Viene de aquí:
Zizka y los supervivientes de la
batalla de Kutna Hora se dirigieron a la localidad de Kolin, en donde permanecieron
las siguientes dos semanas recabando suministros y reclutando forzosamente a cualquier hombre
en edad militar que encontraban.
Mientras, el emperador Segismundo
había renunciado a perseguir a Zizka, creyendo (equivocadamente) que los
husitas habían huido y no volverían hasta la siguiente primavera, y se había
asentado en Kutna Hora.No podía albergar a todas sus tropas en la ciudad, y
decidió dispersarlos en pequeños grupos por otros pueblos de la región,
sobre todo en Caslav, al este, y en Nebovidy, a medio camino entre Kutna Hora y Kolin.
Entrada del emperador Segismundo en Kutna Hora.
El 6 de junio, Zizka recibió
informes que avisaban de la dispersión de las tropas imperiales por toda la región.
Era una oportunidad que no iba a desaprovechar.
No hay ninguna fuente que indique
en profundidad que es lo que ocurrió, solo se sabe que las tropas de Zizka atacaron
a los dispersos soldados del emperador y los masacraron:
“De repente, Zizka cayó sobre las
tropas dispersas de Segismundo como un rayo. Cientos de húngaros fueron
abatidos en el primer ataque, y el pánico se extendió con gran rapidez de
pueblo en pueblo”.
Biografía de Jan Zizka, obra de
George Sand, descarga gratis ( en frances ) aquí:
Los cruzados que pudieron escapar
de la masacre llegaron a Kutna Hora en
tropel extendiendo el pánico entre los ciudadanos, y, sobre todo, en el mismo
emperador Segismundo.
Segismundo rogó al consejo de ancianos de Kutna Hora que organizaran la defensa de la ciudad mientras el se retiraba.Ante la negativa de los ancianos, ordenó
quemar la ciudad para que no cayera en manos de los husitas.
Los ciudadanos de Kutna Hora fueron evacuados de la ciudad sin aviso
previo, y un puñado de jinete húngaros quedaron en la ciudad para prenderla fuego.
Pero en vez de incendiar la
ciudad por completo se dedicaron a saquearla, y cuando llegaron los husitas
solo había unos pequeños fuegos que
fueron extinguidos rápidamente.
Los husitas iniciaron la
persecución, y aunque Segismundo decidió detenerse y entablar combate, el líder
mercenario Pippo Spano lo aconsejo en contra: sus tropas estaban demasiado cansadas
y desmoralizadas para combatir.
Pero el emperador no quiso
escuchar.Cuando los husitas atacaron, los soldados del emperador apenas aguantaron media hora,
y huyeron, abandonando todo menos las armas que llevaban.El emperador huyó
hasta la localidad de Jihlava, en la frontera con Moravia. Cruzó el rio Sazava
por Nemecky Brod, sin importarle la suerte de sus tropas que le seguían a distancia.
Los soldados del emperador trataron
de resistir, pero los husitas cayeron
sobre ellos cuando trataban de cruzar el
rio Sazava, medio helado. El hielo se rompió debido al peso de los caballos, y más de
500 soldados imperiales perecieron ahogados.
Los superviviente lograron llegar
a Nemecky Brod (Deutschbrod, en alemán) e intentaron resistir.Pero la
artilleria husita destrozo con facilidad los débiles muros de la muralla.
Los cruzados trataron de conseguir una rendición negociada para
lograr salvar la vida, pero mientras se negociaban los términos, una patrulla
husita encontró una parte del muro especialmente débil, y se abrió paso por
allí, lo que provoco la reanudación del combate, que termino una vez más con la
derrota de los imperiales, que perdieron mas de 4.500 hombres entre el 6 y el 9
de enero de 1422.
A raíz de la victoria husita en
Nemecky Brod y el consiguiente saqueo de la ciudad, Zizka desarrollo uno de los
primeros conjuntos de regulaciones de actos de guerra de la historia, dictando
el comportamiento que sus tropas debían tener tanto cuando estaban en combate
como cuando no lo estaban.
