jueves, 27 de enero de 2022

Heraclio, azote de Persia ( 28ª parte )

 

Ruinas romanas de Baalbek, en el actual Libano.

Viene de aquí:

 Mientras Yazid quedaba al mando de la guarnición musulmana  en Damasco ,Kalid, Abu Ubaida y Shurabil pasaron los últimos meses del año 635 marchando hacia el norte, conquistando Baalbek y Emesa, de donde el emperador Heraclio acabava de retirarse.

  La rapidez del colapso de la administración bizantina en Sria terminó por convencer al emperador y a sus asesores militares que la amenaza que había surgido de los desiertos de Arabia no era la de unos grupos de asaltantes de caravanas o ladrones de caballos, sino un verdadero ejército , experto y muy motivado.

  La derrota bizantina en Datin había sido tratada como la derrota en una pequeña escaramuza; la derrota bizantina en Ajnadain se podia explicar aludiendo a la superioridad numérica musulmana, pero la perdida de Damasco, Baalbek y Emesa no tenia explicacion racional.

  La respuesta estratégica del emperador Heraclio y sus generales fue comenzar a  reclutar a tantos hombres como fuera posible, con la esperanza de reunir un gran ejército y detener la amenaza islámica en una batalla decisiva.

  El ejercito que iban a dirigir el general Vahan y  Teodoro Triturios , encargado del tesoro imperial,  era una amalgama de milicias, guarniciones, supervivientes de ejércitos derrotados y civiles puestos sobre las armas a toda prisa. Contingentes de Antioquia, Chalkis, Aleppo, Mesopotamia, Emesa, los huidos de las derrotas de Ajnadain y Damasco, y contingentes de armenios, gasanidas y un grupo  de mercenarios eslavos, entre 25 y 30.000 soldados en total.

  

  Mientras las tropas de Vahan y Teodoro Tritorius se dirigían hacia el sur, los líderes de los ejércitos islámicos decidieron no presentar batalla hasta haber reunido sus diversos contingentes y elegido un campo de batalla que pudiera ser ventajoso para su movilidad. Por lo tanto, los musulmanes renunciaron voluntariamente  a buena parte de las ganancias territoriales de meses atrás, lo que permitió  a los bizantinos volver a  ocupar Emesa, Baalbek y Damasco sin luchar.

  Al retirarse hacia el sur, los musulmanes se encontraron con la peligrosa situación de poder encontrarse entre dos fuegos, el ejercito bizantino en marcha hacia el sur , y la poderosa guarnición de Cesarea Maritima.

Cesarea Maritima.
  

  Pero los bizantinos no aprovecharon la oportunidad, pensaban que era una nueva treta de los musulmanes, y tambien decidieron esperar hasta que sus preparativos fueran completados.Es posible que también albergaran alguna esperanza de resolver el conflicto a través de la diplomacia o el asesinato.

  Así que lo siguió fue una especie de juego del gato y el ratón  con varias semanas de enfrentamientos , escaramuzas y maniobras preliminares en lo que algunos llaman no tanto la batalla de Yarmouk como la campaña de Yarmouk, todo antes del enfrentamiento decisivo a medidos de agosto del año 636.

  El movimiento estratégico decisivo para la campaña en Yarmouk fue cuando Kalid aconsejo a Abu Ubaida que tomara la localidad de Daraa, en el suroeste de Siria, cerca de la frontera con Jordania. Ese movimiento no solo iba a proteger la tinea de comunicación de los contingentes árabes en Siria con Arabia, tambien iba  a poner el rio Yarmuk en el camino de cualquier intento romano de flanqueo,proporcionando a los musulmanes una posición estratégica ventajosa.

Ruinas de Daara.
  

  Con sus posiciones bien fijadas, los musulmanes enviaron  un pequeño contingente de caballería para lanzar un ataque sobre el ejercito bizantino que se encontraba en las cercanías de la localidad de Jabiya, al norte del previsto campo de batalla.Los bizantinos repelieron el ataque con facilidad,pero cayeron en lal trampa, que buscaba llamar la atención de los generales bizantinos y llevarles al campo de  batalla en las posiciones en las que los musulmanes deseaban, la llanura entre el rio Yarmuk y su afluente el rio Raqqad.

  Aunque parece que los bizantinos habían intentando postergar el enfrentamiento tanto como fuera posible en la esperanza que el ejercito musulmán pudiera disolverse, los repetidos retrasos solo sirvieron para profundizar en las profundas grietas entre los distintos miembros de la jerarquía militar bizantina.

  Había graves enfrentamientos entre los soldados bizantinos y la población civil de siria debido a  los saqueos y requisas generalizadas. El nuevo gobernador bizantino de Damasco, el gasanida Mansur, se habia negado a proporcionar provisiones al ejercito de  Vahan.

  Pero la disensión más importante se daba entre los generales imperiales.Vahan habia sido nombrado por el emperador Heraclio  comandante supremo del ejercito bizantino, lo que molestó profundamente a Tritorius, que había esperado el cargo para sí mismo a pesar que no era un militar de carrera sino un experto en asuntos economicos.

  Dos de los generales bizantinos, Nicetas el persa, y  Bucinator, un principe eslavo, tenían constantes disputas para decidir quién tenía superior rango.

  Además mientras los generales bizantinos tenían sus disputas personales, el comandante Jabalah ibn Al Aihami, líder del contingente gasanida, había sido relegado de la toma de decisiones y de participar en la mayoría de los combates, a pesar de la información que podría haber proporcionado sobre sus oponentes musulmanes.

  Sin duda, tantas disputas internas iban a afectar no tanto al desempeño de los generales en batalla sino entorpecer el pensamiento estratégico de Vahan y sus subordinados en las semanas previas a la batalla. A pesar que Vahan conocía la desventaja estratégica que suponía combatir en la llanura entre los rios Yarmuk y Raqqad, es posible que Vahan se hubiera visto obligado a tal movimiento para mantener unido a su ejercito y hacer valer asi su autoridad.

La Llanura de Yarmuk.
  

  En cuanto al liderazgo musulmán, se tomo una importante decisión en la víspera de la batalla. Una reunion  de los comandantes de los diversos contingentes musulmanes llevo a Abu Ubaida a ceder el mando supremo a Kalid.No se sabe si  Abu Ubaida se vio presionado por sus subordinados o pensó que Kalid  era la mejor opción para la batalla y cedio el mando supremo.

  Cuando los dos ejércitos se encontraron frente a frente en la llanura de Yarmouk, sus despliegues fueron similares, con sus principales fuerzas de infantería divididas en cuatro grupos de batalla separados: flanco izquierdo, centro izquierdo, centro derecha y flanco derecho.

  El flanco derecho romano, liderado por Nicetas el persa, estaba desplegado con el rio Yarmuk un par de kilómetros al sur, lo que protegía su flanco derecho. Las dos secciones centrales del ejercito bizantino estaban formadas por las tropas de Vahan y Teodoro Tritorius, mientras el flanco izqierdo lo lideraba el general Buccinator, peligrosamente expuesto su flanco izquierdo en plena llanura sin la protecciond el rio Raqqad.

  Para tratar de tomar ventaja de su superioridad en infantería, la línea bizantina se estiraba hasta más de 12 kilómetros de longitud de norte a sur. Y cada uno de los 4 contingentes de infantería disponía de su propia fuerza de caballeria. La caballería gasanada fue destinada a proteger el campamento bizantino y el importante puente de Ayn Dhakar, sobre el rio Raqqad.

  Para evitar ser flanqueados por la gran longitud de la línea bizantina, los musulmanes se desplegaron de similar manera.

  

  Yazid se desplego frente a Nicetas el persa, Abu Ubaida en el centro izquierdo y Surabil en el centro derecho, mientras que el flanco derecho  frente al general Buccinator, le fue encomendado a Amr, recién llegado de Palestina para unirse al ejercito  musulman que se habia retirado de Damasco.

 Los flancos musulmanes estaban protegidos por caballería, y Kalid retuvo bajo su mando a la mayoría de la caballería musulmana, para utilizara como reserva si era necesario.

  A pesar del aparentemente estructurado y organizado despliegue de ambos ejércitos, la extremada longitud de la línea iba a convertir la batalla de Yarmuk en una serie de encuentros independientes, lo que daba a los generales una independencia de movimientos que podía llevarles, tanto a la victoria como a la derrota.


 

(Continuara…)


No hay comentarios:

Publicar un comentario