jueves, 8 de septiembre de 2016

67 a.c. :Mitridates ; Luculo y la campaña en Partia.



 viene de aqui :

  Mientras Mitridates volvía  a internarse en tierras de Armenia para eludir la persecucion romana,Lúculo,altamente  emocionado por su éxito, se convenció a si mismo que Mitridates  y Tigranes  ya no suponían un problema serio para la republica. Y puso sus ojos en el tercer gran imperio oriental de la época. Tras arrebatar (eso pensaba el) el Ponto a Mitridates y Armenia a Tigranes, su siguiente objetivo iba a ser Partia.


  El poder militar de Partia se había ido desarrollando lenta pero constantemente en lo que hoy es Irán y Pakistan.Aliado intermitente de Tigranes y Mitridates, el rey de Partia, Fraates III, se negó a prometer neutralidad cuando se le fue exigido por enviados de Lúculo.

Dracma de plata de Fraates III,rey de Partia entre los años 70 y 57 a.c.
 Tras la negativa del rey parto, Lúculo convocó en su campamento a la orilla del rio Tigris a las dos legiones que tenía acuarteladas en el Ponto. Debían dirigirse a Mesopotamia, para desde allí internarse en Partia.


  Pero las dos legiones que estaban en el Ponto eran las dos antiguas legiones  del consul Fimbria, formadas por soldados ya muy veteranos, muchos de ellos con propiedades ,esposa e hijos en Capadocia y Bitinia, que ya se habían negado a combatir en alguna ocasión, y que volvieron a amotinarse y negarse a marchar hacia el sur.


  Las noticias del motín llegaron al campamento de Lúculo, y causaron gran inquietud entre los legionarios.Luculo, que nunca había sido un referente  moral para sus soldados y no tenia ningún predicamento sobre ellos, decidio acallar las murmuraciones atacando Samosata, la capital del pequeño reino de Comagene, a las orillas del rio Éufrates.Alli esperaba obtener un gran botin,que serviria para acallar los rumores de motin de sus soldados.

  
 La expedición fue un autentico desastre para Lúculo y sus legionarios.En las murallas de la ciudad conocieron por primera vez el uso de un nuevo material,” un barro inflamable de color negro que rezuma de agujeros en el desierto”.


  Era la pez, o nafta, una sustancia altamente inflamable y pegajosa a medio camino entre el petróleo y el alquitran, que los defensores de la ciudad arrojaban sobre las cabezas de los legionarios. Se pegaba a las vestimentas y a la piel, y el uso de agua para intentar quitarlo  solo empeoraba sus ardientes efectos.


  La nafta de Samosata quemó las maquinas de asedio de Lúculo,y  las armaduras y la piel de los legionarios. Sustancia plenamente conocida en Oriente, extraída de lagos de petróleo en los desiertos del  norte de lo que hoy es Irak, Siria y el este de Turquia, los romanos nunca habían sufrido semejante arma en sus propias carnes.

 Murallas de Samosata.

 El terror que provocó la nafta en sus legionarios obligo a Lúculo a la retirada. Para tratar de acallar las constantes murmuraciones y conseguir algo de botin para sus soldados, Lúculo empeoró aun más las cosas atacando Gordiene, una populosa ciudad que controlaba las rutas de comercio entre el norte de Asia y el Ponto.Pero ni siquiera llegaron a poner la ciudad bajo asedio, ya que los constantes ataques de caballería nomada, que mojaba sus flechas en veneno, obligó a las legiones a retirarse hacia el Tigris.


  Ambas derrotas hicieron que la autoridad que Lúculo tenía sobre sus legionarios desapareciera por completo.Con escasez de provisiones y agua, acampados en medio del desierto, sin esperanzas de recibir refuerzos, los legionarios solo esperaban el momento para amotinarse.

http://www.imperivm.org/cont/textos/txt/plutarco_vidas-paralelas-tiv-luculo.html


Capitulo XXXI


  Mientras, Mitridates y Tigranes se encontraban en Artaxata, una vez mas reuniendo un nuevo ejercito.Con la ruta hacia Galatia y Bitinia ocupada por el invasor romano, ambos reyes pusieron sus esperanzas militares en las tribus nómadas de las estepas del norte del mar Caspio, y en los propios armenios,obligados a defender sus propias tierras


  Mitridates, comandante supremo del nuevo ejercito, escogió a 70.000 armenios para la infantería, y la puso bajo mando el general Taxiles, que se encargó de dividir en cohortes a los nuevos infantes y entrenarlos en el modo de combate romano.


