jueves, 15 de abril de 2021

1956: Desbloqueando el Canal ; Operación Mosquetero. (1ª parte)

 


  Era un escenario clásico  para una película de espías y de intriga internacional, una villa con tejas rojas aislada entre arboles, casi ocultos por la niebla, con la hiedra agarrada a las paredes de los edificios que se agrupaban en torno a una torre con forma de campanario.

  El primer grupo de  “conspiradores” había aterrizado en un aeródromo francés en las afueras de Paris, y llegaba a la villa, la "Maison Hetzel", situada en los campos que rodeaban la localidad de Sevres, en un automóvil sin distintivos durante la madrugada del día 22 de octubre de 1956.

Maison Hetzel, en Sevres.
  

  Horas más tarde, el lunes por la mañana, el ministro de asuntos exteriores francés, Christian Pineau, que se encontraba en su ministerio en Paris, fue trasladado por su chofer  a su domicilio, en donde tomó su propio automóvil para dirigirse  a la villa, intentando pasar desapercibido.

  Nada mas llegar, estrechaba la mano del primer ministro israelí David Ben Gurion, que estaba dando un paseo por los jardines de la villa. Junto a Ben Gurion se encontraban su jefe de personal, el general Moshe Dayan y el director general del ministerio de defensa israelí, Simón Peres.

Peres, Ben Gurion y Dayan.
  

  Mientras, el ministro de relaciones exteriores de Gran Bretaña, Selwyn Lloyd, llamaba  a su oficina en Londres para informar que no iba a ir a trabajar, ya que se encontraba en cama con un fuerte resfriado. Pero muy pocas horas después, despegaba de un aeródromo británico, para llegar a la villa en  Sevres esa misma tarde del lunes.

  Cuando la reunión entre los conspiradores (entre los que también se encontraban Guy Molelt, primer ministro francés y Anthony Edén, primer ministro británico) terminó, se había llegado a un acuerdo que debía mantenerse en secreto. En la cena que daba por finalizada la reunión, se brindo con copas de champan para celebrar el acuerdo de llevar a cabo lo que más tarde un periodista llamaría “la guerra más corta y más estúpida de toda la historia”.

  El objetivo de la reunión entre franceses, británicos e israelíes era el Egipto de Gamal Abdel Nasser, que en pocos años se había convertido en el líder y el símbolo del nacionalismo árabe.

Nasser junto al premier sovietico Kruschev, en la inauguracion de  la presa de Assuan.
  

  Israel, aun territorialmente inseguro después de  poco mas de 8 años de existencia entre sus vecinos árabes hostiles y sin acceso al mar Rojo por el bloqueo árabe, había informado a sus aliados europeos que iba a lanzar un ataque  preventivo sobre la península del Sinaí el día 29 de octubre.

  En respuesta a esta amenaza de ataque sobre la península del Sinaí, que sin duda afectaría al tráfico de navíos por el canal de Suez, de vital importancia estratégica y económica, Gran Bretaña y Francia intervendrían al siguiente día, 30 de octubre, para dar a los bandos beligerantes 12 horas para dejar de combatir, retirarselos márgenes del canal y aceptar la ocupcion temporal de posiciones clave en el canal para garantizar la libertad de paso por él.

  Este ultimátum,claramente favorable a los intereses de Israel,estaba diseñado para ser rechazado por Nasser. Así, el 31 de octubre, tras un intervalo de tiempo para dar la ocasión a Egipto de rechazar el ultimátum, Gran Bretaña y Francia lanzarían sendos ataque aéreos contra las posiciones egipcias.Las fuerzas aerotransportadas de ambos países europeos aterrizarían entonces en los márgenes del canal de Suez y estarían allí el tiempo suficiente para proteger las instalaciones del canal.