La segunda cruzada husita había
finalizado, y el emperador Segismundo quedo tan afectado y humillado por su
resultado que no volvió a aparecer por Bohemia
durante varios años. Prefirió mantenerse en sus posesiones en Hungría y
dejar que fueran los príncipes alemanes quienes dirigieran la siguiente
cruzada.
La reputación de Zizka y la de sus seguidores no dejaba de
crecer, y fue uno de los factores más importantes de las siguientes tres
cruzadas contra los husitas.Apenas un ejército de cruzados alemanes entro en Bohemia, cuando el sonido de los soldados husitas cantando algunos de los himnos
de guerra de Zizka era suficiente para asustar a los invasores, que se negaban a
presentar batalla y se retiraban.
La tercera cruzada empezó en
octubre de 1422, cuando los ejercitos de dos príncipes alemanes entraron en Bohemia desde el norte y el oeste. Los husitas derrotaron con facilidad a las tropas del margrave (titulo nobiliario germano similar a marques) Frederick de Brandemburgo,
que avanzaba desde el oeste, y el margrave William de Meisen que avanzaba sobre Bohemia desde el norte.
Ambos fueron derrotados con facilidad, William cerca de Chomutov en noviembre de 1422 y Frederick en Tachov, en diciembre del mismo año.
Una incursión de las tropas del
cardenal Branda de Castaglione y otros importantes clérigos del Sacro Imperio Romano fue rechazada, una vez más por los husitas cerca de Zatec, a principios
del año 1423.
Escudo del cardenal Branda de Castiglione.
Los husitas podrían haber
aprovechado el corto periodo de paz para fortalecer sus posiciones, pero los
problemas internos entre las distintas facciones no habían cesado con la
victoria sobre los imperiales.
En 1424, los utraquistas, la facción
menos radical de los husitas, mayoritariamente ciudadanos de Praga, se unieron
al ejercito combinado del emperador Segismundo, el papado y varios monarcas y
nobles europeos leales a la iglesia católica.
Ambos bandos, (cruzados y
utraquistas por un lado, y taboritas y otras facciones husitas en el otro)
combatieron en varias ocasiones, pero el enfrentamiento definitivo ocurrió en
la batalla de Malesov, al oeste de Kutna Hora ,en el verano de 1424.
La coalicion de cruzados europeos y husitas moderados no tuvo
un buen día, y fueron derrotados contundentemente en Malesov.No se sabe mucho
de este enfrentamiento, pero según las leyendas locales, la victoria husita se
debió en gran parte al lanzamiento montaña abajo de carros cargados de piedra
contra los cruzados.
Pero, según donde está colocado
el monumento en conmemoracion de la
batalla, no parece haber en las cercanías ninguna colina lo suficientemente
empinada para producir ese efecto.
En septiembre de 1424, Zizka se
presentó con sus tropas frente a las murallas de Praga.Como venganza por el apoyo
de los ciudadanos de Praga a los cruzados, Zizka tenia la intencion de saquear la ciudad.Solo la intervención del
predicador husita Jan Rokycana pudo convencerle y evitar el saqueo.
Zizka paralamentando con el predicador Rokycana.
Desde Praga, Zizka se dirigió a Pribyslav, en donde se dedico a preparar la invasión de Moravia. Pero no hubo
tal invasión, ya que Jan Zizka fallecía el 12 de octubre de 1424 a causa de la
peste bubónica.
"Muerte de Jan Zizka en Prybislav", obra de Adolf Liebscher.
Fue enterrado en la iglesia mayor
de Czaslav, aunque la leyenda dice que el último deseo de Zizka fue que los
husitas utilizaran su piel para fabricar parches para tambor, para que incluso
en la muerte pudiera seguir liderando a sus soldados en la batalla.
Estatua de Jan Zizka en Prybislav.
Su testigo al mando de las tropas
husitas iba a pasar a Procopio el Grande, un antiguo predicador husita residente
en la ciudad de Sobeslav en el año 1417, que después había marchado a Tabor y mas
tarde a Praga, animado por el predicador utraquista Jan Zelevsky.
Procopio el Grande.
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