jueves, 11 de octubre de 2018

Fast and furious….en el hipódromo de Constantinopla.





 Constantino el Grande, primer emperador en convertirse al cristianismo, no pudo abandonar el interés que guardaba por un espectáculo violento y muchas veces casi salvaje, que iba contra sus recién adquiridas creencias cristianas ,y recordaban el pasado “pagano” del imperio romano : las carreras de cuadrigas.

 Carrera de cuadrigas en un fresco hallado en la ciudad de Pompeya.

  Aproximadamente en el año 330,el año en que la antigua Bizancio había sido renombrada con el nombre del nuevo emperador,Constantinopla,una de las primeras obras publicas que se llevaron a cabo fue remodelar el antiguo hipódromo para convertirlo en uno de los 4 importantes edificios que daban a la enorme plaza principal de Constantinopla.

  Mientras el senado representaba al poder legislativo, el palacio imperial  al poder ejecutivo y la catedral cristiana al poder religioso, el hipódromo iba a representar el poder de las masas.


   Haciendo honor a la frase “ pan y circo”, el publico que asistía al hipódromo seguía con entusiasmo la suerte que sufrían sus aurigas favoritos,seguids cada uno de  ellos por una masa enfervorizada que a menudo llegaba un día antes del espectáculo y dormía en las gradas, para no perder su asiento.

  Al principio de la historia del entretenimiento de  masas en la Roma republicana , era normal que en la pista del hipódromo se disputasen la victoria 4 equipos, aunque más adelante, en el periodo en el que el imperio romano de occidente casi había desaparecido, en el hipódromo de Bizancio solo había dos euqipos, los azules y los verdes, lo que había polarizado a los seguidores en dos únicos grupos.


  Un día en las carreras en el hipódromo de Constantinopla ofrecía un espectáculo ininterrumpido, contando no solo con  carreras de cuadrigas, sino también acróbatas, grupos de danza, domadores de animales,etc , todos formaban parte del espectáculo,ocupandose de entretener al publico entre carrera y carrera.

  El número de careras en cada día en el hipódromo podía oscilar entre 8 y 25,dando a los espectadores la posibilidad de ver a sus aurigas favoritos arriesgar sus vidas. En la búsqueda de la victoria y la gloria ,un auriga se enfrentaba a muy variadas formas de morir o quedar gravemente herido. Desde perder el control de la cuadriga y estrellarse contra las paredes laterales, o enredarse en las riendas y estrangularse,o caer de la cuadriga y ser atropellado por los caballos  de las otras cuadrigas,etc.

  El número de vueltas de cada carrera variaba, pero teniendo en cuenta que la longitud de la pista era de unos 400 emtros, una carrera de 8 vueltas podía durar unos 15 minutos, y las vueltas se marcaban alrededor de una “isleta” central llamada spina.

 Representacion infografica del hipodromo de Constantinopla.

  La spina del hipódromo de Constantinopla estaba repleta de monumentos y estatuas saqueadas en todas las partes del imperio Romano.Desde la Columna de las Serpientes (trípode de Platea ), llevada a Bizancio desde el templo de Apolo en Delfos, pasando por el obelisco de Tutmosis procedente del templo de Karnak en Egipto, o las 7 estatuas de Porfirio, un legendario auriga del siglo VI. Más tarde se colocaría en la spina otro obelisco en honor al emperador Constantino, que originalmente estaba recubierto de láminas de bronce que serian "escamotadas" por los cruzados de la cuarta cruzada cuando saquearon la ciudad.

 Representacion infografica de la "spina" del hipodromo de Constantinopla.

  Mientras los encargados de tomar las apuestas al publico se desplazaban por todo el estadio,los aurigas se preparaban para el momento mas peligroso de la carrera, la salida y la llegada al primer giro, una maniobra que obligaba a ralentizar la marcha de los caballos pero aun así  se realizaba a mas de 40 kilómetros por hora. Este primer giro podía llevar indistintamente a la gloria o la muerte, todo dependía de la habilidad y el desprecio al peligro de cada auriga.

  El emperador Constantino muy pronto trató de dirigir y controlar la pasión del pueblo por las carreras,tratando de tomar ventajas políticas sobre todo costeando de sus propios fondos un gran número de jornadas de careras.

  El hipódromo tenia siempre una dimensión política, no solo debido a su importancia arquitectónica y el control de masas, sino por que en su kathisma “palco presidencial” de mármol blanco (al que se podía acceder directamente desde el palacio imperial) se reunían no solo el emperador y su familia,tambien la práctica totalidad del alto funcionariado del imperio romano de oriente y los mas importantes invitados extranjeros.

  Para la emperatriz Teodora, esposa y gobernante de Bizancio junto a su esposo el emperador Justiniano a mediados del siglo VI, las vivencias en el hipódromo no eran solo politicas, tambien personales.

