jueves, 3 de octubre de 2019

Taboritas, cruzada en Bohemia (2ª parte )


 Tabor, en la actualidad.

Viene de aquí:


  “El tiempo de mayor sufrimiento, profetizado por Cristo , por los apóstoles en sus evangelios, los profetas y san Juan en el Apocalipsis, se cierne sobre nosotros.Ya está en nuestras puertas”.


Así escribía un líder taborita en el año 1420.


  Transcurridos cinco años de la muerte en la hoguera de Jan Hus, sus seguidores más radicales, los taboritas, marcharon hacia su ciudadela fortificada, Tabor, a orillas del rio Luznice , a menos de 100 kilómetros al sur de Praga.


  La ciudadela habia sido abandonada unas cuantas décadas atrás, y las ruinas de sus otrora poderosas murallas estaban cubiertas de malas hierbas. Había que retirar los escombros y construir una ciudad habitable casi desde cero, ya que las noches eran sumamente frías en cuanto terminaba el verano.


 A lo largo de marzo de 1420 ,miles de paisanos, artesanos, caballeros, taberneros clérigos, campesinos, vagabundos, etc  partieron desde los cuatro puntos cardinales de Bohemia (un reino medieval que ahora forma parte de la Republica Checa) en dirección a Tabor. Al final de ese mes de marzo acampaban en centenares de tiendas o carpas, en el interior del muro que habían empezado a construir.


  Todos, hombres, mujeres y niños, conocian el peligro que les amenazaba, y todos, procedentes de distintas clases sociales, habian decidido compartir en Tabor el mismo status social, y la misma suerte. Cada hombre era un hermano para cualquier otro hombre, y cada mujer era una hermana para otra mujer. No había jerarquías de ningún tipo, ni salarios, ni impuestos, nada. Cada recién llegado entregaba a la comunidad todas sus posesiones, que eran repartidas según las necesidades de cada uno. La propiedad privada era ilegal y todas las deudas anteriormente contraídas eran perdonadas.


Finalmente, parecía que los pobres y los puros de corazón habían heredado la tierra.


  La ciudad  ,fundada según unos principios similares a los de una comuna hippie, fue llamada Tabor por sus habitantes, un nombre casi ofensivo para sus enemigos.


  En la Biblia se indica que Jesús había escalado una montaña para rezar, en la llamada “transmutacion de Jesucristo”:


 “Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambio, y sus ropas parecieron tan brillantes como un rayo”.


  La montaña en donde se supone ocurrió el milagro de la transmutación se identifica desde entonces con una montaña en Galilea, el Monte Tabor, donde "el resplandor de lo divino impregna su cumbre y el cielo y la tierra casi se unen."

 Monte Tabor, en Galilea.

  En Bohemia, en 1420, estaba volviendo a suceder. Antiguos señores feudales que habían repartido todas sus posesiones con los menos favorecidos, trabajaban codo a codo con campesinos y artesanos, trabajando duro para proporcionar a la nueva Tabor una nueva muralla, no solo para convertir la ciudad en inexpugnable,sino tambien para establecer los cimientos de un nuevo mundo, una nueva forma de conocer y practicar el cristianismo, no muy alejada del cristianismo original, pero totalmente opuesta al cristianismo de la jerarquía  eclesial de aquellos años.

 Construyendo Tabor.

  Lejos de extinguir las llamas de la rebelión, el concillio de  Constanza de 1415 y la ejecución de Jan Hus un año después solo habían servido para avivar las llamas. Ni siquiera el logro de colocar un  nuevo papa en el trono de san Pedro (Martin V) consensuado por todas las facciones cristianas había servido para calmar los ánimos en Bohemia.Oficialmente, el Gran Cisma de Occidente había finalizado, pero solo para las elites.


  Apenas el viento había dispersado las cenizas del acto de fe en el que había sido quemado Jan Hus, cuando denuncias que colocaban al papado a la altura del Anticristo comenzaron a llenar las calles de Praga. El emperador Segismundo también era acusado de haber colaborado con el papado en la captura  y muerte de Jan Hus, ya que aunque había concedido un salvoconducto, no había hecho nada por salvar la vida del reo.


