lunes, 9 de noviembre de 2015

1923 : “El noveno del undécimo”, el putsch de Múnich (1ª parte)




  Una de las fechas marcadas en rojo del calendario del misticismo nacionalsocialista alemán era “Der Neunte Elfte”, el noveno del undécimo, el 9 de noviembre, el día en el que se había llevado a cabo en Múnich el putsch de la cervecería, el fallido intento de Hitler por alcanzar el poder en Baviera.


  El intento había acabado rematadamente mal, con el encarcelamiento de los líderes del partido y la muerte de 16 de sus miembros, pero la fecha se convirtió en algo legendario en el folklore nacionalsocialista y se recordaba cada año ,incluso en los años de la guerra, con una especie de procesión o marcha ceremonial que pasaba por la ruta que los golpistas habían transitado en la mañana del día 9 de noviembre de 1923,entre la cervecería Burgerbraukeller,en la calle Rosenheimer,hasta el centro de la ciudad, en el Feldherrnhalle,el centro espiritual del nacionalsocialismo aleman,el memorial en homenaje a los caidos alemanes de la guerra franco-prusiana de 1844.


  Dos meses antes, en septiembre del año 1923, había surgido la oportunidad para convertir al NSDAP, partido nacionalsocialista aleman de los trabajadores , en un grupo con cierta influencia en la volátil política alemana de la republica de Weimar.


  La constatación del hecho de la creciente importancia del NSDAP se dio en la demostración en Núremberg el día 1 septiembre de 1923,para celebrar el Deutscher Tag,día de Alemania, el aniversario de la victoria alemana sobre Francia en la batalla de Sedan de 1870.Mas de 100.000 nacionalistas se reunieron en Núremberg comvocados por la Deutsche Kampbund,la liga de combate alemana,formada por varios grupos políticos de la extrema derecha alemana con intenciones plenamente revolucionarias, que no ocultaban excesivamente su intención de tomar el poder en Baviera por medio de la fuerza.



  En octubre, la inflación  de la republica de Weimar había alcanzado unas proporciones gigantescas, con un tipo de cambio de 5 millones de marcos por un marco de los anteriores  a la primera guerra mundial. Y continuaba incrementándose cada dia, tanto que apenas daba tiempo a las imprentas para construir nuevas planchas para imprimir los nuevos billetes de valor superior, viéndose obligadas a reimprimir remesas de billetes que tenían almacenadas.Rapidamente, un billete de 1000 marcos se convertía en uno de 1 millón de marcos, billetes de 500 millones de marcos en billetes de 5.000 millones de marcos, y así sucesivamente.

 Niños alemanes jugando con fajos de billetes que habian perdido ya todo su valor.


  El clima de caos político y ruina económica era perfecto para facilitar la aparición de individuos poco escrupulosos, de dialéctica fácil y populista, brillantes demagogos siempre prestos a  aprovechar las debilidades intrínsecas de los sistemas democráticos,como permitir participar en el juego democratico a grupos de individuos que no ocultan su intencion de terminar con la democracia.


  Sintiéndose apoyado por los damnificados por la crisis económica y la crisis moral por la derrota en la 1ª guerra mundial, Hitler creyó llegado su momento. Decidió elegir el día 11 de noviembre, el 5º aniversario de la derrota alemana en la 1ª guerra mundial, que aquel año 1923 caía en domingo, con lo que las oficinas, comercios y edificios administrativos estarían cerrados, y, mas importante aun, las fuerzas del orden estarían menos preparadas y dispuestas que los días laborables.


  Pero el plan cambio su fecha de inicio cuando Hitler recibió información de que los líderes del gobierno bávaro iban a estar presentes en un mitin en la cervecería Burgerbraukeller, en la noche del  jueves dia 8.Hitler estaba convencido que el general Otto Von Lossow, Gustav Von Kahr y el coronel Hans Ritter Von Seisser, cuya asistencia al mitin se había confirmado, se unirían entusiásticamente al golpe de estado nazi. Porque si no lo hacían, serian arrestados.


  Tras el violento final de la revolución espartaquista  de 1919 y con el gobierno provisional bolchevique de Munich suprimido por los freikorps a sangre y fuego, Múnich se había convertido en un oasis para la derecha nacionalista y monárquica de Baviera, altamente preocupada por los intentos comunistas de tomar el poder en todos y cada uno de los landers (regiones) del antiguo imperio alemán.


