martes, 13 de diciembre de 2011

Los celtas.



Por tribus celtas entendemos a los pueblos de origen indoeuropeo que emigraron a Europa alrededor del año 2000 a.c.

En el año 500 a.c., el escritor griego Ephoros describe a los celtas como uno de los cuatro grandes grupos de pueblos “barbaros”, junto a los escitas, los persas y los libios, que vivían mas allá de las fronteras del mundo mediterráneo clásico.

Los celtas fueron llamados por los griegos Keltoi o Galatae.Alrededor del año 500 a.c, diferentes tribus celtas ocupaban la zona que va desde el Danubio hasta la península ibérica.

Las diferentes tribus celtas no componían un grupo cohesionado, aunque tenían grandes similitudes en estructura social, cultura y creencias religiosas,

Los primeros signos de una cultura celta aparecen alrededor del 600 a.c., hacia el final del periodo Halstatt, final de la edad de bronce principios de la edad de hierro. Al principio, el uso del hierro era minoritario, aunque se fue generalizando poco a poco, lo que les permitió disponer de un armamento superior.


 Los asentamientos celtas estaban fortificados, con grandes muros de piedra o troncos rodeados por un foso, y la sociedad estaba dominada por una elitista clase guerrera.


 Alrededor del año 400 a.c., las tribus celtas comenzaron a emigrar desde su origen en el Danubio y el norte de los alpes.Una parte se dirigió al norte de Italia y se hizo con el control de las ricas tierras del valle del Po.Continuaron asolando toda la península itálica, atacando a los etruscos y llegando a saquear y quemar la misma ciudad de Roma. A partir de este hecho, los romanos desarrollaron un intenso miedo y odio hacia los celtas, que se convirtieron en una eterna amenaza en el norte, a la que llamaron terror gallicus.


Otras tribus celtas se movieron hacia el sur, y penetraron en los Balcanes, en un viaje que les llevo a Grecia y más tarde a la actual Turquia.Alejandro Magno mantuvo buenas relaciones con los celtas de los Balcanes, pero a la confusión que siguió a la muerte de Alejandro, las relaciones entre macedonios y celtas se rompió. Los celtas, al mando de su caudillo Brenno, invadieron macedonia, con la intención de apoderarse de las riquezas que suponían había en el santuario de Delfos. Una coalición de polis griegas les planto batalla en el desfiladero de las Termopilas, otra vez, y consiguió derrotar completamente a los celtas, que se dirigieron al Asia menor, donde formaron el reino de galacia.

Otra parte de las tribus celtas llegaron hasta Britania, donde tomaron contacto con los indígenas originales, y otro grupo llego hasta la península ibérica, donde se relacionaron con los iberos, dando origen a los celtiberos.

La sociedad celta se componía básicamente de familias o clanes, que se agrupaban para formar tribus en un determinado territorio. Estaban gobernados por un rey o un jefe guerrero, que tenían un poder limitado, ya que la mayoría de las decisiones se tomaban en asambleas populares, compuestas por todos los hombres libres de la tribu. Aunque el poder real recaía en un consejo de nobles, que eran los que elegían al rey.

Los druidas eran otra de las clases privilegiadas, junto a los bardos, cantantes y poetas que ensalzaban las hazañas de los reyes y jefes militares. Los artesanos, especialmente herreros y joyeros, eran muy apreciados, ya que los nobles celtas usaban con profusión los metales preciosos para enfatizar su rango.


Existía la esclavitud, aunque en menor número que en otras culturas.La caza de esclavos era una parte importante de los motivos que llevaban a los celtas a la guerra, pero solían usarse como mercancía para intercambiar por artículos de lujo

Esta división de la sociedad celta alentaba el clientelismo, las clases más bajas rendían pleitesía  las más altas, a cambio de seguridad, patronazgo y empleo. Y las clases bajas devolvían el favor apoyando al noble en tiempo de paz y sirviendo como guerreros en época de guerra.

Este clientelismo se extendía a otras tribus en circunstancias extraordinarias, tribus rivales se unían para combatir amenazas exteriores, como las campañas de cesar.

El saqueo, el robo de ganado y esclavos y la venganza entre clanes y tribus eran la base de la guerra entre los celtas. Estas escaramuzas permitían a los jóvenes guerreros demostrar su valentía y su destreza en el uso de las amas.

Los guerreros celtas sirvieron como mercenarios para numerosos ejércitos. Para Aníbal en la segunda guerra púnica, para Siracusa, para los seleucidas, descendientes de Alejandro Magno, y acabaron formando parte del ejército romano como auxiliares.


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