Viene de aquí:
Según afirmaría Gimpel más tarde,
el Alto Mando de la Wehrmacht había recibido informaciones que indicaban que Estados Unidos estaba cercano a construir un dispositivo de altísimo valor explosivo
capaz de arrasar por completo una ciudad de tamaño medio. Gimpel diria que la
inteligencia alemana le había ordenado entrar en EEUU sin ser descubierto, averiguar
si tal dispositivo existía realmente, y en caso afirmativo, determinar si Alemania
iba a ser el objetivo.
Gimpel afirmó en sus memorias que
el objetivo era el proyecto Manhattan, el inicio de la bomba nuclear. Pero en
los registros de los interrogatorios de Gimpel por parte del FBI no se
menciona tal hecho.
Supervisado directamente por el SD, el servicio de inteligencia de las SS, el proyecto "Urraca" parecía limitarse
solo a recolección de información de tipo técnico (armamento innovador, diseño
y construcción de nuevos buques y aeronaves,
ciencia de cohetería, etc) que los agentes alemanes en EEUU podían conseguir
simplemente acudiendo a un kiosco de prensa y adquiriendo las decenas de revistas sobre esos
temas que se vendían directamente al público,sin ninguna restriccion o censura previa.
Gimpel debía transmitir cualquier
hallazgo que consiguiera localizar vía telegráfica codificada a través de un transmisor
de radio, transmisor que el mismo debería construir.En caso de emergencia,se pondria en contacto con otros agentes alemanes en EEUU en unas oficinas de correo prefijadas.
Desde que conoció cual era el
destino de su misión, Gimpel había insistido en trabajar con un estadounidense,para mantenerse actualizado sobre las tendencias culturales y
sociales de los EEUU: solo un americano
podriaa asesorarle en las últimas
tendencias de peinados, moda, películas de cine, la liga de beisbol, etc.Y el
mismo Gimpel había elegido a William Colepaugh.
Una muy mala elección.
Gimpel tardó muy poco tiempo en
darse cuenta que su camarada William era un borracho impenitente, “uno de los
bebedores más sedientos e incansables que nunca me había encontrado."
Peor aún, aunque Colepaugh se había
dado importancia y había fanfarroneado con los agentes de inteligencia del SD de sus
andanzas en peleas y combates callejeros en su juventud, en realidad era un
cobarde.
La misión había dado
comienzo a finales de septiembre de 1944, cuando
ambos agentes abordaron el U-1230 en la base de submarinos de la Kriegsmarine en Kiel cargados cada uno con una pistola Colt
calibre 32, un reloj de pulsera que era en realidad una pequeña brújula, documentación
falsa ( a nombre de Edward George Green y William Caldwell) , un dispositivo para leer y escribir micropuntos,un bote de tinta
invisible y papel especial para usar esa tinta invisible.
Gimpel llevaba numerosas piezas
para construir una radio (piezas que estaban a la venta al público en cualquier
tienda de radios de EEUU).
Para mantener su estancia en EEUU
durante dos años, el tiempo que se preveía iba a durar la misión, los agentes
habían convencido a sus superiores para que les fuera entregada la escandalosa
cifra de 80.000 dólares en billetes (algo menos de 900.000 dólares de hoy), y
un pequeño paquete con un centenar de pequeños diamantes que debían empeñar si
se les acababa el efectivo.
Tras 54 días de singladura, el submarino
se deslizaba silenciosamente por Frenchman bay , y a medianoche,vestidos con
trajes y abrigos, fueron traslados a tierra en un bote a remos. Según Gimpel, Colepaugh temblaba de miedo.
La pareja de agentes desembarcó
en medio de una impresionante nevada, y se dirigieron a la carretera nº 1,
caminando con dificultad.
En su caminata, dos automóviles
pasaron por su lado sin detenerse.En cambio, el tercero, un taxista fuera de
servicio ,fue convencido por Gimpel, que afirmó que su propio automóvil había derrapado
por efecto de la nieve y había caído en una zanja de la que no había podido
salir.
El taxista llevo a ambos individuos hasta Bangor, a unos 50
kilometros.Alli tomaron un tren hasta Portland, en donde hicieron un transbordo a otro tren que los llevaría hasta Boston. A la mañana siguiente, tomaron otro tren hasta la estación Grand Central de New York, y esa misma tarde se
registraban en el Hotel George Washinton. En poco más de 40 horas habían recorrido la distancia
entre una remota cala en Maine hasta la ciudad mas poblada de EEUU, sin ningún impedimento.
New York ,1944.
O eso creían ellos. Porque su
misión había estado en peligro desde apenas desembarcados en Maine.
