Viene de aquí:
Presionado por ambos aliados, Roosevelt consulto el asunto con Reilly.Pero los rusos ya habían tomado sus propias medidas, y habían dado comienzo a la caza casa por casa de los comandos alemanes.
Además se había emitido un decreto por el que se pagarían 20.000 dólares de la época a cualquiera que pudiera aportar información veraz que condujera al arresto de los 6 paracaidistas.
Pero aun no se había conseguido información de valor, lo que llevo a Reilly a pensar que los paracaidistas alemanes contaban con apoyo.Pero, ¿un solo contacto? ¿Una red de apoyo? ¿Agentes locales, o alemanes llegados anteriormente?
El hecho es que aun había seis agentes alemanes en libertad, y esperaban pacientemente su oportunidad.
Así que, preguntado por su opinión, Reilly no vaciló. Estaba totalmente de acuerdo en buscar una mejor protección en el interior de la embajada soviética en el distrito de las embajadas en Teheran.Asi que Roosevelt decidió cambiar de ubicación.
Entonces se le creo otro problema a Reilly. ¿ Cómo trasladar al presidente Roosevelt a la embajada soviética con seguridad ? .Normalmente, sería un trabajo fácil, pero con seis agentes alemanes en algún sitio, ¿ como atravesar las atiborradas calles de Teherán con seguridad ?
A las tres de la tarde, Reilly dio la orden de partida de la caravana presidencial para marchar de la embajada estadounidense. Dos jeeps llenos de soldados fuertemente armados encabezaban la marcha, seguidos de la limusina presidencial, y otros dos jeeps en la retaguardia.
En la limusina presidencial, un hombre en el asiento trasero saludaba con la mano a los lugareños. Pero el hombre en el asiento trasero no era el presidente Roosevelt ,era un agente de los servicios secreto llamado Robert E. Holmes.
Reilly había introducido al verdadero presidente en un sedan verde del ejercito estadounidense, y escoltado por un solo jeep, había salido de la embajada minutos después que lo hiciera la caravana presidencial.
Marchando por calles paralelas casi desiertas, el presidente fue trasladado a toda velocidad hasta la embajada soviética, mientras el agente Holmes seguía saludando a la multitud reunida a lo largo de la ruta oficial.
El martes 30, tercer día de la conferencia, era el 69 cumpleaños de Churchill, y una celebración se había programado para esa noche en la embajada britanica. Reilly pensaba que ese sería el momento ideal para los asesinos si querían actuar.
Celebrando el cumpleaños de Churchill.
Durante la cena, los tres grandes estarían juntos en la misma mesa, un trío que como diría Churchill,controlaba prácticamente todo el poder naval del mundo y tres cuartas partes del poder aéreo, y podían dirigir ejércitos de 20 millones de hombres cada uno.
Reilly seguía nervioso, y tenía el temor que alguno de los solícitos camareros de la celebración pudiera ser un agente local al servicio de los alemanes.Con los tres líderes juntos, cualquier traidor podría aprovechar la oportunidad.
Pero esa, noche, quienes fueron traicionados fueron los alemanes.Uno de los agentes locales al servicio de Alemania, atraído por los 20.000 dólares de recompensa, había informado al servicio de inteligencia ruso de la localizacion de la casa segura en donde se ocultaban los 6 paracaidistas.
Rápida y silenciosamente ,las tropas rusas rodearon la casa poco despues del amanecer. Según el informe ruso de la operación, el traidor fue enviado a la casa con un ultimátum; o los seis alemanes salían de la casa con las manos en alto, o no saldrían vivos.
No hay informaciones de lo que ocurrió en la casa segura, si el traidor logró convencer a los paracaidistas ,pero, apenas dos minutos después que el traidor entrara en la casa, hubo un estruendo ensornecedor,seguido por un gran resplandor blanco, y el edifico se derrumbó, dejando un gran montón de escombros humeantes.
Antes que rendirse, parece que los agentes alemanes habían decidido detonar los explosivos que llevaban. No hubo supervivientes.
El 17 de diciembre de 1943 se iba llevar a cabo en la Casa Blanca una conferencia de prensa para dar a conocer los resultados de la conferencia de Teherán.
Los reporteros se apretujaban en un apretado semicírculo frente al presidente Roosevelt en el Salon Oval.
El presidente se ubico sentado en su silla de ruedas detrás del enorme escritorio de nogal que anteriormente había pertenecido a su predecesor, el presidente Hoover .
Miembros del gabinete presidencial y los lideres del congreso dieron la bienvenida al presidente tras regresar de Teheran.El presidente de la cámara de representantes, Joseph W. Martin, pregunto al presidente si había habido algún problema de seguridad en Teherán:
“en un lugar como Teherán hay cientos de agentes alemanes, por todo el pais. Supongo seria un buen botín si alguno hubiera podido atacarnos en medio de las calles de la ciudad”.
Martin volvio a preguntar si había habido algún peligro real durante la estancia presidencial en Teheran.El presidente se rio a carcajadas mientras afirmaba que no tenía sentido entrar en detalles, y los periodistas se unieron a sus risas.
El presidente de la camara de representantes, Joseph Martin, dando la bienvenida al presidente Roosevelt.
Pero Reilly, de pie a la derecha del presidente, no movió un solo músculo de su cara, como si fuera de piedra.
No hubo mas preguntas de los reporteros, y el presidente volvió a sus quehaceres.
El estudio más serio de la operación Gran Salto fue publicado el 6 de enero de 1969 por la revista Sunday Time. En el semanario londinense, se especifica que sir Alexander Cadogan, subsecretario de estado del Foreign Office en 1943 afirmaba en sus memorias que en la conferencia de Teheran,los rusos aseguraban haber descubierto un complot alemán para asesinar a los lideres aliados.
En el estudio se incluye una entrevista al embajador Harriman, que afirmaba que Molotov le había asegurado la existencia de un complot. Harriman aseguro que Molotov, una vez finalizada la conferencia, nunca dijo si verdaderamente había existido tal conspiración.
El informe continúa con las declaraciones de sir Kenneth Strong,director de los servicios secretos británicos , que afirma: "Supongo que los rusos utilizaron este complot para persuadir a Roosevelt de que se alojara en una villa situada en el mismo recinto de la embajada soviética en Teherán, y pueden estar seguros que la villa estaría repleta de micrófonos."
Lord Moran, médico personal de Churchill, lo había acompañado a Teheran.En sus memorias dice que Molotov consiguió convencer a Roosevelt de alojarse en una villa en la que estaría muy bien protegido, porque, según el doctor Moran, todos los miembros del servicio domestico eran miembros de la NKVD.
Según el doctor Moran, Churchill era el único miembro de la delegación británica en Teherán que creía en el complot. Pero fuera el complot cierto o no, Stalin consiguió su objetivo de separar a ambos líderes occidentales, y en las siguientes conferencias, Roosevelt practicamente cedió a todas las exigencias del líder soviético, que parecia saber hasta donde podia llegar en sus exigencias, como si supiera como pensaba Roosevelt y hasta donde estaba dispuesto a ceder.
Hitler secret service,the labyrinth – Walter Schellenberg
La Guerra desconocida – Otto Skorzeny
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