Viene de aquí :
La primera división, liderada por el general Yukinaga fue designada para ser la primera en desembarcar, en las cercanías de Busan. Los coreanos tenían en la zona no menos de tres flotas protegiendo la costa, pero la más cercana a Busan, la del almirante Won Gyun, con más de 100 navíos, se retiró dejando a los japoneses desembarcar sin oposición.
Cuando los navios de desembarco de la 2ª división japonesa liderada por el general Kiyomasa comenzaron a acercarse a la costa, de nuevo el almirante coreano se negó a atacar, clamando que no quería perder sus navíos en combate con los japoneses, para no perderlos.
Mientras, el comandante naval de la zona de Busan, Jung Bal, debería enfrentarse a los 18.000 hombres de la 1ª división, que se dirigía a la propia ciudad de Busan para ocupar su puerto y utilizarlo como cabeza de puente.
Con solo 527 defensores a sus órdenes, básicamente arqueros y unos pocos cañones, Jung Bal logro resistir el primer asalto nipón, pero la superioridad numérica japonesa era excesiva, y la segunda oleada tomo la ciudad. Jung Bal y sus soldados lucharon hasta el último hombre, y, a pesar que el general Yukinaga profesaba la religión cristiana, eso no le privo de dar la orden de masacrar a todos los habitantes de Busan y sus cercanias.
Monumento a Jung Bal, en Busan.
Mientras sus ejércitos salian de la destruida Busan en dirección a Hanseong ( actual Seul ), muchos de sus estandartes incluían cruces, dando la impresión de que era una cruzada cristiana y no un ejército samurái.
El 25 de mayo, Yukinaga atacaba la fortaleza de Dongnae, derrotando al general Song Sang Hyun y sus 3.000 defensores tras un agotador combate que duro 24 horas. Los soldados japoneses habian recibido la orden de no tomar prisioneros, y cumplieron la tarea con dedicacion, asesinando a coreanos civiles o militares, mujeres, niños, incluso terminaron con la vida de perros y gatos.
Sorprendido por el rápido avance japonés, el rey Seonjo envió hacia el sur a las tropas del general Yi Yil, para tratar de bloquear el avance japonés antes que llegarán a la capital.
El general Yi Yil se dirigió a Daegu, donde creia le esperaba un ejercito de mas de 15.000 coreanos. Pero la primera division japonesa había llegado antes, y había destruido la ciudad, causando la desbandada de los coreanos. Asi, el general Yi Yil no tuvo más remedio que volver a Hansehong con los mismos 800 soldados con los que había salido hacia el sur días antes. Pero antes de llegar a la capital, fue emboscado por las tropas de Yukinaga, perdiendo al mitad de sus hombres.
Desde la corte coreana se envió un nuevo ejercito hacia el sur, esta vez encabezado por Shin Lib, comandante del ejército coreano del norte.Sus tropas estaban habituadas a combatir a los nomadas jurchen a lo largo de la frontera entre Corea y China, así que su ejercito constaba básicamente de arqueros montados, considerado como las tropas de elite coreanas. Pero , como guardaban la frontera norte, debían quedarse allí, y a Shin Lib se le impuso la tarea de formar un nuevo ejército de nuevos reclutas procedentes de la region de Hanseong. Asi, una division recien formada de caballería se dirigió rápidamente hacia el paso de Choryong, donde Yi Yil había desplegado a los suprvivientes de su pequeño ejercito.
En vez de tomar posiciones defensivas en una colina cercana, Shin Lib eligió una batalla en campo abierto, algo que en teoría favorecería los movimientos de la caballeria. Pero el terreno estaba formado por arrozales inundados, absolutamente inadecuado para la caballería, y las flechas coreanas no alcanzaban a los ashigaru japoneses, mientras sus arcabuces , con mayor alcance, causaban gran numero de bajas coreanas.
Con todas las posibilidades en su contra, Shin Lib lanzo a su caballeria en dos cargas contra los flancos de la línea japonesa, haciendo retroceder a los arcabuceros y arqueros japoneses.
Pero, aprovechando que Shin Lib habia concentrado todas sus tropas en la batalla, parte de la caballeria japonesa capturó la indefensa fortaleza en el flanco izquierdo de Shin Lib.
Para no ser rodeado por la caballeria nipona, Shin Llib ordeno un último ataque frontal. Pero lo que debería haber sido una carga al galope de la caballería coreana se convirtió en una carga mucho mas lenta, debido al embarrado terreno. Así, los arcabuceros nipones no tuvieron dificultad en rechazar el ataque.
Sin caballo, el general Shin Lib se vio atrapado en la cima de una colina, junto a un acantilado.Tras conseguir terminar con la vida de 20 samuráis, Shin Lib se suicidó lanzándose al vacío.
Como la 1ª división del general Yukinaga, las otras divisiones del ejército de invasión japonés ( la 2ª del general Kiyomasa y la 3ª del general Nagamasa) progresaban en su avance. Habian ocupado la práctica totalidad de la provincia de Gieonsang y capturado multitud de localidades y fortalezas coreanas. Pero el general Kiyomasa, un devoto budista, llevaba décadas enfrentado al cristiano Yukinaga, y el avance se convirtió en una carrera entre ambos ejércitos para conseguir la gloria, ya fuera para el cristiano o el budista.
Finalmente, ambos llegaron al acuerdo de separar sus respectivos contingentes y tomar diferentes caminos para llegar a Hanseong, la capital del reino coreano.
Con la inminente caída de su capital, el rey Joseon se dirigió hacia el norte, y Honseong caia en manos de las tropas del general Yukinaga el 10 de junio, siendo seguido a la siguiente semana por las tropas del general Kiyomasa.
Tras ser “derrotado” en la carrera por tomar la capital, Kiyomasa se dirigió hacia Pyongyang, derrotando otro ejercito coreano en la batalla del rio Imjin. Se decidió entonces que Yukinaga se encargaría de perseguir al rey coreano, mientras Kiyomasa se encargaba de tomar la parte noroeste de Corea , y la tercera división se encargaría de consolidar las partes ya ocupadas.
Cuando Yokinawa llegó hasta el rio Taedong, la flota coreana zarpo del puerto de Pyongyang y lanzo un ataque anfibio fluvial sobre el campamento japonés, con escaso éxito.
Utilizando la misma táctica, un ataque anfibio, los japoneses atacaron al día siguiente, y, el 20 de julio de 1592, el desmoralizado ejercito coreano salía de Pyongyang y marchaba hacia el norte, dejando la ciudad y una enorme cantidad de grano en manos de los invasores.
En el noroeste, Kiyomasa conquistaba ciudad tras ciudad sin apenas oposicion en su ruta hacia el norte. Envalentonado por el éxito, Kiyomasa decidía atacar una fortaleza sobre el rio Tumen, ocupada por los nómadas jurchen, con una tropa combinada de 1.000 samuráis y auxiliares.
El ataque fue un completo fracaso, y el contrataque jurchen expulso a las tropas de Kiyomasa hacia Hoeryong. Debido a esta incursión, el líder jurchen, Nurhaci, ofreció ayuda militar al rey Seonjo. Pero el rey coreano declino el ofrecimiento. Para los coreanos, más aun que los japoneses, los jurchen eran considerados barbaros, y seria deshonroso aceptar ayuda de los enemigos del otro lado de la frontera.
Así, lentamente, los japoneses fueron tomando el control de buena parte de Corea, imponiendo un sistema social basado en el modelo nipón.
El único factor que podía preocupar a los japoneses era la ‘potente flota coreana, que pronto empezó un bloqueo naval que estrangulo la logística naval nipona y entorpeció seriamente la capacidad japonesa para aprovisionarse, especialmente de alimentos.
Así, con sus
líneas de aprovisionamiento atacadas, los movimientos de las diferentes
divisiones japonesas se redujeron a cortas incursiones en las cercanias de la capital. Los ashigaru y samurais se veian obligados a llevar raciones para solamente tres dias, tal era la escasez de alimentos para las tropas.
Pero tratar de conseguir alimentos en territorio coreano, asolado por la‘pobreza, era tarea casi imposible, y cada vez los soldados japoneses se veían en mayores dificultades, viéndose obligados a depender de lo poco que llegaba al puerto de Busan, impidiendo en numerosas ocasiones lograr avances sobre el terreno.
En sus planes originales, los japoneses estaban convencidos de poder aprovisionar a sus tropas de tierra usando los ríos de la costa este coreana, usando para ello sus navíos sekibune, que podían llevar el equivalente de suministros a los transportados por 500 mulas y varios cientos de carros.
Pero la excelente armada coreana iba a evitarlo.
(Continuara…)
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