jueves, 20 de junio de 2019

Sertorio, rebelde con causa (21ª parte) ; Iberia-Hispania (XVII)





Viene de aquí:


  Cuando terminó la batalla del Sucro, Metelo Pio marchó de inmediato a  reunirse con Pompeyo para adularlo y felicitarlo por la victoria


  Pero Pompeyo ordenó a sus lictores postrar sus fasces (símbolos del rango de cualquier magistrado romano), lo que significaba que reconocía a Metelo como a un superior.

 Lictor.


   Metelo sabía que la moral del joven  Pompeyo era bastante frágil, e insistió en tratarlo como a un igual.Tambien sabia Metelo que los oficiales de Pompeyo lo respetaban y obedecían ciegamente, y no quería molestarlo mas de lo necesario, so pena que decidiese volver a Roma.


  Metelo estaba sumamente contento. Mientras  las tropas de Pompeyo se habían enfrentado en numerosos ocasiones a las de Sertorio, y habían sufrido muchas bajas, las suyas apenas se habían tenido que enfrentar con infanteria ligera en escasos numeros.


  Tras la batalla del rio Sucro, Sertorio había tenido que abandonar la costa mediterránea y se habia retirado hasta Clunia (mas tarde Clunia Sulpicia, actual Peñalba de Castro, en la provincia de Burgos), un antiguo asentamiento arévaco en las montañas de Celtiberia.


  Sertorio se había quedado sin la mayor parte de su infantería pesada, los legionarios de Perpenna (solo quedaban dos legiones incompletas), pero aún le quedaban sus iberos, que en las quebradas tierras de Celtiberia se encontraban en su terreno.


  Metelo pensaba que lo único que quedaba por hacer era perseguir a los sertorianos y acabar con ellos definitivamente.Y siguió a Sertorio ,internándose en la meseta celtibera.

 Clunia.


  Pero Sertorio, veterano líder guerrillero, volvió a verlo claro. Las legiones romanas en marcha eran una maravilla en organización y logística, y muchas de las victorias  de los ejercitos romanos se habían producido simplemente porque los legionarios podían permanecer  combatiendo en el campo de  batalla mientras sus enemigos habian tenido que dispersarse por falta de suministros y provisiones.


  Esa superior logística romana no le era necesaria a Sertorio.Con su superior caballería y el conocimiento del  terreno a su favor comenzó a lanzar ataques sobre los grupos encargados de la intendencia para los soldados de Metelo.
  

  Con serias dificultades para aprovisionarse, Metelo se vio obligado a  hacer lo que Sertorio deseaba: abandonar sus campamentos e intentar conseguir suministros saqueando poblaciones y granjas, incluida la ciudad celtibera de Segontia (actual Siguenza, en la provincia de Guadalajara).

 Segontia.


  El pillaje de los soldados de Metelo sobre las posesiones  de los iberos terminó con cualquier duda que estos pudieran tener sobre el bando en el que situarse.Sabian también que Sertorio tenía a Metelo donde quería, y no querían esperar a ver uno más de sus asentamientos saqueado por los legionarios romanos.Asi que en cuanto divisaban a los forrajeadores romanos se lanzaban sobre ellos.


  Según Plutarco, Sertorio fue obligado a presentar batalla por sus aliados ibéricos.Habia hecho un gran trabajo destruyendo las lineas de aprovisionamiento de  Metelo, sin ninguna necesidad de combatir, y Metelo no había variado su estrategia, así que Sertorio no tenía ninguna intención de combatir en campo abierto.


  Pero sus aliados iberos tenían otra idea, y según la descripcion que de  la batalla hace Plutarco ,el combate empezó con un limitado enfrentamiento entre pequeños contingentes de iberos contra un pequeño contingente  de romanos, al que poco a poco se fueron añadiendo fuerzas para ambos bandos,hasta convertir lo que era una pequeña escaramuza en una batalla a gran escala.


