jueves, 12 de noviembre de 2015

85 a.c. : Mitridates ; Rebelion y represion



 Tetradracma de plata con la efigie de Mitridates,año 82 a.c. aprox.

Viene de aquí:



Los consejeros de Mitridates le convencieron que la responsabilidad de la derrota en Grecia había sido en buena parte de los galos de Galacia, que formaban el contingente más numeroso del ejército derrotado.

  Mitridates todavía mantenía en su poder la estratégica isla de Eubea, además de varias islas menores en el mar Egeo. Pero si Sila y sus 5 legiones avanzaban sobre Anatolia, Mitridates estaba seguro que los galos se unirían a los romanos.


  Para evitarlo, Mitridates “invito” a 60 de los mas poderosos jefes gálatas a residir permanentemente en la corte mitridatica, en Pergamon.En realidad, eran rehenes, siempre bajo constante vigilancia.

  Uno de los jefes galatas, Poredorix, se sintió humillado por Mitridates y decidió asesinarle. El atentado iba a tener lugar durante uno de los banquetes que Mitridates acostumbraba a celebrar. Pero las noticias del complot llegaron a oídos del rey, que decidio terminar de una vez por todas con la amenaza.Invito a los jefes gálatas y sus familias a un festín.

  No se sabe el menu con el que Mitridates agasajo a sus invitados,lo unico cierto  es que  estaba tan repleto de arsénico que solo tres de los nobles gálatas sobrevivieron.Poredorix fue apresado y ejecutado, y su cadáver  fue arrojado  fuera de las murallas de la ciudad para que sus restos fueran devorados por las bestias salvajes.

  Los nobles supervivientes huyeron a Galacia, donde reclutaron un potente ejercito. Decapitaron a Eumaco, gobernador impuesto por Mitridates, y se declararon en abierta rebelión contra el reino del Ponto.

   El litigio con los gálatas iba a dar muchos quebraderos de cabeza a Mitridates, no solo en el campo de batalla, también en su propia familia, ya que estaba enamorado de Adobogiona, una princesa galata, hermana de Brogitarus, una de las víctimas del venenoso banquete de Mitridates.

  La paranoia de mitridates se incremento aun más cuando recibió noticias de tumultos en la isla de Quios; algunos aristócratas de la ciudad habían decidió unirse a la causa de Sila.

  Mitridates envió a los  generales Zenobio  y Dorileus con un potente ejército, que rodeó la ciudad y obligo a todos los ciudadanos a reunirse en asamblea. Una vez todos reunidos, Dorileus informo a los ciudadanos que, si querían escapar a la ejecución por traición, deberían entregar todas las armas de la ciudad, además de los hijos e hijas de los aristócratas , que serian enviados a Pergamon como rehenes.

  Además, la ciudad debería pagar a las arcas del reino del Ponto una suma de 2.000 talentos de plata, una suma elevadísima .Mientras las mujeres de la ciudad comenzaban a reunir sus joyas y los sacerdotes acumulaban todos los tesoros de los templos, Dorileus aprovechó para declarar el fin de la esclavitud en la isla.

 Didracma de Quios,con la esfinge,una de las diosas protectoras de la ciudad,año 84 a.c , aprox.

  Quíos se había convertido en una gran y riquísima ciudad en la antigüedad gracias a su posición de privilegio en el mercado de esclavos, sobre todo para Grecia.Practicamente había mas esclavos en Quíos que en cualquier otra polis griega, excepto Esparta.

  Tras entregar sus tesoros y sus hijos e hijas, todos los ciudadanos de Quíos fueron forzados a embarcar en la flota  de Mitridates, que zarpo con dirección al mar Negro. Los ciudadanos de Quíos fueron transportados a Colchis, donde pasarían el resto de sus días trabajando como esclavos en las tenebrosas minas de oro de Mitridates.

  Este episodio de la historia fue utilizado muchos siglos después por grupos anti-esclavistas,sobre todo en la época de la guerra de secesión norteamericana.Por ejemplo, el poeta abolicionista John Greenleaf Whittier escribió su poema Mitridates At Quíos  en 1864,en el que agradecía a Mitridates por castigar justamente a esa ciudad esclavista.

Aquí, el poema, en ingles:


  Una vez terminada la tarea en Quios, Zenobio se dirigió hacia Efeso, en donde los ciudadadanos, conocedores de lo que había pasado en Quios, se negaron a  dejarle entrar a no ser que fuera en solitario y desarmado. La ciudad dependía del comercio, y sus dirigentes estaban convencidos que Roma, finalmente, iba  a prevalecer sobre Mitridates.

