martes, 7 de marzo de 2023

Barón Rojo, dueño de los cielos (4ª parte)

 

Von Richthofen accediendo a su Albatross D.V en el aerodromo de Rocourt.

Viene de aquí:

  El 24 de junio, Alemania formaba oficialmente su primer ala de caza, Jagdgeschwader nº 1 (JG1), que iba a integrar a las escuadrillas Jasta 4, 6, 10 y 11. El oficial designado para comandar la nueva estructura de caza iba a ser Manfred von rRchtofen, quien asumió el mando nominal al día siguiente.

  Karl Allmenroder, al mando del Jasta 11, invito a su antiguo maestro para unirse a una operacion de  combate en los alrededores de la localidad de Le Bizet, donde el nuevo comandante se anotaría su victoria nº 56 sobre un caza Re.8 del escuadrón de caza nº 56 del Real Cuerpo Aereo britanico.

  El 6 de julio, Jasta 11 despegó de su base para tratar de interceptar a una escuadrilla enemiga, patrullando los cielos sobre la región entre Ypres y Armentieres.Tras una hora de vigilancia, fueron atacados por 6 cazas FE.2ds del escuadron 20 del RCA .Mientras se entablaba el combate, aparecieron  dos cazas Albatross mas, que se unieron a la refriega.

  Superados en número, los biplazas FE.2ds se vieron obligados a tomar una formación en circulo mientras disparaban sobre los Albatross que se acercaban. El caza del líder de la formación británica, capitán Douglas Charles Cunnel, con cuatro victorias en su haber, diviso a un Albatross rojo que se acercaba.Cunnel viro de inmediato, girando hacia donde se aproximaba Richtofen para encontrarse con él en un ataque frontal.

La  formacion en circulo permitia a los cazas disparar consecutivamente sobre cualquier enemigo situado en el exterior del circulo.

 

  El artillero de  Cunnel, segundo teniente Woodbridge, abrió fuego cuando su enemigo se encontraba a unos 300 metros de distancia, mientras ambos aviones volaban uno hacia el otro a una velocidad de unos 300 km/h.

  Tras dos o tres segundos de frenéticos disparos, una bala alcanzaba la cabeza de Richtofen en el lado izquierdo, por al parte de atrás, rebotando en el craneo, paralizándole inmediato y dejándolo momentáneamente ciego.

 

  Todavía hay debate sobre quien disparo la bala que hirio a Richtofen, siendo poco probable que fuera una bala procedente del FB.2d del capitán Cunnel. Existen varias teorías, incluso la del fuego amigo, pero sin respuesta definitiva.

  Richthofen pudo recuperar milagrosamente el control de su Albatross el tiempo suficiente para aterrizar en un campo cerca de Comines. La infantería alemana lo traslado de urgencia al hospital de Courtrai, donde fue diagnosticado con “un rebote en la cabeza de una bala de ametralladora”.

  El cráneo de Richtofen había quedado expuesto, dejando a la vista una profunda herida de unos 10 cm de diámetro, que sangraba profusamente. A pesar que la bala no había causado daño permanente, dejo a Richthofen severamente conmocionado durante días, tanto que, aunque se reintegro a su cargo de comandante del JG1 el 25 de julio, no pudo subirse a su Albatross rojo  hasta el 16 de agosto, cuando convirtió en llamas un Nieuport al oeste de Houthulst, su victoria nº 58.

  Su segundo vuelo tras  ser herido, el 26 de agosto, le otorgó una nueva victoria, la 59.

  Pero ambos vuelos lo habían dejado física y mentalmente  exhausto, y además, el día 27, al realizarle una cura en la herida, al cambiarle el vendaje se desprendió una astilla de hueso de la herida.

  Richthofen y sus pilotos se habían quejado durante mucho tiempo de las escasas cualidades del Albatross D.V, considerando que le faltaba maniobrabilidad y velocidad de ascenso necesarias para atacar a las formaciones de bombarderos enemigas que volaban a  mayor altitud.

