Patos salvajes, película
anglo-suiza del año 1978 dirigida por Andrew McLaglen y protagonizada por,
entre otros, Richard Burton, Roger Moore y Richard Harris.
Basada en la novela The Thin
White line, obra de David Carney, narra las peripecias de un grupo de
mercenarios en un imaginario país del sur del continente africano.
Aunque en realidad, la novela
esta libremente basada en hechos reales acontecidos en diversos países de África
entre los años 1964 y 1968 protagonizados por Mike Hoare y su grupo de mercenarios, los gansos salvajes.
Mike Hoare.
En la guerra, unas ciudades caen
tras ser asaltadas por el enemigo.Otras caen por hambre y privaciones, tras un
asedio de mayor o menor duración.
Pero a primeros de agosto de
1964, la ciudad de Stanleyville (actual Kisangani), en la Republica Democrática
del Congo, cayó ante la magia negra.
Desde las ventanas del consulado
estadounidense en la ciudad, en la avenida Eisenhower, los pocos americanos que
aun no habían sido evacuados del pais veían como sus escoltas, miembros del ejercito nacional del Congo (ANC, Armee Nationale Congolaise), arrojaban sus armas al suelo y huían.
Pocos minutos después, un brujo
semidesnudo caminaba avenida Eisenhower arriba, cantando alguna canción
ininteligible mientras sacudía enormes hojas de palma, para barrer a las tropas
gubernamentales de la ciudad.
Parece que los canticos y los movimientos
del brujo tuvieron algún efecto, ya que unos 1500 soldados gubernamentales abandonaron
sus ametralladoras, sus morteros y sus fusiles, y abandonaron Stanleyville,
dejando la ciudad en manos de 800 guerreros simba armados con lanzas, arcos y
flechas, y sobre todo, magia hoodoo.
Era el primer contacto que tenían
los estadounidenses con los simba (león, en swahili), uno de los grupos de
rebeldes comunistas congoleños que se habían convertido en valientes guerreros
gracias al dagga (cannabis), proporcionado por la URSS o alguno de sus
satélites, y la fe en el dawa (magia que
afirmaba que cualquier bala que fuera dirigida a ellos se convertiría en agua
al contacto con sus cuerpos).
Milicias Simba.
Ese mismo verano, los
combatientes simba habían conquistado un territorio de tamaño similar a Francia.Tras tomar Stanleyville, aterrorizaron
a sus 300.000 habitantes, y luego procedieron a reunir a diplomáticos europeos,
monjas, hombres de negocios y a sus familias, alrededor de 2000 personas en
total.
Rehenes ,los blancos capturados se iban a convertir en peones involuntarios de uno de los típicos juegos de la
guerra fría, en el oscuro corazón de África, un nuevo choque entre la URSS y los
EEUU que pasaría casi totalmente desapercibido para el mundo, casi siempre ignorante de lo que ocurre en el continente africano.
En la capital del Congo, Leopoldville (actual Kinshasa), Mike Hoare, antiguo oficial del ejercito británico,
organizador de safaris, contable y mercenario, había ido a reunirse con el líder
congoleño, Moisés Tshombe, y con el comandante en jefe del ANC, general
Joseph Desiré Mobutu.
Mobutu y Tshombe.
Tres años antes, Mobutu, el por entonces
presidente de la provincia rebelde de Katanga,
había combatido contra las tropas congoleñas de Mobutu, hasta llegar a un empate
técnico.
Para tratar de resolver el
empate, Tshombe contrató a Mike Hoare para que dirigiera un convoy de camiones cargado
de armas y pertrechos a través de 1200 kilómetros de territorio enemigo, 1200 kilómetros
de selva, para reabastecer a una guarnición rebelde sitiada.
Pero cuando Mike Hoare y el
convoy llegaron a su destino, los cascos azules de la ONU recibieron ordenes de
arrestar a todos los mercenarios.Pero Hoare y sus hombre lograron escapar a la
jungla, aunque dos de sus hombres fueron capturados por los lugareños, torturados
y asesinados ritualmente.
Cascos azules suecos interrogando a un mercenario en Katanga,en 1961.
