jueves, 4 de noviembre de 2021

Lepanto, choque de imperios (II) ; Antonio Grimani, "capitano da mar".

 

"Retrato de Antonio Grimani", obra de Domenico Tintoretto.

 Viene de aquí:

  En marzo de 1499,pocas semanas después de recibir el mensaje de Gritti sobre los 200 barcos del sultán Bayaceto,el senado veneciano eligió a un nuevo almirante para su armada, Antonio Grimani. En la bendicion ritual del estandarte de batalla para la nueva flota en la basílica de San Marcos, el nuevo almirante Grimani sostuvo el bastón de mando del almirante con la mano equivocada.

No era un buen presagio.

  Grimani era un hombre de dinero, con muchos y buenos contactos, un solucionador con ambiciones políticas.Habia hecho gran parte de su fortuna en los mercados de especias de Siria y Egipto, y era muy astuto para los negocios.

  Tambien había demostrado su valentía en batalla,contra los piratas que asolaban las costas del Adriatico , pero no era un comandante naval experimentado y no sabía como maniobrar grandes flotas. Había visto el cargo de capitán general de la flota veneciana como un trampolín hacia el cargo de Dux, y para conseguirlo había ofrecido al senado veneciano armar 10 galeras de su propio bolsillo, adelantando además al estado veneciano un gran préstamo y la promesa de contratar tripulaciones tambien a sus expensas.

  Instalo sus “oficinas de reclutamiento" en el mulle del puerto de Venecia, frente al Palacio Ducal, con la mayor pompa posible.Vestido de escarlata, Grimani inicio el reclutamiento de las tripulaciones al lado de un enorme montón de 30.000 ducados divididos en 5 relucientes montículos.Asi logro  completar las tripulaciones para la flota.

Palacio Ducal, junto al puerto de Venecia.
  

  A pesar de la escasez de hombres debido a los brotes de peste y sífilis entre las tripulaciones, Grimani logro reunir frente a Modon (actual Methone) la mayor fuerza naval que Venecia había visto nunca. Y en Venecia comenzó a hablarse de Grimani como un líder nato, un nuevo Cesar o Alejandro.

Modon, junto a Coron eran los "ojos de la Republica veneciana".

 
Pero pronto empezaron a aparecer las grietas entre Grimani y las autoridades venecianas.Segun la ley, la republica veneciana tenía el derecho de apoderarse de las galeras mercantes estatales y utilizarlas para la guerra.

  En junio de ese mismo año, todas esas galeras estatales habían sido arrendadas a diversos consorcios venecianos privados, para uso mercantil.Con la ley en la mano, las autoridades venecianas requisaron esas galeras, y cada uno de sus patrones recibió el título y salario de capitán de galera.

  No fue una decisión popular, ya que tensiono las relaciones entre el estado veneciano y los intereses comerciales de los nobles, que dirigían la mayoría de los consorcios mercantiles.

  Las protestas mas a menos agresivas de los nobles no tardaron en producirse, y el estado veneciano se vio obligado a amenazar con severos castigos a quien se negara a cumplir la ley.

  Cualquier patrón que se negara a servir al estado veneciano sería desterrado de Venecia durante cinco años y multado con 500 ducados.

  Las noticias que llegaban de Constantinopla eran preocupantes. En junio, todos los comerciantes venecianos de la ciudad habían sido arrestados y sus propiedades confiscadas. Además, la suerte del espía Gritti se había terminado.

 Uno de sus mensajeros enviados con un mensaje codificado había sido capturado apenas salíó de Constantinopla. Y otro fue atrapado cuando marchaba en direccion a Lepanto.Tras ser torturados, ambos mensajeros fueron empalados públicamente, y el espía Gritti no tardo en acabar con sus huesos en una oscura mazmorra, con su vida en un muy serio peligro.

  

  Se informó que la flota turca había superado los Dardanelos el 25 de junio, y que un gran ejercito terrestre había salido hacia Grecia al mismo tiempo.Sin duda se buscaba algún tipo de maniobra en pinza.

  Mientras la flota se abría paso por el Peloponeso, muchos de sus tripulantes griegos desertaron.Grimani se dio cuenta que el obbejtivo turco era Corfu o Lepanto.Cuando el ejercito  terretre otomano apareció en las cercanias de Lepanto a principios de agosto, el objetivo turco estaba claro.

