martes, 9 de noviembre de 2021

190 a.c. : Cinoscefalos, el fin de la falange macedonia ( 23ª parte )

 


Viene de aquí:

  La inexperiencia de Publio Licinio Craso como comandante militar se hizo evidente desde el principio. La invasión de Macedonia se había visto brevemente detenida por la actitud del otro cónsul del año, Cayo Casio Longino, que, no contento con la provincia que le había tocado gobernar en el sorteo anual, la Galia, había dirigido su ejército consular hacia el noreste de Italia, con la clara intención de atravesar Iliria por tierra para atacar Macedonia a continuación.

  El senado romano había quedado horrorizado, bajo ninguna circunstancia se permitía que ningún cónsul dejara abandonada su provincia por buscar gloria en otra, y Casio fue” llamado a consultas” a Roma. En su camino de vuelta a Roma, atravesando los Alpes, Casio aprovecho para saquear las tierras de los escordicos y otros pueblos celtas de la zona, consiguiendo centenares de esclavos.

  Cayo Casio recibió únicamente una fuerte reprimenda del senado, que no podía hacer nada mas contra uno de los cónsules de aquel año 171 a.c.

  Mientras,Licinio Craso había llegado a Illiria a finales de verano de 171.EL rey Eumenes de Pergamon se había unido con su flota  al contingente de la liga Aquea en Calcis, con grande galeras de transporte que llevaban 6.000 infantes y 1000 jinetes. Parte de la flota romana, capitaneada por Marco Lucrecio Galo, se dirigió hacia el sur del Adriático, para buscar más naves de refuerzo en Gentius, Issa y Apolonia.

  

  El grueso de la flota romana, capitaneada por el pretor Cayo Lucrecio Galo, hermano del anterior, había zarpado de Cefalonia y había llegado sin novedad a Calcis.Con el mar Egeo bajo control de la flota romana, solo la flota de Eumenes iba a participar en la guerra, ya que los romanos solo se fiaban de los aliados de los que no tenían ninguna duda de su lealtad. Y, sobre todo, no querían a su lado a los rodios, que siempre intentaban tomar ventaja.

  Por su parte, Perseo había reunido su ejercito y había marchado hacia el sur de Tesalia, acampando justo al sur del monte Ossa, mientras las legiones de Licinio Craso atravesaban Atamania y se internaban en Tesalia. En las cercanías de Larissa se reunió con las tropas de Aulo Atilio Serrano, legado de Roma en la ciudad.

  Las tropas de Licinio Craso acamparon en las afueras de la ciudad, en una colina llamada Calinicus, en donde se le unieron refuerzos de Pergamon, etolios y aqueos.

  

  Perseo decidió tomar la iniciativa y marcho directamente sobre el campamento romano. Licinio Craso envió solamente a su caballería y a la infantería ligera (unos 20.000 hombres) dejando a su infanteria pesada protegida  por las empalizadas del campamento.

  La caballera y la infantería ligera de Perseo fijaron a los romanos, detuvieron su avance, y entonces Perseo envió a la falange para terminar con la batalla.

  La derrota romana en la batalla de Calinicus mostraba que la falange macedonia todavía podía hacer daño a los romanos, sobre todo si estos no tenían un mando experto.Sorprendidos por la derrota, los romanos decidieron seguir en el interior de su bien protegido campamento, lo que aprovecho Perseo para acercar el suyo a la posición romana.

  

  La noche siguiente, el rey Eumenes aconsejo al cónsul Licinio Craso que trasladara su campamento al norte del rio Peneus,para poner el rio entre sus tropas y las de Perseo.

  Los siguientes días, Licinio Craso pudo reponer las 2.000 bajas de la batalla de  Calinicus con la llegada de nuevos refuerzos de los aliados griegos.

  Perseo todavia pensaba que podía llegarse a un acuerdo, y ofreció pagar a Roma  los gastos de la guerra siempre que se llegara  a un acuerdo en los términos, basados en los acuerdos anteriores  a la declaracion de  guerra. Pero Licinio  rechazo  la oferta de Perseo.

  Los siguientes días se produjeron leves escaramuzas y un intento de cruce del rio Peneus por los macedonios, con resultado negativo. Pero la campaña estaba terminando, y Perseo regreso a sus cuarteles de invierno en Macedonia, dejando nutridas guarniciones en el camino de regreso para que los romanos se vieran disuadidos de iniciar algún tipo de persecución.

