lunes, 19 de diciembre de 2022

55 Dias en Pekín; Bajo 8 banderas ( III )

 


 Viene de aquí:

 Los ciudadanos chinos que habían logrado escapar de los bóxers y habian encontrado refugio en el barrio de las Legaciones fueron puestos a trabajar para construir barricadas con ladrillos y sacos terreros. Sus esposas, refugiadas en las legaciones, cosían sin cesar sacos de arena y preparaban vendas haciendo tiras de tela con sabanas, manteles, cortinas etc, de diversos tejidos, desde lujosas sabanas de seda pasando por cortinas de satén decomisadas en las mansiones chinas y las tiendas para extranjeros situadas cerca del barrio.

 Para crear un perímetro mínimamente defendible, algunos edificios pertenecientes a las legaciones de Bélgica, Países Bajos, Italia y Austria, debían quedar fuera. Para completar el perímetro  se incluyeron partes de algunos barrios chinos contiguos  al barrio de las Legaciones.

Perimetro defensivo del barrio de las Legaciones.
 

  El sector clave para mantener una defensa exitosa era el tramo del Muro Tártaro que iba desde una rampa cerca de la legación estadounidense hacia el este, pasando por el Canal Imperial, hasta un punto cercano a la legación alemana. Si las tropas imperiales o los bóxers ocupaban esa sección de muralla, podrían utilizarla para lanzar una tormenta de fuego sobre los asediados occidentales.

  La legación británica fue elegida como el lugar en donde se ofrecería la ultima resistencia, si las defensas exteriores caian en manos enemigas. El recinto estaba rodeado por un muro de 3 metros de altura, y dentro había varios pozos de agua potable.

  Para fortalecer la guarnición del barrio diplomático, se formaron dos compañías de voluntarios civiles. La primera compañía, formada por 75 hombres, estaba compuesta mayoritariamente por británicos, muchos de ellos con experiencia militar, y 31 civiles japoneses, todos armados con rifles, que se dedicaban a la vigilancia y deberían luchar con los soldados e infantes de marina cuando fuera necesario.

 

  Otro grupo de  50 civiles tenia la orden de colaborar en la defensa del recinto de la embajada británica, y estaban armados con una variopinta variedad de armas, desde escopetas de caza hasta una pistola para matar elefantes. Fijaron cuchillos de carnicero a sus fusiles, como si fueran bayonetas, y decidieron llamarse "la brigada de los cuchillos de trinchar".

  El oficial de mayor  grado militar presente en el barrio de las legaciones, el capitan Eduard von Thomann, del crucero austriaco “Zenta”, tomo el mando de las tropas multinacionales el 21 de junio.

SMS Zenta, crucero de la Armada Imperial Austro-Hungara.
 

  El siguiente día,  el capitán von Thomann, cometió un error potencialmente fatal que estuvo a punto de terminar con el asedio.

  Al oír el rumor que la legación estadounidense había sido abandonada, ordeno a todos las fuerzas internacionales retirarse a la legación británica para una última resistencia, abandonando sus posiciones en el perímetro defensivo.

  En medio de  la confusión, pasaron algunos minutos antes de que quedara claro que la legación estadounidense seguía en manos  de los marines , y que al capitán Von Thomann le había podido el pánico.

  Afortunadamente, el enemigo no se había percatado de la ventaja que se le había concedido involuntariamente, y los defensores regresaron a las defensas del perímetro sin haber perdido ni un solo metro.

  Tras el casi desastre, el capitán austriaco fue relevado del mando, siendo sustituido por el embajador britanico en Pekin, sir Claude McDonald, con la aprobación del resto de diplomáticos y militares occidentales.

David Niven, en el rol de Sir Claude McDonald.
 

  McDonald tenia una considerable experiencia militar con el ejercito britanico en Egipto y África occidental.

 

El verdadero Claude McDonald.

  El “jefe de estado mayor “ de McDonald iba a ser Herbert Squieres, secretario de  la embajada estadounidense, un antiguo oficial del famoso 7º de caballería de EEUU que tenía experiencia militar combatiendo a los levantiscos sioux en 1890.

  McDonald tuvo poco tiempo para adaptarse a sus nuevas responsabilidades.Algunos edificios de la Academia Hanlin, cercanos al muro exterior del barrio de las Legaciones, fueron demolidos para evitar que el enemigo los usara como posiciones para disparar.

Instalaciones de la Academia Hanlin de Pekin, parcialmente demolidas.
 

  El 23  y 24 de junio, los edificios de la academia Hanlin que quedaban en pie, el mercado mongol y otros lugares contiguos a las posiciones defensivas occidentales, fueron incendiados por los bóxer, que esperaban que las llamas se extendieran al  complejo internacional.

  Varias legaciones tenían sus propios “carros de bomberos” y con la ayuda de todos los residentes se formaron varias brigadas que llevaban cubos de agua a las posiciones defensivas, logrando extinguir todos los fuegos tras una mañana de esfuerzos.

  Fuera del recinto de las legaciones solo había un solitario reducto que resistía a los bóxer. A tres kilómetros de distancia, el obispo Alphonse Favier encabezaba un pequeño grupo de sacerdotes y monjas  en la catedral de Peitang, que estaba situada dentro de los muros que delimitaban la Ciudad Imperial. Cerca de 3.000 refugiados, la gran mayoría conversos chinos, se encontraban dentro de los limites de los terrenos propiedad de la iglesia católica, defendidos por 30 soldados franceses y 11 marinos italianos.

Alphonse Favier, obispo de Pekin.
 

  El soldado Tutcher, de los marines estadounidenses recibió una herida leve en la rodilla derecha el día 24. Curado y vuelto a su posición en el muro Tartaro, fue alcanzado de nuevo la noche del día 30 de junio y murió, convitiendose en la primera baja mortal  del asedio del bando occidental.Tutcher y todos los militares de los contingentes occidentales que cayeron durante el asedio  serían enterrados en los terrenos de la legación rusa, simplemente envueltos en sus respectivas banderas nacionales, ya que no había ataúdes.

  Aislados del mundo exterior como estaban, los extranjeros sitiados en Pekín no sabían que sus presuntos rescatadores estaban poco mejor que ellos.

  El vicealmirante Seymour había partido el 10 de junio con una fuerza de socorro multinacional de unos 2.200 hombres. Para recorrer los apenas 150 kilómetros que separaban la costa con Pekin, Seymour embarco a sus hombres en cuatro trenes en Tongku, la estación terminal. Al final de cada tren, se colocaron vagones blindados llevando a las tropas, y se instalaron cañones y ametralladoras en las locomotoras.

  Era muy arriesgado marchar en tren por territorio bajo control bóxer. Seymour pensaba que el viaje seria rápido, y que las tropas imperiales se pondrían de su lado frente a los insurgentes bóxer.

  Pero el progreso de los trenes se veía constantemente obstaculizado por las constantes reparaciones de las vías arrancadas por los rebeldes. Y, cuando el convoy llegó a Lang Fang, a 60 kilómetros de Pekín, las vías estaban tan deterioradas que fue imposible continuar.

Ruta de la expedicion del Vicealmirante Seymour.
 

  Sin poder avanzar, Seymour decidió volver sobre sus pasos. Los trenes avanzaban muy lentamente, y el 19 de junio, llegaron a un puente tan gravemente dañado que era imposible cruzarlo.

  Sin más opciones que abandonar los trenes y continuar a pie, las tropas siguieron el curso del rio Pei Ho hasta Tientsin, una importante ciudad en la intersección del rio Pei Ho y el Canal Imperial.

Barrio occidental de Tientsin, a principios del siglo XX.
 

  Mientras Seymur se encaminaba hacia Tientsin, los bóxers se apoderaron del distrito chino de la ciudad. Despues, como en Pekín, insurgentes bóxers y tropas imperiales pusieron bajo asedio a la comunidad occidental de la ciudad.

Boxers en Tientsin.
 

  Herbert Hoover, un futuro presidente estadounidense, se encontraba entre los occidentales atrapados en Tientsin.Alrededor de 2.300 soldados, la mayoría marinos e infantes de marina rusos, debían defenderse de un numero de bóxers y soldados imperiales 10 veces superior en número.

  Hoover, ingeniero civil, estaba al cargo del diseño y la construcción de fortificaciones. Tras vaciar todos los almacenes de la ciudad, dirigió la construccion de  una barricada de mas de 3 kilómetros de longitud a base de alpacas de lana o pelo de camello, y sacos de arroz o azúcar .

Batalla de Tientsin.
 

(Continuara…)

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