jueves, 12 de agosto de 2021

Heraclio, azote de Persia ( 22ª parte )

 


Viene de aquí:

  A pesar de su crueldad en combate, Kalid demostró inteligencia en la victoria, ofreciendo a la población local la opción de pagar un impuesto de protección  a cambio de poder mantener la libertad religiosa.

  Este impuesto, jizia, no tardaría en implantarse en todos los dominios musulmanes, y aun hoy en día, minorías cristianas en países musulmanes deben pagarlo, si no quieren ser asesinados o esclavizados por el mero hecho de no ser creyentes musulmanes.

Antiguamente, el cobro de la Jizya se realizaba en una ceremonia en la que el infiel pagador debia humillarse ante el recaudador musulman.
  

  Pero en aquellos momentos, los cristianos de lo que hoy es Irak o Siria, vieron a los musulmanes como liberadores de la tiranía persa.

  De nuevo, Kalid se movió con rapidez, mucho más rápido d lo que los generales persas pensaban. Llegó a Walaja en un día sin precisar de mayo del año 633, y seguramente conocedor de la inminente llegada de refuerzos persas, buscó el enfrentamiento con el ejercito de Andarzagar.

  La batalla que siguió se puede describir como una incontestable victoria táctica de Kalid, una maniobra en pinza muy similar a la del cartaginés Aníbal en Cannas, más de 800 años atrás, en el 216 a.c.

  Utilizando a su favor la orografía de la zona, Kalid coloco la noche anterior a la batalla dos contingentes de caballería  en la retaguardia persa, ocultos tras una colina.

Batalla de Walaja.
  

  Seguramente Andarzagar había desplegado a sus tropas con la colina a sus espaldas, ya que era conocedor de la superioridad musulmana en caballería, y esperaba que la colina pudiera dar una protección adicional a su retaguardia y flancos.

  La batalla comenzó con un ataque general de la infantería musulmana, ataque rechazado por la infantería pesada sasánida, que obligaron a retroceder a los infantes de Kalid. Ese era el tipo de combate que los persas querían, a pie, pero mientras los musulmanes retrocedían metro a metro, arrastraron a los persas a una agotadora batalla de  desgaste.

 La arena y el polvo cubrían el campo de  batalla cuando Andarzagar decidió enviar a su caballería para envolver a la formación de Kalid, que formaba una luna creciente.

Porta estandarte sasanida.

 
Andarzagar estaba confiado en su próxima victoria. Sus enemigos se retiraban, y pronto sus líneas se romperian por la presion de su infanteria pesada.Pero justo cuando parecia que la líneas árabes comenzaban a romperse, Kalid dio la señal convenida .

  La caballería árabe apareció por la retaguardia sasánida, envolviendo al ejército persa por ambos lados y cerrando la trampa, como Aníbal había hecho con los romanos 800 años antes.

  Los persas, sometidos a un lento aplastamiento entre la infantería arabe por delante y la caballería por la retaguardia , fueron sucumbiendo lentamente.Cuando Andarzagar vio a su ejército siendo masacrado huyo, solo para morir de sed en el desierto.

  Mientras los soldados  revisaban los cadáveres de los vencidos, Kalid les grito:

 "¿No veis la riqueza de la tierra persa? ¿Recordáis la pobreza de las tierras de los árabes? Si la jihad no nos fuera ordenada por Ala, vendríamos  a conquistar estas ricas tierrasintercambiar la pobreza de nuestros desiertos por la riqueza de estas tierras”

  La victoria de Kalid en Walaja suele ser aclamada como la de una fuerza superada en número, que consigue la victoria sobre un enemigo muy superior gracias al uso de la tactica, la velocidad y la elección del campo de batalla .Aunque se suele afirmar que el ejercito sasánida superaba los 50.000 soldados, es muy probable que en realidad no fuera muy superior al ejercito de Kalid, unos 20.000 soldados.

  Tampoco el de Andarzagar era lo que se suele considerar un verdadero ejército sasánida, ya que estaba compuesto de supervivientes de las batalla de Al-Salasil y Al Mahdar,además de refuerzos de las tribus árabes aliadas de Persia y soldados de las guarniciones persas de la zona.

