miércoles, 11 de septiembre de 2024

1944 : Aliado olvidado: Fuerza Expedicionaria Brasileña (4ª parte)

 


Viene de aquí:

  Los acontecimientos en otros sectores del frente detuvieron momentaneamente las operaciones de los brasileños.En una conferencia de comandantes convocada por el general Clark el 29 de octubre, el general Mascarenas se enteró que las divisiones de infantería estadounidense estaban agotadas y escasas de infantes, y necesitaban descanso y reorganización antes de poder reanudar la ofensiva.

  Junto con el 5º ejercito, USA,  también el 8º ejercito británico necesitaba descanso.

  Para ayudar a completar las unidades con menos efectivos, se solicito a los brasileños que se movieran de nuevo para relevar a la infantería divisional  de la 1ª división blindada estadounidense y a una parte  de la 6ª división blindada sudafricana, para permitir que se desplazaran a retaguardia para reorganizarse.

Sherman del regimiento Pretoria de la 6ª division blindada sudafricana, en Italia.
 

  Todo el grupo de  ejercitos debía mantenerse a la defensiva, de momento. Los planes eran renovar la ofensiva a partir de diciembre, una vez que las tropas de asalto hubieran descansado y recibido refuerzos.

  Satisfecho que el general Clark hubiera llamado a los brasileños miembros del “equipo titular”, el general Mascarenas se dispuso a trasladar, en primer lugar, las unidades de infanteria, artillería y cuartel general del EID a la zona del valle del rio Reno. Tras ellos se desplazarían los regimientos de infantería 1er y 11º del EID., que continuarían con el entrenamiento, y el general Zenobio da Costa regreso a su puesto de jefe de infantería para supervisar el entrenamiento, empleando su experiencia en combate recientemente adquirida para mejorar aun más ese entrenamiento.

 En el frente, el 6º regimiento de  infanteria tuvo que multiplicarse para mantener el control del valle del Serchio mientras otros elementos se desplegaban en el valle del Reno. Los tanques del 751º batallon de tanques USA se dividieron entre varias unidades, y a los brasileños les fue adjuntada la compañía C del 710º batallón de destructores de tanques.

M10 Wolverine, destructor de tanques.
 

  El mando del sector del valle del Serchio paso al mayor general Edward Almond, comandante de la 92ª división de infantería de los EEUU. Mientras esperaban a ser transferidos al sector el valle del Reno, el contingente brasileño incorporo a unos 50 desertores italianos a sus propias filas para compensar las bajas sufridas en combate, que hasta el 31 de octubre totalizaban  322, incluyendo 13 muertos en acción  y 7 desaparecidos.

  A partir del 2 de noviembre comenzó la operacion de relevo, y durante 5 dias, los destacamentos brasileños de avanzada se trasladaron al valle del Reno y relevaron a  la 1ª division blindada USA. Durante los siguientes 3 meses, los brasileños defenderían el valle del Reno.

  Mascarenas había recibido la tarea de defender un sector de frente, que en condiciones normales defendería una división ,con un solo regimiento, aunque reforzado.Sus ingenieros habían pasado a ser utilizados como simple infantería y su escuadrón de reconocimiento habia dejado sus vehículos y también seria utilizado como infantería. Dos de sus regimientos de  infantería aun estaban entrenándose y equipándose en retaguardia, y aun no estaban disponibles.

 

  Su artilleria era buena, al igual que sus comunicaciones, pero sus tropas de primera línea necesitaban descanso, y su número era inferior al necesario. Solo el paso del tiempo podría rectificar tal situación, cuando sus unidades completaran el entrenamiento y se equiparan convenientemente antes de unirse a sus compañeros en el frente.

  La primera mitad de noviembre fue tranquila en el sector brasileño. El 8 de noviembre, el comandante del 15º grupo de ejercitos, mariscal Harold Alexander, fue a almorzar con los generales Crittenberger y Mascarenas. Parece que alguien invito también  los alemanes, ya que la artilleria alemana sometió a un severo bombardeo a los tres mandos mientras almorzaban. Más tarde, el mariscal Alexander agradeció en broma al general Mascarenas las salvas de artilleria disparadas en su honor.

Mariscal Harold Alexander.
 

  Mientras tanto, en la retaguardia aliada, el equipamiento para los regimientos de infantería brasileños seguía llegando con cuentagotas, y,de hecho, nunca se llegaron a cubrir las necesidades. Pero el 1er regimiento, bajo mando el coronel Aquinaldo Caiado de Castro fue enviado a primera línea el 19 de noviembre, para reemplazar al castigado 6º regimiento de infantería.

