Los mongoles reanudaron las hostilidades en 1256 bajo el mando
de Hulagu, el nieto de Genghis Khan.Pero en esta ocasión, su objetivo era el
islam.
Años de problemas sucesorios en Karakorum habían paralizado momentáneamente
la maquinaria militar mongol, pero los Khan del oeste de Eurasia estaban
ansiosos para extender el imperio mongol hacia el Eufrates,Siria y Egipto.
Mangu, el nuevo gran khan, recompenso la fidelidad de Hulagu
en las luchas de sucesión con nuevas tierras recién conquistadas en Persia y
Khorasan, y el siguiente objetivo era subyugar el califato de Bagdad y destruir el poder del
sultanato mameluco en el Cairo.
Como preludio a su ataque sobre Siria y Egipto, Hulagu decidió
ocuparse en primer lugar de la secta ismaelita de los assassin,en el norte y el
califato abasida en el sur.
El califa de Bagdad ,Al Mustasim Billa,era poco más que
una figura decorativa del califato abasida, que había sido un gran poder en la
zona en los últimos siglos del primer milenio.
La revolución abasida del año 750 fue seguida de un largo proceso en el que se sucedían sangrientas
guerras civiles y desintegración territorial, con varias provincias liberadas
una tras otra del yugo del califato de Bagdad.
Imperio Abisida.
A mediados del siglo X,la aristocracia persa local
trataba a los califas árabes como a marionetas.
Años despues,los turcos seljucidas conquistaban Bagdad y se lanzaban sobre el imperio
bizantino, a quien derrotaban en la batalla de Manzikert en 1071.
El poder seljucida turco declino a principios del siglo XII
debido al impulso de los cruzados, pero bajo el liderazgo de Saladino el poder
del islam había renacido de nuevo en Egipto y Siria bajo la dinastía ayubida y
sus soldados-esclavos, los mamelucos.
Califato Ayubida,en verde.
El comienzo del siglo XIII vio el contraataque islámico contra
las posesiones cruzadas en Palestina y el libano.El mismo islam estaba
combatiendo contra una secta conocida como la orden ismaili de los assassin,una
secta chiita radical que aterrorizaba al islam ortodoxo desde sus fortalezas en
las montañas del norte de Irán.
Utilizando como base de su ejercito la Horda Dorada,Hulagu
entro en Persia en 1256 con 100.000 soldados y un gran número de maquinas de
asedio manejadas por miles de ingenieros chinos.
En pocos meses, la maquinaria militar mongol extermino prácticamente
a todos los integrantes de la secta, incluidos mujeres y niños y termino con el
reinado de terror assassin.
El siguiente movimiento de Hulagu fue enviar misivas al
califa de Bagdad,ordenandole derribar los muros de la ciudad y acudir a la
tienda del khan a prometer sumisión.
El califa Al Mustasim se negó, alegando que unos cuantos ejércitos
había sido derrotados en Bagdad en el pasado.
Desafortunadamente, siglos de abandono y negligencia habían dejado
los muros de la ciudad sin apenas mantenimiento, y la guarnición de la ciudad,
de aproximadamente 50.000 hombres estaba pobremente armada y peor entrenada.
Aunque su posición como califa de los abasidas le daba
autoridad política para reclamar asistencia y ayuda del resto del islam, Egipto
y Siria se negaron a ayudarle.
Dándose cuenta de la gravedad de la situación, el califa
ordeno reparar a toda prisa los muros de Bagdad, a solo un día de la llegada
del ejército mongol.
Asedio de Bagdad.
Hulago dividió sus tropas en cuatro columnas. Queriendo aprovechar
esa división, Al Mustasim mando una fuerza de caballería de 20.000 soldados al
encuentro de los mongoles.
Cuando la caballería se acercaba, los mongoles rompieron los
diques de las orillas del eufrates,inundando el campamento de la guarnición de
la ciudad y cortando la ruta de retirada de la caballería islámica. Solo unos
pocos caballeros musulmanes sobrevivieron a la inundación y al encuentro con la vanguardia del ejército
de Hulagu,volviendo a la ciudad con una multitud de refugiados.
Hulagu ordeno construir una zanja y un muro alrededor de Bagdad,
y los mongoles comenzaron el bombardeo de la ciudad el 30 de enero de 1258.
Tras 7 días de ininterrumpido bombardeo, el califa de Bagdad
pidió entablar negociaciones de paz. Pero Hulagu solo aceptaba la rendición incondicional,
a lo que le califa se negó.
En la mañana del 5 de febrero, los mongoles atacaron en masa
y tomaron toda la parte este de las murallas, accediendo a la ciudad.
Los siguientes siete días fueron brutales.La guarnición
superviviente fue decapitada al completo, mezquitas y palacios fueron
incendiadas y destruidas, universidades y edificios públicos fueron saqueados y
destruidos hasta los cimientos.
Al Mustasin y sus tres hijos fueron enrollados en alfombras
y toda la caballería mongol paso sobre ellos, pisoteándolos hasta la muerte.La carnicería
fue tan brutal que los mongoles se vieron obligados a abandonar sus
campamentos cercanos a la ciudad debido al hedor que dejaban los cientos de
miles de cadáveres.
Con los asassin y los abasidas eliminados,Hulagu pusos su atención
en Siria.Su ejercito ahora disponía de alrededor de 300.000 soldados,
incluyendo tropas de sus nuevos estados musulmanes vasallos y un contingente de
16.000 cruzados cristianos enviados por el rey Hethum I de Armenia.
Ante lo que se le venia encima, el sultán de siria pidió ayuda
a los mamelucos, pero su petición cayó en oídos sordos. En el Cairo,el sultán
mameluco Kotuz no tenía la mas mínima intención de ayudar a los sirios.
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