lunes, 1 de marzo de 2021

1940 : Preparando la invasion : Ferri Siebel (II)

 


Viene de aquí:

  En esos días, la Luftwaffe tenía un abundante suministro de motores de aviación BMW V1 que habían sido usados en modelos ya anticuados para la guerra como el Dornier 17.A partir de 1940, estos motores refrigerados por agua de 12 cilindros en V habían sido descartados para propulsar aviones de combate, pero Siebel pensaba que serían perfectos si pudieran ser montados en las barcazas que se iban a utilizar.

BMW V1.
  

  Durante la 1ª guerra mundial Siebel había formado parte como oficial técnico del estado mayor de Ernst Udet,uno de los ases de la caza alemana de la 1ª guerra, con 62 derribos confirmados, que más tarde seria nombrado maestro general de aviación, un cargo técnico que solo debía rendir cuentas al mariscal del aire Hermann Goering.

  Siebel uso su contacto en las altas esferas de la Luftwaffe para presionar al jefe de suministros , que puso el asunto en manos del Oberkommando.

  El plan era crear un nuevo tipo de lancha anfibia auxiliar basado en pontones tipo catamarán, a base de piezas de puente de pontones, de los que el ejército alemán tenía en grandes cantidades. Se fabricaría una superestructura para poder transportar vehículos, hombres, artilleria, etc, y el artefacto sería propulsado por motores BMW V1.

  La recomendación de Ernst Udet sirvió, y el proyecto de Siebel fue aprobado. La Luftwaffe puso en marcha el Sonderkommando Siebel que constaba de dos oficiales, un ingeniero jefe, un inspector, 3 administrativos y 140 soldados y suboficiales.

  Según afirmaría Siebel en su interrogatorio, la unidad se puso en marcha el 15 de agosto de 1940 en Rotterdam.

  Antes de dar comienzo   la produccion, Siebel pregunto al departamento técnico de la Kriegsmarine si tenían previsto construir algún artefacto similar. Pero desde el departamento de operaciones navales replicaron:

 “Si en un año a partir de hoy tenemos alguna indicación de un proyecto real y serio  de invasion de Gran Bretaña, la armada podría hacer algún intento en la misma dirección que usted desarrolla”.

  Con la Kriegsmarine saliendo del foco y eludiendo toda responsabilidad, el desarrollo y la construccion de   lanchas de desembarco pasó a depender de una serie de pequeños grupos que trabajaban en varios lugares de la costa norte de Francia.

  Se trataba de modificar todo tipo de naves imaginables que pudieran tomar parte en la invasión : barcazas fluviales, ferris de transporte de vehículos ,embarcaciones de recreo, barcos de pesca, etc., casi cualquier cosa que flotara y tuviera suficiente espacio para trasportar algún vehículo pesado o un pelotón de hombres.

Proyecto de barcaza fluvial  modificada.
  

  Pero las zonas en donde se pretendía desembarcar iban a necesitar lanchas anfibias especializadas, y aunque el alto mando de la Werhmacht había conseguido reunir más de 2.500 barcazas fluviales requisándolas en todos los ríos de Europa y había comenzado a modificarlas para ser usadas militarmente, la mayoría no iban a ser útiles, y solo 800 de ellas fueron consideradas adecuadas.

 El Sonderkommando Siebel pasó a denominarse Fahre-Sonderkommando, con la tarea de producir cuantas más unidades fuera posible de su diseño de lanchas de transporte anfibio, capaces de cruzar el Canal de la Mancha en múltiples ocasiones.

  Aunque el Sonderkommando iba a trabajar con el apoyo de la unidad de ingenieros del mando de cosntruccion de ferris, liderado por el Mayor Bondel en Amberes, los artefactos construidos iban a ser denominados por su diseñador original, el mayor Siebel.

  Cada lancha  debía ser capaz de transportar 50 soldados con su equipamiento completo, además de un cañón o un obús o incluso un tanque ligero.

  El concepto operacional para estos ferris, al igual que para las barcazas, iba a requerir de un gran número de remolcadores, que acercarían las lanchas hasta una corta distancia de la costa inglesa. A partir de entonces, cada lancha usaría sus motores BMW para llegar hasta la playa de desembarco, en donde se descargaría los hombres y el material.A continuación, la lancha volvería a mar abierto para encontrarse de nuevo con el remolcador, que llevaría las vacías lanchas hasta los lugares indicados de Bélgica y Francia, en donde volverían a ser cargados para formar la segunda o tercera oleada.

  

  La Luftwaffe iba a disponer de dos flotillas de ferries Siebel para aportar defensa antiaérea a la primera oleada : el Flakkorps I fue asignado al 9º ejercito, que iba a desembarcar entre Brighton y Portsmouth, mientras que el Flakkorps II fue asignado al 16º ejercito, que desembarcaría entre Ramsgate y Folkestone.Una vez que los ferris alcanzaran las playas ,los cañones antiaéreos serian desembarcados, para servir de apoyo a las tropas desembarcadas y a los ferries de las segunda y tercera oleada.

Embarcando un  cañon antiaereo de 88 en un ferri Siebel.

 
El plan era ambicioso, aunque parecía adolecer de un estudio profundo de las defensas británicas.

  La Kriegsmarine, netamente inferior a la Royal Navy británica, iba a tener que depender  de los aviones de la Luftwaffe para poder prestar apoyo  a los ferris Siebel y los remolcadores.

  Para intentar sacar de la zona del Canal de la Mancha a parte de los navíos de la Royal Navy el día del previsto desembarco se plantearon varias ideas: falsos mensajes de radio indicando que los navíos participantes en la invasión se dirigirían hacia Berwick y Blynth, usar a los cruceros pesados Admiral Hipper y Admiral Scheer para llamar la atención de la  Navy hacia el mar del Norte, etc

  Para apoyar la invasión se iban a reforzar las baterías costeras situadas en la costa francesa frente a las playas de invasión, desde Calais a Boulougne, llegando hasta Cherburgo. Se iban a utilizar también los llamadas cañones de ferrocarril, y se iban a desplegar dos inmensos campos de minas  submarinas a ambos flancos del área de invasión, para ayudar a la defensa contra los navíos de la marina inglesa.

  

  Pero la debilidad de la Kriegsmarine, sobre todo después de las operaciones de Noruega, iban a influir negativamente en los planes para la invasión.

  Así que todo se reducía a tratar de explotar la habilidad de los pilotos de  la Luftwaffe para mantener alejados a los navíos ingleses, algo que  no era muy probable considerando el fracaso de la luftwaffe cuando trato de impedir la evacuación de una parte del ejercito británico en Dunquerque, y que los aviones alemanes seguían sin conseguir la superioridad en los cielos britanicos sobre los aviones de la RAF durante la batalla de Inglaterra.

  Pero, con la fecha para la invasión sin ser aun fijada, la conversión de barcazas fluviales en lanchas de desembarco y la produccion de  ferris Siebel a toda marcha, los planes de invasión seguian en marcha.

  Aunque absolutamente nadie de las fuerzas armadas alemanas habia nunca entrenado para una operación anfibia, el alto mando de la Werhmacht confiaba tanto en sus soldados como en sus ingenieros.

Acantilados de Dover, vistos desde la mira  de un cañon de 88 mm.

 

(Continuara…)

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