jueves, 3 de septiembre de 2020

Stosstruppen (4ª parte ) : El Lanzallamas (I)





Viene de aquí:

  El padre e inventor del lanzallamas moderno fue Richard Fiedler, que en 1901 patentó un dispositivo capaz de lanzar fuego a largas distancias, llamado Flammenmassen.

  A finales del mismo año, Fiedler presentaba su proyecto ante el OHL (Oberste Heere Leitung , Mando supremo del ejercito ) que le concedió el suficiente apoyo económico para continuar desarrollando su invento.

  En 1905 presentaba su proyecto ante el comité  de ingeniería del batallon de  pioneros de la guardia de Berlin.Su proyecto se basaba en dispositivos portatiles, un cilindro vertical  de 1,2 metros  de longitud dividido interiormente en secciones horizontales.


  El lanzallamas de Fiedler funcionaba con el principio de las pistolas  de aire comprimido. Al introducir aire comprimido o gas por un extremo, el material solido en el interior del tubo es impulsado por el otro extemo.En el caso del lanzallamas de Fiedler ,al presionar una palanca, el gas  a presión ( nitrógeno o dióxido de carbono) que se encontraba en la parte inferior del cilindro impulsaba hacia arriba a través de un tubo de goma el combustible altamente inflamable, que antes de salir al exterior pasaba por una mecha de encendido situada en la boquilla de acero.

  El artefacto podía ser transportado por un hombre, pero debía ser manejado por al menos dos, ya que era necesario un hombre para accionar la válvula y otro para apuntar el arma sobre el objetivo deseado.

  El 1908, el lanzallamas de Fidler fue asignado a la compañía experimental de pioneros, que puso a  prueba dos dispositivos: Kleif, un lanzallamas de mochila, y  Grof, de un tamaño mayor.

 Kleif.


 Grof.

  El kleif en su primera versión, M.1912 ,poseía un deposito para 10 litros de combustible que podía proyectar una llama hasta 20 metros de distancia durante 15 segundos-No tenia cinturón, por lo que el encargado de usarlo podía desprenderse rápidamente de él  si el arma se incendiaba.

  Grof tenía un depósito de 100 litros de combustible presurizado a 250 psi de nitrógeno líquido. Con eso era suficiente para  proyectar la llama a más de 45 metros durante 45 segundos. Además se producía un gas altamente toxico  que podía ser “efectivo” a 100 metros, dependiendo de la direccion del viento.Este dispositivo era tan pesado que debía ser manejado por al menos tres hombres y solo para defensa estática.

  Fiedler puso a prueba sus creaciones ante representantes del Ministerio de la Guerra, el Estado Mayor  y el Comité de Ingeniería militar en septiembre de 1908.Todos estuvieron de acuerdo en considerar al lanzallamas un dispositivo superior a otro de los artefactos incendiarios utilizados por los ingenieros del ejercito aleman,el Brandröhre, pequeños tubos de chapa rellenos de material combustible y que se encendían con fusible de friccion.Producia gran cantidad de humo y una llama de 2 metros de largo durante cortos periodos de tiempo. Se colocaban al final de largas pértigas y se colocaban en puertas y ventanas del bunker o edifico  a desalojar.

 Brandhore



  Prácticamente al mismo tiempo que Fiedler desarrollaba sus teorias se realizaban los trabajos de Bernhard Reddemann, un ingeniero, comandante  de una unidad de pioneros  y bombero profesional de Possen.

  Se había interesado por ese tipo de a armas de fuego tras leer varios artículos periodísticos sobre el asedio a Port Arthur durante la guerra ruso-japonesa de 1904-5.

  Los ingenieros de combate japoneses habían usado bombas manuales para  arrojar queroseno sobre las trincheras rusas, y luego simplemente habian arrojado paquetes de trapos ardiendo para  encender el liquido.


  Reddermann se dio cuenta que podía convertir las bombas de vapor  de su brigada de bomberos en lanzallamas. No tardo mucho en demostrar sus teorías, y en 1907 puso a prueba su invento en las instalaciones de la fortaleza de Possen, utilizando también bombas manuales en sus experimentos.

  Al principio de la guerra de trincheras en el frente occidental en 1914, las formaciones de pioneros del ejercito alemán  recibieron lanzallamas como arma ofensiva. Cada pelotón de pioneros recibió un dispositivo Kleif M.1912, para ser operado por una pareja de soldados (uno manejaba la válvula mientras el otro dirigía el tubo que expulsaba la llama).