  Los generales prusianos estaban decididos a mantener Baviera bajo control, y vigilaban estrechamente lo que ocurría en las calles y cervecerías de la ciudad, ocupados día si y día también por extremistas de izquierda y derecha que solo tenían una cosa en común: el interés por derrocar al gobierno electo.

 Lucha callejera en Berlin,barricada de los espartaquistas. 

 Gustav Von Kahr  era el líder de los monárquicos de Baviera.Habia sido gobernador regional de Baviera, cargo del que había sido desalojado por las pistolas bolcheviques durante la revolución espartaquista.En 1920 había sido nombrado primer ministro de Baviera, y en 1922 fue nombrado comisionado por el gobierno estatal , aprovechando la situación para favorecer de todas las maneras posibles a cualquier grupúsculo que tuviese entre sus fines restaurar la monarquía de la dinastía bávara  de los Wittelsbach,dinastía que había gobernado Baviera durante 700 años.

 Gustav Von Kahr.


  Von Seisser, jefe de la policía bávara era un firme seguidor de las tesis nacionalista de Hitler, aunque odiaba  por igual a los freikorps y a las milicias pardas del NSDAP, las SA.


  Von Lossow, comandante en jefe del ejercito bávaro, era partidario del modelo dictatorial de Hitler, pero sabía que a sus superiores, los generales prusianos de Berlín ,no iba a gustarles que apoyara a Hitler.


  Hitler se había reunido a finales de verano con todos ellos, sin llegar a ningún acuerdo, ya que los tres dirigentes bávaros no estaban convencidos de las posibilidades de éxito de un alzamiento nacionalista en Múnich.


  Hitler decidió entonces que el golpe de estado lo daría esa misma noche, la noche del 9 de noviembre, el noveno día del undécimo mes,der neunte elfte.Y con ese nombre en clave se pasaron las instrucciones  a los distintos grupos de SA de Baviera que iban  a participar.


  El plan de Hitler para la noche del día 9 era muy sencillo.Simplemente,esperar a que Von Kahr terminase su discurso, subir al escenario de la cervecería y convencerle de que se uniera al golpe.Despues,declarar la revolución en Baviera y marchar directamente sobre Berlin,imitando la marcha sobre Roma de Mussolini del año anterior.


  Para ello debía contar con la inestimable ayuda  de las camisas pardas, mandados por Goering, y la participación del general Ludendorff.


  Herman Goering, un as de la aviación alemana de la 1 guerra mundial, se había unido a los freikorps en la brigada Ehrhardt, con los que combatió las múltiples intentonas golpistas de comunistas y socialistas de los años 20.Despues, impresionado por la personalidad de Hitler se había unido al NSDAP, donde rápidamente haba obtenido el mando de las Sturm-Abteilung (SA) las milicias callejeras del partido.

 Hermann Goering,Piloto en la primera Guerra mundial.

  El otro en el que se apoyaba Hitler para tener éxito era el general Erich Ludendorff, que aportaba al  movimiento nacionalista la credibilidad necesaria para poner de su lado  al ejercito, a los industriales alemanes y a la  derecha moderada de Baviera.


  Ludendorff había tenido una exitosa participación en la primera guerra mundial, hasta que despilfarró una gran oportunidad para ganarla, cuando Rusia se retiro y quedo en pie solo el frente occidental.


  Fue incapaz de dirigir exitosamente el esfuerzo de guerra alemán contra los agotados franceses e ingleses, y con la llegada de los norteamericanos al frente vio la guerra perdida y dimitió de sus cargos. Para salvar su reputación acuso a los políticos alemanes de que “Alemania había sido apuñalada por la espalda por los criminales de noviembre” y huyo a Suiza tras una barba postiza.

 Ludendorf,en septiembre de 1923.
  
  Volvió a Alemania en el año 1920, y fue uno de los organizadores del golpe de Kapp en 1920, un intento de terminar con la republica de Weimar que termino en fracaso.Ludendorff volvió a huir, otra vez a Suiza.


  Goering, el brazo armado del partido, y Ludendorff, la cara amable, iban a acompañar a Hitler  a la cervecería ,para tomar el poder en Munich,y después,Berlin y toda Alemania.




(Continuara…)

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