Viene de aquí:
Las cuatro columnas británicas
partieron desde sus respectivos puntos de concentración a finales del otoño de 1814,encontrandose con
serias dificultades desde el principio de las operaciones.
El ya anciano general Wood,al mando de
la columna que había partido de Benarés con objetivo en el distrito fronterizo
de Butwal, se empeñó en asaltar una empalizada de madera defendida por
campesinos nepalíes y media docena de gurkhas armados de palos y piedras.
Tras la pérdida de varios soldados
britanicos a causa de las pedradas, el general
Wood decidio entonces retirarse, justo cuando los campesinos habían decidido rendirse.
Viendo la oportunidad que se abría ante ellos, los gurkas saltaron la empalizada
y salieron en persecucion de los britanicos,
hostigándolos durante una decena de kilómetros.
La columna del general Marley
tampoco tuvo demasiado éxito.Habia salido de Dianpore en direccion a la capital nepalí,Katmandu.Tras varios
desafortunados encuentros con los
combativos gurkas, Marley decidió retirarse,dejando abandonados a los
defensores hindues de un par de puestos defensivos en Samanpore y Persa.
Un par de semanas después, a finales de febrero de 1815, Marley recibió la
noticia de que ambos puestos defensivos habían sido asaltados por los gurkas y
sus guarniciones pasadas a cuchillo.Sintiendose responsable
de la muerte de sus soldados, el general Marley decidió desertar, saliendo una noche del campamento
británico.
El gobernador general de las Indias Orientales británicas en aquellos días, Sir Francis Rawdon Hastings,intento
ocultar la deserción de su general incluyendole en la lista oficial de enfermos y lisiados
del ejercito britanico.Pero unas cartas de varios oficiales británicos del la
columna del general Marley llegaron a manos de la prensa britanica, que aireó
el escándalo.
"Incapaz de soportar las molestias
de la campaña, el mayor general Marley decidió súbita y extraordinariamente,
abandonar el campamento “
Gurkas,segun la prensa britanica de la epoca.
No fue el unico oficial británico
que desertó ante las dificultades de la campaña. Tampoco en el bando nepalí se
libraron de las deserciones de altos mandos.
Uno de ellos, un comandante
llamado Bagat-sing se habia negado a atacar a una de las columnas britanicas alegando
que las tropas enemigas superaban en un ratio de 10 a 1 a sus propias fuerzas.
EL primer ministro nepalí Bhim Sen Thapa ordenó al rebelde comandante
dirigirse a Katmandu, donde tuvo que pasar por la humilllación de presentarse ante la asamblea local vestido con unas enaguas femeninas como
castigo a su cobardía.
En el oeste las cosas se desarrollaron
de manera diferente. El general Gillespie y sus 4.000 soldados se internaron en el
valle del rio Doon y consiguieron separar a las tropas del general Amarsing Thapa de sus
lineas de aprovisionamiento.Gillespie siguió
avanzando hasta llegar a la zona de Kalunga,donde se encontraba la fortaleza de Nalapani (en
realidad, unos pequeños edificios de adobe rodeados de una empalizada de madera)
donde se encontraban 600 defensores (entre los que había mujeres y niños) liderados
por el comandante Balbahadur Kunwar.
Kalunga,con la fortaleza de Nalapani a la izquierda.
La fortaleza en si se encontraba estrategicamente
situada en una colina a unos 200 metros
por encima del valle del rio Doon.Los flancos de la fortaleza estaban
protegidos por terreno rocoso y la jungla nepali, por lo que era muy complicado flanquearla. El acceso a la fortaleza también estaba obstaculizado por un arroyo
que corría a través de un escarpado barranco frente a la entrada de la
fortaleza.
La noche del 29 de octubre de 1914,
el general Gillespie envió una carta ofreciendo respetar la vida de los defensores si entregaban la fortaleza.Pero el comandante Kunwar ni siquiera leyó la carta.
Al amanecer del dia30, la
artillería británica abria fuego sobre la empalizada, mientras la infantería se preparaba para el asalto.Gillespie, un impetuoso oficial, ordenó el ataque
antes de que la totalidad de sus tropas estuvieran
en sus posiciones de salida.
Los regimientos británicos e
hindúes atacaron en total desorden, y el resultado fue el fracaso en el asalto
y un gran numero de bajas. Un segundo
intento, esta vez con el contingente completo y liderado por el propio general Gillespie también terminó con la retirada de las tropas inglesas,incapaces de
superar la empalizada defendida por los gurkas.
Gillespie estaba furioso por el poco
provecho que habían sacado los artilleros britanicos a sus cañones, ya que la empalizada
era reparada por los nepalíes en pocos minutos tas haber sufrido algún
impacto.
La noche del día 2 de noviembre, Gillespie ordenó avanzar la artillera pesada de la que disponía (seis cañones y cuatro obuses ) hasta una posición situada a menos
de 300 metros de la empalizada.
