jueves, 18 de julio de 2019

Alvaro de Bazán, invicto almirante ( 5ª parte )




 Islas Azores.

Viene de aquí:


  En el verano de 1582, el condotiero florentino Filipo di Piero Strozzi se hizo a la mar al mando de una flota de buques franceses compuesta de 60 galeras y barcos de transporte en los que viajaban 7.000 soldados.


  Su objetivo, asegurar las islas Azores para el ex rey portugués,Antonio.En las cercanías de las islas Azores se le unió otra flota, una escuadra de 9 corsarios ingleses liderados por el capitán Henry Richards.


  Mientras, la vanguardia de la flota hispano–portuguesa, mandada por el capitan Pedro de Silva y compuesta por dos galeones, tres carabelas y cinco buques de transporte, zarpaba desde Lisboa en direccion a  las Azores. Tenía órdenes de esperar la llegada del grueso de la flota al mando del marqués de Santa Cruz antes de iniciar cualquier acción contra la flota anglo-francesa.


  Pero el capitán De Silva desobedeció las ordenes, y desembarcó a sus soldados en la isla  de San Miguel el 15 de julio.


  El ex rey Antonio se encontraba por entonces en la isla Terceira ,con las tropas portuguesas que aun le eran leales.Rapidamente ordenó el embarque de sus tropas para marchar contra San Miguel, pero al llegar a la isla descubrió que el grueso de la flota hispano-portuguesa ya estaba allí, y rápidamente  escapo de la zona y volvió a la isla Terceira.

 Isla Terceira.


  Alvaro de Bazán había llegado a San Miguel al mando de  una flota de 31 buques,incluyendo dos enormes galones , el San Martin, de 48 cañones, buque insignia de la flota, y el San Mateo,de 34 cañones.  Bazán ancló la flota  en Vilafranca do Campo, en la costa sur de la isla de san Miguel.


  La batalla de San Miguel se disputó el 26 de julio, a unos 25 kilómetros al sur de la isla , una distancia de la costa muy inusual en aquella época, en la que las batallas navales se solían disputar lo más cerca posible de la costa.


  Ambas flotas navegaron en dirección norte, separadas 4 kilómetros una de la otra. A medio dia, la flota franco-inglesa atacó la retaguardia de la flota  hispano-portuguesa,ocupada por el San Mateo.Strozzi consiguió cortar el paso del galeón español, que de repente se vio aislado del resto de la flota y rodeado por 4 navíos enemigos. Tras abordar el buque español, los franceses de Strozzi capturaron el San Mateo.


  Mientras, el marqués de Santa Cruz maniobraba para dirigirse hacia el buque insignia de Strozzi, la urca Saint Jean Baptiste. En cuanto alcanzó la distancia adecuada, una andanada de los cañones del San Martin desarboló el navío de Strozzi.Los marinos y soldados españoles se lanzaron al abordaje, y tras un fiero combate sobre la cubierta del navio de Strozzi,los españoles prevalecieron, dejando a  400 marinos y soldados franceses muertos.

 Galeon San Martin,buque insignia de la flota de Alvaro de Bazan.


  Strozzi,gravemetne herido, fue trasladado al San Martin.Alli,rindió su navío, y en pocas horas, murió.


  Aunque el san Mateo había quedado gravemente dañado tras la batalla, pudo ser remolcado al puerto de Villafranco de Campo, en la costa sur de la isla de San Miguel, para ser reparado.


  La flota de Strozzi había perdido 10 buques y 2.000 hombres, y los españoles tuvieron 200 muertos y 500 heridos.


  Como la expedición de Strozzi no había sido reconocida por el rey de Francia para evitar una guerra abierta entre España y Francia, los prisioneros de la flota francesa eran corsarios, y considerados por la ley del mar como piratas, y así fueron tratados.28 oficiales, 50 caballeros y 150 marinos y soldados fueron ahorcados, aunque la peticion de  los hombres de Bazán consiguió que los marinos franceses menores de 18 años salvaran sus vidas.


  El almirante español decidió esperar hasta el siguiente año para desembarcar y ocupar la isla Terceira.Dejó una guarnicion de  2000 hombres en la isla San Miguel, y volvió a la península.