  Pero Zenobio desconocia la intencion rebelde de Efeso y entró en la ciudad desarmado.Cuando  ordenó a la población dirigirse a una asamblea en el teatro de la ciudad, los ciudadanos lo asesinaron.Despues, cerraron las puertas y se colocaron en las murallas, dispuestos a resistir.

  El ejemplo de Éfeso animo a otras ciudades de las islas del Egeo y de Lidia.Tralles, Hypaepa, Apollonis y otras ciudades más pequeñas renegaron de su tratado de amistad con Mitridates y se pasaron al lado de la republica romana.



  Mitridates envió contingentes a todas y cada una de las ciudades que se habían rebelado. Para evitar otras deserciones, proclamó la liberación de todos los esclavos de las ciudades de Anatolia, canceló todas las deudas de los ciudadanos más pobres y concedió la ciudadanía a los extranjeros. Quería ganarse así el apoyo de las clases más bajas, en oposicion a las clases altas, más dispuestas a rebelarse y pasar al lado de la republica.

  Algunos de los consejeros  de Mitridates empezaron a preocuparse. La derrota en Grecia y las rebeliones en Anatolia parecían estar debilitando grandemente la posición de Mitridates.

  Comenzaron a  producirse conspiraciones para apartar al rey del mando. Dos aristócratas de Esmirna se unieron a otros dos aristócratas de Lesbos para planear y ejecutar el asesinato del rey. Pero uno de ellos era un espia, y los otros tres acabaron sus vidas desollados en las mazmorras del palacio real de Pergamon.

 Ruinas del palacio real de Pergamon,actual Bergama,en Turquia.

  La purga que siguió al intento de asesinato de Mitridates termino con la ejecución de más de 1.500 presuntos conspiradores. Según Apiano, el rey se dedico a probar diversos venenos y antídotos en los condenados.

  A principios del año 85 a.c., los espías de Mitridates llegaron con malas noticias.Lúculo, el ayudante de Sila, al fin habia conseguido reunir una flota. El faraón Tolomeo le había prestado su ayuda, y gracias a su diplomacia y su oro, el procuestor Lúculo había conseguido barcos y marinos en Chipre, Siria, Fenciia, Panfilia y Rodas.

  Lúculo puso al mando de su nueva flota a un antiguo enemigo de Mitridates, el almirante Damagoras, un rodiano que ya había derrotado anteriormente  a la flota del Ponto en el año 88 a.c.

  La flota al mando de Damagoras se dirigió hacia el norte, tomando prácticamente sin oposición las islas de Cos,Samos y Quios.En las cercanías de la isla de Tenedos esperaba la flota del ponto, al mando del almirante Neptolemo,que al divisar la flota romana decidio que era mejor huir para luchar cualquier otro dia.



  Seguramente fue en ese momento cuando Mitridates se dio cuenta que no era posible derrotar a la republica romana.Los ejércitos del ponto habían sido derrotados en Grecia por las legiones romanas, soldados profesionales con mejores armas, y aun asi,habían tardado dos años en expulsar por completo a Arquelao y los suyos. Mitridates seguía dominando gran parte de las isla del Egeo, incluyendo la isla de Eubea, de gran importancia estratégica: también sabia mitridates que Flacus, odiado por sus propios legionarios, seguía intentado atrapar a Sila en Grecia.

  En el mismo centro de poder de la republica, la propia ciudad de Roma, los seguidores de Sila seguían siendo asesinados por las calles por los partidarios de Mario, aunque este ya había fallecido en enero de 86 a.c.

  Flacus marchaba a través de Tracia, mientras perdía gran numero  de legionarios que desertaban para unirse a Sila. Lúculo había conseguido reunir una potente flota. Mitridates temía que los tres ejércitos romanos decidieran unirse y marchar sobre el Ponto. Aunque el reino todavía poseía una flota de 200 buques y un ejército de 80.000 soldados al mando del general Dorileo en Anatolia, las posibilidades de derrotar  a Roma eran escasas.

  Quizás una tregua sirviera para ganar tiempo. Pensando que Sila estaria deseando volver a Roma, Mitridates envió al general  Arquelao a parlamentar con el romano.

 (Continuara…)

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