  Los líderes de la revuelta husita (llamada así por el nombre de Hus, el antipapa quemado en la hoguera), Jakoubek de Stibro y el germano Nicolás de Dresden arreciaron en sus criticas e insultos a la jerarquía eclesiástica, llegando a compararla con el Anticristo, y llamando a la ruptura en cuanto  se presentara la oportunidad.


  Pero tampoco había unión entre los husitas. Había facciones mas conservadoras, como los utraquistas, una facción mas dogmatica que otra cosa, ya que insistían en que la eucaristía debía administrarse siempre utilizando el pan y el vino, y no solo el pan como era costumbre, y que la liturgia se celebrara en su propia lengua, para que hasta el mas iletrado campesino pudiera conocer y entender la palabra de Dios.


  Otro grupo era el denominada de los waldensianos, con una doctrina muy similar a la de los cataros del sur de Francia, y los "herejes del espíritu libre", una especie de anarco-cristianos que negaban la necesidad de la existencia de Cristo, aunque animaban a usar  el lenguaje del sexo para una unión “erótica” con Dios.


  El comienzo de la crisis y la aparición de los husitas como una fuerza capaz de utilizar la violencia si lo consideraban necesario llegó en 1419, cuando el rey Wenceslao IV, siguiendo las indicaciones del papa Martin V,trató de reprimir las cada vez más violentas protestas de las distintas facciones husitas.


  El resultado de la intervención fue una revuelta generalizada por las calles de Praga. Con el liderazgo de otro predicador, Janus  Zelivsky, los elementos más radicales de los husitas asaltaron el ayuntamiento de Praga y lanzaron a los miembros del gobierno de la ciudad por las ventanas, en la llamada Defenestración de Praga, el 30 de julio de 1419.


 "Defenestracion de Praga", mas tarde llamada primera Defenestracion de Praga, ya que hubo otras dos.


  Cuando el rey Wenceslao recibió las noticias de lo ocurrido en Praga, sufrió una apoplejía y murió.


  Pero los disturbios en Praga habían sido precedidos por una serie de asambleas y reuniones en numerosos pueblos y aldeas de Bohemia, con los ciudadanos exigiendo oír la palabra de Dios en su propio idioma y celebrando la liturgia al estilo utraquista.Todos estos grupos solían reunirse en colinas, para estar más cerca de Dios, e iban a formar el núcleo duro del apocalíptico y revolucionario movimiento husita, convencidos que pronto iban a  ver a Dios en persona. Y marcharon hacia Tabor.


  Los taboritas no iban a ser la primera “secta” cristiana en creer en la cercanía del Apocalipsis: la novedad de su doctrina se basaba en la escala de la crisis que había provocado su aparición, una crisis en la que todos los fundamentos morales y tradicionales de la sociedad en la que vivían se habían visto comprometidos fatalmente.


  Con una iglesia católica a la que identificaban con el Anticristo  y un emperador culpable de haber traicionado a su líder, los taboritas se comprometieron a la revolución violenta.

 Una bestia apocaliptica abraza con sus garras a los prelados de la iglesia, segun una ilustracion de finales del siglo XV.Los taboritas pensaban que la iglesia estaba sometida a los deseos  del Anticristo.


  Pero no solo para volver a los ideales de la antigua iglesia: vivir como hermanos y hermanas, poner toda la riqueza en comun, etc. El mundo mas allá de la ciudad de Tabor debía ser destruido, todos aquellos cristianos que aun no se hubieran unido a la doctrina husita debían ser eliminado: no solo emperadores y altos jerarcas de la corrupta iglesia: todos aquellos pecadores que no habían querido redimirse uniéndose a los taboritas debían desaparecer.

"Cada uno de los fieles deberá lavar sus manos con la sangre de los enemigos de Cristo"


Iba a comenzar la fase militar de la apocaliptica revolución  husita.




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