viernes, 4 de enero de 2019

Bonaparte : La Tercera Coalición y el camino a Austerlitz (1ª parte)




 Gran Bretaña y Francia se observan desafiantes desde ambos lados del Canal de la Mancha.

 Tras la firma de la paz de Amiens el 25 de marzo de 1802, el primer cónsul de la republica francesa pudo presentarse ante los ciudadanos de Francia reclamando que había cumplido su promesa de restaurar la paz y llevar la seguridad  a su nación tras 10 años de incesante guerra.


  Iba a ser solo una breve pausa hasta el comienzo de la siguiente guerra,pero Bonaparte supo explotar a la perfección su nuevo rol de “pacificador” usándolo para impulsar y asentar su carrera política.


  El 2 de agosto de 1802 se daban a conocer los resultados del plebiscito popular por el que se aprobaba la constitución del año X (según el calendario revolucionario, el año 10 desde la proclamacion de  la republica en 1792) y el nombramiento de Napoleón Bonaparte como cónsul vitalicio.

 Calendario revolucionario.


  Desde aquel mismo día 2 de agosto, Napoleón Bonaparte se había convertido virtualmente en emperador, aunque tardaría año y medio en oficializarlo. El 18 de mayo de 1804, el senado proclamaria  a Bonaparte emperador  con el título de  Napoleón I.


  Mas allá de las fuertes criticas de los realistas y los republicanos franceses, la corona imperial fue un premio para la exitosa reconstrucción de Franacia llevada a cabo por el nuevo emperador.


  La paz de Amiens había terminado con las amenazas externas,pero los problemas internos se habian acentuado.La pequeña pero muy influyente  facción jacobina había pasado los últimos  años siguientes a la declaracion de  la republica implicados en constantes intentos de asesinato, a pesar que uno de sus lideres,Jean Jacques Regis de Cambaceres, había sido nombrado segundo cónsul.

 Jean Jacques Regis de Cambaceres.


  Pero el nombramiento de Cambaceres no calmó la violencia jacobina, y en 1802 fueron instaurados en todas las departamentos  franceses tribunales militares  con el encargo oficial de terminar con el bandidaje y reinstaurar la ley. Pero de hecho, los tribunales militares iban a ser utilizados para liquidar a los jacobinos, al menos,los de las provincias.


  La policía de la republica, a las órdenes de Fouche, comenzó a investigar supuestos planes (reales o imaginarios) jacobinos para tomar el poder violentamente. Lideres jacobinos eran asesinados en las  calles, o eran detenidos y deportados sin juicio. Había seguimientos, se revisaba el correo, agentes dobles ponían pruebas falsas, se censuraban las publicaciones jacobinas, etc, tanto que los medios de información del gobierno francés no tardaron en declarar a Bonaparte “salvador de la sociedad de la amenaza de los extremistas jacobinos."

 Joseph Fouche,ministro general de la policia de Francia.


  Por su parte, los realistas presentaban un problema de otro tipo. En 1800 habían aplaudido la llegada del general Bonaparte al poder, creyendo que más tarde restauraría la monarquía borbona.


  La asamblea francesa había concedido también un importante cargo  los realistas, ya que el tercer consulado había ido al pseudo-realista Lebrun.Pero el año acabó con la aprobación de varias importantes leyes que alejaban la posibilidad de una restauración monárquica, y los realistas, desilusionados con el transcurso de los acontecimientos, pasaron a la acción directa.


  El 24 de diciembre de 1800, una bomba habia explotado al paso del carruaje en el que Bonaparte se dirigía a la Opera.El primer cónsul culpó entonces a los jacobinos, aunque todas las sospechas del jefe de la policía Fouche se dirigían  a una conspiración realista.



 El atentado del 24 de diciembre de 1800.


  En 1803,una conspiración  realista que implicaba a los mayores líderes opositores como el general Moreau,el general Pichegru y otros altos oficiales fue descubierta poco antes de que pudieran llevar a cabo sus planes de asesinato del primer cónsul.Todos los conspiradores fueron detenidos y enviados a prisión.

 Detencion del general Pichegru.


  Al año siguiente estalló el escándalo Cadoudal,un líder católico, monárquico y  contrarrevolucionario de la Bretaña que encabezó un movimiento guerrillero ( "la guerra de los chuanes"), aplastado sin piedad por las tropas napoleónicas y que terminó con la ejecucion  de Cadoudal en París, junto a una docena de sus compañeros.

 Ejecucion de Cadoudal.
  Bonaparte trato de lidiar con el problema realista a base de una combinacion de  palo-zanahoria. Tratando de ajustar cuentas con su antiguo adversario Moreau, trató de influir en el juicio en el que se le iba a juzgar por traicion a la republica,implicando a Moreau en los asuntos de la rebelión de Cadoudal, en donde Moreau no habían tenido nada que ver.