  Los británicos habían quedado, primero asombrados y después preocupados cuando Nasser había nacionalizado el canal de Suez el 26 de julio de 1956.La toma de control del canal dio a Egipto la posibilidad de supervisar el flujo de petróleo entre los pozos de oriente medio y Europa occidental, así como poder controlar el gran flujo de mercancía entre Gran Bretaña y sus antiguas colonias en el medio y lejano oriente.

Nasser anunciando la nacionalizacion del Canal de Suez.
  

  El modelo de la dignidad y la flema de la diplomacia británica, el siempre  educado y bien vestido Anthony Eden, estaba en realidad muy nervioso, negandose a aceptar que la toma de control del canal de Suez por parte de Egipto iba a reducir grandemente la influencia de Gran Bretaña en todo el mundo.

  El primer ministro británico también estaba pasando por un difícil periodo personal, ya que había sido operado de las vías biliares con poco éxito y estaba tomando anfetaminas y otras sustancias que probablemente estaban afectando su acostumbrado buen juicio.

  Por su parte Francia, que había iniciado las reuniones secretas con Israel en junio de 1956, estaba preocupada por la creencia de que Nasser movía los hilos de la guerrilla de inspiración socialista que agitaba Argelia, la joya de las colonias francesas en el norte de África.

Paracaidistas franceses en Argelia.
  

  Una cosa que los tres países conspiradores tenían en común era la conviccion de  que Nasser, que estaba alterando el equilibrio de poder en oriente medio gracias a la ayuda militar y económica de la URSS, debía dejar el cargo, fuera como fuera.

  Los tres países  confiaban en tener la comprensión y el apoyo de los Estados Unidos para su operación sobre el canal de Suez. Los estadounidenses ya se habían enfrentado diplomaticamente a Nasser en la ONU, por el reconocimiento egipcio de la china comunista y la aceptación de las armas del bloque soviético.Ademas, el presidente Eisenhower, de 66 años, tenía las manos ocupadas en una campaña electoral que seguramente se vería influida por el importante y numeroso voto judío.

Anthony Eden y el presidente USA Eisenhower.

 

  Pero las naciones conspiradoras se equivocaron en un importante aspecto. Por mucho que Eisenhower también quisiera quitar de en medio a Nasser,estaba totalmente en contra de usar la fuerza contra él.

  Mientras, la URSS se encontraba apagando incendios en sus estados marioneta del este de Europa.El gobierno polaco acababa de cesar a su ministro de defensa, instalado en el cargo por los soviéticos, y había instalado en el cargo a un polaco, algo que había disgustado a los soviéticos.

  El 24 de octubre, los tanques sovieticos entraban en Budapest tratando de reprimir el levantamiento  de los húngaros.

Levantamiento hungaro de 1956.
  

  Cuando las tres naciones habían formulado su plan en Sevres, también habían dado los primeros pasos para preparar la operación militar. La participación militar anglo-francesa iba a ser numéricamente escasa, comparada con la de Israel, que podía movilizar 100.000 soldados de la noche a la mañna y atacar Jordania con muchas posibilidades de éxito  prácticamente sin preparación previa.

  Aunque Gran Bretaña disponía de un ejército de 750.000 hombres, muchos estaban ocupados en operaciones en el lejano oriente, Africa y la crisis de Chipre.

  Los aviones necesarios para las operación aerotransportadas eran escasos, y el 2 de agosto la petición de movilización de 25.000 hombres, la mayoría de ellos,pertenecientes a la RAF, había sido presentada a la reina Isabel Ii.

  Los franceses, más preparados para la batalla tras la pasada guerra en indochina, también tendrían que disponer de algunas de sus mejores tropas  que se encontraban en medio del avispero argelino.

 Se decidió que el puerto más cercano y más adecuado para reunir los contingentes franco-británicos iba a ser el puerto de La Valetta en Malta, controlado por gran Bretaña, a casi 1500 kilómetros al noroeste de los lugares designados para el desembarco.

Canal de Suez a principios de 1956.

 

(Continuara…)

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