  Las murallas de Lepanto eran poderosas, habían sido reforzadas, y la táctica habitual turca de transportar los cañones muchos kilómetros si era necesario era imposible dada la orografía montañosa de la zona. Así, la tarea de la flota turca era entregar los cañones a sus tropas de tierra lo más cerca posible de Lepanto; la tarea de la flota veneciana, evitar que los cañones llegarán a manos de las tropas terrestres turcas.

Murallas de la fortaleza veneciana de Lepanto.
  

  La flota turca que había zarpado de los Dardanelos en junio se había preparado para la batalla en un momento en el que las tácticas de la guerra naval estaban comenzado a cambiar.

  La guerra marítima en el Mediterráneo había sido tradicionalmente una lucha entre galeras de remos, pero a finales del siglo XV se estaban realizando experimento sobre el uso militar de carracas, barcos de vela de costados altos, muy similares  a los barcos mercantes usados por venecianos y genoveses. Los otomanos habían construido dos de esos navíos, adaptándolos de modelos veneciano gracias a la colaboracion de  un renegado, de nombre Gianni, que había aprendió el oficio en el arsenal de Venecia.

  Esos nuevos navíos, con sus altas cofias y sus grandes castillos de  proa y popa, eran enormes para los estándares de la época (poco menos de  dos toneladas de peso, aprox.) .Según un cronista otomano,Haji Khalife, “ la longitud de  cada uno era de unos 60 codos, y el ancho, de 30.Los mástiles se construían uniendo varios troncos de árbol, y la cubierta principal podía albergar a cuarenta hombres con armadura, que desde allí podían disparar sus flechas o mosquetes”. (1 codo – algo menos de medio metro).

  Pero la mayor muestra de la evolución  del transporte marítimo que estas nuevas naves iban a representar era la combinación, tanto de remos (24 ,de tamaño enorme, servidos cada uno de ellos por 9 hombres) y la existencia de velas.Tambien disponía de cañones por ambas bordas, que podían disparar a través de portones abatibles a voluntad.

Carraca veneciana año 1500 aprox.
  

  Los otomanos pensaban que sus dos enormes  barcos serían invulnerables a las galeras venecianas y a las carracas que portaban cañones.

  El sultán Bayaceto se había implicado personalmente en el desarrollo de su armada. Buscando experiencia en asuntos navales, había reclutado para el mando de sus navíos a corsarios musulmanes del Egeo, corsarios que saqueaban barcos de los estados cristianos en nombre de la Jihad y eran expertos tanto en el manejo de los barcos como en la guerra naval en mar abierto.

  Entre los capitanes de la flota otomana que recorría la costa sur de Grecia se encontraban dos de esos experimentados corsarios, Kemal Reis y  Burak Reis, bien conocidos por los venecianos por los constantes ataques a sus barcos.

"Goke", el buque insignia de Kamal Reis
  

  Esa inyección de experiencia que aportaban los piratas le dio al sultán la confianza suficiente para llevar su flota hasta el oeste del mar Jonico, el límite de las aguas ”territoriales” de Venecia.

  La flota otomana, aunque muy nutrida, tenia una calidad variable. Un total de 260 barcos, incluidas 60 galeras ligeras, las dos grandes carracas, 18 carracas mas pequeños, 3 galeras grandes, 30 fustes (galeras pequeñas ) y un enjambre de embarcaciones mas pequeñas. Además de marineros y remeros viajaban gran numero de jenízaros, las tropas de elite del sultán, que completaba  un numero de aproximadamente 35.000 hombres en total.

  

  La flota veneciana del almirante Grimani era mucho mas pequeña, unos 95 navíos en total, galeras y barcos de vela incluyendo dos grandes carracas , que transportaban tanto cañones como soldados. Los venecianos ya habían empleado recientemente escuadras de carracas pesadas para eliminar a los piratas, pero nunca antes habian reunido una flota mixta de tal envergadura, con navíos tanto de remo como a vela. En total, soldados, marinos y remeros, el almirante grimani iba a disponer de unos 25.000 hombres.

  A pesar de la ventaja numérica de los otomanos tanto en barcos como en hombres, el almirante Grimani estaba confiado.Los desertores griegos de la flota otomana le habian convencido que su flota  tenia navíos mas pesados, tanto carracas como galeras, que podrían romper la línea de su enemigo.

  Escribió al senado veneciano: “Sus excelencias deben saber que nuestra flota, por la gracia de dios, obtendrá una gloriosa  victoria”.

"Antonio Grimani arrodillado ante la fe", obra de Tiziano.

 

(Continuara…)


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