martes, 19 de noviembre de 2013

1917 : Guerra secreta en Sudamerica (5ª parte )



Las conversaciones secretas entre alemanes, japoneses y mejicanos salieron a la luz con la aparición en escena del llamado telegrama Zimmermann.

Con fecha del 19 de enero de 1917, el telegrama cifrado enviado por el ministro alemán de exteriores Arthur Zimmermann al embajador alemán en Méjico, Heinrich Von Erckart, proponía una alianza entre Méjico,Japón y Alamania en el caso que la nueva táctica submarina de los alemanes empujara a los EEUU a entrar en la guerra.

 Telegrama Zimmermann.

Las instrucciones insinuaban que, en caso de ayuda de los mejicanos a los alemanes, estos ayudarían a reconquistar de manos norteamericanas los territorios perdidos por los mejicanos de Texas, Nuevo Méjico y Arizona.

Cuando el telegrama salió a la luz en marzo de 1917, la reacción de la opinión pública estadounidense fue prácticamente unánime. Debían abandonar su actitud neutral ante la guerra en Europa y unirse a las fuerzas aliadas.La expedicion de castigo del general Pershing contra Pancho Villa había fracasado, y la opinión publica de Estados Unidos ya se había olvidado del asunto. Pero la intención alemana de prestar ayuda a Méjico para invadir los estados fronterizos irrito a los americanos.


 A pesar de que entre los políticos americanos había quien se negaba a creer la autenticidad del telegrama e incluso pensaban que se trataba de un truco de los británicos para incitar a entrar a los Estados Unidos en la guerra, muy pronto sus dudas serian disipadas. El propio ministro alemán Zimmermann reconocía la autenticidad del telegrama.

El presidente Wilson, un empecinado amante de la neutralidad, se vio obligado por su opinión pública a declarar la guerra a Alemania, el 6 de abril.


Una de las primeras órdenes ejecutivas del presidente Wilson tras declarar la guerra fue instaurar una fuerte censura sobre todas las formas de comunicación,entretenimiento y periodismo.

Se asignaron censores encargados de monitorizar las líneas de teléfono y telégrafo del departamento de guerra y las líneas de comunicaciones submarinas del departamento de la armada,sobre todo las comunicaciones entre las ciudades latinoamericanas y el centro  de transmisiones que los alemanes tenían en Nauen.

El departamento de estado norteamericano creo la Junta de Comercio de Guerra, un grupo de agentes y de analistas económicos encargados de seguir los rastros del dinero alemán, y contrato a expertos agentes de bolsa de Wall Street para averiguar donde se invertían dichas cantidades de dinero de origen alemán.

Lo que más preocupaba a los americanos era la existencia o no de bases de submarinos alemanes en México y centroamerica.Era esencial conocerlo para determinar las rutas mas seguras  para los mercantes, sus barcos de escolta y sus guardias armados.

De hecho, la inteligencia naval alemana ya estaba preparando la construcción de bases logísticas para submarinos en America.El gobierno de Carranza en México, a cambio de una gran cantidad de armas y dinero, ya había accedido a permitir la construcción de bases en sus costas ,y los respectivos gobiernos de Guatemala, Costa Rica, Colombia y Venezuela estaban en conversaciones con los alemanes.

La mayoría de los agentes alemanes operativos en los estados unidos habían huido a Sudamérica a finales de 1917.Buena parte de ellos se había dirigido a Mexico,donde planeaban hacer volar las instalaciones petroleras de Tampico,que era el principal punto de avituallamiento de combustible de la armada real britanica.Pero el gobierno mejicano no podía prescindir de ninguna manera de los ingresos que recibía por el combustible, y prohibió a los agentes alemanes causar ningún daño en las instalaciones de la zona.

 Instalaciones petroliferas de Tampico.

Las comunicaciones entre los agentes alemanes en Sudamérica y su base en Berlín se hacían cada vez mas complicadas según transcurrían la guerra. La guerra naval y económica se sostenía  por una compleja red de órdenes, informes que circulaban por una serie de estaciones situadas en todo el hemisferio, pero con solo una estación emisora hacia Europa.

Dicha estación estaba en Iztapalapa, en Mexico, y era la única con capacidad de comunicación con el centro de espionaje alemán en Nauen.


 Desde 1915, los servicios secretos de Gran Bretaña, Japon y USA conocían el emplazamiento de la estación transmisora de Iztapalapa, y trataron de sabotearla en varias ocasiones, aunque no lo consiguieron hasta julio de 1918, por medio del agente de la inteligencia naval británica Alfred Mason, autor mas tarde de la obra literaria " Las cuatro plumas".

Mientras tanto, las actividades de los agentes alemanes en Sudamérica se incrementaban, con los gobiernos de Chile, Venezuela y Argentina haciendo la vista gorda.

Los barcos mercantes aliados con destino a Europa y Estados Unidos seguían viéndose afectados por explosiones e incendios.Aparentes civiles inactivos paseaban por los muelles tomando fotografías  de los buques aliados y sonsacando información a los marineros, informacion que rápidamente pasaba a poder de los comandantes de los submarinos alemanes en la zona.

Enormes cantidades de ganado destinado a alimentar  a los combatientes aliados en Europa sufrían graves enfermedades, posiblemente salidas de los tubos de ensayo de Antón Dilger, un científico norteamericano de origen alemán, pionero en la guerra biológica contra los aliados, que había sido el primero el utilizar el anthrax, inoculandoselo a caballos, y que curiosamente, murió en Madrid en 1918, en una epidemia de gripe.


 En septiembre de 1915,11 espías alemanes habían sido ejecutados en la Torre de Londres.3 de ellos eran de origen sudamericano: Fernando  Buschman, brasileño, Augusto Rogen, uruguayo y Ludovico Hurowitz, peruano.

 Augusto Rogen.

Fernando Buschmann.

Los tres habían sido capturados ejecutando misiones de escaso valor y pobremente concebidas. Pero los alemanes muy pronto  aprendieron de sus errores. En vez de dedicarse a influir sobre marineros o civiles de escaso valor operativo, comenzaron a infiltrarse en las embajadas  y en las misiones diplomáticas de los países aliados. Al final de la guerra, los agentes alemanes estaban infiltrados en puestos de importancia en la practica totalidad de las oficinas consulares norteamericanas en Sudamerica ,incluyendo Buenos Aires,Lima,Rio de Janeiro,y Caracas.

 Ejecucion en la Torre de Londres.


(Continuara...)

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