  En el verano de 1583, la flota de Álvaro de Bazán volvió a las Azores a terminar el trabajo pendiente. Esta vez, la flota estaba compuesta de  5 galeones, 31 mercantes armados, 12 galeras, 2 galeazas y otras 48 naves de tamaño menor. A bordo, 9.000 soldados y 6.000 marineros y remeros, para enfrentarse a la guarnición de 8.000 portugueses y franceses de la isla Terceira.


  La flota española se dividio en dos, con Bazán al mando de  los galeones por un lado, y el almirante Diego de Medrano al mando de las galeras y galeazas.Las galeras iban a ser indispensables para garantizar el éxito de la invasión, ya que remolcarian  las barcazas cargadas de soldados hasta la playa y luego el fuego de sus cañones de proa cubriria el desembarco.


  La flota española llegó a  la vista de isla Terceira el 23 de julio. En la isla esperaban 3.000 soldados franceses al mando del almirante Aymar du Chaste y 5.000 portugueses a las órdenes del gobernador Manuel de Silva.


  De Silva había reforzado las defensas de la isla, y estaba preparado para resistir un asalto, desplegando 4 compañías de infantería en primera linea.Las defensas consistían en 31 pequeñas fortificaciones de piedra y 300 cañones de diversos calibres. Todos los fuertes y bastiones estaban interconectados por trincheras.


  De Silva dedicó el resto de sus tropas a la defensa de la ciudad de Angra, al sur de la isla, y Praia, en el este. Y lo que quedaba de su flota se guarnecía en el puerto de Angra.

 Angra.


  La noche del 23 de julio, protegidos por la oscuridad, los infantes españoles pasaron de los buques de transporte a las barcazas  que iban a llevarles hasta la costa. Las galeras de la flota española remolcaron las barcazas, que transportaban a 4.000 infantes.


  El asalto comenzó al amanecer. Superando las andanadas de la artilleria de los defensores, que se concentraban en intentar destruir las barcazas antes de que desembarcaran las tropas que las ocupaban.Los atacantes desembarcaron y poco a poco progresaron, contando con la inestimable colaboración del fuego artillero de  las galeras, que gracias a su escaso calado podían acercarse casi hasta la costa, usando sus falconetes y pedreros (cañones giratorios de borda).


  Soportando el fuego de cañones, mosquetes y arcabuzes, los infantes españoles terminaron con la resistencia de los portugueses.Una vez ocupada una franja de terreno en la costa, Álvaro de Bazán llegó a supervisar las operaciones.La llegada del invicto almirante a la cabeza de puente animó aun mas a los soldados españoels, que tras una fiera lucha de un par de horas hicieron retroceder a los supervivientes portugueses hacia el interior de la isla.


  Cuando las noticias de lo ocurrido llegaron a oídos del almirante Du Chaste, encolerizó y ordenó a sus tropas expulsar a los españoles y obligarlos a reembarcar en sus barcazas.


  Pero el gobernador De Silva se opuso a la orden del almirante francés, y colocó a sus tropas en una posicion defensiva cerca de la localidad de Sao Sebastiano, al sureste de la isla, en una posicion con la que esperaba bloquear los ataques españoles sobre Praia.


  Los combates se extendieron por toda la isla, con las tropas españolas tomando posición tras posición y obligando a  los franco-portugueses a retirarse. El 25 de julio las tropas españolas tomaban Praia, y el marques de Santa Cruz dio a sus hombres tres dias para saquear la localidad , como era costumbre en la época.


  Despues, la infantería española se dedicó  a capturar  a los supervivientes franceses y portugueses, que se habían ocultado en los bosques de la isla, hasta el día 2 de agosto, día en el que se dio por tomada la isla .


  Bazán no quería comenzar otro conflicto diplomático con Francia, con quien teóricamente no estaba en guerra,asi que permitió que los franceses embarcaran en varios buques y marcharan hacia Francia.Pero el gobernador Manuel De Silva fue ejecutado, y los supervivientes portugueses pasaron a   formar parte de la "chusma" ,los remeros de las galeras de la flota española.


  Como premio a la conquista de las rebeldes islas Azores, el rey Felipe concedió a Álvaro de Bazán el titulo de   Grande de España, lo que le garantizaba un sitio de honor en el más alto escalón de la nobleza. También fue nombrado Capital General de la Mar Oceana,un cargo que anteriormente había ostentado su padre, con la responsabilidad de defender España de todo ataque por mar  y la protección de las flotas que viajaban al Nuevo Mundo, sobre todo cuando volvían cargadas de riquezas.

 Desembarco en la isla Terceira.


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