En la última fase se retirarían las tropas que habrían protegido la retirada de las demás tropas, abandonando un tercio de sus armas pesadas si era imprescindible.

  La fase preliminar comenzó de inmediato. No había tiempo que perder, con las primeras tormentas invernales amenazando. Birdwood ordeno a su jefe de personal planear la retirada de las primeras tropas, evitando que la operación fuera observada por el enemigo.

  La unica oportunidad de éxito era tratar de engañar a los turcos. Y la mayor amenaza iba a ser el vacio y el silencio que quedaria en las trincheras cuando las primeras tropas se hubieran retirado-

La solucion de Birdwood iba a ser elegante en su sencillez.

  A partir del 24 de noviembre, las tropas ANZAC instituyeron periodos de absoluto silencio en sus posiciones, para empezar a tratar de confundir a los turcos. Durante dichos periodos de tiempo, las patrullas turcas detectadas en tierra de nadie eran ignoradas, y no se actuaba contra ellas a no ser que se acercaran demasiado a las posiciones aliadas o representaran una amenaza real.

  Luego, las trincheras anzac volvían de repente  a la vida. Asi, los turcos estaban siendo “condicionados” a pensar que prolongados periodos de silencio e inactividad en las posiciones enemigas eran algo perfectamente normal, quizás formando parte de una nueva rutina de los soldados Anzac. Asi, los turcos pensarían que “silencio en las trincheras” no significaba que no había nadie en las trincheras.


 

(Continuara…)

 

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