  Como era típico de la táctica alemana, en cuanto se enteraron de la llegada del nuevo regimiento lanzaron contraataques para poner a prueba a los recién llegados.Esta vez, los hombres del 1er regimiento mantuvieron sus posiciones sin apenas dificultad.

  Como preludio a la reanudación  de la ofensiva aliada en Italia a principios de  noviembre, se asignó a la Task Force 45 la mision de  capturar terreno adicional. Asignados a la unidad, para colaborar en el ataque se desplego el 3er batallón del 6º de infantería y el escuadron de  reconocimiento de la division liderado por el capitan Flavio Franco Ferrería. El apoyo de artilleria estaría a cargo del 2º batallón del 1er regimiento de  morteros autopropulsados.

Ingenieros del IED reparando un puente.
 

  Task Force 45 tuvo éxito en el ataque, y tras romper las líneas alemanas y avanzar varios kilómetros se encontró con el bastión alemán en monte Belvedere, desde el que los alemanes controlaban la carretera 64.

  Aunque la división brasileña seguía sin  una tercera parte de sus efectivos, el alto mando del IV cuerpo ordeno un ataque sobre monte Castello, otro movimiento preliminar antes de reanudar la ofensiva. El general Mascarenas paso a ser responsable de mantener la defensa del valle del Reno, la ofensiva contra monte Castello- monte della Torracia ( colinas 1027 y 1053 ), y tambien se le asigno la tarea de tomar la ciudad de Castelnuovo. Para poder cumplir correctamente con su misión, no tuvo otra opción que convocar al frente al regimiento restante de su división, el 11º del coronel Delmiro Pereira de Andrade. Aunque aun no estaba completamente entrenado y equipado, era necesario que ocupara su lugar en primera linea.

  A principios de diciembre, todo el 5º ejercito habia alcanzado todo su potencial. Cuatro divisiones estadounidenses del II cuerpo del general Geoffrey Keyes estaban preparadas para reanudar la ofensiva a lo largo de la carretera 65 para abrir brecha en las defensas alemanas de la línea Gótica. El trabajo del general Crittenberger era mantener la presión contra el enemigo, continuando las operaciones iniciadas por los brasileños en el sector Bombiana-Marano.

  El mal tiempo llevó a una generalizada falta de apoyo aéreo, lo que causo una serie de retrasos en las operaciones ofensivas que continuaron prácticamente todo el invierno.

  Mas tarde, cuando comenzó la batalla de las Ardenas en Bélgica y Luxemburgo, el mariscal Alexander comenzó a  preocuparse por la posibilidad de un ataque alemán similar en Italia, que sin duda estaría dirigido sobre el más débil de sus ejércitos, el 5º.

Soldados del IED disparando mortero de 81 mm.
 

  Alexander creía que el presunto ataque alemán se dirigiría sobre el sector defendido por los brasileños o la cercana 92 división de  infantería USA.

  El nuevo comandante del 5º ejercito, el general Lucían Truscott tomo medidas inmediatas para colocar unidades de reserva detrás del IV Cuerpo.

  Con el apoyo del 13º batallon de  tanques de la 1ª división blindada USA y elementos  del 894 batallon de  destructores de tanques, los brasileños se lanzaron al ataque, contra una fuerza alemana que se estimaba en un batallon de  infantería.

  El 29 de noviembre ,los brasileños se vieron en serios problemas, cuando un contrataque alemán en el cercano monte Belvedere expulso a los estadounidenses y situo un fuerte contingente alemán en el flanco brasileño.

  Decididos a reanudar el ataque con la llegada de la noche, las fuerzas brasileñas lideradas por el 1er batallon del 1er regeimto  al mando del mayor Olivo Gondin de Uzeda, y el 3er batallón del 11 regimiento, al mando del mayor Cándido Alves da Silva, comenzaron a avanzar lentamente por un terreno escarpado, ascendiendo con dificultad.

  Cubiertos por la artilleria divisional, el avance continuo hasta el mediodía, hasta que el fuego constante de morteros, ametralladoras y artillería del enemigo detuvo el ataque. Los alemanes no tardaron en contraatacar, y los brasileños, con sus flancos expuestos, no tuvieron mas opción que retirarse, sufriendo un total de 190 bajas en el ataque.


 

(Continuara…)

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