Viene de aquí :
Tras tomar Metulum, Octavio dirigió su atención a Panonia, marchando sobre el territorio de los segestani, que según algunas fuentes disponían de mas de 100.000 guerreros.
Para tratar de inducir a los segestani a rendirse y no combatir, Octavio ordeno no saquear ni incendiar sus posesiones.
Pero las constantes emboscadas y escaramuzas de los guerreros segestani sobre las líneas de aprovisionamiento romanas terminaron con la paciencia de Octavio, que cuando se aproximaba a la ciudad de Siscia ordeno a sus soldados practicar la táctica de la tierra quemada.
Asentamientos y tierras de labor fueron destruidas tras ser privadas de cualquier cosa que pudiera interesar a los romanos. Los segestani trataron de iniciar conversaciones de paz, pero terminaron por romper cualquier tipo de conversaciones y se encerraron en sus fortalezas, dispuestos a la defensa.
Octavio no tuvo otra opción que asediar Siscia, la capital de los segestani, que descansaba en las orillas del rio Sava. Ordenó construir numerosas barcas y lanchas a sus aliados del Danubio, y atacaron Siscia directamente por el rio. Los defensores, que no habían fortificado la parte de la ciudad que daba al rio, no tuvieron opción y se rindieron.
Restos arqueologicos en Siscia.
El resto de la campaña se limito a poner bajo asedio otros puntos fuertes de los segestani para que se rindieran por hambre, pero aún quedaban resistentes cuando la llegada del invierno obligo a suspender las operaciones militares.
El senado romano otorgó al Imperator Cesar Divi filius un triunfo por sus victorias en Illiria, que Octavio decidió suspender para celebrarlo mas adelante, ya que habia decidido aprovechar los meses de invierno para preparar un plan para la invasion de la isla de los britones, intentado emular a su padre adoptivo.
Pero el plan para la invasion de Gran Bretaña tuvo que ser aplazado sine die, ya que la situación en los Balcanes había empeorado para los intereses de Roma.
Las tropas del legado Fufio Gemino, que había dirigido la guarnición que Roma había dejado en Siscia, habian sido expulsadas de la ciudad por los insurrectos, aunque fue recuperada poco después. Estatilio Tauro y Valerio Mesala se encargaron de enfrentar al resto de tribus de los Balcanes, siendo los más difíciles de derrotar los salassi, que habitaban las tierras del suroeste de los Alpes.
Satisfecho con los territorios conquistados, Octavio y Agripa abandonaban los Balcanes a finales del año 33.
En la primavera del 34 a.c., Agripa marchaba de nuevo a los Balcanes occidentales para tomar el mando en la campaña romana contra los dalmatas. Diez años antes, los dálmatas habían aniquilado a cinco cohortes romanas lideradas por Aulo Gabinius, y habían arrebatado sus estandartes.
Capturar sus perdidos estandartes era una muy fuerte motivación para cualquier militar romano. El líder dálmata era un guerrero llamado Verzo, que puso sobre las armas a un ejercito de 12.000 guerreros. No tardo en ocupar Promona, en Liburnia (actual Croacia, aprox. ), y la fortificó fuertemente , aunque estaba construida en una colina casi inexpugnable, rodeada de puntiagudas colinas difíciles de escalar.
Verzo dejo al grueso de su ejercito en la ciudad, distribuyendo pequeños contingentes en las colinas, en posiciones elevadas.
Octavio ordeno a sus legionarios comenzar a construir una empalizada para rodear Promona, pero secretamente envió a sus mejores hombres a buscar una brecha en las defensas enemigas. Una noche, los legionarios cayeron sobre una de las posiciones defensivas dálmatas en las colinas, eliminaron a todos los defensores y avisaron a Octavio que tenían camino libre.
Octavio dividió sus fuerzas en dos grupos, uno lo dirigió personalmente para asaltar directamente la ciudad, y el otro lo envió a la posición defensiva recientemente tomada.
El terror y la confusión cayeron sobre los defensores dálmatas, que creyeron ser atacados por todos los lados.Los que estaban en las colinas, temiendo quedar aislados de sus fuentes de agua, abandonaron sus posiciones en las colinas y corrieron a resguardarse en la ciudad.
Así, dio comienzo el asedio a Promona, muy similar en el principio al asedio de Metulum. Pero, al contrario de lo ocurrido en Metulum, los defensores de Promona iban a recibir ayuda del exterior.
El rey dálmata, Testimus, llegó a las cercanías de Promona con un nuevo ejercito.Mientras el grueso de las tropas romanas se ocupaba en evitar que se acercaran a la ciudad, el resto de legionarios seguían construyendo la empalizada para rodear la ciudad.
Un intento fallido de salida de los defensores permitió a los romanos contraatacar y entrar en la ciudad, aniquilando a un tercio de los defensores antes que una de las cohortes abandonara el campo de batalla, sin permiso.
Por abandonar sus posiciones sin permiso, Octavio ordeno que se aplicara la decimatio a la cohorte que habia reculado. La decimatio consistía en un sorteo entre todos los implicados, y uno de cada diez era ejecutado por sus propios compañeros. Entre los “agraciados” por el sorteo en Promona, había dos centuriones, que también fueron ejecutados.
A los supervivientes de la cohorte que habían huido se les castigó con raciones de pan de cebada, en vez del habitual pan de trigo.
Promona terminó por caer en manos romanas, al igual que las ciudades cercanas de Sunodium y Setovia.
La guerra había agotado físicamente a Octavio, que delego la misión de terminar con la revuelta a Estatilio Tauro.
A finales del año 34 a.c. , Octavio regresaba a Roma para hacerse cargo del consulado del año siguiente. Pero apenas cumplió un mes como cónsul, ya que volvió rápidamente a Illiricum , dejando como cónsul sufecto en Roma a Lucio Autronio Peto.
Habiendo perdido el anterior verano practicamente toda posibilidad de victoria, y encarando un invierno donde la posibilidad del hambre era muy cierta, los dálmatas habían ofrecido su rendicion a Roma.
Octavio insistió en que, para conceder un armisticio a los dalmatas, era absolutamente imprescindible que los lideres tribales dálmatas ofrecieran sus hijos como rehenes de Roma.
Así, 700 niños y jóvenes dalmatas fueron enviado a Roma, los estandartes perdidos fueron recuperados, y los dálmatas juraron pagar el tributo correspondiente, que no habían pagado desde la muerte de Julio Cesar.
Una tras otra, las tribus de los Balcanes se rindieron, y Octavio aprovecho la ocasion, no solo para recuperar terreno que antes de la rebelion habia sido terreno romano, sino que tambien se apoderó de territorios que nunca antes habían sido propiedad de Roma.
En el 33 a.c. la región se convirtió oficialmente en provincia romana, que sería administrada por un procónsul de rango senatorial.
Habían pasado dos años de guerra, y Agripa había cumplido con sus tareas. Iban a pasar unos años antes que volviera a tomar las armas de nuevo, y mientras, iba a permanecer en la capital, volcando su atencion a la administración y organización de la ciudad, para la que tenía varios proyectos en mente.
Uno de los proyectos de Agripa, reparar la Cloaca Maxima.
(Continuara…)
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