viene de aqui :
Mientras Mitridates volvía a internarse en tierras de Armenia para
eludir la persecucion romana,Lúculo,altamente
emocionado por su éxito, se convenció a si mismo que Mitridates y Tigranes ya no suponían un problema serio para la republica. Y puso sus ojos en
el tercer gran imperio oriental de la época. Tras arrebatar (eso pensaba el) el Ponto a Mitridates y Armenia a Tigranes, su siguiente objetivo iba a ser Partia.
El poder militar de Partia se había
ido desarrollando lenta pero constantemente en lo que hoy es Irán y Pakistan.Aliado intermitente de Tigranes y Mitridates, el rey de Partia, Fraates III, se negó a prometer neutralidad cuando se le fue exigido por
enviados de Lúculo.
Dracma de plata de Fraates III,rey de Partia entre los años 70 y 57 a.c.
Tras la negativa del rey parto, Lúculo convocó en su campamento a la orilla del rio Tigris a las dos legiones
que tenía acuarteladas en el Ponto. Debían dirigirse a Mesopotamia, para desde
allí internarse en Partia.
Pero las dos legiones que estaban
en el Ponto eran las dos antiguas legiones del consul Fimbria, formadas por soldados ya muy veteranos, muchos de ellos con
propiedades ,esposa e hijos en Capadocia y Bitinia, que ya se habían negado a combatir en
alguna ocasión, y que volvieron a amotinarse y negarse a marchar hacia el sur.
Las noticias del motín llegaron al campamento
de Lúculo, y causaron gran inquietud entre los legionarios.Luculo, que nunca había
sido un referente moral para sus soldados y no tenia ningún predicamento
sobre ellos, decidio acallar las murmuraciones atacando Samosata, la capital
del pequeño reino de Comagene, a las orillas del rio Éufrates.Alli esperaba obtener un gran botin,que serviria para acallar los rumores de motin de sus soldados.
La expedición fue un autentico desastre para Lúculo y sus legionarios.En las murallas de la ciudad conocieron por primera vez el uso de un nuevo material,” un barro inflamable de color negro que rezuma de agujeros en el desierto”.
Era la pez, o nafta, una sustancia
altamente inflamable y pegajosa a medio camino entre el petróleo y el alquitran, que los
defensores de la ciudad arrojaban sobre las cabezas de los legionarios. Se
pegaba a las vestimentas y a la piel, y el uso de agua para intentar quitarlo solo empeoraba sus ardientes efectos.
La nafta de Samosata quemó las
maquinas de asedio de Lúculo,y las armaduras y la piel de los legionarios.
Sustancia plenamente conocida en Oriente, extraída de lagos de petróleo en los
desiertos del norte de lo que hoy es Irak, Siria y el este de Turquia, los romanos nunca habían sufrido semejante
arma en sus propias carnes.
Murallas de Samosata.
El terror que provocó la nafta en
sus legionarios obligo a Lúculo a la retirada. Para tratar de acallar las constantes
murmuraciones y conseguir algo de botin para sus soldados, Lúculo empeoró aun más las cosas atacando Gordiene, una populosa
ciudad que controlaba las rutas de comercio entre el norte de Asia y el Ponto.Pero ni siquiera llegaron a poner la ciudad bajo asedio, ya que los constantes
ataques de caballería nomada, que mojaba sus flechas en veneno, obligó a las
legiones a retirarse hacia el Tigris.
Ambas derrotas hicieron que la
autoridad que Lúculo tenía sobre sus legionarios desapareciera por
completo.Con escasez de provisiones y agua, acampados en medio del desierto,
sin esperanzas de recibir refuerzos, los legionarios solo esperaban el momento
para amotinarse.
Capitulo XXXI
Mientras, Mitridates y Tigranes
se encontraban en Artaxata, una vez mas reuniendo un nuevo ejercito.Con la ruta hacia Galatia y Bitinia ocupada por el invasor romano, ambos reyes pusieron sus esperanzas
militares en las tribus nómadas de las estepas del norte del mar Caspio, y en
los propios armenios,obligados a defender sus propias tierras
Mitridates, comandante supremo
del nuevo ejercito, escogió a 70.000 armenios para la infantería, y la puso
bajo mando el general Taxiles, que se encargó de dividir en cohortes a los
nuevos infantes y entrenarlos en el modo de combate romano.