  El mismo Mitridates se encargó de entrenar a la caballeria, 45.000  jinetes nómadas montados sobre ligeros y manejables ponies, que iban a convertirse en la fuerza de choque del nuevo ejército.


  Mientras, Lúculo, obligado por el motín de dos de sus legiones y la baja moral del resto se sus tropas, desistió de la invasión  a Partia.Finalmente, utilizando la técnica del palo y la zanahoria ,a base de promesas y amenazas, Lúculo consiguió convencer a sus soldados de la necesidad de terminar de una vez con todas con Mitridates. Mientras el rey del Ponto siguiera con vida, sería una amenaza para la republica.

   El ejercito de Lúculo se puso en marcha en el verano del año 68 a.c. hacia el cuartel general del rey Tigranes en la fortaleza de Artaxata.


 Artaxata.


  La marcha por Armenia fue muy dificultosa.La meseta central de Armenia tiene unos 2.000 metros de altitud, y está rodeada por montañas de nieve eterna de más de 3.000 metros. A esa altitud, el grano y la fruta que los romanos pensaban consumir durante el camino aun no habían madurado. Y los arqueros a caballo de Mitridates acosaban continuamente a las tropas, atacando con sus flechas  y retirándose a toda velocidad a continuación.


  Para los romanos, ese era un modo muy poco honroso de combatir, pero era muy eficaz.Los legionarios recibían proyectiles  continuamente, y no eran capaces de responder a los ataques.


  Finalmente,Lúculo encontró a las tropas de Tigranes y Mitridates en las cercanías del rio Arsanias.Pero nunca pudo enfrentarse a ellos en una batalla decisiva.Emboscadas, escaramuzas, los romanos siempre hacian  huir a las tropas de Mitridates, que se ocultaban en las montañas para volver a aparecer un par de días después, a kilómetros de distancia, atacando donde menos lo esperaban los romanos.


  El invierno llegó, y los agotados legionarios de Lúculo comenzaron de nuevo a murmurar. Tumultuosas asambleas en las que se debatía sobre una deserción masiva, reuniones clandestinas en el campamento en las que se preparaban motines, Lúculo de nuevo eligió llevar a sus tropas al combate,  a capturar la ciudad de Nisibis, al invierno mucho más suave de las riberas del Tigris.

 Ruinas de Nisibis,actual ciudad de Nusaybin.


  Lúculo tomo  la ciudad al asalto y capturó a los líderes de los defensores, Gouras, hermano del rey Tigranes, y el general y experto ingeniero Calimaco.Gouras fue enviado a Roma, donde seria protagonista principal del triunfo que Lúculo pensaba celebrar. En cambio, Calimaco fue torturado para que revelara la situación de los numerosos tesoros que Mitridatos había escondido por toda Armenia.


  Calimaco murió de resultas de la brutal tortura a la que fue sometido, y el destino de  los tesoros de Mitridates se perdió para siempre.


  Esa fue la gota que colmo el vaso de la paciencia de los oficiales de las legiones de Lúculo, a quienes este había prometido repartir una parte de los tesoros que encontraran. La mayoría de los oficiales comenzaron a  reclamar a Lúculo que abandonara la persecución de Mitridates y volviera a Capadocia.


  Cuando Lúculo se negó a retroceder e insistió en atrapar a Mitridates, las legiones se amotinaron. A principios del año 67 a.c., Luculo ordenó a sus tropas ponerse de nuevo en marcha hacia el este. Los legionarios se negaron a  moverse del  campamento romano en Nisibis.

  Conocedores de la complicada situacion de Lúculo,Mitridates y Tigranes decidieron invadir de nuevo Capadocia al mando de su nuevo ejercito de 80.000 soldados.


(Continuara…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario