jueves, 24 de agosto de 2017

1798: Napoleon,la campaña de Egipto (7ª parte )





 Viene de aquí:


  Cuando el Orient había estallado en la bahía de Abukir y sus restos se habían hundido en el mediterraneo,se había llevado al fondo del mar miles de kilos de oro y diamantes, el tesoro saqueado en Malta, que estaba destinado a sobornar  a los altos funcionarios turcos y egipcios, a pagar al ejercito y poner en orden las finanzas egipcias.


  La situación de  Bonaparte en Egipto comenzó a complicarse, tanto que hizo el mayor esfuerzo para que las noticias de la derrota de su flota en Abukir no llegaran a oídos de los egipcios o los turcos.Pero finalmente  las noticas terminaron llegando a el Cairo el 14 de agosto, víspera del cumpleaños  del general corso, que prohibió cualquier comentario sobre la destruccion de  la flota francesa entre la población cairota, castigando con severas penas a cualquiera que fuese atrapado hablando del tema.


  Aunque Bonaparte había sido en parte responsable de la derrota (había decidido que la flota permaneciera cercana a la costa por si tenía que partir a Francia con urgencia, y había ordenado  traspasar la práctica totalidad de las provisiones de la flota a tierra, para ser utilizadas por el ejercito ,haciendo prácticamente imposible que la flota pudiera zarpar con rapidez si tenía necesidad de ello ),escribió una misiva al directorio de Seguridad Publica de París cargando toda la culpa sobre los hombros del convenientemente fallecido almirante Brueys.

 Caricatura inglesa,"Destruccion del coloso frances "


  Bonaparte mintió al directorio, afirmando que Brueys había desobedecido sus ordenes permaneciendo en la bahía de Abukir en vez de zarpar al puerto de Alejandría o hacia la isla de Corfu.Incluso falsificó y adulteró parte de la correspondencia entre  el mismo y el almirante, enviando al directorio simples extractos, frases sueltas que ponían toda la culpa de la derrota sobre Brueys.


  (Mas tarde, cuando Bonaparte se convirtió en primer cónsul  en 1799, se ocupó de hacer desaparecer de los archivos militares toda evidencia comprometedora para sus intereses).


  La consecuencia más importante de la perdida de la flota francesa del Mediteraneo era que  desde Francia, no podrían enviarse refuerzos a Egipto, ya que la flota británica patrullaba el Mediterráneo sin oposición.Asi, el ejercito expedicionario francés en Oriente estaba virtualmente aislado en Egipto .Ni siquiera se podían enviar a Bonaparte órdenes precisas desde París,simplemente se le dejaban las manos libres para actuar como creyera conveniente a partir de entonces.


  Bonaparte tenia tres opciones: permanecer en Egipto a la defensiva, esperando el contraataque turco; marchar hacia la India con la esperanza de una insurrección hindú contra los ocupantes británicos; o marchar directamente contra Constantinopla para tratar de eliminar la amenaza turca en una sola batalla.


  Los diplomático franceses de París llevaban tiempo engañando a los diplomáticos turcos, asegurándoles que la expedición a Egipto no tenía ninguna intención hostil contra el imperio otomano. La expedición era, según Talleyrand, contra los mamelucos, no contra la Sublime Puerta, así que no había entonces ningún motivo para la ruptura de relaciones entre París y Constantinopla.

         Charles Maurice de Talleyrand,ministro de asuntos exteriores de Francia.

  En la corte imperial  de Constantinopla había una profunda division de opiniones entre los más tradicionalistas otomanos y los francófilos. Francia había sido una tradicional nación amiga del imperio otomano desde al menos tres siglos antes, y la guerra contra Francia implicaría aceptar la ayuda del más tradicional enemigo del imperio otomano, el imperio  ruso. Una alianza entre Rusia y el imperio otomano para combatir a Francia hubiera sido incluso más extraña que si en la guerra fría de hace unas décadas, Rusia y EEUU se hubieran unido en contra de China.


 El 2 de septiembre, tras largas conversaciones con sus ministros y asesores, el sultán Selim III, obligado a decidir entre su gran amigo Francia y su gran enemigo Rusia, decidía retener a los diplomáticos franceses de Constantinopla  e internarlos en el castillo de  las Siete Torres, virtualmente, una declaración de guerra.


  El 9 de septiembre, la Sublime Puerta hacia oficial la declaracion de  guerra. Cada imán de cada mezquita en Egipto había leído ante sus fieles la misiva oficial del sultán llamando a la guerra santa contra los franceses.


  Bonaparte se negaba a creer lo que había ocurrido, y decidió enviar a varios emisarios a un flotilla turca anclada en las cercanías de Alejandria,para ser informado si la declaracion de  guerra turca era cierta o se trataba de algún truco britanico.Pero no consiguió una respuesta convincente, ya que los oficiales navales turcos se negaron a  recibir a los emisarios franceses.


  En octubre, los llamados a la guerra santa de los imanes  comenzaron a afectar a las relaciones entre franceses y egipcios. Las medidas que se habían tomado para tratar de contener la extensión de la peste (aislamiento, cuarentena y limpieza) violaban elementos fundamentales de las costumbres islamicas.Por ejemplo, la cuarentena era odiada por los seguidores de Ala, ya que se solía producir el hecho de  la muerte de una persona entre desconocidos y no con su familia y amigos,como era preceptivo.


  La obligación de airear todas las telas durante dias y la obligación de desinfectarlas por fumigación, la destrucción de  varios bloques de casas frente a la mezquita de Al Azhar,para construir un nuevo hospital, la regulación de los enterramientos en cementerios exclusivos para los muertos por la peste, y el rumor de que pronto se prohibiría a las mujeres egipcias llevar el velo islámico indignaron a la población local del Cairo,que también protestaba por que los franceses hacían caso omiso de la ley islámica que prohibía a los infieles montar a caballo, llevar espadas y ocupar puestos de autoridad.


  En la mañana del día 21 de octubre de 1798, la revuelta dio comienzo como un motín de los muchos a los que los franceses se habían enfrentado en su estancia en Egipto. Una manifestación en protesta por los altos impuestos que los comerciantes cairotas estaban obligados a pagar a la administración francesa de la ciudad.


  El gobernador francés de el Cairo, el general Dupuy, tomo una escolta de un par de decenas de hombres  y acudió  a sofocar los disturbios.Pero, muy superados en numero,los franceses sufrieron varias bajas y se vieron obligados a retirarse.El general Dupuy fue herido por una lanza en el costado izquierdo, muriendo un par de horas despues.


  La notica de la muerte del gobernador Dupuy encendió aun mas los ánimos de los rebeldes, que comenzaron a saquear las casas de los europeos residentes en el Cairo y colocar barricadas en las calles.


  Bonaparte no estaba en la ciudad cuando la insurrección comenzó.Tras recibir los informes de los diferentes cuarteles que el ejército francés tenía en el Cairo, decidió no aplastar la insurrección a la fuerza bruta, sino ir tomando contacto con sus tropas en el interior de la ciudad poco a poco mientras colocaba su artillería en posición.


  La mañana del día 23, los jeques del Cairo acudieron a entrevistarse con Bonaparte, que le pidió intercedieran ante los rebeldes para buscar una salida negociada a la situación.


  Pero los rebeldes vieron el gesto conciliador de Bonaparte como una debilidad, y se negaron a  cualquier parlamente con los jeques. A mediodía del día 23, Bonaparte daba la orden para bombardear la ciudad y terminar con toda resistencia de los rebeldes concentrados en la gran mezquita de Al Azhar.

 Mezquita de Al Azhar.


  El bombardeo causó una gran destrucción, y fue seguido por la infantería francesa, que supero con facilidad las barricadas construidas por los rebeldes. La mezquita de Al Azhar,origen de la revuelta, fue deliberadamente saqueada y profanada. Los soldados accedieron a  la escuela coránica de la mezquita y fusilaron a  los 26 estudiantes que allí se encontraban.


  El asalto a la mezquita de Al Ahzar terminó con los animos de los rebeldes, que solicitaron parlamentar una tregua con Bonaparte.


  Pero Bonaparte se negó a recibirlos,y a las 8 de la tarde los líderes de la rebelión se rindieron a los franceses, esperando evitar mas sufrimiento a la población civil. Aun se escucharon algunos disparos en la noche del Cairo, pero al amanecer las tropas francesas recuperaban el control de la ciudad.300 franceses habían muerto en los disturbios, mientras 3.000 egipcios habían perdido sus vidas.

 "Revuelta en El Cairo",obra de Anne Louis Girodet.


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