lunes, 12 de abril de 2021

Heraclio, azote de Persia ( 17ª parte )

 


 Viene de aquí:

  Durante los años que siguieron  a la muerte de Mahoma, Ali Ab Talib aceptó tácitamente la eleccion de  Abu Bakr como líder de la comunidad islámica. Quizás lo hizo porque había problemas en Arabia, ya que las tribus árabes anteriormente aliadas de Mahoma pensaron que tal alianza había terminado con la desaparición del profeta.

  Abu Bakr decidió actuar antes de   que las tribus árabes  se unieran en coalición, y envió una  expedición  militar hacia el norte de Arabia, la zona fronteriza con el imperio bizantino. El ejercito enviado, liderado por el emir Usama Ben Zayd obligó a  varias tribus apostatas a volver a abrazar el islam antes de  pudieran pedir ayuda a los bizantinos.

  Pero otras tribus árabes apóstatas aprovecharon al ocasión y la lejanía del ejercito de Usama Ben Zayd  y volvieron a avanzar sobre Medina. Pero Abu Bakr logro reunir un grupo de campesinos, mercaderes y comerciantes con los que pudo mantener Medina en su poder el tiempo suficiente para que el ejercito de Usama pudiera regresar.

  Abu Bakr y sus generarles se dispusieron entonces a embarcarse en una serie de campañas ideadas para forzar la unidad religiosa y política de toda Arabia, en las llamadas Guerras de Ridda, o "guerras de apostasía".


 

  Estas guerras iban a ser el primer intento real de la Umma, la unión de creyentes, para extender su dominio más alla de la costa occidental de la península arábiga.

  Kalid ben Al Walid iba a dirigir el principal ejercito musulman, que se internó en Arabia central para tratar de detener la influencia en expansión de otros dos autoproclamados profetas, Musaylima y Tulaiha, despejando primero la zona oeste de Arabia ( la zona más cercana a Medina) para concentrarse después contra el enemigo mas peligroso y poderoso,el profeta Musaylima, en tierras de lo que hoy es Omán, Bahréin y Yemen.

  

 El ejercito de Kalid estaba dividido en 11 contingentes principales, cada uno con su propio general, que iba a disponer de cierta autonomía.Algunos generales recibieron órdenes de cómo y dónde proceder, mientras a otros se les daba libertad para proceder a su propia discreción.

  Antes de iniciar las operaciones, Kalid reunió a sus comandantes y les instruyo como debían proceder con los rebeldes apostatas:

  Primero,debian asegurarse de que la tribu a la que ponían cerco era la correcta.Despues, llamar a la Azaan, la oración. Si los apostatas se presentaban, no se les atacaría. Tras el final de la oración, se preguntaría  a la tribu si acataba al islam, incluyendo el pago del Zakat, una especie de diezmo, un impuesto que todo musulmán debe pagar. Si los apostatas  confirmaban su adhesión al islam y confirmaban el pago del impuesto, no serian atacados.

  Aquellos que no se presentasenla llamada a la oración, o después de la oración se negaran a pagar el impuesto, serian tratados con la espada. Además, todos los apostatas que hubieran matado al menos a un musulmán serian muertos, sin importar si se hubieran adherido al islam.

  Al recibir información de los movimientos de los ejercitos musulmanes, uno de los lideres apostatas, Tulaiha, jefe de la tribu de los Bani Assad, se preparo para la batalla, llamando a los contingentes de las tribus aliadas, Hawazin y Banu Ghaftan, principalmente.

  Kalid buscaba reducir el potencial del ejercito de Tulaiha, y envio mensajeros para convencer a los líderes de las diferentes tribus que apoyaban al apostata.

  Gracias a la amenaza y, en algunos casos, al soborno, los mensajeros de Kalid  consiguieron que 1500 guerreros de dos tribus distintas cambiaran de bando y se unieran al ejercito musulmán.

  Así, a mediados de septiembre del año 632, el ejercito musulmán derrotaba al ejercito de Tulaiha en la batalla de Buzakha, repitiéndose el mismo resultado en la batalla de Ghamra en la tercera semana de septiembre.