Los nepalíes reconocieron el
peligro que suponía la artilleria a tan corta distancia , y una docena de gurkas saltó la empalizada,
se situó al flanco de la nueva posicion de artillería británica y comenzó a disparar sobre ella a eso de las 9 de la mañana, antes de que la
artilleria hubiera podido realizar un solo disparo.
Frustrado,Gillespie ordenó a una
de las compañías de infantería cargar a la bayoneta para rechazar a los
gurkas.El error critico de la batalla fue lo siguiente que determinó Gillespie. Impulsivo,ordenó a sus tropas perseguir a los gurkas que había
desalojado cargando a bayoneta calada , y se retiraban hacia la fortaleza.
Los principales encargados de la persecucion de los gurkas fueron un
centenar de dragones a pie del regimiento Royal Irish, considerados por Gillespie como tropas de choque.Pero cuando llegaron al pie de la empalizada, no tenían
escalas con las que superarla. Los ingenieros
estaban construyéndolas protegidos por unas cabañas cercanas a la
empalizada.
Mientras esperaban la llegada de las escalas, los defensores, armados con arcos, piedras, viejos mosquetes y el
legendario kukri, saltaron de nuevo la empalizada y cayeron sobre los
britanicos.En pocos minutos, 58 dragones habían sido heridos y una decena había muerto.El resto se retiro a toda velocidad.
Ruinas de la fortaleza de Nalapani.
En el caos, las cabañas y chozas cercanas
en donde los soldados britanicos trataban de reagruparse se
incendiaron,incendiando también las escalass que los ingenieros trataban de
construir,terminando con toda esperanza británica de superar la empalizada.
Gillespie estaba furioso, y a las 10 de la mañana exigió la llegada de
nuevos contingentes de refuerzo, afirmando que tomaría el mando del siguiente
intento de asalto.
A las 10 y media llegaron tres
columnas de infantería del 53 regimiento de infanteria, y Gillespie tomó el mando, Un
explorador había divisado una brecha en la empalizada en la parte noroeste,
y hacia alli se dirigió el siguiente asalto britanico, favorecido por el intenso
humo producto del incendio de las cabañas, que ocultaba a los defensores los movimientos de las
tropas británicas.
Pero Balbahadur Kunwar sabía perfectamente
que existía una brecha en el muro, y había colocado un pequeño cañón y una barricada
de piedras para protegerla.
Gillespie ordenó una descarga de
artilleria sobre la barricada, que destruyó el cañon nepalí y abrió brecha. A
continuacion, envió un pequeño grupo de asalto para apoderarse de la entrada.
Pero un nuevo contraataque de los defensores nepalíes volvió a rechazar a los infantes
británicos, y amenazaban con tomar la posicion artillera britanica.Gillespie se
puso a la cabeza de su reserva,soldados hindúes del 13º regimiento de infantería nativa, y se lanzo sobre los defensores,entre un intensísimo fuego de mosquete y con la metralla de la
artilleria volando sobre sus cabezas.
A las 11:15, un francotirador
gurkha localizaba a Gillespie mientras
enarbolaba su espada frenéticamente, y disparó.Gillespie recibió el impacto del
proyectil en el pecho, atravesando la coraza ,muriendo en el acto.
Tras la muerte del general Gillespie,.su segundo al mando, el coronel Sebright Mawbey, asumió el mando de
todas las tropas británicas en la zona de Kalunga.Su primera orden fue cesar
con los intentos de asalto a la fortaleza,
y plantear un asedio clásico,acabar tomando al fortaleza privando a los defensores de alimento y agua.
Tras dos meses de asedio ,
solo quedaban con vida 68 guerreros gurkas, además de decenas de mujeres y
niños,que pudieron abandonaron la fortaleza con la
promesa británica de respetar sus vidas, a cambio de la entrega del cadaver del
general Gillespie, que fue introducido en un barril de alcohol hasta que pudo
ser trasportado a Meerut, donde fue enterrado.
El 30 de noviembre,Balbahadur Kunwar y los guerreros gurkas supervivientes salieron de la fortaleza y lograron abrirse
camino entre las tropas britanicas,perdiendose a continuación entre la espesa
jungla.Cuando los británicos lograron acceder a las ruinas de la fortaleza de Nalapani, solo encontraron muertos.Retiraron de allí a los suyos, y abandonaron
el lugar, que ya no tenia ninguna importancia estratégica.
Balbahadur Kunwar,heroe de la resistencia nepalí.
Balbahadur había perdido 520
gurkas (además de docenas de mujeres y niños), y los británicos dejaron allí a
31 oficiales y 750 soldados.
En la colina de Kalunga, cerca de
las ruinas de la fortaleza de Nalapini se construyeron dos obeliscos blancos,
uno en honor a Gillespie y los británicos que cayeron allí, y otro obelisco dedicado sus valerosos enemigos.
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