La misma noche que desembarcaron,
un boy scout local de 17 años llamado Harvard Hodgkins conducía a su casa tras
un baile escolar, y se cruzó con dos individuos que llamaron su atencion de inmediato,
ya que con la gran nevada que estaba cayendo, ninguno de ellos llevaba sombrero.
A la derecha,Harvard Hodgkins, junto a Babe Ruth, famoso jugador de beisbol.
Lector de comics con gran imaginacion y ansiando llegar
a los 18 años para alistarse en el ejercito, Hodgkins detuvo y el coche y diviso una hilera de huellas de dos
personas que surgía del bosque. Siguió
las huellas, y llegó hasta la orilla de Frenchman Bay. Intrigado,
llegó a su casa y contó lo sucedido a su padre, que era uno de los alguaciles
del sheriff local, que puso el caso en conocimiento del FBI.
Varias días después, el FBI
recibió informes que indicaban que un submarino enemigo había hundido un
carguero canadiense en las cercanías de la isla Mount Desert, a poco mas de 30
kilómetros del lugar de desembarco de los agentes alemanes.
El submarino responsable del hundimiento
había sido el U-1230, cuyo capitán había ignorado las órdenes de no entorpecer
de ninguna manera la misión de los espías.
El FBI, alarmado, temiendo que un
submarino enemigo tan cerca de la costa estadounidense hubiera podido desembarcar
saboteadores o espías, envió sus propios agentes de Boston a Maine, a entrevistarse con el joven Hodgkins.
Para entonces, Gimpel y Colepaugh
se encontraban a 700 kilometros de distancia, y el 8 de diciembre habían
alquilado un apartamento en el East Side de Manhattan, en donde Gimpel se dedico a construir su radio y
preparar un plan para reunirse con sus contactos.
Mientras, Colepaugh había decidido que ya había pasado bastante tiempo
siendo agente secreto alemán, y se
dedicó con todas su fuerzas a gastar el dinero que tanto trabajo le había costado a los servicios de inteligencia alemanes reunir.
Alcohol a raudales, señoritas de compañía de alto standing, en apenas dos
semanas de estancia en New York Colepaugh había gastado más de 2.000 dólares,
aproximadamente la mitad del salario promedio anual de un trabajador estadounidense.
El 21 de diciembre, Gimpel salió
del apartamento para realizar unas compras.Cuando volvió, descubrió con horror
que su camarada había decidió abandonar su compañía y se había marchado del apartamento,
llevándose con el dos maletas en las que estaba el dinero y los diamantes,
dejando a Gimpel con la ropa que llevaba puesta y 300 dólares en efectivo que llevaba
en los bolsillos.
Gimpel estaba esperanzado en que Colepaugh se habría dirigido a la estación Grand Central para abandonar New York
cuanto antes, y hacia alla marchó a toda prisa. En la consigna de equipajes de
la estacion encontró las dos maletas.Explicando al encargado de la consigna que había perdido los tickets de las maletas,
saco las llaves y describió ambas maletas y su contenido con exactitud.
Grand Central Station.
El encargado, muy ocupado y con mucho
trabajo acumulado, abrió una de las maletas que contenían ropa sucia y una cámara fotografica (el dinero, piezas de radio y la pistola estaban escondidas en
un fondo falso).El encargado de la consigna no tuvo más remedio que devolver
las maletas a Gimpel, que rápidamente se registro en otro hotel, escondiendo el
dinero.
Tras haber cogido 2.000 dólares y
haber dejado las maletas en la consigna de la estacion Grand Central,Colepaug
se había registrado en otro hotel, antes de embarcarse en otra juerga que
duraría dos días. El día 23 llamó a un antiguo compañero de escuela, que le
invito a pasar las navidades con él en Queens.
Tras unas cuantas copas, Colepaug confió a su antiguo compañero su participación en la Operación Urraca. Al principio su compañero, veterano del ejercito estadounidense, creyó que lo que le estaba contando Colepaugh no eran mas que los desvaríos sin sentido de un borracho.
Pero al dia siguiente, ya en
estado sobrio, Colepaugh repitió la misma historia, y esta vez, su amigo le creyó,
y le aconsejo que se entregara a las
autoridades antes de que fuera demasiado tarde.
Tras contactar telefónicamente
con la policía, en la mañana del día 26 agentes del FBI irrumpían en la habitacion del hotel de Colepagh .Tras un interrogatorio en el que el “espía”
cantó todo lo que sabía, fue puesto bajo custodia. La noticia de la detención de Colepaugh llegó rápidamente a oídos del director del FBI, J. Edgar Hoover, que
rápidamente informó al presidente Roosevelt.
La “caza del hombre” iba a
comenzar.
William Colepaugh, alias Wiliam Caldwell.
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