  Para entonces, la columna vertebral de los diversos jastas estaban compuestas de obsoletos Albatross D.III y D.IV, y Richthofen escribió una misiva al oberleutnant Fritz von Falkenhayn , ayudante del jefe de aviación del ejército imperial alemán, Hermann von Der Lieth Thomsen :

  “sus triplanos SPAD, de 200 CV, al igual que el Sopwith monoplaza, juegan con nuestro Albatross. El D.V es tan obsoleto y tan ridículamente inferior a los aviones  ingleses que nadie que no tenga extensos conocimientos del combate aéreo tiene ninguna oportunidad enfrentándose a los ingleses.

  La gente en nuestra patria lleva sin ver nada nuevo casi un año, excepto este pésimo Albatros, y se han quedado pegados al diseño del Albatros D.III. ,con el que volé  varias misiones de combate en el otoño del pasado año.

  Mientras no haya competencia para Albatross, nos quedaremos en la estacada con el D.III y el D.IV.”

  El 28 de agosto, sin avisar, Fokker entregaba al Jasta 11 dos Fokker Dreidecker de preproducción  en el aeródromo de Markebeke, que fueron inmediatamente puestos a prueba por Richthofen y el teniente Werner Voss, otra de las estrellas emergentes de la caza alemana.

Teniente Werner Voss.
 

  El Dreidecker combinaba una excelente velocidad de ascenso con una increíble maniobrabilidad, y el 31 de agosto Richthofen mostraba el nuevo avión al canciller del Reich, George Michaelis, al general Von Armin y otros dignatarios militares y políticos.

Manfred Von Richthofen junto al canciller Michelis.
 

  Al día siguiente y el 3 de septiembre, Richthofen se anotaba sus derribos 61 y 61, ya con su nuevo avión. Pero el teniente general Ernst von Hoeppner se entero de que su mejor piloto estaba actuando en contra de las recomendaciones medicas para que permaneciera en tierra firme, y ordeno a Richthofen  permanecer en el suelo hasta que estuviera completamente recuperado de su herida en la cabeza.

  Manfred pasó ese tiempo de recuperación cazando, como invitado del duque de Sajonia, antes de viajar para pasar unos días en el hogar familiar a primeros de octubre. Pero nunca perdió el contacto con su unidad, y  así recibió las noticias de la muerte en combate de sus camaradas, tenientes Wolff y Voss, este último con 61 victorias.

Manfred junto a su padre, en el hogar familiar.
 

  Aunque se reunió brevemente con su familia, su mal humor era evidente, quizás debido a los efectos de la herida en su cabeza o al deseo de volver rápidamente al frente, donde sus camaradas seguían muriendo en combate.

  El 23 de octubre recibió la autorizacion de  los médicos que lo trataban para volver a la actividad, y regreso a su unidad, siete días después, sobre un flamante Fokker Dr.1.

Aterrizando con su Fokker Dr.1
 

  Durante una patrulla con su hermano Lothar, el motor de este últimos se paro, viéndose obligado a un aterrizaje de emergencia cerca de Zilverberg. Manfred aterrizo junto a Lothar, dañando gravemente su nuevo triplano, que debió ser abandonado.

Manfred y Lothar.
 

  Al día siguiente, Heinrich Gontermann, del Jasta 15 y con 39 victorias en su haber, murió cuando su Dreidecker literalmente se partió en el aire, un destino que se repetiría al dia siguiente con Gunther Pastor, del Jasta 11.

  Era evidente que algo no funcionaba bien en el diseño del nuevo Fokker triplano, y los primeros exámenes técnicos encontraron varias debilidades estructurales, causadas por fallo humano, lo que llevó a  dejar en tierra al prototipo hasta que se corrigieran los errores, mientras se continuaban las operaciones con los viejos Albatross D.V.


 

  El JG1 fue trasladado al área de Cambrai, en donde participó en el exitoso contraataque alemán que puso fin a la ofensiva aliada .Richthofen se anotó dos victorias mas , 62 y 63 los días 23 y 29 de noviembre, tras lo cual fue convocado en Alemania para probar un prototipo de  triplano diseñado por Pfalz en en aeródromo de Speyer

  Tras la prueba, y muy poco entusiasmado por el desempeño del prototipo, Richthofen regresó al JG1 el 20 de diciembre.

Pfalz triplano.

(Continuara…)

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