lunes, 12 de octubre de 2020

Exportando la revolución: Cuba en Angola (5ª parte)

 


Viene de aquí:

  A primeros de enero de 1975, y como consecuencia de la reciente   retirada estadounidense de Vietnam, el senado de los Estados Unidos aprobaba la enmienda Clark, que pedía cerrar el programa de la CIA en Angola, que había sido llevado a cabo en colaboración con Sudafrica.

  Mientras, la URSS intensificaba la llegada de armas y municiones al MPLA lo que permitía a cubanos y milicianos del FAPLA expulsar a las tropas zaireñas del norte del país y a las tropas sudafricanasy sus aliados de UNITA en el sur.


  Durante unos cuantos meses reinó la calma, tanto que Fidel Castro se reunió con el presidente angoleño y líder del MPLA, Agostinho Neto,para discutir la retirada de los más de 35.000 soldados que Cuba tenía en Angola en aquellos momentos.

  Hasta entonces apenas habían muerto 500 cubanos en los combates en Angola, y Castro aun tenía esperanzas de que el objetivo cubano en Angola, establecer una dictadura con el MPLA como único órgano de gobierno del país, podía alcanzarse a corto plazo.

 Ese mismo verano, lideres cubanos y angoleños se reunían en La Habana para celebrar la victoria, y pocos meses después, a finales  de 1976 el comité central del MPLA adoptaba oficialmente  el marxismo-leninismo como doctrina oficial.

 


 
  En marzo del año siguiente, Castro visitó Luanda para reunirse con los líderes angoleños y tratar la retirada de sus tropas. Pero su optimismo inicial pronto se desvaneció. En mayo, una parte del MPLA liderada por Neto Alves, que buscaba una mayor relacion de  Angola con la URSS, dio un golpe de estado.

 El día 21 de mayo, tras haber sido expulsado del partido por su “desviacionismo prosovietico”,Neto Alves y sus seguidores tomaron al asalto una cárcel en la que se encontraban un numeroso grupo de sus seguidores previamente purgados por la línea oficialista del partido, más cercanas  a las tesis castristas.

  Los rebeldes tomaron la estación de radio de Luanda, pero tropas leales al presidente Neto  apoyadas por tropas cubanas reconquistaron la emisora radiofónica tras un corto enfrentamiento y arrestaron a  todos los rebeldes.

  Tras terminar con el golpe de estado, miles de rebeldes, incluidos Alves, fueron torturados y ejecutados. La retirada de los cubanos debía esperar hasta que la situación se calmase.

Algunos de los lideres rebeldes.  

  Sudáfrica  se había aprovechado de los disturbios dentro del MPLA para organizar una segunda invasión a Angola. Sudáfrica temía que Castro utilizara Angola como trampolín para invadir Sudafrica a través del sureste, que llevaba bajo control sudafricano desde 1915 y que más tarde sería conocida como Namibia.

  Las preocupaciones de Sudáfrica habían aumentado en marzo de 1976 cuando el MPLA había proporcionado bases en Angola al SWAPO (Organización Popular de África sudoccidental), otro  de los movimientos de “liberación” financiado, entrenado y armado por la URSS y sus satélites.

  

 En mayo de 1978 las fuerzas de defensa sudafricanas (SADF) invadían Angola de nuevo a través del sudoeste de Africa. El resultado de los combates entre sudafricanos y angoleños no fue definitorio, pero causo la muerte a cientos de civiles inocentes.

  Por primera vez, la comunidad internacional tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo en esa zona del planeta, y lo que un periodista denomino como “repulsa global” llevo al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar la resolución 435,que exigía  la retirada de Sudáfrica de Namibia y la celebracion de elecciones libres.

  El Consejo de Seguridad reconoció implícitamente al SWAPO como el gobierno valido y legal, lo que llevó a Sudáfrica a desafiar los términos de la resolución y continuar mantenimiento control sobre Namibia.

  Durante los siguientes 10 años la guerra continuó, interrumpida a menudo por treguas parciales, ceses de fuego unilaterales, armisticios y conversaciones de paz que no llegaron a buen puerto.

  Invasiones parciales de Sudáfrica, contraataques de cubanos y angoleños, las negociaciones colapsaban y cuando se firmaba algun acuerdo, los termino se rompían casi de inmediato.

  

  La prolongación de la guerra civil en Angola y sus zonas fronterizas iba a afectar también a Cuba.

  Según un artículo de  la periodista y directora del departamento de Latinoamérica de la universidad de Columbia, Pamela S. stark, en la revista Foreign Affairs del verano de 1987:

 ““La sangría económica, la pérdida de vidas y el descontento interno en Cuba ... sugieren que Castro podría reevaluar su agenda africana, particularmente en Angola, donde los soldados cubanos ahora están siendo llamados al combate de primera línea ... Aunque la Unión Soviética proporciona el ejército de Cuba material militar gratuito, valorado en más de $ 2 mil millones para 1982-84, los costos adicionales de mantener un ejército en el extranjero, que incluye 65,000 cubanos (tropas y asesores militares y civiles) distribuidos en 17 naciones africanas y media docena de grupos insurgentes, consumen el 11 % del presupuesto anual de Cuba . Los gastos militares, incluidos sueldos y uniformes, viajes y mantenimiento, apoyo logístico y suministros, han paralizado los planes de desarrollo interno de Cuba”.

https://www.foreignaffairs.com/articles/africa/1987-06-01/cuba-africa

  Pero Castro no iba a abandonar fácilmente la lucha en Angola. El futuro de Cuba en Angola iba a implicar mas combates, una batalla importante y otros cuatro años más de presencia militar antes de la retirada definitiva de las tropas cubanas.

