jueves, 26 de mayo de 2022

Tte. Crissy, el "padre" del bombardeo aereo (1ª parte )

  


  El 1 de noviembre de 1911, el subteniente italiano Giulio Gavotti se inclino fuera del cockpit de su monoplano Etrich Taube.Abajo , en el desierto libio ,pudo ver un campamento de beduinos ( apoyados por Turquía) que combatían a los italianos en la guerra italo-turca.

Teniente Gavotti, a los mandos de un biplano Harman.

  Gavotti, un ingeniero nativo de Génova, había obtenido sus alas de piloto justo cuando el gobierno italiano había decidido embarcarse en la conquista de un imperio colonial en Libia.

  La experiencia aérea  de Gavotti  antes de entrar en accion en Libia se limitaba a un vuelo no autorizado sobre el Vaticano, tras el que fue condenado a pasar varis días en comisaría, y un segundo lugar en la carrera aérea entre Bolonia y Venecia.

  Pero a partir de septiembre de 1911 las cosas habían comenzado a calentarse en Libia; la Sublime Puerta, la administracion del imperio otomano ,se había negado a ceder Trípoli a los italianos,y estos declararon la guerra al imperio otomano.

  Al amanecer del 1 de noviembre, Gavotti despegó y se dirigió hacia el Mediterraneo. No tenia  ordenes especificas, y mientras volaba decidió virar hacia el pequeño oasis de Ain Zara, a 50 kilómetros al este de Trípoli.

La "base aerea" de Gavotti en el desierto libio.
  

  Al llegar al oasis, Gavotti identifico algunos objetivos, y se dispuso a lanzar sobre ellos, uno tras otro, cuatro proyectiles del tamaño de un pomelo, que contenían cada una poco mas de kilo y medio de explosivo.

  Mientras con una mano sostenía el mando de vuelo, con la otra rompía la cuerda que cerraba la caja en donde se encontraban las bombas. Saco una de las bombas, la colocó en su regazo y tomo uno de los detonadores que se encontraban en otra caja mas pequeña. Sujetó el detonador entre sus labios, cerró ambas cajas, coloco el detonador en la bomba y miro hacia abajo. Se encontraba  a menos de 1 kilometro del oasis.

  Se inclinó aun mas fuera del cokpit, y lanzo el proyectil .Repitió los pasos tres veces  mas, lanzando otros tres proyectiles.No causaron ninguna víctima entre los beduinos , y los daños materiales  fueron ínfimos, pero el subteniente Gavotti acababa de entrar en la historia como protagonista del primer bombardeo  con proyectiles desde un avión de la historia de la guerra.

Pero no había sido el primer bombardeo de la historia desde un artefacto volante.

  Tras el legendario vuelo de  los hermanos Wright en diciembre de 1903, no paso mucho tiempo hasta que alguien pensó en cómo usar el nuevo artefacto volador como una máquina de guerra.

  Ya en 1906, el jefe de la oficina de suministros del ejército de EEUU, brigadier general William Crozier , empezó a valorar el uso del avion como instrumento para la guerra. Pero los primeros informes recibidos le hicieron inclinarse por el uso de dirigibles y globos para lanzar proyectiles, más lentos que el avión pero mucho más precisos, ya que se quería evitar a toda costa “la destrucción de hospitales, iglesias, seminarios y todas las instalaciones que deben permanecer inmunes al uso del bombardeo aéreo”.

  Pero, de hecho, ya se habían lanzado bombas desde globos.El primer uso táctico de bombas aéreas del que se tiene constancia fue en julio de  1894 durante el asedio austriaco a Venecia. Los austriacos lanzaron un numero indeterminado de globos de papel desde el Volcano, un vapor similar a los que solían navegar por el rio Mississippi, que iba a ser considerado el primer portaaviones.

SMS Volcano.
  

  Cada pequeño globo transportaba un proyectil con poco más de 12 kilos de explosivo. Los detalles de la operacion son poco claros,pero parece que la idea nació en la fértil  mente del teniente Franz von Uchatius, de la artilleria austriaca, mas tarde inventor del quinetoscopio, un antepasado del cinematografo.

  El resultado no fue el que los austriacos esperaban, ya que los globos ascendieron sin ningún tipo de control hasta los 500 metros de altitud, en donde una corriente de aire los llevo en dirección sudeste,perdiendose de vista la mayoría de ellos, mientras unos pocos caían directamente sobre las posiciones de los asediadores o estallaban en el aire o caian inofensivamente sobre el mar.