  Los romanos pasaron el invierno castigando a tres ciudades beocias que se habían aliado con Perseo. Haliartus fue completamente destruida tras el pertinente asedio, y la acostumbrada masacre indiscriminada de civiles; 2500 hombres, mujeres y niños que habían sobrevivido a la matanza fueron vendidos como esclavos y la ciudad permaneció inhabitable durante varias décadas.

"Ruinas de Haliartus en Beocia", obra de Edward Dodwell.
  

  Las ciudades de Thisbe y Coronea, visto lo ocurrido en Haliartus, decidieron rendirse sin lucha, pero eso no significo ninguna diferencia para los integrantes de la facción pro-macedonia de ambas ciudades, que fueron asesinados sin contemplaciones. Sus propiedades fueron confiscadas y entregadas a los miembros de la facción pro romana.

  La victoria de Perseo en Calinicus y la brutalidad romana en Haliartus hizo cavilar a varias ciudades griegas sobre su posición en la guerra. Algunos que habían apoyado a  Roma comenzaron a ver a Perseo como el campeón de los griegos, el que iba a unir a todas las ciudades y expulsar al odiado invasor romano.

"Ruinas de Thisbe, Beocia", obra de Edward Dodwell.
  

  El rey Cefalus de Molosia abandono la liga Epirota y se unió a Macedonia. Perseo estuvo a punto de asegurarse el apoyo de buena parte de la liga Aquea, pero al final los aqueos decidieron sentarse a esperar como se desarrollaban los acontecimientos, según propuso Licortas de Megalópolis, uno de los máximos dirigentes de la liga Aquea, padre del conocido historiador Polibio.

  El cónsul del año siguiente, Aulo Hostilio Mancino , también iba a llegar tarde a sus tareas en Macedonia, ocupado en sus tareas civiles en Roma, quizás proponiendo la ley Hostilia, que proponía proteger el patrimonio de cualquier persona  ( un prisionero de guerra, por ejemplo ) que no pudiera estar presente físicamente  en un juicio.

  Su primera tarea en la guerra fue proteger la costa oriental del mar Adriático para evitar que los molosios pudieran apoderarse de ella.Con sus líneas de  aprovisionamiento marítimo con Italia así protegidas, Hostilio se  dirigió a Macedonia atravesando Tesalia.

  Sin desear enfrentarse a las legiones de Hostilio en un primer momento, Perseo paso a la contraofensiva marchando hacia el norte y aniquilando a varias tribus dardanias, aliadas de Roma. Después, marchó hacia Uscana, actual Kicevo, para liberar la ciudad del asedio de las tropas del legado Lucio Coelio, encargado por el cónsul Hostilio de controlar el sur de Iliria desde la ciudad de Lichnidus (actual Orhid, en la republica de Macedonia).

  En el mar, la situación  romana no mejoraba.La flota de Perseo había lanzado un ataque sobre la flota romana en Oreus, mandando al fondo del mar varios buques mercantes romanos cargados de grano. Así, la flota romana, liderada por Lucio Hortensio, se vio obligada a navegar hacia el norte del mar Egeo en busca de provisiones.

  La estancia de la flota romana en Abdera, una de las posesiones del rey Eumenes , fue tan ruinosa para la ciudad que sus dirigentes nombraron una comisión para enviarla a protestar ante el senado romano. 

Parque Arqueologico de Abdera.
  

  Con la colaboración de Eumenes, los hombres de Hortensio cayeron sobre la ciudad, asesinaron a los líderes que habian encabezado la protesta, y capturaron  cientos de ciudadanos para venderlos como esclavos.

  Todas las ciudades costeras de las cercanías, aliadas de Roma,cerraron sus puertos a los romanos, incluso Calcis, la base de la flota romana.

  Cuando la flota regreso a  Calcis, las tripulaciones pagaron su frustración con la población civil, saqueando los templos, requisando casas y almacenes, vendiendo a los ciudadanos a los tratantes de esclavos,etc.

  Al oír las noticias, el senado romano enfurecio.Una de las grandes fortalezas de Roma en ese enfrentamiento con el rey Perseo era que Roma había conseguido separara a Macedonia de la mayoría de los estados griegos, y el senado no estaba dispuesto a consentir que sus aliados se vieran tentados a cambia de bando por la actuacion brutal de parte de su ejercito. El senado convoco  a Hortensio a Roma, en donde fue severamente reprendido, y se le ordeno buscar y liberar a todos los ciudadanos de Calcis que habían sido esclavizados, además de reparar templos y domicilios de la ciudad, todo a sus expensas.


 

(Continuara…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario