Viene de aquí:
Casi al mismo tiempo que la delegación etolia llegaba a Roma para presentar su caso ante el senado, llegaba otra delegación, enviada esta vez por el rey Filipo.
En principio,la delegación macedonia había ido a Roma a felicitar personalmente al senado romano por la victoria sobre los seleucidas del rey Antioco en las Termopilas.Como regalo, la delegación macedonia iba a entregar una gran corona de oro macizo en el templo de Júpiter.
Los romanos estaban tan contentos con la actitud de sus nuevos amigos macedonios que liberaron al rehén Demetrius, el hijo de Filipo, para que volviera con la delegación macedonia a su hogar.
Pero la delegación macedonia tenia otros propósitos, entre ellos, persuadir a los senadores romanos para que no aceptaran una paz negociada con Etolia y comprendieran la necesidad y la conveniencia de continuar la guerra.
Así, el senado romano impuso a la delegación etolia unos términos tan duros (entre ellos, la entrega de 1000 talentos de plata en lingotes) para llegar a un acuerdo de paz que los etolios no tuvieron más remedio que negarse a cualquier acuerdo. Y la guerra continúo.
A finales de julio una flota romana recién formada llegaba al Ageo bajo el mando del pretor Cayo Livio Salinator.Con los 100 navíos que la formaban, unidos a las flotas de Rodas y Pergamon, la coalición greco-romana estaba preparada.Mientras la tarea de Livio Salinator era perseguir a la flota de Antioco y destruirla, el consul Glabrio se encargaría de los etolios en Grecia.
La flota de Antioco en el Helesponto, con base en Lisimaquia y liderada por el general Polixenidas esperaba la llegada de la flota romana en la península de Eritras, con la esperanza de que la flota romana no pudiera unirse a la de Pergamon en el norte y a la de Rodas en el sur.
Pero la flota romana y la de Pergamon consiguieron unir sus fuerzas, y navegaron hacia Efeso, en donde se unieron con la flota de Rodas, desplegandose frente al puerto para forzar a la flota seleucida a un enfrentamiento.
Ruinas del Agora del puerto de Efeso. |
Polixenidas trato de evitar el combate,dada su inferioridad numérica, pero no pudo evitar perder dos docenas de sus navios.La llegada del invierno obligo a ambas flotas a retirarse a sus bases, a preparar la campaña del año siguiente.
Antíoco aprovechó bien el tiempo reconstruyendo su flota y reforzando su ejercito, contando con la colaboración del rey Ariarates IV de Capadocia y los galatas.Envio a Aníbal al este, para construir una nueva flota en los puertos de Cilicia y Fenicia, y contactó con tribus costeras y con piratas para intentar conseguir toda ayuda que pudiera.
Antíoco se puso en contacto también con el rey Prusias de Bitinia, que finalmente decidió permanecer neutral, lo que era más una ayuda para Roma que para Antíoco.
Por último, Antíoco reclamo la ayuda de Tolomeo de Egipto, que el egipcio cortésmente denegó, ya que esperaba que, una vez derrotado Antioco por Roma, Coele Siria volvería a manos egipcias.
Coele Siria. |
Mientras, en Roma, Lucio Cornelio Escipion, uno de los cónsules del año 190 a c. recibió Grecia como provincia para gobernar, con el permiso expreso del senado para llevar la guerra a Asia si lo consideraba necesario.
Lucio marcho a Grecia acompañado de su mas famoso hermano, Publio Cornelio Escipion “el africano”, que acababa de finalizar la construcción en Roma de un arco triunfal conmemorando su victoria sobre Anibal en el norte de África.
El pretor Lucio Emilio Regilo fue puesto al mando de la flota, con base en el puerto de la isla de Samos, con la tarea de terminar con la amenaza de la flota de Antioco, liderada de nuevo por Polixenidas y con base en Éfeso.
Intentando anticiparse a la llegada de la flota de Aníbal desde Cilicia, la flota romana intento ocupar puertos en Licia y Caria que pudieran servir como refugio en caso de necesidad. Pero fallaron en sus intentos, y la flota de Rodas salió en su ayuda.
En julio del año 190 a.c. la flota combinada rodio–romana se enfrentaba a la flota de Aníbal en el golfo de Antalya, en la desembocadura del rio Eurimedonte (actual rio Kopru Cai).
El resultado de la batalla no fue decisivo, y aunque la flota de Aníbal se retiro, fue capaz de reagruparse poco espues y navegar por la costa de Pafilia hacia el este mientras la flota rodiana lo perseguía.
La retirada de Aníbal hacia el este frustro los planes de Antioco, que necesitaba esa flota para participar en la guerra en el mar Egeo. Además, los egipcios aprovecharon la ausencia de la flota de Aníbal en las costas fenicias y cilicias para atacar y saquear la rica isla de Aradus (actual Arwad, en Siria), obligando a Aníbal a regresar a la zona, alejándose aun más del mar Egeo.
Isla de Arwad. |
En tierra firme, Antioco se lanzaba a la invasion de Pergamon en mayo del año 190 a.c., simultáneamente al ataque sobre la base naval de Pergamon, Elaea. Antioco no tuvo éxito en ninguno de los dos ataques, pero al menos obligo al rey Eumenes de Pergamon a retirar sus tropas de Grecia para enviarlas a defender su reino.
Pergamon y Elaea. |
A la flota de Polixenidas se le asigno entonces la tarea de evitar a toda costa el cruce del Helesponto por el ejercito de los Escipiones, que por entonces marchaba a través de Macedonia y Tracia en direccion este,con el permiso y el apoyo logístico del rey Filipo.
Antíoco se dirigió entonces hacia el oeste y puso bajo asedio la ciudad de Notium, mientras la flota seleucida de Polixenidas navegaba hasta allí desde su base en Éfeso.
Notium apenas tenía importancia estrategica, pero el movimiento de la flota seleucida trataba de atraer a la flota romana del pretor Regilo para que saliera de Samos.
Así lo hizo Regilo, y ambas flotas se enfrentaron en combate en Mionesos, al sur de la ciudad de Teos.
Lucio Emilio Regilo utilizo con habilidad sus brulotes y consiguió romper la línea de los navíos seleucidas, rodeando después varios navíos enemigos. Antíoco perdió 29 barcos (13 de ellos capturados intactos por los romanos), y la flota del pretor Regilo perdió solo dos embarcaciones.
Seguramente, los brulotes del pretor Regilo iban cargados de fuego griego. |
La victoria romana en Mioneso había dado la oportunidad a los Escipiones para cruzar el Egeo, invadir Asia menor y encarar a Antíoco en su propio terreno.
Pero Roma aun tenía que terminar con varios asuntos en Grecia, antes de lanzarse sobre Antioco.
Lamia había caído en manos romanas con bastante facilidad, y las tropas romanas se encontraban poniendo bajo asedio la ciudadela de Amphissa.
Mientras, el rey Filipo seguía aprovechando las circunstancias y había unido a su reino la región de Amfiloquia, en el golfo de Ambracia. Atenas, mientras tanto, veía decaer su influencia en la zona, y urgió a los etolios a enviar una nueva delegación a Roma para solicitar términos más ventajosos y menos onerosos para un acuerdo de paz .Cuando Roma y Etolia hicieran por fin las paces, los escipiones tendrían las manos libres para ocuparse del imperio seleucida de Antíoco.
Los Escipione enviaron un emisario al rey Filipo sin previo aviso, para que el emisario pudiera valorar cual era la verdadera predisposición del rey macedonio hacia Roma.
Para ello, los escipiones enviaron a Tiberio Sempronio Graco, un hombre con una brillante carrera política, que más tarde se casaría con una de las hijas de Escipion el africano, con la cual tendría dos hijos sumamente famosos.
Graco encontró a Filipo en pleno banquete, borracho como una cuba y exageradamente comprensivo, tanto que juro ayudar a los romanos contra Antíoco tanto como pudiera.
Después de todo, iba a ayudar a uno de sus mayores enemigos (Roma) a combatir contra otro (Antíoco).Era una situación en la que, ganara quien ganara, Macedonia iba a sacar buen partido.
Castillo de Amphissa. |
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