jueves, 8 de octubre de 2015

El extraordinario viaje de Alvar Nuñez,Cabeza de Vaca (1ª parte)



  

  
Alvar Núñez nació alrededor de 1490 en Jerez de la Frontera, descendiente de una familia de hidalgos,nobles de una casta guerrera que provenía de los tiempos de la Reconquista.


  Como tercer hijo, Alvar Núñez no tenía derecho a ninguna herencia, y en aquella época solo existían dos opciones de progresar para los hijos de familias de origen noble que no eran el primogenito : o la carrera eclesiástica, o la carrera militar.


  Alvar heredo el apodo “Cabeza de Vaca “de uno de sus antepasados, un pastor mozárabe llamado Martin Alhaja que en 1212, durante la batalla de las Navas de Tolosa, utilizó el cráneo de una vaca para indicar a las tropas castellanas, aragonesas y navarras  donde estaba situado un paso seguro para que las tropas cristianas cayeran sobre la retaguardia de las tropas moras del califa almohade Mohammed Ab Nasr.


  En señal de gratitud por los servicios prestados, el rey Alfonso VII de Castilla nombró a Martin Alhaja hidalgo ,y le premio con un escudo de armas en el que aparecía una cabeza de vaca, dando comienzo asi al linaje de los "cabezas de vaca".


  Otro de los antepasados de Alvar Nuñez, su abuelo Pedro de Vera Mendoza, tuvo una destacada participación en la conquista castellana de las islas Canarias en 1483, islas que pocos años más tarde se convertirían en la cabeza de puente y punto de avanzada crucial para las expediciones de Cristóbal Colon.


  Asi,la familia de Alvar Nuñez,el linaje de Cabeza de Vaca, había intervenido decisivamente en dos de los eventos más importantes de la historia de España en la edad media, la reconquista de la peninsula al  invasor musulmán y el descubrimiento,conquista y colonización de  América.


  Alvar opto por seguir la carrera militar, imaginando un futuro repleto de batallas, gloria y la realizacion de  grandes empresas alejado de su familia.


  Su primer destino fue formar parte de las tropas de la Liga Santa en Italia, una coalición formada por España, Venecia y los estados Pontificios, que en 1512 combatieron  a los franceses en la batalla de Ravenna, y después los hicieron retirarse de la península italiana, llegando los franceses en su huida hasta Dijon, en donde se rindieron a finales de año.


 En 1519, acuciado por unas serias dificultades económicas, Alvar Núñez abandonó momentáneamente el ejército y paso a formar parte del sequito cortesano de uno de los hombreas más ricos y poderosos de España, el joven  Juan Alonso Pérez Guzman y Zuñiga, duque de Medina Sidonia.


  Muy pronto, Alvar se percato de que los pasillos de la corte era mucho más peligrosos que los campos de batalla de Europa, ya que la traición, el secuestro y los asesinatos estaban a la orden del día.


  En un momento determinado, el duque Juan Alonso Pérez Guzmán y Zuñiga fue declarado por la iglesia católica “mentecato e impotente”, ya que no podía consumar el matrimonio con su esposa la princesa Ana de Aragon, nieta de Fernando el Católico.

 Juan Alonso Perez Guzman y Zuñiga,duque de Medina Sidonia.


  Alvar Núñez trató de ayudar a su señor el duque, y comenzó a oficiar de alcahuete, llevando a la cama del duque a bellas señoritas de mala reputación y moral distraida, para tratar de despertar los instintos carnales más lujuriosos de su señor.


  Parece que Alvar se extralimitó en su función de alcahuete ducal, ya que se dedicó a buscar doncellas y proporcionárselas a otros nobles de la corte del duque, a cambio de jugosas  prebendas.


  Pero fue descubierto  por la autoridad eclesiástica y fue procesado, acusado de alcahuetería, y su carrera en la corte se vio truncada de raíz.


  Volvió al ejército, y participó de parte de las tropas reales en la rebelión de las Comunidades de Castilla contra el poder real, combatiendo en la toma de Tordesillas y la batalla de Villalar.


  En 1527, decide embarcarse hacia el nuevo mundo, en la expedición de Pánfilo de Narváez hacia la Florida.


 “Para servir a dios y a su majestad ,será un placer ir en persona a descubrir las islas de tierra firme, sin tener que hacer su majestad compromiso o gasto alguno”


  Además de hacer ver al emperador Carlos que la expedición no iba a tener ningún costo para el, Narvaez insistía en una de sus misivas en tratar de evitar retrasos en la partida de la expedición, ya que “su real conciencia debería sopesar el error de  obstaculizar o retrasar la conversión de los indios a nuestra fe católica, y retrasar la llegada de beneficios al patrimonio real”


  El año anterior, durante una estancia en Granada mientras disfrutaba de su reciente matrimonio, el rey Carlos  había concedido a Narváez la autorización para colonizar la Florida y los territorios adyacentes. La organización de la expedición iba a depender de Narvaez, y los gastos también serian todos a su  cargo.

 Panfilo de Narvaez.

 Una de las condiciones que tenía que cumplir Narváez era el establecer dos ciudades y tres fortalezas en las nuevas tierras de Florida. Era un gran triunfo para Narvaez, ya que inicialmente el rey Carlos  solo quería permitir el comercio con los indigenas, prohibiendo la construcción de asentamientos permanentes.


  Cada ciudad debía habitarse con al menos 100 hombres (y alguna mujer), así que la expedicion de  Narváez debería llevar a Florida al menos a 200 colonos, sin contar unas cuantas decenas de frailes que iban a “cuidar del bienestar espiritual” de los nativos, y un puñado de funcionarios de la hacienda española  que iban a encargarse de que las arcas imperiales recibieran su parte.


  A cambio, Narvaez recibiría exenciones de  los impuestos, una gran extensión de tierra (10 leguas cuadradas, unos 180 kilómetros cuadrados), y el nombramiento de gobernador de Florida, capitán general, alguacil mayor, adelantado (máxima autoridad civil) y superintendente de las fortalezas que iban a construirse.


  Narváez paso 6 meses en Sevilla mientras preparaba la expedición, y, a finales de primavera, había adquirido 5 buques capaces de transportar a 600 personas, la mayoría españoles, con algunos portugueses y una pareja de griegos.Todos cristianos, claro, ya que una de las condiciones impuestas por el rey de España era que estaba terminantemente prohibido que musulmanes, judíos o cristianos conversos viajaran a los nuevos territorios imperiales en América.

 Puerto de Sevilla en el siglo XVI.


  Al contrario que en anteriores expediciones al nuevo mundo, no se trataba de vagabundos ,ex convictos o marginados de la sociedad española de la época.Narvaez se había esforzado mucho en reclutar individuos que poseyeran varias habilidades, ya que eso convertiría al grupo en autosuficiente y tendría más posibilidades de sobrevivir en las nuevas tierras de la Florida.Comerciantes, artesanos, secretarios, médicos, notarios, marineros, agricultures, etc


  La inclusión de Alvar Núñez en la expedición y el por qué fue nombrado tesorero de la expedición sin conocer anteriormte a Narváez no esta clara, pero podría deberse a la influencia de uno de sus familiares lejanos, el obispo Luis Cabeza de Vaca, que fue maestro y tutor del rey Carlos durante su estancia en Flandes antes de sentarse en el trono de España. Seguro que la influencia de la casa de Medina Sidonia y 15 años de distinguido servicio al rey tambien ayudaron a Alvar Núñez a convertirse en una elección ideal para la expedición a Florida .

 (Continuara…)

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