viernes, 7 de febrero de 2020

102 a.c.: Aquae Sextiae, la venganza de Roma ( 2ª parte )




 Viene de aquí:


  Cayo Mario también decidio implantar el emblema del águila como emblema para todas las legiones, sustituyendo  al oso, al jabalí, al caballo y al lobo, que junto con el aguila eran los usados anteriormente.


   Con un cada vez mayor porcentaje de hombres alistados pertenecientes a las clases más bajas, llego el desafío de armarlos a todos, ya que carecían de armas. Una de las reformas  mas importantes de Mario fue que la republica debía proporcionar a cada hombre alistado coraza, armas, ropa y escudo.


  Equipar a un soldado se estandarizó, lo que fue más fácil de conseguir gracias a que se decidió que todos debían formar parte de la infantería pesada.Armados con gladius (espada) y dos pilum (lanza), el legionario estaría protegido por su coraza ,su casco y su escudo.



  Esta prevalencia casi absoluta de infantería pesada obligaba al ejercito romano a confiar en sus aliados cuando necesitaba tropas de diferentes tipos, como caballería (númidas, hispanos, etc), arqueros (Creta) u honderos (islas Baleares, etc).


  También decidió Cayo Mario cambiar el sistema de formación para la batalla. Durante más de dos siglos,el manipulo habia sido la formación táctica estándar. Con las líneas divididas por edad y experiencia (asteros, princeps y triarios ) de los legionarios,manipulos de 60 o 120 hombres se colocaban en una formación ajedrezada que permitía la rotación de los soldados según progresaba la batalla.


  La razón principal para el cambio de formación era que la nueva formación permitiría a los soldados romanos adaptarse a las diferentes tácticas que utilizaban sus enemigos.


  Con la falange de tipo griego-macedonio y sus largas sarissa prácticamente desaparecida de los campos de batalla, la fuerza bruta que utilizaban los pueblos barbaros (celtas, germanos, tracios, etc) superaba a la legión manipular.


  Así, de la formación en manípulos se paso a la formacio en cohortes. Una cohorte estaba compuesta por 3 manípulos, aumentando la fuerza  de la unidad básica romana a los 480 hombres, con 10 cohortes formando una legión.


 Con todos los legionarios uniformados y entrenados de la  misma forma, la flexibilidad táctica de la nueva formación mejoraba considerablemente la formación manipular.Mario también modificó la costumbre existente desde los primeros tiempos de Roma,cuando los soldados que marchaban  a la guerra, los que podían permitirse armarse, evadían la responsabilidad de transportar sus armas y equipo usando a los esclavos que poseían para transportarlos.


  Con Mario, esa costumbre desaparecio, y todos los soldados debían llevar sus armas y su equipo sobre sí mismos, lo que les valió el dudoso apodo de "mulas de Mario por parte de los antiguos soldados que nunca habian llevado su equipo sobre si.


  El cónsul Mario dio inicio a un riguroso programa de entrenamiento para aumentar la resistencia física de sus hombres, y les inculcó un renovado sentido de las disciplina. La combinación de disciplina y mejor y más constante entrenamiento físico incidió sobre todo en la cohesión y la velocidad de la nueva legión romana.


  Seguramente, el nuevo entrenameinto y la mayor disciplina  inculcada por Mario se dirigía a mejorar la legión para enfrentarla a las salvajes cargas de los pueblos barbaros, para no verse afectados ni física ni moralmente.


  A diferencia de otros comandantes romanos de la época, Mario era un general-soldado, que comía las  mismas raciones que sus hombres y vivía en las mismas condiciones.


  Mientras esperaban el regreso de los barbaros, Mario y sus legionarios construyeron un canal (Fossae Marianae) de mas de 20 kilómetros de longitud entre el golfo de Stomalimne y Arelate (actual Arles ), en la ribera del rio Rodano, la base de operaciones de Mario, para mantener a sus hombres ocupados y mejorar la llegada  de suministros.



 Tramos de la Fossae Marianae a su paso por Arles.