  Pero el juicio a Moreau no transcurrió como Bonaparte había deseado.Algunos de los fiscales de la acusación se negaron a acusar a Moreau, y la popularidad de la que disfrutaba Moreau entre la población francesa puso a varios miembros del jurado en su favor.

 "Episodio de la guerra de los chuanes",obra de Jules Girardet.


  Pero cuando Bonaparte empezó a preocuparse en serio fue cuando vio con sus propios ojos como los guardias que protegían a la sala del tribunal presentaban armas a Moreau cada vez que el prisionero aparecia para tomar parte en alguna  sesión del juicio.


  Los miembros del tribunal decidieron oponerse también a los designios del primer cónsul, y condenaron a Moreau a una sentencia de destierro, una pena irrisoria para un delito de traición. Bonaparte se vio obligado  ratificar la decision del tribunal.


  El general Pichegru, otro de los conspiradores, no tuvo tanta suerte como Moreau.Fue encontrado ahorcado en su celda, y su muerte fue calificada como suicidio,aunque los diarios de la oposición no duraron en acusar al gobierno francés de haber cometido un asesinato político.


Pichegru,ahorcandose a si mismo.

   La eliminación de sospechosos de ser potenciales conspiradores en contra de la republica continuo a buen ritmo, utilizando para ello la estructura policial y represiva del  terror revolucionario.Este periodo culminó con el secuestro y posterior asesinato del duque de Enghien en marzo de 1804.El duque ( futurible candidato a futuro rey de Francia en caso de una restauración monárquica ) fue secuestrado por un escuadron de  caballería del ejercito republicano en Ettenheim,en zona neutral y trasladado al castillo  de Vincennes. 

  Torturado y acusado de complicidad en el asunto  Cadoudal, fue ejecutado el 21 de marzo.


Ejecucion del Conde de Enghien.

  Con este incidente, Bonaparte completaba su venganza contra los Borbones y mandaba un claro mensaje a la oposición: nadie escaparía a la venganza de la republica, aunque  estuviera en otro país.


  Otro posible origen de problemas para el primer cónsul vitalicio era la Iglesia. Bonaparte conocía a la perfección el conservadurismo religioso del pueblo francés, y quería utilizar al pueblo para buscar una reconciliación con el papado tras los abusos y excesos revolucionarios (en un solo día de  julio de 1794 habían sido guillotinados en Paris  2 obispos y 200 sacerdotes).


  Para alguien que, como Napoleon, habia afirmado queLa religión es excelente para mantener a la gente común tranquila. La religión es lo que impide que los pobres asesinen a los ricos.”, la necesidad de llegar a acuerdos con la Santa Sede era esencial. 

  En primer lugar para arrebatar a los monárquicos la bandera de ser la única fuerza defensora de la tradición católica en Francia.


  También acercándose al papado reduciría los riesgos de una nueva rebelión en la region de la Vendee, zona de total y absoluta mayoría católica, y mejoraría las relaciones de Francia con las católicas Bélgica e Italia.


  Ademas, como tambien afirmó Bonaparte: "el pueblo debe tener una religión, y esa religión debe estar en manos del gobierno”. Gracias a la firma del concordato en 1801, Napoleon aprovechó para apartar del cargo a los obispos de origen “Borbón” y sustituirlos por obispos más maleables  y receptivos a las necesidades de la nueva republica francesa.

 "Firma del Concordato",obra de Francois Gerard.


  Cientos de sacerdotes católicos conservadores fueron sustituidos por clérigos pagados por el estado y convertidos en educadores: los pulpitos de las iglesias pasaron a convertirse en lugares dedicados a diseminar  la propaganda estatal.


  Pero las nuevas relaciones entre la republica francesa  y la Santa Sede no estuvieron exentas de oposicion.Los miembros más radicales del consejo de ministros protestaron violentamente ante lo que consideraban una cesión de la republica, y Bonaparte se vio obligado  a manejar el asunto con extremo cuidado.Tanto que ,aunque la firma del Concordato se efectuó en julio de 1801, no se dio a conocer al pueblo francés hasta un año después.


  Y, aunque la gran mayoría de la población francesa celebró el acercamiento entre Francia y la Santa Sede, las relaciones entre Bonaparte  y el Vaticano no iban a permanecer cordiales durante demasiado tiempo, no en vano Bonaparte denominaba al papa  Pio VII el "pordiosero imperial", y anunciaba que no iba a permitir ni la más mínima interferencia religiosa en los asuntos de Francia.




2 comentarios:

  1. Mucho se habla de Las campañas europeas de Napoleon pero no de la oposicion interna que tuvo que sofocar

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