martes, 8 de noviembre de 2022

1203 : 4ª Cruzada ; El saqueo de Constantinopla ( II )

 


Viene de aquí:

  En el verano de 1202, los nobles cruzados y sus ejércitos llegaron a Venecia. Los venecianos “sugirieron" a los cruzados acampar en el Lido, la estrecha isla que sirve como barrera entre la ciudad de los canales y el mar Adriático, para evitar la extensión de cualquier epidemia.

  Como buena parte de los cruzados habían tomado otras rutas hacia Tierra Santa, en Venecia solo se iban a reunir 4.000 caballeros y 12.000 sargentos, que habían gastado practicamente todos sus bienes para costear sus armas  y animales, unos 50.000 marcos de plata en total.

  

  Pero el Dux veneciano Dándolo se negó a zarpar con la flota hasta que no recibiera los 34.000 marcos de plata que aun se le debían, aduciendo que Venecia no solo había invertido su propio dinero para la construccion de los navios de la flota cruzada , sino que también la propia cruzada cortaría la mayoría de las rutas comerciales de Venecia con el oriente, afectando seriamente a los beneficios economicos de la ciudad.

  Pero los cruzados, que en pleno verano se encontraban muy molestos acampados en medio de una árida isla como Lido, ya habían dado hasta la última moneda que tenían a los venecianos.

  Las semanas fueron pasando, y Dándolo seguía exigiendo un dinero que los cruzados simplemente no tenían.

  Llego septiembre, y Dándolo propuso a los lideres cruzados que ayudaran a los venecianos a tomar la estratégica y muy fortificada ciudad de Zara (actual Zadar, en Croacia), en la costa de Dalmacia, que los húngaros habían arrebatado a los venecianos  años atrás.

  

  Zara era fundamental para los venecianos, ya que buena parte del roble con el que construían sus galeras procedía de los bosques dálmatas, y sus navíos solían abastecerse en Zara en sus rutas hacia y desde las costas de oriente medio.

  Dándolo propuso a los cruzados una formula imaginativa : si los cruzados ayudaban a tomar Zara, los venecianos pospondrían el pago del resto de la deuda hasta que pudiera ser satisfecha con las riquezas que los cruzados pensaban conseguir en Tierra Santa.

  La otra opción  que tenían los líderes cruzados era disolver la cuarta cruzada y volver  pobres y humillados a Francia, así que estuvieron de acuerdo con el Dux Dándolo y aceptaron sus condiciones.

  Todos creían que, cuando los ciudadanos de Zara divisaran la poderosa flota veneciana cargada de cruzados se rendirían sin presentar batalla.

  La moral de los cruzados se restableció cuando los venecianos entregaron 150 barcos que iban a servir para el transporte de hombres y animales.De los 150, 100 eran transportes para caballos, y 50 para pasajeros.

  Los transportes para caballos eran un hibrido entre una galera y un velero, con portones a ambos lados cerca de la línea de flotación para la carga y descarga de los caballos.

  Los transportes para los cruzados eran navíos de casco redondo, normalmente utilizados para el transporte de carga, y se había modificado su interior para albergar a centenares de pasajeros, en algunos casos.

  Ademas de los 12.000 cruzados, 8.000 marinos e infantes de marina venecianos se unirían a la cruzada. Por último, los venecianos cargaron más de 300 ingenios de asedio en los más grandes navios de la flota.

  La flota dejo Venecia en la primera semana de octubre, y, tras varias paradas técnicas para aprovisionarse, llegaba al puerto de Zara el 10 de noviembre. Los venecianos trataron de lograr una acuerdo de última hora para cesar las hostilidades, pero los ciudadanos de Zara decidieron resistir el ataque.

  El 13 de noviembre, tras finalizar los preparativos del asedio, cruzados y venecianos se lanzaron al asalto de Zara, para probar sus defensas usando mangoneles, escalas, etc

Murallas de Zara.
  

  Tras dos semanas de asedio, y tras la construccion por parte veneciana de una mina bajo los muros de Zara, la ciudad se rindio , con la condición de que las vidas de sus habitantes  fueran respetadas.