El mismo Mitridates se encargó de
entrenar a la caballeria, 45.000 jinetes
nómadas montados sobre ligeros y manejables ponies, que iban a convertirse en
la fuerza de choque del nuevo ejército.
Mientras, Lúculo, obligado por el
motín de dos de sus legiones y la baja moral del resto se sus tropas, desistió
de la invasión a Partia.Finalmente,
utilizando la técnica del palo y la zanahoria ,a base de promesas y amenazas, Lúculo consiguió convencer a sus soldados de la necesidad de terminar de una vez
con todas con Mitridates. Mientras el rey del Ponto siguiera con vida, sería
una amenaza para la republica.
El ejercito de Lúculo se puso en marcha en el verano del año 68 a.c. hacia el cuartel general del rey Tigranes en la fortaleza de Artaxata.
Artaxata.
La marcha por Armenia fue muy
dificultosa.La meseta central de Armenia tiene unos 2.000 metros de altitud, y está
rodeada por montañas de nieve eterna de más de 3.000 metros. A esa altitud, el
grano y la fruta que los romanos pensaban consumir durante el camino aun no habían
madurado. Y los arqueros a caballo de Mitridates acosaban continuamente a las
tropas, atacando con sus flechas y
retirándose a toda velocidad a continuación.
Para los romanos, ese era un modo
muy poco honroso de combatir, pero era muy eficaz.Los legionarios recibían proyectiles continuamente, y no eran capaces de responder
a los ataques.
Finalmente,Lúculo encontró a las
tropas de Tigranes y Mitridates en las cercanías del rio Arsanias.Pero nunca
pudo enfrentarse a ellos en una batalla decisiva.Emboscadas, escaramuzas, los
romanos siempre hacian huir a las tropas
de Mitridates, que se ocultaban en las montañas para volver a aparecer un par
de días después, a kilómetros de distancia, atacando donde menos lo esperaban
los romanos.
El invierno llegó, y los agotados
legionarios de Lúculo comenzaron de nuevo a murmurar. Tumultuosas asambleas en las
que se debatía sobre una deserción masiva, reuniones clandestinas en el
campamento en las que se preparaban motines, Lúculo de nuevo eligió llevar a
sus tropas al combate, a capturar la ciudad de Nisibis, al invierno mucho más
suave de las riberas del Tigris.
Ruinas de Nisibis,actual ciudad de Nusaybin.
Lúculo tomo la ciudad al asalto
y capturó a los líderes de los defensores, Gouras, hermano del rey Tigranes, y
el general y experto ingeniero Calimaco.Gouras fue enviado a Roma, donde seria
protagonista principal del triunfo que Lúculo pensaba celebrar. En cambio, Calimaco fue torturado para que revelara la situación de los numerosos tesoros
que Mitridatos había escondido por toda Armenia.
Calimaco murió de resultas de la
brutal tortura a la que fue sometido, y el destino de los tesoros de Mitridates se perdió para
siempre.
Esa fue la gota que colmo el vaso
de la paciencia de los oficiales de las legiones de Lúculo, a quienes este había
prometido repartir una parte de los tesoros que encontraran. La mayoría de los
oficiales comenzaron a reclamar a Lúculo
que abandonara la persecución de Mitridates y volviera a Capadocia.
Cuando Lúculo se negó a retroceder e insistió
en atrapar a Mitridates, las legiones se amotinaron. A principios del año 67
a.c., Luculo ordenó a sus tropas ponerse de nuevo en marcha hacia el este. Los
legionarios se negaron a moverse del campamento
romano en Nisibis.
Conocedores de la complicada situacion de Lúculo,Mitridates y Tigranes decidieron invadir de nuevo Capadocia al mando de su nuevo ejercito de 80.000 soldados.
(Continuara…)
Conocedores de la complicada situacion de Lúculo,Mitridates y Tigranes decidieron invadir de nuevo Capadocia al mando de su nuevo ejercito de 80.000 soldados.
(Continuara…)
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