lunes, 30 de enero de 2023

1808: Napoleón: 1ª guerra peninsular ( XIII )

 

"Arthur Wellesley", obra de Sir Thomas Hamilton.

Viene de aquí:

  El tiempo que Wellington pasó en la india lo convirtió en un formidable comandante, y allí desarrolló rasgos de su personalidad que más tarde lo harian famoso. Experto jinete y abstemio (algo realmente extraño en aquella época), se mantenía físicamente en forma, y en batalla se le veía moverse continuamente de un lugar a otro para asegurarse que sus ordenes llegaban a tiempo a los destinatarios.

  Su insistencia en intervenir personalmente y negarse en delegar era al mismo tiempo, una debilidad y una fortaleza. Aunque algunas veces su presencia servía para asegurar que sus subordinados siguieran perfectamente sus órdenes, en otras ocasiones podía minar la confianza de sus oficiales.

 

  De una agilidad mental envidiable, era al mismo tiempo un meticuloso planeador que ponía gran atención a los detalles. Analizaba pacientemente los informes de su inteligencia, anotando en su mente las capacidades y las fortalezas de sus enemigos. En el campo de batalla siempre trataba de anticiparse al enemigo, y siempre tenía un plan B por si fallaba su estrategia inicial.

  Aunque reconocía el valor de tener un estado mayor competente en tareas de aprovisionamiento de su ejercito, Wellington tomaba un interés especial en calcular el tiempo en que sus tropas iban a llegar a sus objetivos, cuantas provisiones iban a necesitar y en donde se iban a  construir campamentos para que sus hombre pudieran descansar mínimamente antes de una batalla.

  Sir Arthur regreso a Inglaterra en 1806, siendo premiado con el nombramiento de Caballero de la Orden del Baño. Pero muchos de sus opositores estaban celosos de su éxito, y atribuyeron su ascenso a la influencia política de su familia, despreciando su labor al frente del ejército británico en la India.

Caballero de la Orden del Baño.
 

  Se le dio el mando de una brigada en Hastings, cuando el miedo a una invasión napoleónica de las islas britanicas empezaba  a aparecer en el horizonte.Pero la invasion no se produjo, y la inactividad le llevó de nuevo a reanudar su carrera política convirtiendose en parlamentario por los condados de Rye, Mitchell y Newport consecutivamente.

  Aunque la familia Wellesley  cada vez tenía más enemigos, seguía manteniendo gran poder en el parlamento británico, y sir Arthur siguió haciendo buenos contactos. Hizo una buena amistad con lord Castlereagh, que influyo para colocar a sir Arthur en un sillón del gabinete del primer ministro y 3er duque de Portland, William Cavendish-Bentinck, con el cargo de secretario de estado para los asuntos irlandeses, entre 1807 y 1809.

"Retrato de William Cavendish-Bentinck", obra de John Murphy.
 

  Administrar la siempre levantisca Irlanda era un difícil y poco deseado trabajo, sobre todo tras la brutal represión  de la gran rebelión irlandesa de 1798, plagada de atrocidades por ambos bandos.

"Gran rebelion irlandesa de 1798".
 

  Como protestante ingles de ascendencia irlandesa, sir Arthur trato de congraciar mínimamente a los grupos religiosos opuestos y facciones nacionalistas respectivas, con muy escaso éxito. Aunque no pertenecía  a ningún partido político, era un conservador que creía en mantener el orden establecido, así que era un firme opositor a las reformas revolucionarias que Napoleon  representaba.

  En 1807, Sir Arthur volvió momentáneamente al ejército, participando en los combates durante la expedición británica a Copenhague, liderando una división  de infantería en el cuerpo expedicionario liderado por Lord Cathcart. Combatio con éxito en la batalla de Kioge, cuando los daneses trataron de  romper el asedio de la ciudad, pero el ejercito danés, prácticamente formado por unidades de milicianos, no fue rival para el bien entrenado ejercito ingles.

Miliciano danes, 1807.
 

  En términos militares, la expedición britanica a Dinamarca había sido un éxito, pero el ataque a un pais neutral como era Dinamarca, y la incautación de su flota fue políticamente perjudicial para el imperio británico.

  Wellesley había vuelto a Irlanda, a Cork, en donde el 14 de junio recibió el nombramiento como comandante en jefe  de la expedición británica a la península ibérica. Sir Arthur comenzó a reunir a las diversas unidades de las que iba a disponer, algo realmente complicado, ya que estaban diseminadas entre distintos acuartelamientos en Irlanda  y en Gibraltar.

  Para trasladar al contingente  de Wellesley en Irlanda, la Royal Navy solo pudo aportar 21 navíos, totalmente insuficientes para transportar a la península ibérica a los cerca de 10.000 hombres de los que iba a disponer Wellesley.

  La infantería era excelente, sobre todo la infantería de línea, experta en mil batallas.14 compañías de fusileros acompañarían a la expedición, una cantidad inusualmente alta de este tipo de infantería ligera de elite.

Infanteria de linea.
 

  Dos baterias de artilleria de seis piezas cada una formarían parte de la expedición, pero habia serias dificultades para conseguir buenos caballos de transporte. De caballería, solo el 20º regimiento de dragones iba a representar la caballería en la expedición, y solo se habían podido reunir en Irlanda 224 caballos y de segunda clase.En la península ibérica iba a ser difícil conseguir mejores caballos, así que un solo regimiento de  dragones debería combatir a la caballeria francesa, una de las mejores de Europa, que ademas superaba abrumadoramente en número a la inglesa.

  El problema más serio al que se enfrentaba Wellesley era la intendencia.Apenas había sitio en los 21 navíos de la flotilla para los hombres y los caballos, y conseguir los carros necesarios para el transporte fue muy complicado.

 

  Tras discutir, sobornar y chantajear, Wellesly finalmente logro reunir 564 caballos (224 para los dragones, 34 para su estado mayor y 306 para la artilleria y el transporte).Los únicos vehículos que pudo encontrar fueron 18 carros para la munición, otros 18 carros para transportar los cañones, tres carros dotados de forja y cuatro carruajes para transportar herramientas  y útiles de cocina.

  Wellesley ya tenía su ejercito y una flotilla para transportarlo, pero aun no sabia en donde desembarcaría en la península ibérica. Aunque el gobierno británico prefería que el desembarco fuera en España, los españoles, nuevos aliados de Gran Bretaña, eran altamente reluctantes a permitir que su atávico enemigo pusiera sus pies en su nación.

  Las noticias de la insurrección en Portugal fueron bien recibidas en Gran Bretaña, ya que se abrian nuevas posibilidades estratégicas.

  Como potencia maritima, los británicos querían un gran puerto de aguas profundas como base de operaciones en la península ibérica. Si los españoles se negaban a ello, las unicas alternativas eran Gibraltar y Lisboa.

  Gibraltar llevaba más de un siglo en manos británicas y podría ser utilizada sin dificultad por la Royal Navy, pero los españoles no olvidaban, y el imperio británico no quería perder a su nuevo aliado.

  Así que Lisboa  fue la elegida, ya que, ademas de considerar a la armada portuguesa inoperante, los británicos tenían poca confianza en  la capacidad militar del nuevo ejercito y las milicias portuguesas. Asi, los  principales defensores del desembarco en las cercanías de Lisboa eran los estrategas de la Royal Navy, que además de conocer el puerto perfectamente, tenían a mano en caso de necesidad las buenas instalaciones portuarias para reparación de barcos.

  Y la estrecha amistad que durante siglos había existido entre los británicos y los portugueses tambien era un factor a tener en cuenta.

 Los informes de inteligencia desde la península eran a menudo contradictorios y poco fiables, así que Wellesly decidió aplazar la decisión de en qué punto exacto de la costa lisboeta iba a desembarcar para el último momento.

  Se aconsejo a Wellesley  que abandonara momentáneamente la flota y se dirigiera a La Coruña, para valorar la situación general desde allí. Podría negociar con los españoles y decidir según los informes sobre el terreno y su propia estimacion de  la situación.

Desembarco britanico en la bahia de Mondego, el 1 de agosto de 1808.

(Continuara…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario