jueves, 3 de octubre de 2013

1914 : Guerra secreta en Sudamerica.(1 ª parte)



 Flota alemana del Pacifico este,zarpando de Valparaiso en 1914.

Los servicios secretos alemanes habían anticipado a la perfeccion.la llegada de la 1ª guerra mundial en agosto de 1914, y se habían preparado a conciencia para intervenir en el continente americano desde meses antes del atentado en Sarajevo.

Frederick Jebsen, un oficial naval en la reserva, había sido enviado por el almirantazgo alemán en 1912 a Estados Unidos para crear una red de operaciones clandestinas.

Jebsen hablaba ingles a la perfección ,y no le resulto difícil ser rápidamente aceptado en el extenso circulo que formaban los inmigrantes de muy diversas nacionalidades que poblaban la zona de San Francisco. Cuando compro el carguero SS Mazatlan, nadie le pregunto de donde había salido la enorme cantidad de dinero necesaria para la compra.

 SS Mazatlan.

La embajada alemana en Washington jugo un importantísimo rol en el inicio  de la guerra secreta que se llevó  a cabo en el hemisferio norte. En julio de 1914, el embajador alemán en EEUU, conde Johan  Heinrich Von Bernstorff fue llamado a Berlín 9 días después del atentado en Sarajevo, que había dado origen a la 1ª guerra mundial.

En una reunión con los directores de inteligencia y espionaje del mando supremo de las fuerzas armadas alemanas, al conde Von Bernstorff se le dio carta blanca para ocuparse de los asuntos del espionaje, sabotaje, propaganda y compras de armas en toda América.


 Cuando volvió a Washington, su valija diplomática estaba repleta de bonos del tesoro alemán, por valor de más de 150 millones de  dólares de la época (alrededor de 3.000 millones de dólares hoy en día).

Con ese tesoro, Von Bernstoff y sus colaboradores organizaron una agresiva guerra secreta en los siguientes 3 años.

Los servicios de inteligencia alemanes habían dado instrucciones a Von Bernstoff para que, siempre que fuera posible, utilizara para sus redes personal y materiales locales. 

Afortunadamente para los alemanes, Von Bernstoff disponía de varios ayudantes en la embajada que eran expertos en secretos e intrigas. No necesitaría buscar agentes fuera de la embajada.

El agregado militar alemán, capitán Franz Von Papen (futuro canciller aleman ), había llegado de Méjico el 30 de julio. El agregado naval, el capitán Karl Boy-ed tenía experiencia reciente de trabajar con el departamento de inteligencia de la marina de guerra alemana ;y el agregado comercial,Heinrich Albert, era un experto abogado perfectamente cualificado para manejar los turbios asuntos legales y financieros que iban a requerir las operaciones encubiertas.

                                    Von Papen,agregado militar en Washington.

Mientras los tres agregados se ocupaban de la compra de diversas oficinas y locales comerciales en New York, las diferentes misiones diplomáticas alemanas en América del sur se preparaban para verse inmersas en actividades de espionaje: las embajadas alemanas de  Ciudad de Mexico, la Habana, Guatemala, Caracas, Lima, Santiago de Chile, rio de Janeiro y Buenos Aires comenzaron a preparar y coordinar redes de comunicación entre los consulados de los puertos y las embajadas en las capitales.

Diplomáticos austro-húngaros y las diferentes comunidades de origen alemán fueron movilizados y sus recursos fueron puestos bajo mando alemán.

A mediados de agosto de 1914, las redes de agentes alemanes se extendían desde Seattle a New york, desde Buenos Aires hasta Punta Arenas.

Bajo el mando del capitán Boy-ed,un grupo de celulas durmientes de agentes alemanes comenzaron a compatibilizar sus trabajos, mayoritariamente relacionados con el comercio, con una extensa variedad de labores de inteligencia y espionaje : instalación  de redes de comunicacion,interceptación y descodificación de comunicaciones de los países aliados, compra y almacenamiento de grandes cantidades de carbón, además de falsificación de pasaportes y otros documentos para que alemanes residentes en Sudamérica pudieran viajar sin problema a Alemania para unirse al ejército alemán.

 Capitan Boy-Ed.

Pero algunas de las compras de carbón se hacían con muy poca discreccion, y rápidamente recibían la atención de las autoridades locales y diplomáticos de los países aliados.

Ese fue el caso del agregado naval alemán en Buenos Aires, capitán August Moller, que estaba comprando ingentes cantidades de carbón que almacenaba en locales situados en puerto Belgrano. El plan era que este carbón y otros suministros serian cargados en numerosos barcos propiedad de compañías alemanes en Argentina, que lo transportarían hasta un punto indeterminado en el océano pacifico, donde se encontrarían con el escuadrón del Pacifico Este de la marina alemana, al mando del vicealmirante Maximilian Graf von Spee, destinatario final del carbón.



A lo largo de todos los puertos de america, los agentes alemanes modificaban barcos de uso civil para que pudieran servir en operaciones militares.

En la bahía de san Francisco, el capitán Jebsen reemplazó la bandera alemana del uss Mazatlán por la bandera mejicana, mientras un pintor cambiaba la ciudad de origen del barco, Hamburgo, por la Paz.

Este cambio de identidad del barco era, cuando menos, alegal.Y muy peligroso, ya que México se encontraba en esos días en plena guerra civil, y cualquier barco de bandera mexicana podía ser atacado en cualquier momento por cualquiera de los bandos en guerra.

En Buenos Aires, el capitán Moller seguía llamdo la atención de las autoridades argentinas. Estaba intentando transformar el transatlántico Cap Trafalgar en un buque corsario, una especie de transatlántico armado.

Pero la ley argentina, con el consejo de los diplomáticos británicos en Buenos Aires, obligó al capitán Moller a terminar los trabajos de adaptación del cap Trafalgar en cualquier otro sitio alejado de los puertos argentinos.

El trasatlántico salió de aguas argentinas y se dirigió a un destino desconocido, seguramente Europa.

Ambos buques, Cap Trafalgar y Mazatlán se harían famosos internacionalmente poco tiempo después.



(Continuara...)

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