  A pesar de la derrota en Walaja, el sha Yazdgerd seguía dispuesto a interceptar al ejercito musulman antes  que se acercara  a Al Hira. Ordeno al general Bahman que marchara hacia Ullais para tratar de unirse allí con lo que habia podido salvarse del ejercito de Andarzagar y las tribus árabes-cristianas.

  El general Bahman no estaba de acuerdo con la estrategia del Sha, y se dirigió a Ctesifonte,dejando a su subordinado Jaban al mando de las operaciones en Ullais, con ordenes de no entablar combate con los musulmanes hasta que Bahman volviera.

  Pero Bahman no volvió a Ullais  para tomar  el mando de su ejercito, no se sabe porque, quízas una enfermedad. Kalid, informado de la situación y de los movimientos de Jaban, se dirigió a toda prisa hacia Ullais para enfrentarse a las tribus árabes-cristianas antes que pudieran reunirse con el ejercito de Jaban.

  Pero el avance de las tropas de Kalid no fue lo suficientemente rápido, y cuando se acercaba a Ullais se encontró con ejército de unos 30.000 soldados, la mayoría integrantes de las tribus árabes-cristianas y un contingente menor de tropas sasánidas elegidas a toda prisa de las guarniciones y las tropas fronterizas.

  Kalid, aunque superado en número, no quería dar tiempo a la coalición árabe-sasánida a organizarse, y ataco de inmediato.

  No se sabe mucho de la batalla de Ullais, aunque parece que el general Jaban buscaba un choque entre infanterías, dejando el rio Éufrates a su flanco izquierdo y el rio Khassef al derecho para evitar ataques de la caballería musulmana sobre sus flancos. Pero el sorpresivo ataque de Kalid igualo las condiciones en el campo de batalla.

  El combate duró varias horas, hasta que el ejercito perso-arabe comenzó a retroceder hacia Al Hira.En ese momento, demostrando una vez más su crueldad, Kalid  lanzo a su caballería contra las tropas sasánidas en retirada, y a los que no mato en combate ordenó decapitarlos en la orilla del rio Khassef, cuyas aguas se enrojecieron.

  La victoria de Kalid en la batalla de Ullais indujo a varias de las tribus de árabes cristianos de la zona a rendirse, aceptando el  pago de la jizya,el impuesto que todos los "infieles" que vivian en zonas bajo control musulmán debían pagar si querían ver sus vidas respetadas.

  Kalid puso Al Hira bajo asedio, pero las derrotas de la coalición árabe-sasánida en Walaja y Ullais, junto con la posibilidad de que Kalid fuera razonable con sus condiciones para la rendición significo que Al Hira no resistiera demasiado tiempo, y se rindiera a los musulmanes  a finales de mayo del año 633.

Miniatura persa del siglo XIV que describe la construccion de  la muralla de Al Hira.
  

  Tras acordar el pago de la jizya y convencer  a los ciudadanos de Al Hira para espiar a persas y bziantinos, Kalid les perdono la vida . Asi, Kalid había capturado buena parte de lo que hoy es Irak, un enorme territorio, en apenas unos pocos meses.

  Pero Kalid aun no tenía bastante, y en apenas un mes estaba de nuevo en marcha, siguiendo el Éufrates hacia el oeste, hasta llegar a la ciudad de Al Anbar, en donde una guarnición sasánida trato de resistir el ímpetu musulman, hasta que fueron rodeados y  asaetados por una  lluvia de flechas.

  Kalid se dirigió entonces hacia el sur por la costa occidental de lo que hoy es el lago Milh para atacar la ciudad de Ayn Al Tamur, donde las tribus árabe-cristianas opusieron una fuerte resistencia antes de ser derrotados a finales de junio del año 633.

La ruta de Kalid por Irak.

Mientras descansaba a sus tropas en Ain Al Tamur,Kalid recibió una carta de su lugarteniente lyad Ibn Ghanm pidiendo ayuda para tomar la ciudad de Dumat Al Jandal. Debido al tamaño de su guarnicion, lyad había sido incapaz de tomar la ciudad, que además había recibido refuerzos de las tribus gasanidas que aun mantenían su independencia frente a la invasión musulmana.

  Con ambos bandos incapaces de lograr la victoria, el asedio de Dumat Al Jandal había llegado a un punto muerto, básicamente un intercambio de proyectiles por ambas partes, con alguna ocasional salida de los defensores para destruir  la maquinaria de asedio musulmana.



 

(Continuara...)














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