  El primer uso de este arma en el campo de batalla ocurrió el 5 de octubre de 1914 en Bagatelle-Pavillion-Argonne.Realizado por hombres del batallon de pioneros nº 29 adjunto a la 27 división de infantería alemana, fue un absoluto fracaso.

  El dispositivo era muy poco popular entre los encargados de manajarlo, ya que su enorme deposito de combustible lo convertía en un objetivo perfecto para los francotiradores del enemigo.

  La segunda compañía del batallon 29 estaba bajo el mando directo del propio Redermann, que tras evaluar el comportamiento en el campo de batalla de su creación viajó a Berlín el 10 de octubre para presionar para la creación de una unidad especializada en el uso del lanzallamas.

  Pero, mientras Reddermann se encontraba en Berlin, el 16 de octubre de 1914 se retiraron del frente todos los lanzallamas y otras armas especializadas de los pioneros.

  Según el OHL, el arma era totalmente inadecuada para su uso en el frente, no había ningún tipo de  doctrina para su uso y nadie parecía tener un conocimiento completo de sus cualidades y capacidades.

  Redermann, que tenía un poderoso amigo en el príncipe heredero Guillermo, comandante del 5º ejército, se dirigió directamente a la sede del OHL .Y el 18 de enero de 1915, el ministerio de  la guerra ordenaba la creación del Flammenwerfer-Abteilung Reddemann, la primera unidad que iba a estar armada exclusivamente con lanzallamas.

 El Principe Guillermo y el mayor Reddemann.

  No solo usarían el lanzallamas en combate, tambien serian los encargados de desarrollar la tecnología y formular pautas tácticas para el uso del arma. Los 48 hombres que iban a  integrar el destacamento eran en su mayoría exbomberos, acostumbrados a estar cerca del poder destructivo del fuego.

Asignado en principio al 5º ejercito, el destacamento estaría subordinado al VI cuerpo de reserva.

 El 26 de febrero de 1915, en las cercanías de Romagne sous Mountfacon, el Flammenwerfer-abteilung iba a entrar en acción por primera vez.

  El objetivo de los hombres de Reddemann iba a ser una trinchera francesa de unos 700 metros de longitud, situada apenas a 50 metros al otro lado de la tierra de nadie.

  En esa primer ocasión, Reddermann decidió no utilizar el modelo kleif “mochila” debido a  su escasa duración efectiva, y decidió utilizar dos modelos Grof además de una docena de hidroforos (bombas a presión) fabricados por la empresa Ewald de Kustrin, un fabricante de equipo para extinción de incendios.

  Estas bombas a presión manuales eran de pequeño tamaño, y podía ser transportadas y rellenadas con facilidad.


  Reddemann coloco los dos dispositivos Grof y las 10 bombas a presion frente a la trinchera francesa, con unos 50 metros de separación entre cada dispositivo. El efecto de 12 chorros de fuego proyectándose sobre el parapeto de la trinchera francesa fue tremendo. Fuertes gritos de dolor salían de la trinchera enemiga, y los que no habían quedado atrapados por las llamas  saltaban fuera de la trinchera y corrían hacia retaguardia.


  En el asalto general que siguió a continuación, los hombres de Reddemann abandonaron sus lanzallamas y se unieron la infantería, algunos con fusiles prestados y otros con absolutamente ninguna arma  aparte de su cuchillo.

  La trinchera enemiga fue tomada, y el éxito fue completo.Pero lo más importante fueron las lecciones aprendidas. La resistencia enemiga se había desmoronado tras apenas 15 segundos de uso del lanzallamas, lo que indicaba que el uso de lanzallamas kleif (mochila) seria más que suficiente.

  Otra conclusión que se obtuvo fue que, el gas caliente producido al expulsar la llama, en combinación con el humo, podía afectar al enemigo situado más allá que el sometido directamente a las llamas.

  La conclusion de  Reddermann, que envió rapidamente a Berlín, fue que el lanzallamas debía ser utilizado en combinación con la infantería.

  Y, tras un segundo ataque exitoso en Canquois, el OHL reconoció el potencial de la nueva arma, y el 15 de marzo se ordenaba poner en marcha el batallón Flamenwerfer, bajo mando directo de Reddemann.


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