  Metelo avanzaba hacia Segontia siguiendo el valle del rio Duero, mientras las tropas de Sertorio se desplegaban en las colinas. Según avanzaban las tropas de Metelo, alguna tribu ibera se dio cuenta que se encontraba de pronto frente a la retaguardia y el tren de provisiones romano, un suculento premio que no estaban dispuestos a despreciar. Y se lanzaron sobre la retaguardia romana.


  La batalla de Segontia duró desde el amanecer hasta la noche, y una de las primeras victimas fue el cuñado de Pompeyo, Cayo Memio, un veterano de las guerras en Hispania que servía bajo el mando de  Metelo.


  De la descripción de la batalla puede parecer que la intencion de Sertorio  fue la misma que la de Alejandro Magno en Gaugamela, es decir,intentar atrapar o matar al general enemigo.


  En Gaugamela, las tropas escogidas de Alejandro se habían dirigido directamente sobre la posición del rey Dario, el rey persa.Cuando los macedonios destruyeron a la escolta del rey persa, Dario abandonó el campo de  batalla.


  ¿Quizás Sertorio pensaba que Metelo Pio, ya casi un anciano, escaparía con su ejercito si se veía en problemas ?


“Vencía, por tanto, Sertorio, y con gran mortandad de los que se le oponían trataba de penetrar hasta Metelo, el cual, sosteniéndose y peleando alentadamente, fuera de lo que permitía su edad, fue herido de un bote de lanza”.


  Pero Sertorio no pudo terminar con Metelo, ya que la guardia personal del romano consiguió poner a salvo a su comandante. Después, tras dejar a Metelo en la seguridad de la retaguardia, cargaron contra los hombres de Sertorio.


  Aunque Sertorio había derrotado a Metelo causándole 6000 bajas,habia perdido 3000 irremplazables soldados.Y Pompeyo había logrado terminar con otros 5.000 de los legionarios de pPerpenna,al que solo le quedaban los efectivos para completar una sola legión.


  Con la perdida de los scutati ( infanteria pesada ibera ) de Cayo Hirtuleio en Itálica solo unos meses antes, a Sertorio apenas le quedaba infantería pesada. Así que desapareció del campo de  batalla.

 Scutati.


  Metelo, exultante por la victoria,ordeno a sus soldados montar el campamento, sin tomar ninguna medida para asegurarlo.Asi que, al día siguiente de la batalla,Sertorio demostró a Metelo que aun no se había retirado, y atacó el campamento.Afortunadamente para Metelo, Pompeyo pudo reunir sus tropas a toda prisa y salvar la situación avanzando sobre el campamento  y obligando a Sertorio a retirarse.


  Segontia fue la última gran batalla de Sertorio, y también fue la penúltima gran batalla de Pompeyo (solo la batalla de  Farsalia, 26 años después).


  Metelo estaba exultante.La infantería pesada de su enemigo había casi desaparecido, la moral de sus legionarios estaba más  alta que nunca, y había demostrado a las ciudades de Hispania que siempre que se enfrentaba a Sertorio en campo abierto lo derrotaba.


  Tras tres años son nada que celebrar, Metelo Pio iba a aprovechar su momento. Sus soldados le saludaban como Imperator y las ciudades por las que pasaba celebraban sacrificios en altares dedicados a él. Estatuas dedicadas a Nike, la diosa de la victoria, coronas de laurel y túnicas moradas signos de la victoria, bebiendo vino en copas ricamente decoradas mientras coros de niños  y mujeres cantaban himnos de guerra y victoria.


  Sin la infantería pesada, Sertorio no podría amenazar Turdetania o la costa mediterránea, mientras las legiones de Metelo y Pompeyo podrían marchar a cualquier parte.La destrucción sus legionarios significaba que Sertorio ya no podría ganar la guerra, solo Roma podría perderla. Pero mientras el senado romano siguiera enviando recursos y refuerzos a Hispania, la victoria romana podría tardar en llegar, pero finalmente llegaria, tarde o temprano.

 "Quinto Sertorio y la cola de caballo",obra de Gerard Van Kuijl.

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