jueves, 7 de abril de 2022

Heraclio, azote de Persia ( 30ª parte ) ; Yarmuk ( II )

 


Viene de aquí:

Día 5 – 19 de agosto del año 636

  El fracaso de la táctica del general Vahan fue un duro golpe para la confianza del general bizantino, al igual que para sus tropas. Tanto, que el quinto día, los bizantinos no se desplegaron para presentar batalla. En vez de combatir, Vahan envió un emisario al campamento musulmán para pedir una breve tregua.

  Kalid vio rápidamente lo que significaba esa peticion de tregua por parte bizantina,era un signo de debilidad. Vio que la moral y la fuerza combativa de sus enemigos pendían de un hilo, y declino el ofrecimiento de tregua.

  Pero, en lugar de forzar un enfrentamiento, paso el resto del día reuniendo de forma secreta a la mayoría de su caballería, unos 8.000 hombres, para desplegarla detrás de sus lineas, oculta a la vista del enemigo.

  Reservo un contingente de unos 500 hombres al mando de Dirar al Azwar, que fue enviado al amparo de la noche para ocupar el puente sobre el rio Raqqad en las cercanías de la localidad de Ayn Dhakar.

Rio Yarmuk, en la actualidad.
  

  La capacidad del contingente de Dirar Al Azwar de mantener el puente en su poder contra los contrataques bizantinos iba a tener unas consecuencias vitales para el ejercito de Vahan en el sexto y último día de la batalla.

Día 6 – 20 de agosto de 636

  La determinacion de  Kalid, el éxito de Al Azwar en la toma del puente sobre el rio Raqqa y la creciente desilusión en el campamento bizantino indicaba que desde el fin del combate del 4ª día, se había producido un cambio en las condiciones de batalla.

  Desde el comienzo de la ofensiva bizantina a principios del año 636, los musulmanes habían estado a la defensiva, retirándose ante el avance bizantino y reaccionando a la defensiva en Yarmuk, repeliendo los ataques de las tropas del magister militum Vahan.

  Pero había llegado el turno de Kalid. Cuando ambos ejercitos se dispusieron a desplegarse en la llanura de Yarmuk para dar comienzo a   un nuevo enfrentamiento, fue la infantería musulmana quien lanzo un rápido ataque a lo largo de toda la línea.


 

  Con la infantería romana librando combate con la musulmana, Kalid tomo la caballería que tenia oculta tras sus líneas y cayó sobre el flanco izquierdo bizantino.

  Debido al gran numero de la caballería musulmana, la caballería de Bucinator fue barrida, dejando a su infantería peligrosamente expuesta. Vahan pudo reconocer el peligro, y ordeno a sus tres escuadrones de caballería converger en la retaguardia de Bucinator para lanzar un contraataque y repeler a la caballería musulmana.

  Pero la falta de comunicación y coordinación, o quizás la extrema rapidez del  ataque de la caballería de Kalid, los contingentes de caballería bizantina no pudieron responder a tiempo para sostener el flanco de Bucinator.

  El flanco izquierdo romano, que en días anteriores  había estado a punto de ganar la batalla en Yarmuk, tuvo que sufrir el ataque frontal de la   infantería musulmana y el ataque de flanco de la caballería de Kalid, y fue desarbolado por completo .

  

  A pesar de que un gran numero de soldados bizantinos aun continuaban luchando, el colapso del flanco izquierdo de Bucinador hundió por completo el despliegue bizantino, sobre todo cuando los supervivientes de Bucinator buscaron la proteccion del centro bizantino, abandonando la posición del flanco izquierdo.

  Los hombres  del general Arm giraron hacia la izquierda, y cayeron sobre el expuesto centro bizantino. Vahan tenia aun una última carta que jugar antes del desplome completo de su ejercito, lanzar un contraataque con toda la caballería que podía reunir. Pero Kalid no iba a permitir que la caballería bizantina tuviera tiempo de  organizarse, y cuando el flanco izquierdo bizantino se derrumbo, lanzo su caballería.

  Desmoralizados, desorganizados y tomados completamente por sorpresa, la caballería bizantina fue expulsada del campo de batalla, huyendo hacia las colinas del norte y dejando lo que quedaba de infantería bizantina a su suerte.

  

  Abandonados por su caballería y atacados de frente, por el flanco y por la retaguardia, la infantería bizantina lucho valientemente e incluso intento  retirarse en orden.

  Pero, sin caballería aliada en el campo de batalla, la unica opción de retirada para la infantería bizantina era cruzar el rio Raqqad y dirigirse hacia su fortificado campamento para reagruparse.

  Con la caballería de Kalid bloqueando cualquier ruta de escape hacia el norte y el este, y el puente sobre el rio Raqqad ocupado por la caballería de Al Azwar, la infantería bizantina estaba atrapada.

  

  Muchos infantes murieron ahogados al intentar atravesar el rio a nado, mientras la mayoría de los supervivientes caían bajo los sables de la caballería musulmana.

  Por que el verdadero alcance de lo ocurrido  a los bizantinos en Yarmuk  no se debió solo  a lo que había ocurrido en el campo de batalla, sino la rapidez, la crueldad implacable y la determinación con la que los musulmanes sacaron partido a la victoria.

  En lugar de descansar y celebrar la victoria, Kalid envió contingentes de caballería en todas direcciones para cazar y liquidar a los supervivientes bizantinos. Asi, el ejército bizantino que había reconquistado las ciudades de Siria a principios del año 636 ,dejo de existir.

  También el liderazgo militar bizantino pagó un alto precio: Teodoro Tritorius, Jorge y Bucinator, los mejores generales bizantinos, murieron en combate, mientras que el Magíster Militum Vahan huyo para retirarse a un monasterio en el Sinaí, en donde se quitaría la vida poco después.

  El comandante de las tropas gasanidas del ejercito bizantino, Jabalah, ignorado por generales bizantinos y poco utilizado en Yarmuk, deserto al campamento musulmán y se convirtió al islam  para escapar de la muerte. No fue la única deserción de Jabalah, ya que un par de años después, fue condenado a muerte tras abofetear y ridiculizar a un mendigo. Jabalah escapó entonces de  territorio musulmán y volvió al servicio del emperador Heraclio, que lo nombro gobernadordel cada vez más escueto territorio gasanida .

  Otro comandante del ejército bizantino  presente en Yarmuk, pero que aparentemente no dirigió ningún contingente  en la batalla fue el sasánida Nicetas, hijo del general Sarabaraz, quizá por alguna disputa por el liderazgo del ejercito bizantino con el general Vahan.

  Nicetas sobrevivió a la batalla y pudo huir, llegando hasta Emesa, en donde fue capturado por la caballería musulmana. Tras su captura parece que intento desertar y convertirse al islam, pero fue asesinado.

  La pérdida de todos esos líderes militares hizo inútil cualquier intento bizantino de reconstruir otro ejército para oponerse a la presencia musulmana en Siria.

  La derrota bizantina en Yarmuk dejo al emperador Heraclio en una situación militar desesperada, porque sin un ejército de campaña de gran tamaño para operar en Siria, las provincias mesopotámicas y armenias habían quedado virtualmente indefensas, con solo unas pocas guarniciones aisladas para hacer frente a las hordas islámicas.


 

(Continuara…)

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