jueves, 12 de noviembre de 2020

Heraclio, azote de Persia ( 10ª parte )


 Viene de aquí:

  Dado que ya había pasado el final de la temporada de guerras ( primavera-verano) seguramente los persas habían esperado que las tropas de Heraclio se retiraran tras su victoria en Nínive, una esperanza que había animado a los persas y había alentado su movimiento hacia el noroeste en busca de refuerzos.

  Pero de nuevo habían subestimado la audacia estratégica de Heraclio, que tras la victoria en Nínive había decidido seguir una política militar más agresiva e intentar terminar con la amenaza persa.

  Cuando las tropas persas que habían conseguido escapar a la derrota en Nínive se habían dirigido hacia el noroeste, habían dejado completamente libre la ruta entre el ejercito bizantino  en Nínive y el corazón agrícola de la meseta iraní. No había por entonces ninguna fuerza persa lo suficientemente  grande para tratar de detener a las tropas de Heraclio.

  Tras descansar una semana, Heraclio se dirigió decididamente hacia el este, volviendo a cruzar el rio Zab en algún lugar cerca del actual Altun Kopru, provincia iraquí de Kirkuk.

 
El rio Zab a su paso por el Kurdistan iraqui.

  Para asegurar el cruce del ejercito bizantino del rio Zab, el emperador  mando a su  turmarca (comandante de una turma) Georges con una columna de caballería para capturar 4 puentes sobre el rio Zab, lo que permitió al ejercito bizantino cruzar con toda seguridad el día 23 de diciembre.

  El emperador pasó la Navidad en la residencia de Yazdin, ministro de finanzas del rey Cosroes, de religión cristiano-nestoriana.

  El contacto con la elite cristiana que trabajaba para el imperio sasánida proporcionó al emperador Heraclio gran cantidad de valiosa información, y el propio ministro Yazdin se convertiría mas tarde en un útil aliado.

  Con las tropas de Heraclio sin dar ninguna muestra de regresar hacia el oeste, la posicion política del rey  Cosroes dentro de su propia corte comenzó a tambalearse. El reino sasánida, que se había edificado sobre el éxito militar ,se estaba viendo minado por los éxitos militares de los bizantinos por el oeste y por los pueblos turcomanos por el norte.

  En un vano intento por reponer algo del prestigio perdido, Cosroes ordenó al ejercito persa derrotado en Nínive detener el avance bizantino .A duras penas, los 10.000 hombres del ejercito persa lograron cruzar el rio Zad y colocarse al flanco derecho del ejercito bizantino.

  Pero su número era muy inferior al del ejercito del emperador Heraclio, y los persas se limitaron a seguir de lejos el avance bizantino mientras se adentraba cada vez más en territorio persa, mientras buscaban desesperadamente refuerzos entre campesino y nómadas del desierto.

  Los persas que seguian a  distancia al ejercito de Heraclio no pudieron hacer otra cosa que mirar desde la lejanía como los bizantinos saqueaban el palacio real de Dezeridan y tomaban con facilidad la ciudad de Rousa (actual Zengabad ).

  Los persas Tuvieron una oportunidad cuando  el ejercito bizantino se dispuso a cruzar el rio Diyala, pero la aproximación de parte de la caballería ligera bizantina consiguió de nuevo la huida de los persas, permitiendo que los bizantinos capturaran la ciudad de Jalula y su enorme reserva de animales salvajes, una especie de zoo para el solaz de los reyes sasánidas, sus esposa y concubinas y sus cortesanos.

  Los bizantinos celebraron la llegada del año nuevo de 628 capturando, cocinando y comiendo todos los animales de la reserva que pudieron cazar.

  Mientras los bizantinos disfrutaban de un par de días de descanso en Jalula., desertores del ejercito persa informaron a Heraclio que Cosroes se encontraba en Barasroth, 60 kilómetros al sur de Jalula.

  Heraclio  partió de inmediato hacia Barasroth, pero cuando llegó ya hacía días que las tropas de Cosroes y el propio rey habían abandonado el lugar, llevandose con ellos todo el tesoro real, a lomos de mulas, camellos e incluso elefantes.

  La captura de Jalula había dado a Heraclio el control de todas las rutas entre Irán y Mesopotamia, cortando así de plano cualquier posibilidad de llegada de refuerzos, ya que Sarabaraz y su ejercito se encontraban aun en Siria esperando acontecimientos.

  Sin ninguna fuerza sasánida para interrumpir su ruta y con un ejercito demasiado pequeño para tomar y dominar las inmensas planicies persas, a Heraclio solo le quedaba la opción de continuar dañando la moral persa y su estabilidad política atacando y destruyendo palacios y edificios religiosos.

  Tras la opípara celebración el año nuevo, Heraclio envió a la mitad de su ejercito a ocupar y saquear la gran ciudad de Dastagard, mientras el propio emperador lideraba la otra mitad de su ejercito para tomar y destruir el palacio real de Bebdarch (en la actual región iraní de Tazaristan).

  Después, el emperador se dirigió a Dastagard, en donde  el ejercito bizantino celebro la Epifanía el día 6 de enero.Tras la celebración, Heraclio ordenó saquear la ciudad y destruir su palacio real.

  En el palacio, real de Dastagard, los soldados bizantinos encontraron mas de 300 estandartes bizantinos que los persas habían capturado en anteriores guerras, y grandes cantidades de todo tipo de especias, la mayoría de ellas desconocidas para los bizantinos: aloe, pimienta, jengibre, etc

  Heraclio escribió una carta a Cosroes, una especie de ultimátum, en la que afirmaba no querer destruir Persia y que había llegado la hora de hablar de paz. Pero no parece que fuera una oferta formal de empezar negociaciones de paz sino un ejercicio de  propaganda, ya que Heraclio distribuyo copias de la carta a Cosroes no solo a su ejército, sino a la población civil de Persia.

  En la carta, Heraclio aparecía como un magnánimo emperador en la victoria, al mismo tiempo que destacaba la obstinación del rey Cosroes ante la segura derrota que sufriría, y lo hacía merecedor del desprecio de su pueblo por los sufrimientos que les estaba causando por no firmar la paz con el emperador. Asi, con solo una carta, Cosroes había sido convertido por Heraclio en el único obstáculo para la paz, dañando aun más la ya escasa reputación  de Cosroes entre su pueblo y su ejercito.

  Tras dejar Dastagard, el ejercito de Heraclio marchó hacia el sur, hacia Ctesifonte, la capital del imperio persa sasánida. El día 10 de enero llegaba al canal de Nahrawan, que no pudo cruzar por que el puente que lo cruzaba había sido destruido por el ejercito persa en su huida.

 
La puerta del palacio Taq-e-Cesra, en Ctesifonte.

  Heraclio decidió volver hacia atras, y para evitar problemas con los suministros, utilizo una ruta diferente, marchando hacia el norte vía Shahrazur, a donde llegaba el 24 de febrero.

  Mientras el emperador y su ejercito descansaban unos días en Shahrazur, una delegación enviada por el general Sharabaraz al mando de la que se encontraba el quiliarca ( mando de mil hombres ) Aspad Gusnask  llego con unas noticias que los bizantinos llevaban esperando mucho tiempo.


 

(Continuara…)

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