Viene de aquí:
Desde las ciudades sicilianas de Agrigento, Siracusa y Leontini fueron enviadas embajadas a Pirro, suplicando por su ayuda contra
cartagineses y romanos. Para Pirro, era una oferta muy atractiva. En Italia no
estaba consiguiendo su objetivo de terminar con el poder de la republica romana,
y no quería volver al Epiro o Macedonia, que estaba siendo amenazada por una
invasión de celtas desde Galacia.
Pirro, que se encontraba en Tarento,
esperaba poder dominar Sicilia y crear alli un reino estable, que pondría bajo
mando de su hijo Alejandro. Alejandro era nieto por vía materna del tirano Agatocles de Siracusa,lo que le convertía en un pretendiente ideal para
reclamar el trono siracusano.
Parece que Pirro deseaba usar
Sicilia como cabeza de puente para invadir Africa, mientras dejaba Sicilia bajo
control de su hijo.
Como era usual, Pirro envió mensajeros
a Sicilia para conocer el estado de las cosas en la isla antes de llegar a ella.
Esto no gusto a los habitantes de Tarento, que exigieron a Pirro que cumpliera
con lo pactado con ellos, que continuara la guerra contra Roma en la península
itálica o que abandonara con su ejercito la seguridad que ofrecían los muros de la ciudad.
Pero Pirro no tenía la más minima intención
de abandonar Tarento o alguna otra de las polis griegas de la Magna Grecia en la
que se encontraban acuarteladas parte de sus tropas.
Mientras Pirro calculaba sus posibilidades
de ocupar Sicilia,el almirante cartaginés Magon ofreció enviar 120 buques para
colaborar con sus aliados romanos en el control del vital estrecho de Messina.
El senado romano convocó al Almirante Magon para discutir los términos del tratado que uniría a ambos, romanos
y cartagineses, contra las ciudades sicilianas rebeldes y su nuevo aliado, Pirro.
Los términos del tratado (básicamente,
un tratado de ayuda mutua militar) obligaban a ambos firmantes a marchar en
ayuda del otro si era invadido. No importaba quien fuera el que pidiera ayuda,
los cartagineses estarían obligados a aportar la flota para transportar a ambos
ejércitos, si fuera necesario, aunque cada cual tendria a su cargo el mantenimiento de su propio ejercito.
Ademas, los cartagineses ayudarían
siempre a los romanos en los combates navales que se produjeran contra
cualquier enemigo, mientras que los romanos no estaban obligados por los
términos del tratado a realizar la misma operación.
Es decir, según los términos del tratado,
los cartagineses estaban obligados a ayudar a los romanos siempre, y a poner su
flota a su disposición, mientras que los romanos no estaban obligados a ello.
Tras firmar el tratado con el
senado romano, el almirante Magon se dirigió en secreto a Tarento, en donde se
encontraba Pirro acuartelado con sus tropas.
Aparentemente, Magón quería
buscar un entendimiento pacifico entre Cartago y Pirro, aunque en realidad lo
que estaba buscando era conocer las intenciones de Pirro con respecto a Sicilia.
Y quería convencer a Pirro para que no desembarcara en Sicilia y se mantuviera
en Italia combatiendo a los romanos.
Cartago se mantuvo muy activa diplomáticamente,
y también firmo un tratado con los mamertinos.Enviaron a Mesina una flota tripulada por marinos cartagineses y 500 soldados romanos para tratar de
disuadir a Pirro de que desembarcara en Sicilia.
A finales del verano del año 278
a.c., Pirro zarpó de Tarento hacia Sicilia. Antes de abandonar Italia, protegió
su retaguardia dejando fuertes guarniciones en las ciudades de la Magna Grecia,
en el sur de Italia.
La flota de Pirro se dirigió en
primer lugar a Locris, en donde quedo su hijo Alejandro al mando de una fuerte
guarnicion.La flota de Pirro estaba compuesta de 60 trirremes, además de un número
mayor de buques de transporte para trasladar su fuerza de invasión a Sicilia,
fuerza de invasión compuesta de 8.000 soldados de infantería, además de 1.200 de
caballería y unos 30 elefantes.
Pirro consiguió eludir el bloqueo
cartaginés sobre el estrecho de Mesina y desembarcó en la costa este de la isla,
en las cercanías de la ciudad de Tauromenium (actual Taormina), donde el
reyezuelo local se apresuro a declarar su lealtad al rey epirota.
Desde allí la flota navego hasta Catana (actual Catania), donde los ciudadanos le recibieron con gran entusiasmo
y le pusieron una corona de oro, creyendo que Pirro había llegado para
liberarles de los odiados cartagineses. Allí en Catana pudo reclutar más de
3.000 hombres para su ejército, dirigiéndose a continuación hacia la asediada Siracusa, con el ejército marchando por la
costa sin perder de vista la flota.
El ejército cartaginés llevaba
meses asediando la mayor ciudad de la isla, Siracusa, con un ejército de 50.000
hombres y un centenar de barcos de guerra. Pero el rápido avance de Pirro tomó
a los cartagineses por sorpresa, y Pirro desembarco sin oposición en la isla de Ortigia, que controlaba la entrada al puerto de Siracusa. Con la ayuda de la
flota siracusana, unos 140 barcos, la flota de Pirro pudo romper el bloqueo naval
cartagines.Aunque seguían teniendo una gran ventaja numérica, los cartagineses
sabían que tenían pocas opciones de derrotar a las tropas de Pirro.Abandonaron el asedio y se retiraron rapidamente hacia el oeste de la isla.
Siracusa,con la isla de Ortigia al oeste.
El ejército cartaginés en Sicilia
estaba formado mayoritariamente por infantería ligera originaria del norte de
africa, reforzados por infantería y caballería procedente de Iberia.Ademas, disponía de un fuerte contingente de mercenarios reclutados en las fronteras
de los dominios cartagineses: galos,
númidas, italianos y griegos.
Este ejercito cartaginés combatía
de manera muy similar a la que utilizaban los griegos, formando para la batalla
en el modo tradicional de los ejércitos helenísticos; Una única y gruesa línea
formada integramente por infantería ocupando el centro de la linea con la caballería
protegiendo los flancos.
Infanteria cartaginesa,siglos IV-III a.c.
Ese nucleo central de infantería,
compuesta básicamente por lanceros, apenas podría significar un problema serio
para la mucho más potente falange del ejercito de Pirro, que además contaba con
elefantes.
Tras ocupar Siracusa, Pirro se dirigió
a Leontini, que ocupó sin lucha. Después se dirigio a Agrigento, donde se encontraba
el tirano Sosistrato, que puso Agrigento y
una treintena de villas y pueblos que
controlaba a disposición de Pirro.
Allí consiguió Pirro más de 8.000
infantes y 800 jinetes, que integró en su ejercito.En Agrigento,Pirro recibió
la buena noticia que los ciudadanos de Enna habían degollado a la totalidad de la guarnición cartaginesa y proponían aliarse con el epirota.
Con los refuerzos conseguidos, el
ejercito de Pirro ascendía a mas de 30.000 soldados de infanteria, 2.500 de caballería
y dos docenas de elefantes.
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