  El combate que ba a ser considerado como el factor decisivo para el resultado de la guerra en Angola iba a ser la batalla de Cuito Cuanavale, en realidad una serie de enfrentamientos que duraron desde finales de 1987 hasta marzo de 1988.Durante ese tiempo, las fuerzas sudafricanas apoyadas por milicias de UNITA lanzaron no menos de cinco ofensivas contra posiciones de Cuba,FAPLA y SWAPO.

Soldados sudafricanos revisando un T-55 destruido.  

 Al final, la última ofensiva sudafricana fracasó, y ambos bandos se proclamaron vencedores, aunque las tropas angoleñas habían logrado mantener la mayoría de sus posiciones, mientras las tropas sudafricanas se habian retirado al suroeste.

  Castro, siempre un maestro de la propaganda, reclamó la victoria como decisiva, aunque muchos otros analistas vieron Cuito Cuanavale como  un empate, un punto muerto al que se había llegado y que permitiría reanudar las conversaciones de paz.

  Pero,mientras se celebraban las conversaciones en busca de la paz, los combates a menor escala continuaron en el sureste de Angola, con grandes pérdidas para ambos bandos. Tres años antes, la administración Reagan había derogado la enmienda Clark y Estados Unidos había vuelto a apoyar militarmente  a las  milicias de UNITA, lo que iba a igualar las fuerzas en los campos de batalla.

  A partir de mayo de 1988,el subsecretario estadounidense para asuntos africanos Chester Crocker, convocó a todas las partes a diversos encuentros en el Cairo, Londres, Ginebra, Brazaville y New York, a los que asistirían representantes de Cuba, Sudáfrica y el MPLA.

    En agosto cesaron los combates definitivamente, y el 22 de diciembre todas las partes se encontraban en las Naciones Unidas y firmaban los acuerdos de Nueva York, que implementaban la resolución 435 y obligaban a la retirada de Sudáfrica de Angola.Tambien se confirmaba el calendario de 27 meses para la retirada efectiva de todas las tropas cubanas en Angola, poniendo como fecha límite principios del verano de 1991.

Mientras tanto, un nuevo acuerdo de paz entre M  PLA y UNITA volvió a fracasar, y la lucha estalló de nuevo en las calles de Luanda, una lucha que no terminaria oficialmente hasta el  31 de mayo de 1991.

  Para entonces los últimos cubanos habain salido de Angola. Casi medio millón de “internacionalistas” cubanos (soldados, sanitarios, maestros, trabajadores de la construccion, etc) habían recorrido 10.000 kilómetros desde su patria para servir en una guerra civil en el África profunda, una guerra civil que volvería a reanudarse ya en 1996.

  Ya en 2002, tras tres décadas de masacres durante las cuales todos los participantes en la guerra cometieron atrocidades indescriptibles, las armas callaron. Las estimaciones más conservadores hablan de más de medio millon de  muertos y un millón de refugiados permanentes.

  No hay informes oficiales o precisos sobre el numero de cubanos muertos en   Angola.Cuando se le preguntaba a Fidel Castro, se negaba a comentarlo, alegando que “el enemigo no debe tener esa información”.

  Pero nadie discute que miles de cubanos murieron en las guerra  de Angola.La potencialmente robusta economía de Angola llegó a su mínimo pocas años después del cese de las hostilidades, llevando al pais a una época de miseria  y hambre de la que aun no se ha recuperado (según el informe de progreso de África de 2015, a pesar que el pais es uno de las economías que mas rápido crecen en el mundo, no se recuperara hasta al menos una década).

  Las diversas guerras civiles de Angola generaron una enorme cantidad de propaganda, desinformacion, leyendas y mentiras descaradas, desde relatos de participantes en los combates hasta informes de las naciones involucradas, más o menos manipulados.

  Solo una cosa quedo clara.Enviando a miles de cubanos armados a Angola desde finales de 1975, Fidel Castro dio un paso audaz, que llevaría a su pequeña nación a la vanguardia de la atención mundial,convirtiendo a Cuba en un jugador mas de la guerra fría, convirtiendo a  Castro en lo que el historiador Edward George denominaría “el portavoz no oficial del tercer mundo”.

  

The Cuban intervention in Angola 1965-1991 From Che Guevara to Cuito Cuanavale-Edward George

Fidel Castro, biografía a dos voces - Ignacio Ramonet

Armed groups and everyday life in Angola – Teresa Koloma

Southern Africa stands up – The revolution in Angola , Mozambique,etc – Wilfred Burchett

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