 


 En Nadj, muchas de las tribus apostatas se apresuraron a presentarse ante Kalid  para renunciar a la apostasía y unirse  al islam. Pero la tribu Yarbu Banu, liderada por Malik ibn Nuwayrah, decidió permanecer a la rebeldia. Malik había sido recaudador de impuestos al servicio de Mahoma, encargado de recoger la zakat de los integrantes  de la tribu Banu Tamin.

  Pero, en cuanto conoció la muerte de Mahoma, devolvió los impuestos a sus propietarios y se declaro en rebeldía. Aunqué trato de resistir con las armas, fue derrotado y trato de internarse en el desierto con sus hombres.Pero fue capturado por la caballeria de  Kalid , que ordeno al ejecución del líder rebelde, ordenando a  continuación la violación de su esposa Laila Bin Al-Minal.

  Según los chiitas, parece que la ley islámica de la época afirmaba que antes de poder violar “legalmente” a la esposa  del ejecutado había que dejar que completara el periodo de duelo por su esposo fallecido,duelo que podía durar entre 4 meses y un año.

  Pero los sunitas afirmaban que esas normas no se aplicaban a los apostatas, y que el comportamiento de Kalid con la esposa del rebelde ejecutado era la correcta.

  Mientras, en el centro de  Arabia,Musailima permaneció a la espera del ataque musulmán en la provincia de Yamama.La batalla se iba a librar en el actual valle de Wadi Hanifa, en donde los apostatas iban a  desplegarse en el lado norte, en la ciudad de Jubeila, mientras el ejercito musulmán se desplegaba al sur.

 Era la primera vez que los musulmanes no iban a combatir divididos en tribus,sino en regimientos y batallones, como exigía el hecho de que el ejercito de Musailima era el más potente al que se iban a enfrentar desde el principio de la campaña.

  Tras recordar a sus soldados la promesa del paraiso para los mártires caídos en combate y la promesa del infierno para los cobardes, Kalid, el general en jefe de las tropas musulmanas, dirigió a sus tropas al ataque.

  El choque se desarrollo en el fondo del valle, oleadas tras oleadas de musulmanes cargaban sobre los apóstatas, que se defendían hasta el último aliento sabedores del destino que les esperaban si se rendían.

  Poco a poco, las tropas musulmanas comenzaron a flaquear en su ataque,     debido a la falta de cohesión de los nuevos regimientos formados por guerreros de diferentes tribus que no estaban acostumbrados a combatir juntos.

  La ordenada retirada de los musulmanes paso a convertirse en una huida, con los oficiales incapaces de detener a sus hombres. El ejercito musulann en confusa retirada supero su propio campamento y huyo hacia el sur.

  Llegaron a la llanura de Aqraba, y continuaron huyendo, con los apostatas en su persecución.Afortunadamente para los musulmanes de Kalid, los apostatas eligieron saquear el campamento musulmán en vez de continuar la persecución.

  Ese fue uno de los momentos que pudo haber cambiado el curso de la historia. ¿Qué hubiera pasado si los apóstatas hubieran aniquilado al mayor ejercito musulmán  nunca visto hasta entonces en vez de detenerse a saquear el campamento? ¿hubiera podido continuar con su campaña de expansión del islam por Arabia?

  Pero los apsotaas se lmitaron a saquear el campamento, y después se dirigieron a su propio campamento cargados con todo lo que podían llevar. Pero a su espalda, el ejercito musulmán se estaba reorganizando.Kalid había comprendido su error de separar a los guerreros  de las tribus, por que el sentimiento de pertenencia a una tribu o  a un clan  aun era muy fuerte entre los árabes.

  Remodelo su ejército y volvió a dividirlo en contingentes tribales, y volvió a lanzarlos al ataque.

  La batalla se convirtió en una carnicería, tanto que el valle pasó a denominarse Shueib-ud-Dam, el "Barranco de la sangre".

Shueib-ud-Dam

 

(Continuara…)

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