La rebelde Katanga finalmente no
pudo llevar a buen puerto su intento de separación del Congo, Tshombe fue enviado
al exilio, y a Hoare se le convenció de que abandonara la zona de inmediato.
Pero, en 1964, la situación había
cambiado en el Congo.Los cascos azules de la ONU se habian marchado, y con el apoyo de Mobutu, su
antiguo enemigo Tshombe había sido nombrado primer ministro congoleño, que
deseaba contratar de nuevo a Hoare, esta vez para combatir a los rebeldes
simba.
El problema es que los principales mercados de mercenarios se encontraban en Rodesia y Sudafrica,
países adeptos de lo que se llamaba apartheid, sistema de segregación racial, y
eran naciones despreciadas y odiadas por
el África negra, en donde se consideraba tabú pagar a hombres blancos para
disparar a hombre negros (en cambio,no había ningún problema si se contrataba a hombres negros
para disparar a otros hombres negros).
Los mercenarios de Hoare y otros
grupos de europeos que habían combatido en Katanga se habían ganado a pulso el apodo
que recibieron: les afreux (los terribles).Pero a Tshombe no le importaba en absoluto
de donde vinieran los hombre que iban a ayudarle ni el color de su piel:
“veo el problema mil veces más
claro que lo que mis mas acerrimos criticos piensan. Nuestro hermoso país no debe convertirse
bajo ningún concepto en rehén de un grupo de bandidos”
Pero Mobutu tenia objeciones a la
idea de contratar de nuevo a Hoare y sus mercenarios blancos.Pensaba que no se
necesitaban elementos extraños al Congo, que su ejercito nacional podría
encargarse del trabajo.
Los jefes en la sombra de Hoare
lo ascendieron a mayor (su antiguo rango en el ejercito británico) y lo autorizaron
a organizar un nuevo comando para volar a Stanleyville.
Pero los anuncios clasificados en
los periódicos de Salisbury y Johannesburgo solicitando mercenarios atrajeron
la atención, además de exmilitares de carrera, de individuos que solo buscaban
dinero fácil, sin ningún tipo fe formación militar o experiencia de combate.
Los mercenarios del grupo de Hoare, Comando 5, y los recién llegados de diversas partes del mundo se
reunieron en una enorme base militar construida
por Bélgica y financiada por la OTAN en Kamina, en la provincia de Katanga, ya
pacificada.
Comenzó un periodo de larguísimas
jornadas de entrenamiento, que comenzaban a las 5 de la mañana y terminaban a
las 10 de la noche. La intencion de hoare
era formar una unidad de pequeño tamaño pero adecuadamente armada, entrenada y
equipada, para llevar a cabo operaciones de comando en objetivos localizados.
De origen irlandés, Hoare
denomino a su nuevo grupo de mercenarios los “gansos salvajes”, en honor a
los irlandeses que habían combatido por toda Europa entre los
siglos XVI y XVIII.
Regimientos Irlanda e Hibernia, dos de los regimientos formados por irlandeses que combatieron en el ejercito español durante la guerra de los 80 años.
En busca de un triunfo publicitario
tanto como un triunfo militar, el primer objetivo de Hoare fue rescatar a 130
rehenes belgas internados por los milicianos simba en Albertville (actual
Kalemie), en la orilla occidental del lago Tanganica.
Cuando le presentó el plan de
ataque a sus hombres, algunos de ellos amenazaron con renunciar.Hoare terminó con
el intento de motín golpeando con la culata de su pistola al líder de los
descontentos.
Hoare aleccionando a los recien llegados.
La operación para rescatar a los
rehenes de Albertville terminó en un fracaso rotundo para Hoare y sus mercenarios.Recorrieron la costa oeste del lago Tanganica a bordo de varios lanchas
fueraborda, tan ruidosas que pusieron sobre aviso a la guarnición simba de Albertville.Tras un
breve combate, Hoare y los suyos se retiraron, con dos muertos, siete heridos y
ningún rehén rescatado.
Hoare aprendió la lección “Había sido un error probar a mis hombres tan
pronto. En adelante, ningún hombre vera el combate hasta que haya recibido un
entrenamiento básico completo”.
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