  Dándolo dio su visto bueno a los términos del tratado, pero una vez los venencianos ocuparon por completo la ciudad, varios centenares de habitantes fueron ahorcados como enemigos  hostiles de Venecia.

"Toma de Zara", obra de Andrea Vicentino.

   El ataque a Zara no fue del agrado del papa Inocencio III, que rapidamente excomulgo tanto a  cruzados como a  venecianos, aunque no tardo mucho en perdonar a los cruzados.

  Con el invierno llegando, los venecianos aconsejaron a  los cruzados  que lo mejor era pasar esos meses en Zara y reanudar la expedición en primavera.

  Así se hizo, y la enorme flota zarpaba de Zara a principios de mayo de 1203 en dirección a Corfú.

  Alexius Angelus había llegado a Corfú con una carta de recomendación de su cuñado, Felipe de Suabia, quien animo a los cruzados para apoyar al príncipe bizantino en su búsqueda del trono de Constantinopla.

  El príncipe Alexius se comprometió a pagar a los lideres cruzados 200.000 marcos de plata y costear buena parte de los gastos de la cruzada en cuanto estuviera sentado en el trono imperial. El tratado de Zara fue firmado el 22 de mayo, y la flota zarpaba hacia Constantinopla el día 24.

  El 23 de junio, la flota anclaba a la vista de Constantinopla. Los cruzados nunca habían visto nada como lo que contemplaron aquella mañana desde sus navíos:

“Aquellos que nunca antes habían visto Constantinopla miraron muy atentamente a la ciudad, sin haber imaginado que pudiera haber un lugar tan hermoso en el mundo”, escribió Villehardouin.

  “Vieron los altos muros y las altas torres que rodeaban la ciudad, y sus ricos palacios, y sus altas iglesias, de las cuales había tantas que nadie habría creído que era cierto si no lo hubiera visto con sus propios ojos. De hecho, no hubo hombre tan valiente y atrevido que sus carnes no se estremecieran al ver tan magnifica ciudad”.

  Al día siguiente  a su llegada, la flota desfilo lentamente, en una larga fila, frente  a las muralla de la ciudad con las galeras de guerra al frente, seguidas de los grandes veleros.

  

  Los cruzados desembarcaron en la costa asiática, frente a la ciudad imperial, para recoger allí maíz y ganado.

  Ese mismo día, el emperador Alejo III envió una delegación a parlamentar con los cruzados.Segun el líder de la delegación bizantina, el emperador estaba dispuesto a dar a los cruzados todas las provisiones que necesitaran si abandonaban Constantinopla. Los cruzados se burlaron de los enviados imperiales, y contestaron que debían informar a su emperador que debía abdicar inmediatamente para que su sobrino pudiera tomar el trono que por derecho le pertenecía.

  Los cruzados de origen latino esperaban que los bizantinos partidarios de Alexius llegaran a su campamento para discutir algún plan para derrocar al emperador Alejo III, pero nadie llegó.

  Tras pasar varios días a la espera de acontecimientos en el anterior de la ciudad, Dandolo ordenó  que una escuadra de 10 galeras paseara delante de las murallas con el príncipe Alexius a bordo, para medir la reaccion de los ciadudadanos a la presencia del príncipe.

  Según el cronista Roberto de Clari, “las galeras venecianas remaban de un lado  para otro frente  a las murallas, mostrando al pueblo bizantino al príncipe Alexius, preguntándoles si conocían a su señor.

  Pero los habitantes afirmaron que no sabían quien era,y  se reían, abucheaban y gritaban insultos”.

  Era evidente que los habitantes de Constantinopla eran abiertamte hostiles al aspirante a emperador, lo que fue un shock, no solo para el príncipe, sino también para los cruzados que lo habían llevado allí.

  Así, si los cruzados querían recibir el pago prometido por el príncipe Alexius, tendrían que liberar al antiguo emperador Isaac II por la fuerza e instalarlo a el y a su hijo Alexius como co-emperadores.

  Lo que en un principio se iba a limitar a una intimidacion de los cruzados a los bizantinos para instalar en el trono imperial al principe Alexius, se iba a convertir en un asedio formal , de inciertas consecuencias.



(Continuara…)

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