lunes, 21 de agosto de 2023

Pertinax, hijo de esclavo ( XX )

 


 Viene de aquí :

  No se sabe si la nueva revuelta pretoriana estaba animada por el prefecto Aletus o había  sido un motín espontaneo. Lo cierto es que entre 200 y 300 pretorianos se dirigían hacia el palacio imperial.

  Según la Historiae Augusta, los pretorianos marchaban perfectamente uniformados con sus loricas segmentatas , en lugar de las túnicas habituales que usaban cuando estaban de servicio en la capital del imperio. Llevaban sus cascos con sus brillantes penachos blancos y sus grandes escudos, jabalinas o lanzas y espadas.

Lorica segmentata.
 

  Marchaban en cuña, una formación de infantería romana muy especifica, conocida también como “cuneus" o cabeza de cerdo, una formación diseñada para atravesar por la fuerza las lineas defensivas del enemigo, lo que podría indicar que , en su camino hacia el palacio imperial, los pretorianos se habian encontrado con algún tipo de oposición por parte de multitudes enojadas por su aparición.

  Pertinax no sabia que cientos de pretorianos se acercaban al palacio hasta que ya habían superado el Foro y subían por la colina del Palatino.


 

  El emperador se encontraba en el pórtico del palacio inspeccionando a los esclavos de su séquito, y de repente apareció su esposa Flavia Titiana contándole la noticia que los pretorianos ya estaban entrando en palacio

  ¿ Como entraron tan fácilmente los pretorianos en el palacio imperial ?. Pertinax no solo era odiado por los pretorianos, también por sus propios sirvientes, particularmente favorecidos durante el reinado de Cómodo, que les había permitido cometer todo tipo de fechorías ,saqueos, robos,etc.

  La mayoría de los que servían al emperador Pertinax eran los libertos de Comodo, ya que sus esclavos habian sido ya vendidos en la gran subasta imperial de bienes de Cómodo realizada por Pertinax al comienzo de su reinado.

 

  Muchos de esos libertos temían que las irregularidades cometidas durante el reinado de Comodo serian descubiertas por el nuevo emperador mas pronto que tarde, y seguramente decidieron abrir las puertas a los pretorianos, para  eliminar a Pertinax y asi borrar las huellas de su comportamiento.

  Solo los asistentes personales de la familia imperial, que llevaban muchos años sirviendo a Pertinax, trataron de oponerse al asalto pretoriano.Pero  eran solo un puñado de hombres desarmados contra una horda de soldados armados, asi que abandonaron sus puestos y huyeron del palacio.

  Pertinax ya sabia que su vida estaba amenazada. Envió a llamar a Laetus, que en otras ocasiones había logrado calmar a los pretorianos, para que se enfrentara a sus hombres. Pero cuando el prefecto del pretorio recibió el mensaje del emperador, abandono la Castra Praetoria y , poniéndose la capucha para no ser reconocido, se perdió en las calles de Poma.

  Pertinax tenia consigo alguno de los equites singulares agustii y a su guardaespaldas personal. Podía protegerse a si mismo, mientras esperaba la llegada de las cohortes urbanas y los vigiles,dirigidos por su suegro, Sulpiciano.


 

Pero el emperador cometió un error fatal, que le iba a costar la vida.

  En vez de contar con sus guardias para defenderse, decidió enfrentar a sus asaltantes acompañado solo de Eclectus, el chambelán de la corte, y media docena de sirvientes.

  Con la esperanza de intimidarlos con su presencia y de convencerlos con su dialéctica, fue a enfrentar al grupo de pretorianos que ya recorría las salas del palacio buscándolo.

  Al principio, cuando lo vieron, los pretorianos parecieron  avergonzarse, mantuvieron sus ojos mirando al suelo y guardaron sus espadas en sus vainas.

 

  Todos menos uno, un tungrio llamado Tausius, que se dirigió hacia el emperador mientras gritaba “ los soldados te envían esta lanza”, cayendo sobre el emperador e hiriéndolo con su lanza en el pecho.

  Herido de muerte, el emperador cayo al suelo mientras recitaba una oración a Júpiter Tonante. Se cubrió la cabeza con la toga, y fue apuñalado entonces por el resto de pretorianos, que también asesinaron a Eclectus, que defendió lo mejor que pudo a su emperador, consiguiendo herir a varios pretorianos antes de morir.

 

  Habiendo reinado solo 86 días, el hijo de un esclavo que se había convertido en el emperador de roma, había muerto. El epitafio de Dion Casio para Pertinax poco después del asesinato es bastante apropiado :

  “así es como la vida de Pertinax, que se había comprometido a restaurar todo en un momento, llego a su fin. Aunque era un hombre de amplia experiencia practica, no supo comprender que uno no puede reformar con seguridad todo a la vez, y, que la restauración de un estado, en particular, requiere tiempo y sabiduría.”

  Los asesinos cortaron la cabeza del fallecido emperador, la clavaron en una lanza y la pasearon por las estancias del palacio

  Pero su “valentía” pronto les abandono. Alarmados por lo que habian hecho y temiendo la reacción del pueblo de Roma, seguramente enfurecidos por el asesinato, se apresuraron a regresar al campamento, cerrando todas las puertas y bloqueando las entradas, colocaron centinelas en las torres y permanecieron varios días sin salir de la Castra Praetoria, temiendo que el populacho asaltara el campamento para vengar la muerte de su emperador

  En la atropellada huida de los pretorianos a su campamento, perdieron la cabeza de Pertinax. Recuperado también el cadáver del emperador, su sucesor, Didio Juliano, hizo enterrar los restos de Pertinax con todos los honores, en la tumba del abuelo de su esposa.

  La muerte de Pertinax no es el final de su historia, por que los eventos que la siguieron fueron incluso mas sorprendentes que el hecho que el hijo de un esclavo llegara a emperador.

  El reinado de Pertinax dio comienzo a lo que mas tarde se llamaría el año de los 5 emperadores, y el asesinado emperador seria recordado muchos siglos después, desde Maquiavelo hasta uno de los padres de la constitución estadounidense, pasando por el economista y filosofo David Hume.

  Con el emperador muerto, el prefecto Laetus y los otros conspiradores se encontraron con un grave problema. No habían planeado ningún sucesor, así que el vacio  de poder se cernía sobre Roma.

  Se necesitaba un nuevo emperador .Sorprendentemente, el primer candidato que se promociono para serlo fue el propio suegro de Pertinax, Sulpiciano, que se encontraba en la Castra Praetoria cuando llegaron los asesinos del emperador.

  Comandante de las cohortes urbanas y los vigiles urbanae, seguramente pensaba que estaba en una posición de privilegio para convencer a los pretorianos.

  Pero su parentesco con Pertinax lo perjudicaba ante los pretorianos, y solo unos pocos lo apoyaron.

  Los pretorianos  esperaron las siguientes acciones de Sulpiciano, por si utilizaba a sus cohortes urbanas para castigar a los conspiradores. Pero no hubo represalias, y los envalentonados pretorianos decidieron mostrar a los romanos quien tenia el poder real en Roma, y publicaron un aviso fuera de su campamento pidiendo ofertas para conseguir el trono imperial.

  A todos los efectos, los pretorianos iban a vender el imperio romano al mejor postor.

Didio Juliano. Iba a durar como emperador aun menos que Pertinax.

 

(Continuara...)

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