  La emperatriz Teodora no había nacido noble, sino que era hija de un amaestrador de osos perteneciente a la faccion de  los verdes y su madre habia una acróbata de origen posiblemente cretense.

  Cuando murió su padre, su joven madre volvió a casarse ,y pregunto a los de la facción verde si podían emplear a su nuevo marido.Los verdes se  negaron, aunque fueron aceptados por la otra facción, los azules.Asi, la futura emperatriz Teodora basculaba entre verdes y azules, y cuando se casó con Justianiano, un acerrimos seguidor de los azules,en el palco presidencial del hipodromo se producian serias discusiones en cada carrera entre ambos.

  Existe muy poca bibliografía sobre la emperatriz Teodora aparte de Historia Secreta, de Procopio  de Cesarea.


  En el año 532, la tensión entre verdes y azules llegó a su cenit. “es peor ser azul que pagano”, era un insulto que los verdes gritaban a sus rivales en cuanto entraban al hipódromo.

  Pero no era solo una disputa por unos aurigas u otros.Las recientes victorias de los ejercitos bizantinos en las costas del mar Negro habían obligado al emperador Justiniano a elevar los impuestos para poder reclutar un nuevo ejercito para mantener el terreno conquistado.

  Un día estallo la tensión, y se produjo una pelea multitudinaria en el hipódromo, entre seguidores verdes y azules. El emperador Justiniano no quería que el orden público se le escapase de las manos, y ordenó  su guardia arrestar a 7 verdes y 7 azules, que fueron ahorcados para dar ejemplo.

  Pero la ejecución falló,un par de cuerdas se rompió, y uno de cada facción, sobrevivió.Rapidamente, verdes y azules llevaron a los supervivientes al monasterio de san Conan,donde se les concedió el derecho de santuario, es decir, allí dentro no podían ser arrestados.(Escarmentado por la experiencia, el propio emperador Justiniano  dictaba en su código que a partir de entonces el asilo solo protegeríalos oprimidos, pero no a los delincuentes).

  Muchos ciudadanos pensaron que habían sido salvados por dios, y en la siguiente jornada de carreras en el hipódromo todos, verdes y azules incluidos, se unieron en franca rebelión contra Justiniano y Teodora, gritando Nika, Nika (conquista).

  Alarmado por lo que ocurria, Justiniano decidio despedir a  su ministro de finanzas pensando que asi aplacaria a los rebledes, pero la rebelión se extendió como la pólvora por Constantinopla.La multitud quería la renuncia de Justiniano, y coronar a un nuevo emperador elegido por ellos mismos, nombramiento que recayó en Hipatio, un sobrino del anterior emperador Anastasio I.

  Justiano consideró la huida como opción más segura, pero la emperatriz Teodora se mantuvo firme:

  “Piensa primero cuando llegues a la seguridad ,que no elegiste la muerte como primera opción. En cuanto a mí, estoy con mis antepasados, que decían: la purpura imperial es la mejor mortaja para un noble”.


  Convencido por las palabras  de su esposa,Justiniano decidio quedarse y enviar al ejercito al hipodromo.Las tropas del general Belisario terminaron con la rebelión a punta de espada, acabando con la vida de más de 30.000 rebeldes.La emperatriz insistió en que también fuera ejecutado Hipatio, aunque había sido nombrado emperador sin haberlo solicitado.Y una veintena de senadores que se habian  unido a los rebeldes fueron también ejecutados y sus posesiones pasaron a  formar parte del erario publico.

  Un siglo mas tarde, la importancia de las carreras en el hipódromo y la influencia social de verdes y azules había casi desaparecido. Ocupados en las guerras contra los persas sasánidas y los arabes musulmanes, los emperadores bizantinos tenían cada vez más problemas para financiar espectáculos en el hipódromo.


  Y cuando los cruzados amotinados de la cuarta cruzada saquearon la ciudad, la cuadriga de caballos de bronce que remataban la entrada al hipódromo fueron llevados como botín a Venecia, en donde hoy adornan la basílica de San Marcos ( bueno, los reales están dentro de la Basilica,fuera se encuentran unas replicas ).Y el hipódromo fue cayendo en desuso poco a  poco,y hoy en día se alza sobre él un parque público, el parque del sultan Ahmed,en donde aun se conservan los obeliscos de Tutmosis y de Constantino y una parte de la Columna de las Serpientes.

Replicas de los caballos escamoteados del hipodromo de Constantinopla,en la basilica de San Marcos.

Las esculturas originales.


Lo que queda de la Columna de las Serpientes.


Obeliscos de Tutmosis y Constantino,en el parque del Sultan Ahmed,en Estambul.


 History of the Byzantine Empire – A.A. Vasiliev
Lost to the west: the forgotten Byzantine Empire that rescued western civilization – Lars Brownworth

1 comentario:

  1. La rompiste con el título jaja .. está sagaasagaaque escribes se ve muuuuy interesante como todo lo que escribes .desde que descubrí tu blog hace como 3 años lo reviso y releo todos los días

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