  

  Los venecianos, que habían salido de sus casas para ver que eran esos extraños aparatos voladores, aplaudían y animaban cada vez que un globo caía sobre las líneas austriacas.

  Mientras, en Norteamérica, algunos visionarios habían sugerido usar globos para lanzar explosivos sobre Veracruz, en el entorno de la guerra mejicano-estadounidense, o emplear los globos para suprimir la resistencia de las tribus apaches en el desierto de Arizona.

Pero ninguna de esas días  se puso en marcha.

 A partir del final del siglo XIX y principios del XX, lanzar explosivos desde un globo aerostático se convirtió en una costumbre en ferias y celebraciones masivas.

  A finales de 1908, un experto en globos y dirigibles, Roy Knabenshue, uso un dirigible para demostrar lo fácil que sería atacar desde el aire una ciudad indefensa. Voló en su dirigible sobre los Ángeles a las 10 de la noche para demostrar  cuan silenciosa y casi invisible podía ser una maquina voladora, lanzando dos grandes bolsas de confeti sobre los sorprendidos ciudadanos.

Roy Knabenshue y su maquina para lanzar confetti.
  

  A partir de marzo de 1909, el periodico Westminster Democratic Advócate , de Maryland, dio inicio  a una campaña para animar la creación de una fuerza aeronáutica defensiva. El primer artículo se preguntaba quien podría detener a una fuerza de aeronaves enemigas si intentaban lanzar ingenios explosivos sobre los rascacielos de New York. El periódico también especulaba como podrían ser los futuros combates aéreos, asegurando que serían “autenticas batallas campales en el aire”.

  Seis meses más tarde, el escritor Ronald Legge publicaba una novela titulada “El Halcón, una historia sobre la guerra en el aire”. Ambientada en Londres, la novela narra las peripecias del “Halcón”, un enorme dirigible militar que los británicos usan para llevar el “terror y la destrucción sobre Alemania y Francia”.

  

  Aproximadamente al mismo tiempo, un aeronauta cuyo nombre se perdió en la historia volaba sobre New York lanzando inofensivos paquetes sobre los techos de los edificios. Y, en mayo de 1909, el multimillonario de  Boston Charles Glidden anunciaba su intención de lanzar huevos en lugar de bombas en su ciudad natal para determinar la precisión en ese nuevo tipo de guerra, según un artículo en el United Press.

  Poco a poco, la idea de llevar la guerra a los cielos fue ganando adeptos, hasta que la idea llegó a la mesa del despacho oval de la Casa Blanca.

  Cuando Arch Hoxsey, pionero de la aviación, dio un paseo aéreo sobre St Louis al presidente Teodoro Roosevelt, en octubre de 1910, informo a los medios de comunicación que el presidente estaba absolutamene excitado  cuando el avión maniobró para realizar un falso ataque sobre un falso navío construido de madera y tela para la ocasión.

  Hoxsey también informo a la prensa que las unicas palabras que fue capaz de decir el presidente fueron “guerra”,”ejercito”,”avión” y “bomba".

"El primer vuelo de Teddy con  Hoxsey"
  

  Un mes más tarde, en una demostración aérea en Baltimore, el jefe del cuerpo de  señales del ejercito USA, brigadier general James Allen,se convirtio en el primer oficial de  alto rango en volar en un avion. La demostración incluía una simulación de un bombardeo, en la que los participantes competirían por un premio de 5.000 dólares ofrecidos por el Baltimore Sun lanzando bolsas de arena sobre una plataforma de madera que simulaba a tamaño natural la cubierta de un navio.El agraciado con los 5000 dólares fue el francés Hubert Latham, que consiguió colocar dentro de la plataforma 6 bolsas de arena, una de ellas en el mismo centro.

Hubert Latham y su monoplano "Antoinette".

 
  En diciembre del mismo año, en la reunión aérea internacional de los Ángeles, los participantes bombardearon otra plataforma a tamaño real de un acorazado, utilizando esta vez naranjas. Hoxsey también logro el premio en esta ocasión, aunque no pudo disfrutarlo, ya que murió en un accidente al siguiente día.

El accidente mortal de Hoxsey.

 

(Continuara…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario