martes, 28 de marzo de 2023

Heraclio, azote de Persia ( 38ª parte )

 


Viene de aquí:

  La falta de una defensa organizada de su capital no solo demostraba el pobre estado en el que se encontraba el ejército persa tras ser derrotado por bizantinos, turcos y musulmanes.Tambien mostraba lo poco preparadas que estaban las defensas  sasánidas contra un ataque desde el sur.

  Siglos de continuas guerras con bizantinos y tribus nómadas de la estepa euroasiática había hecho concentrar los esfuerzos defensivos sasánidas hacia el norte de Ctesifonte.

  El contraste entre la destruccion de  los puentes sobre el canal de Nahrawan para tratar de ralentizar la llegada de las tropas bizantinas en el año 627, con la extremada facilidad con la que los guerreros de Saad llegaron a Veh-Ardashir y tomaron Ctesifonte en el 637 mostro la debilidad de las defensas persas hacia la amenaza que había surgido desde el sur.

Canal de Nahrawan.
 

  Pero la evacuacion de  su capital practicamente sin lucha no significaba que no hubiera contingentes importantes de ejércitos sasánidas a los que los musulmanes debían derrotar antes de consolidar el control islámico de Mesopotamia.

  El principal ejercito persa, a mando de Mirhan y Kurrazad se había retirado al norte de Jalula (cerca de la actual Bagdad), en un lugar estratégico, entre las provincias persas de Mesopotamia, Korasan y Atropatene.

 

  También había contingentes persas al norte de Birtha (actual Tikrit ), en una poderosa fortaleza al norte del curso alto del rio Tigris, en el actual Mosul.

  El gobernador de la fortaleza, Intaq, había logrado reunir una poderosa guarnición  con supervivientes de Ctesifonte y nuevos reclutas de las tribus de árabes cristianos de la región.

  Tras tomar Ctesifonte, Saad envió la mayor parte de su ejercito hacia Jalula en abril, y alrededor de 5.000 hombres bajo el mando del general Abdulla para atacar la fortaleza en la que se encontraba Intaq.

  Abdulla intento un ataque frontal, siendo rechazado fácilmente por las  tropas de Intaq. Abdulla envió entonces varios espías  para contactar con el contingente de arabes cristianos.

  Parece que los persas se enteraron de  la traición de los árabes, y trataron de  abandonar la fortaleza, pero fueron descubiertos  por  los musulmanes y sus antiguos aliados árabes.

  La guarnición, reducida tras la traición de los arabes, apenas pudo resistir unos días, y los musulmanes recibían la rendición de Mosul sin apenas lucha.

  Con la conquista de Mosul, Abdulla había cortado una posible ruta de retirada y de llegada de refuerzos  para las tropas sasánidas en Jalula, que disponía de una excelente posicion defensiva, con el rio Diyala al oeste y las estribaciones de los montes Zagros al este.

  Mihran sabía que la llanura  frente a Jalula se iba estrechando según se acercaba a la ciudad, y “canalizaría” al ejército musulman.Convirtio la propia ciudad de Jajula en una fortaleza, protegiendo  la ciudad con una linea de trincheras que se extendía desde los montes Zagros hasta el rio Diyala, sembrando la llanura de miles de abrojos para obstaculizar a la caballería e infantería musulmana.

Abrojos.
 

  Los arqueros y la artillería se colocaron en las fortificaciones para acosar a las tropas musulmanas en su aproximación  a la ciudad. Mirhram decidio que solo tras infligir gran daño a la fuerza  atacante dejaría su posicion defensiva para contraatacar y lograr una victoria decisiva.

Despliegue inicial.
 

  Al inspeccionar la disposicion  de  las defensas persas, Hashim, al mando del ejercito musulman, vio clara cuál era la estratagema de Mihran presentando a  los musulmanes una sola opción ofensiva : un ataque frontal.

  Eso era algo que Hasim no podía permitirse, ya que el tamaño de ambos ejércitos enfrentados era  posiblemente muy similar, entre 12 y 14.000 hombres cada uno.

  La idea de Hashim fue entonces alejar a los persas de su línea defensiva mediante el empleo de una de las más arriesgadas maniobras en las tácticas  militares: la retirada fingida.

  El peligro de esta táctica  es que una retirada fingida puede convertirse en una retirada muy real si la moral y la disciplina de los que tiene que realizarla no son lo suficientemente fuertes, y si el contrincante esta bien coordinado y sabe lo que se hace, la retirada fingida puede convertirse en un desastre.

  Tras las numerosas victorias de las tropas de Hashim desde la península arabiga hasta Jalula, el general musulman tenía todas las razones para creer en la disciplina y la destreza de sus soldados para intentar tan peligrosa táctica.

  No hay evidencia clara de lo ocurrido, aunque parece que la presencia de su propia trinchera y los abrojos impidió a los persas lanzar una persecución coordinada contra los musulmanes en fuga, tanto que los persas tuvieron que perder tiempo  construyendo  un puente para superar su propia trinchera.

  Así, la batalla comenzaría con un ataque frontal musulman, repelido por la artilleria y los arqueros persas,.Los musulmanes se retirarían, lo que tomaría Mihran como una señal de que su táctica funcionaba y que las tropas musulmanas estaban a punto de huir desordenadamente.

  Mihran lanzo entonces su planeado contraataque, y mientras  los persas avanzaban por la llanura en persecución de los musulmanes, se iban alejando de sus defensas.

  Primero tuvo lugar el choque entre ambas infanterías, en plena llanura. Hashim había ocultado en su retaguardia  un fuerte contingente de caballería, y lo lanzo sobre el flanco derecho persa, para capturar el puente recién construido sobre la trinchera persa, poco defendido.

  Una vez tomado el puente por la caballería musulmana, el resto de la batalla fue una repetición  mas de tantas otras batallas. Con su ruta de escape hacia la ciudad  en manos musulmanas, los persas se vieron  rodeados por el frente por la infantería musulmana y, en la retaguardia por la caballería.

 

  Atrapado por sus propias defensas, las tropas musulmanas y la orografía, el ejercito persa de desintegro con rapidez. Aunque algunos miles de soldados persas lograron huir y refugiarse en Jalula, el ejercito persa de Mihran y Kurrazad, que murio en combate, había dejado de ser una amenaza para los musulmanes.

  Tampoco se conoce con exactitud la fecha de la batalla final por Jalula, ya que algunas fuentes afirman que la batalla decisiva llegó tras un asedio musulman de 7 meses de duración, mientras que otras fuentes afirman que la batalla fue antes que el asedio, en abril del año 637.

  Así, Jalula había caído en manos islámicas a finales del año 637, mientras el aun rey sasánida Yazdagerd III instalaba su corte en Hulwan, a 150 kilómetros de Ctesifonte.Pero no iba a durar mucho allí, ya que a finales del año 638, el ejercito de Saad se presentaba frente a las murallas de la ciudad.

  Pero el emperador persa ya no estaba allí. Al oír las noticias de la cercanía del ejercito musulmán, había escapado, una vez mas, hasta Qom, 150 kilómetros al sur de lo que hoy es Teherán.

Restos de la antigua ciudad de Qom.
 

  La pequeña guarnición que había quedado en Hulwan poco pudo hacer para resistir la marea islámica, y la ciudad cayo en apenas dos semanas. Saad envió entonces un mensajero al califa Omar, preguntando que debia hacer, si asentar sus conquistas recientes o perseguir al rey sasánida.

  Omar tenia buena parte de sus dominios sufriendo la plaga de Anwas, y ordeno a sus hombres en Mesopotamia volver, ya que quería asaltar la Anatolia aun en poder del imperio bizantino. Y lo que hoy es la frontera entre Iran e Irak se convirtió en al frontera entre las tierra del califa y las del emperador persa, al menos momentáneamente.


 

(Continuara…)

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