  Mario también aprovechó el paréntesis que le habían dado los barbaros para mejorar su red de inteligencia en la región y familiarizarse con el terreno desde el Ródano hasta la frontera  entre la Galia y Italia, lo que iba a permitir a los romanos elegir el lugar  de la batalla.


  Aunque no es seguro, Mario eligió para su base del verano del año 103 a.c. la ciudad de Valentía (actual Valence).Con seis legiones y dos alae de caballeria, además de algunos contingentes de auxiliares, Mario espero pacientemente a sus enemigos desde su campamento fortificado.


  El ejercito bárbaro que regresaba a invadir Italia estaba formado, una vez más, por una coalición de  tribus. Durante varios años, antes de enfrentarse a dos ejércitos romanos en la batalla de Arausio, algunas de las tribus celtas y germánicas se habian separado del grupo principal y habían marchado hacia el sur, hacia Hispania.


  Los cimbrios habían emigrado del sur de Jutlandia alrededor del año 113 a.c.En su ruta hacia el sur en busca de mejor clima y tierras más fértiles se habían aliado con los teutones por alguna razón aun desconocida.


  Los reyes Boiorix (cimbrio) y Teutobod (teutón) aprovecharon que otra tribu, los ambrones, con origen tambien en Jutlandia , habían iniciado una migración hacia el sur para incorporarlos al gran ejército bárbaro.


  La cuarta tribu que se iba a unir a la migración masiva eran los tigurini, una tribu de origen helvético liderada por el rey Divicon, que ya se habían enfrentado a las legiones de Lucio Casio Longino en la batalla de Agen, no muy lejos de Burdigala (actual Burdeos), derrotandolos y obligándolos a pasar bajo el yugo, costumbre que compartían muchos pueblos y tribus de aquella epoca.

"Romanos bajo el yugo", obra de Charles Gleyre.


  Las estimaciones del tamaño  del ejercito bárbaro al que se iban a enfrentar Mario y sus legionarios son confusas, y seguro que las cifras dadas por los historiadores de aquellos años son muy exageradas.


  Pero, a diferencia de lo que aparece en algunas películas o novelas, los barbaros no combatían como una masa que se limitaba a cargar de frente contra sus enemigos.Al contrario, teutones y otras muchas tribus de origen celta-germano tenían muchos años de experiencia en los campos de batalla, y habían derrotado a los “invencibles" romanos en numerosas ocasiones, y exhibían un cierto grado de disciplina y autocontrol en plena batalla.


  Como los romanos, también los guerreros celta-germanos utilizaban una jabalina, además de usar una lanza de entre dos metros y medio a tres metros, con punta de hierro.


  Como los ejércitos romanos de solo un siglo atrás, los nobles y mejores guerreros de cada tribu iban mejor armados y equipados , con coraza de cuero, largas espadas y escudo de madera recubierto de cuero, al contrario que el guerrero “estándar”, que se protegía con un escudo de mimbre y poca o ninguna proteccion personal.


  Seguramente una buena parte de los guerreros barbaros que iban  participar en las siguientes batallas contra Roma estarían equipados con armas y armaduras romanas tomadas a los cadáveres o los legionarios capturados.


  La táctica básica de los barbaros consistía en un ataque frontal al comienzo de la batalla, tratando de amedrentar a sus enemigos con gritos y rugidos casi animales.La carga frontal, en forma de cuña,habia funcionado bastante bien contra la legión manipular del ejercito romano, pero iban a enfrentarse a una formación a base de cohortes, de mucho mayor tamaño.


  Tras la derrota romana en Arausio, cimbrios y sus aliados habían marchado hacia el oeste.Cimbrios y tigurini habían penetrado en la península ibérica, donde habían sido rechazados   por una coalicion de  pueblos celtiberos (quizás a sueldo de Roma) en algún lugar del norte de la meseta central.


  Teutones y ambrones habían marchado hacia el norte de la Galia, en donde permanecieron una decena de años. Pero los cimbrios y los tigurini habían marchado de nuevo hacia el norte tras ser expulsados de Hispania, y en algún momento todas las tribus se pusieron de acuerdo en invadir Italia para terminar con la republica romana.

 Soldados romanos del siglo I a.c., representados en el friso del altar de Domicio Aenobarbo.


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